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El vecino nuevo de Mary... por andherezu_rosui

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Notas del capitulo:

Hola me dio  mucho gusto ver que a pesar de ser un fic raro muchos lo han leido y les ha gustado, al menos lo comentarios me dieron esa impresion. Espero que les guste este cap. Se supone que este era el cap  tres pero debido a el estilo que decidi usar para contar la historia creo que encajaba mejor de esta manera. 

Ad: Los personajes de esta historia asi como la misma son totalmente mios. Prohibido el plagio. 

Notas: 

Mary en realidad esta basada en mi perro llamado Maylo. (Por eso Mary XD) El evento del parque y el David siendo arrastrado por los dalmatas tambien paso. De ahi en fuera todo lo demas es en parte ficcion. Asi como los nombres y lo demas. 

Gracias por leer.

***

Cada mañana la cajita junto a la cama de mi amo suena, empieza con un pitido que se va haciendo más y más fuerte. Yo me despierto siempre a la mitad de su llanto, me estiro un poco y bostezo. Mi amo no parece notar el ruido así que es mi trabajo hacer que la cajita  deje de llorar. Me acerco a la caja y le gruño molesta, no se calla, entonces comienzo a empujarla con mi hocico pero sigue llorando, levanto mi patita y la aplasto “Oh se ha callado” Pienso contenta.

Mi amo se remueve un poco pero no parece querer despertar. “Amo es hora de levantarse” le digo mientras lamo su cara, se mueve un poco, parece ir despertando pero no abre los ojos, sigo lamiendo su cara un poco más, pero nada. “¡Amo!” gruño y ladró con fuerza y mi amo parece susurrar algo. Giro mi cabeza confusa “No entiendo” pienso y ladró de nuevo, y al fin veo como uno de sus ojos se abre y me mira, una sonrisa se forma en su rostro al verme, le ladro de nuevo emocionada.

-Buenos días Mary…- Me dice pasándose la mano por la cara.- ¿Ya amaneció? – Me pregunta y yo le ladro en respuesta. Bajo de un salto de nuestra cama y voy directa a la puerta que está cerrada. Me siento y giro mi cabeza para mirarle “Quiero salir” gimoteo. Él se sienta en la cama y toma la cajita que lloraba, gimoteo otra vez.

-Mary… Los domingos no tengo que ir a trabajar…- Me dice con tono extraño, yo solo le miro ladeando mi cabeza confundida de nuevo y me pregunto ¿Porque el amo siempre me dice esto una vez por semana? Y ladeo de nuevo la cabeza - ¡Dios! ¿Por qué eres tan adorable?- Dice cariñoso. Gimoteo de nuevo pero pienso ¡Mary siempre es adorable! “¡Amo quiero salir!” lloriqueo de nuevo. El suspira y al fin decide salir de la cama, se estira un poco y al fin me abre la puerta de la habitación. Corro al cuarto donde están los gigantes que escupen agua y se comen la ropa de mi amo para hacer mis necesidades “ah que alivio”. Oigo ruido en la cocina “El amo prepara el desayuno” me digo y corro hasta ahí.

Para llamar su atención, me paro en mis patitas traseras y levanto las delanteras, él mira hacia mí y me sonríe alzándome en brazos.

-Ya voy, tendrás que esperar un momento.- Me dice contento sentándome en una silla, yo ladro en respuesta algo impaciente, relamiéndome al oler el desayuno. En cuanto mi amo pone mi tazón en la mesa me lanzo a la comida con impaciencia.

-Mary, come despacio o te dolerá el estómago. –Me advierte mi amo, ¿Ven que me quiere mucho? Mientras comemos mi amo enciende la caja con imágenes que se mueven apuntándole con la cajita negra de puntitos “Creo que se llama renato” la deja sobre la mesa y me la quedo viendo curiosa mi amo parece que se dio cuenta y me pregunta - ¿Qué pasa Mary? – Yo simplemente le miro en silencio, y ladeo al cabeza él sonríe y vuelve a prestar atención a la tele. Creo que al amo le gusta que mueva la cabeza.

De pronto algo me hace ponerme alerta, “¿Qué fue eso?” levanto mis orejas, atenta al ruido, “No sé qué es pero no me gusta” gruño por lo bajo. Bajó de un salto de la silla y corro al sofá junto a la ventana, quitó la cortina con mi hocico. Dejo salir un ladrido bajo aturdida al ver lo que no me gusta, parece uno como yo pero tiene ojos redondos y es más pequeño que yo, está sentado en el barandal relamiéndose las patas. No me gusta decidido y gruño en advertencia, ese yo más pequeño me mira e ignora mi advertencia, porque se baja del barandal y se sube a la ventana. “¿Quién eres tú?” le gruño él yo pequeño menea su larga cola con lentitud. “¿Eres uno como yo?” gruño de nuevo.

“Soy Mitzi” ronronea. “¿Mitzi? ¿Qué es un Mitzi?” le ladro confundida. “Mitzi soy yo” contesta “Entonces yo soy una Mary” le digo. Y la Mitzi ronronea burlona, le gruño ofendida.

-¿Qué tienes ahí Mary? –Me pregunta mi amo asustándome. No me di cuenta cuando llego junto a mí así que doy un respingo “No está molesto” así que muevo mi colita contenta. El abre la ventana y al fin puedo olfatear el olor de la Mitzi, mi amo la toma por su pancita y la acomoda en su brazo, “No me gusta” el amo no puede tener una Mitzi porque ya tiene una Mary decido, así que le ladró molesta. –Tranquila Mary, solo revisare su collar.

Mitzi me mira entrecerrando sus redondos ojos y moviendo su esponjosa cola de un lado a otro. Mi amo le acaricia las orejas y yo gimo casi herida.

-Con que te llamas Mitzi… -Le dice mi amo acariciándole las orejas de nuevo, retroceso un poco sin dejar de gimotear y mi amo me mira raro.- Vamos Mary, no te pongas celosa.- Me dice mi amo.- Le gruño  molesta y rasco el sofá con frustración. –Mary…- Le oigo llamarme contrariado, le ignoro y me siento dándole la espalda. -¿No te parece una lindura? –Le dice a Mitzi y ella maúlla desatenta. “Amo malo” Gruño aun molesta.

Un grito histérico se escucha de repente.

o-o-o

Un piso más abajo.

-¡No! ¡Sabía que esto pasaría! ¿Por qué se la comieron?- Chillaba alguien en algún lado. Mi amo y yo nos asustamos, bueno yo me asuste… ¿Algo se había comido a alguien?  “amo tengo miedo” gimoteé asustada. La Mitzi solo movió las orejas en reconocimiento, batiendo su cola en él aire. Mi amo acaricia mi cabeza queriendo tranquilizarme pero la voz se escucha de nuevo.

-¿Por qué a Mitzi? ¡Les doy comida tres veces al día! – Mi amo abre la puerta y sale. “¡Amo no! ¡Es peligroso!” Le ladró pero no me escucha y asoma su cabeza por el barandal.

“Oh no, se comerá a mi amo” Pienso asustada. ¡Debo protegerlo! Me digo y con miedo salgo al pasillo. Los gritos se sigues escuchando, ahora sé que vienen de abajo.

-Creo que algo está pasando por tu causa señorita. –Dice mi amo con tono serio a la Mitzi, que le maúlla en respuesta.

-¿Qué fue eso? –Dice la voz histérica.- ¿Mitzi? – Escuchó y no sé porque siento que conozco esa voz. Me asomo por la abertura del barandal y veo la cara del amo de ellos toda roja mirando hacia arriba.

-Creo que tengo a Mitzi.- Dice mi amo, al amo de ellos que se pone más rojo y sorbe su nariz. Creo que lloraba. Casi me dan ganas de darle un beso para que no llore más. Pero, mi amo decide ir a dejar a la Mitzi con el amo de ellos, no me gusta que mi amo se acerque al amo de ellos así que le acompaño a la caja que sube y baja. Entramos y cuando salimos estamos en el departamento del amo de ellos.

Huele a ellos, y a Mitzi, hay cajas amontonadas en el pasillo y ellos están sujetos con correas al barandal. Me siento justo al lado de mi amo, los ellos, le miran con cautela y yo les gruño en advertencia, no dejare que se coman a mi amo.

-Tranquila Mary.- Me dice mi amo y pone su atención en él amo de ellos. Lo observo, bajar la mirada a mi amo. Y ponerse rojo cuando mi amo le devuelve a la Mitzi que no había sido devorada por los ellos. – No creo que sea buena idea tener dos dálmatas y un Persa viviendo juntos. – Le dice mi amo con tono extraño.

-Lo siento. – Responde el amo de ellos, pero se niega a ver a la cara a mi amo “¡Que grosero!” pienso y bufó molesta. – No son míos, los estoy cuidando. Pero no soy muy paciente con los perros.

Yo ladeo mi cabeza confundida “¿Amo? ¿Qué es perros?” gruño entre dientes, el amo de ellos me mira y sonríe, yo doy un paso atrás inquieta. La actitud de ese amo no me gusta, parece como si… Le miró con desconfianza.

-Pero ella es muy linda. –Dice el amo de ellos mirándome, mi amo también me mira y me sonríe.

-Si lo es.- Responde mi amo, sin notar la mirada del amo de ellos. ¿Por qué esta rojo de nuevo? Me pregunto. La Mitzi baja de los brazos del amo de ellos y entra en la casa balanceando la cola lentamente. Se detiene en medio de la puerta y gira su cabeza. “Nos vemos Mary” Hace un ruido como mi ladrido, ¡Qué raro ladra!

Mi amo parece distraído observando la cara roja del amo de ellos.

-Gracias por traer a Mitzi. Lamento si fui una molestia. – Dijo el amo de ellos rascándose la cabeza. –Tendré más cuidado.

-No pasa nada. –Respondió mi amo cruzándose de brazos, sonriéndole al amo de ellos. – Por cierto soy Allan. – Extendió su mano al amo de ellos, pareció incomodo pero acepto el contacto, no pude evitar gruñir inconforme. Mi amo nunca toca a las personas a menos que sea él bebe de la vecina de abajo a él hasta le da besos.

-David. – Alzo mis orejas en reflejo. Así que él amo de ellos es un David. Me gusta más mi amo Allan, así que le ladro vanidosa. – Creo que no le agrado tampoco a ella. – Dice el David.

“No, no me gustas” confirmo sacudiéndome tras gruñirle. – Siempre me pasa lo mismo con los perros. –Comenta el David decaído.

Ladeo mi cabeza de nuevo “¿Qué son perros?” uno de los ellos el que tiene una mancha en el ojo me ladra la respuesta “Nosotros somos perros” camino hasta ellos intrigada. “¿Entonces no son como yo?” Les pregunto y el otro de ellos de la pata negra es quien me responde ahora. “Tú eres como nosotros” La Mitzi sale a la puerta una vez más y sé lame las patas mientras dice “Mary no sabe, que es un perro” los dos ellos se inquietan y yo los miro confundida. “Sí, Mary no sabe ¿Qué es un perro?” confirmo relamiéndome el hocico. La voz de mi amo me atrae cuando escucho mi nombre.

-Mary, es mi única compañía. –Me acercó a los amos de nuevo y veo que el amo de ellos ya no evade la mirada a mi amo ¿Cómo paso?, ladro para llamar su atención. Pero no me miran. La forma en la que el amo de ellos mira a mi amo no me gusta. Su comportamiento tampoco me gusta, parece como cuando… Sí, parece como la señora de la tienda, nerviosa e inquieta, roja de las mejillas y con un brillo en los ojos, pero la señora de la tienda es hembra y ese David no lo es “Extraño” pienso. La Mitzi se me acercó y yo la mire curiosa, “A mi amo parece gustarle el tuyo” Me dijo. “Pero él es un macho… ¿No?” Le digo insegura, la Mitzi compone un gesto astuto y menea su cola para comenzar alejarse y subirse en el barandal. “Eso no importa” Me dice.

“No importa…” Repito y me quedo viendo al David mirando a mi Allan.

“¡No puedes!” decido, “Un David no puede tener a mi amo” ladró de nuevo pero soy ignorada otra vez. “Creo que el mocoso quiere comerse a tu amo” dicen los ellos tras de mí. Comienzo a gruñir en alerta, “¡No puedes!” le advierto al amo de ellos pero no me escucha. Entonces recuerdo como logre que no molestara a mi amo antes, levante mi patita una vez más y rocié sus zapatos.

-¡Mary! –Me regaña mi amo, pero decido que valió la pena. Los ellos comienzan a ladrar sobresaltados, la Mitzi decide que no quiere estar ahí y se va  por el barandal. Y a mí me toca recibir el regaño de mi amo que apenado me levanta en brazos mientras me dice.

-¡Eso no se hace Mary! – “Amo…”  Gimoteó él no sabe porque lo he hecho pero al menos hoy también me asegure de que el estará a salvo. Porque el David le dijo.

-Será mejor que se vaya…- Mi amo se puso serio pero igual sentí que me acaricio el lomo antes de darse la vuelta para ir a la caja que sube y baja. Fue entonces que vi la cara del David parecía muy triste y por segunda vez ese día quise ir con él y darle un beso para que dejará de estar triste.

 

Continuará…

 

 

 

Notas finales:

Bueno ahi queda no se muy bien cuando pueda subir el que sigue. Ahora me estoy quedando en el rancho de mi familia y por desgracia ahi no hay internet y mucho menos señal de celular. Para poder publicar debo ir a la ciudad que es donde estoy ahora. ASi que no estoy muy segura de cuando pueda volver. 

En fin... GRacias por leer y espero que al menos  me regalen un RR

Nos vemos.


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