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Evidencias.... por Anttara

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Notas del capitulo:

Buenas noches, como les prometí les traigo esta ammm digamos segunda parte del fic.

Espero que les guste y les quite la cara de shock del primer capítuo .... 

 

 

¡¡¿La madre de Usagi-san?!!

 

¡Imposible! ¿Qué no se suponía que tendría que ser mayor que él y con arrugas, además de parecerse un poquito? ¡Esa mujer era como una artista de cine, tenía su cabello sedoso de color negro y sus  bien maquillados ojos azules, además de que Usagi-san y ella eran de la misma edad! ¡No, no, no! ¡No era posible!

-¡No mientas! Si ustedes tienen la misma edad, sus ojos son azules y su cabello es negro y el tuyo… no es igual- volvió a gritar exasperado el menor ¡¿Cómo si quiera el novelista pudo pensar que caería en esa absurda tontería?!

-Misaki ¿Acaso alguna vez has oído hablar de las cirugías faciales y las cremas estéticas? Ella no es tan joven como aparenta, tiene la edad de mi padre. Su cabello es negro como el de Kaoruko porque soy el único de mi familia que nació con este tipo de color plata y sus ojos son violetas no azules, deberías fíjate bien. Además tenemos… ciertas “similitudes” ¿Acaso no observaste el parecido?-

Así que era eso… el menor no había pensado en lo último.

De inmediato el pequeño se sonrojó. Con lo que había dicho esa mujer no tuvo tiempo de mirarla bien y compararla con su casero para ver las coincidencias, pero si era su mamá ¿por qué el mayor la trató tan secamente?

Dispuesto estaba el castaño a preguntarle, más antes de que pudiera hacerlo, el escritor, como si pudiera leer su mente, se adelantó a la respuesta.

-Ella se separó de mi familia cuando tenía 10 años, no estoy acostumbrado a su presencia. La última vez que hablamos fue cuando me gradué de la universidad, tomamos un café y se volvió a ir. No esperaba que apareciera así de repente.-

Prontamente el novelista volvió a besarle la frente a su inquilino y volvió a pronunciar suavemente…

-¿Cómo rayos llegaste a pensar que tendría intimidad con alguien que no fueras tú? ¡Y sobre todo con ella! Tienes un gusto bastante malo para elegir mujeres ¿sabes? Primero Aikawa ¿y ahora mi madre?- Le di un besito más romántico en su, aún mojada, mejilla y continuó…- Si quieres celarme deberías elegir una persona más deseable para mí… aunque no creo que exista alguien en este mundo que superé a Misaki-

Al escuchar a su casero, el castaño volvió a sonrojarse totalmente. Si bien en un día normal el universitario hubiera gritado, enojado y peleado con el novelista por sus afirmaciones, en ese momento solo podía callar sus palabras y dejar que este continuara con sus mimos. De alguna forma se sentía bastante agradecido que sólo hubiera sido un mal entendido.

-…Ella dijo que te aferrabas a su pecho y  en la oscuridad le suplicabas que no te dejara solo-

Ante esto el peli-plata bufó…

-Tenía 3 años y no me gustaba la oscuridad…- Después sonrió lujuriosamente el mayor y  le susurró en un  tono bastante provocativo-…Ahora me gusta cuando Misaki está sobre de mí, sonrojado y gimiendo eróticamente que “no deje de hacerlo mío” mientras lo penetro-

-¡Usagi-san!-

-No planeó engañarte con nadie. Deja de hacer suposiciones raras-

Después de esto el mayor comenzó a besarlo dulcemente, mientras sus manos poco a poco empezaron a desabrochar la camisa de su compañero. Ya había dejado claro con palabras su fidelidad, ahora necesitaba demostrarle que solo él podía enamorarlo.

Suavemente una de sus manos fue acariciando parte del pecho del universitario, tomándose el tiempo de rosar uno de sus botones mientras con su boca comenzaba a disminuir su beso para para posicionarse en el cuello del menor y dejarle marcas

-Usagi-san… ah no podemos… ah Mina-san está en la casa- Comentó el oji-verde, y es que a pesar de que también se encontraba ansioso por el toque de su casero y de que minutos atrás había odiado a esa mujer, no podía dejar pasar que su ahora “suegra” estaba a metros de ellos y podía encontrarlos en tan íntima situación.

-No pasará nada y no lo haremos por horas, solo será un probadita para calmar los celos de mi amado. Mañana nos amaremos completamente-

Prontamente el escritor, deslizó la camisa de su adoración y ubicó sus labios en uno de los pezones para comenzarlo a estimular, más con lo sensible que se encontraba el castaño no hizo mucha falta preparación. En minutos los botones rosas ya que encontraban duros y erectos por las sensaciones.

Así que Akihiko, no dio mucha importancia al abdomen de su acompañante, por el contrario, se levantó del suelo donde se encontraban abrazados, tomó al menor en sus brazos y lo dirigió hacia su cama. Posteriormente desabrochó su pantalón y antes de que pudiera protestar, Usagi-san tomó su semi-erecto miembro y comenzó a masturbarlo con su boca.

-Ahhhh ¡Usagi-san!-

Lentamente comenzó a acariciar la hombría de su amado con su lengua, delimitándola de arriba abajo y viceversa.

Cuando su niño reaccionó al estímulo y su virilidad tomó más dureza, principio a besarle al puntita para después meterla completamente en su boca y empezar metódicamente un vaivén que comenzó a volver loco de excitación al menor.

A pesar de las circunstancias, de los celos y las lágrimas que Misaki había tenido minutos atrás, se encontraba bastante sensible, necesitado de que su seme calmara todos sus temores como justamente lo estaba haciendo.

En pocos minutos el líquido pre seminal comenzó a lubricar el miembro del universitario y los gemidos de placer de este comenzaron a inundar la habitación. Quizás por primera vez el menor no quería que el escritor se separara de su hombría, sus caricias se sentían demasiado bien.

-¿Te gusta como lo hago? ¿verdad Misaki?-  Pronunció el mayor con una risita pervertida, mientras observaba el cuerpo de su adoración empezaba a arquearse por las sensaciones y sus mimos,  no obstante, antes de que se pudiera venirse adentro de la boca del oji-violeta, este detuvo la acción dejando al menor en medio de su orgasmo y con su aparente molestia por querer terminar.

Sin mucho preámbulo, el escritor principio a lubricar sus dedos y después introdujo uno en el cuerpo de su pequeño para dilatarlo y que permitiera su, ahora, duro miembro.

Más al no tener una preparación más amplia como acostumbraba hacerlo el peli-plata, Misaki puso algo de resistencia, generalmente el oji-violeta lo hacía venir antes de penetrarlo, pero al  sentir como su pareja movía en círculos sus dedos y le proporcionaba seductores besitos en su cuello para  excitarlo poco a poco fue relajándose. En pocos minutos Usagi-san pudo introducir su tercer dedo.

El cuerpo de su adoración parecía querer que ya lo hiciera suyo y la cara sonrojada, así como excitada que ponía su pequeño se lo confirmaba. Estaba tan atento de sus movimientos que en un momento Akihiko, sabiendo que lo miraba como lo preparaba, comenzó a quitarse su camisa para que el castaño viera su pecho, desabrochó su pantalón, sacó su necesitado miembro y con mucho cuidado lo colocó arriba de él, invitándolo a abrazarlo para que pudiera embestirlo.

Y sin más, con una gran fuerza de voluntad, el mayor principio a adentrase en el cuerpo de su adoración, tratando de no meterse bruscamente y de una sola vez, para que el castaño fuera lastimado; sin embargo el cálido aliento de Misaki, así como los pequeños gemidos de placer con mezcla de dolor que pronunciaba cerca de su oído, hacían difícil la situación al escritor. Eso sin contar las estrechas  entrañas de su niño, que al no haberse venido antes, se aferraba a su virilidad haciéndole casi nula su movilidad.

-Misaki ¡ah! relájate por favor, ya voy a empezar. No quiero lastimarte- Pronunció con dificultad el escritor mientras sostenía en trasero de su niño y comenzaba a moverlo hacia adelante y hacia atrás para permitirle movimiento.

Después de unos minutos, el castaño empezó a relajarse y a contribuir con la acción del excitado novelista que empezaba a penetrarlo profundamente.

-Ahhh ¡Usagi-san! ¡No tan profundo!- Suspiró el castaño al sentir como su casero comenzaba a moverse cada vez más rápido y su boca lamia su oreja izquierda eróticamente, pero el oji-violeta no hizo caso, por el contrario aumentó la velocidad de sus embestidas y le susurró.

-Necesito saciar tanto a Misaki, que no puedo detenerme-

Ya no importaba nada, tanto el menor como su casero necesitaban curar heridas y sus cuerpos poco a poco descubrieron la forma de hacerlo. Misaki estaba demasiado condescendiente con Akihiko  gracias a sus antiguos celos y por su parte el novelista quería quitar las dudas a la totalidad de su lindo niño.

No obstante, al no ser estimulado lo suficiente y por las fuertes embestidas del mayor, el castaño empezó a sentir como su cuerpo se estremecía y una fuerte corriente eléctrica.  Pronto tendría su orgasmo.

Sin mucho afán de proseguir y sintiendo como una especie de calor invadía su ser, gracias a las cariñosas caricias de su seme. Misaki empezó a gemir de placer anunciándole a Usagi-san que su cuerpo no resistiría mucho.

-Ahhhhh ¡¡Usagi-san!! ¡¡Me vengo!!- Gritó el menor fuertemente.

-¡Ah! mi Misaki… te amo-

En pocos minutos los dos terminaron, el mayor adentro de su pequeño y el castaño en medio de sus cuerpos.

Cuando pudo volver a recobrar su aliento, Akihiko salió de su adoración, dejó que este se recostará en la cama y él se acurrucó a un lado para descansar de aquel momento de pasión. No sin antes haberle dicho en su oído al castaño lo mucho que lo amaba y lo que le fascinaba cuando este lo celaba.

No obstante, y a pesar de sus palabras, Misaki aún sentía cierta curiosidad por la madre de su casero ¿De verdad era ella? y ¿Por qué el mayor no le había tratado de esa forma enfrente de él? ¿Estaría ocultando algo?

Así que, en parte influenciado por la oleada de placer que minutos antes había experimentado, el universitario le preguntó al peli-plata mientras estaba entretenido acariciando su cabello castaño.

 

-Usagi-san ¿Por qué no le dices “mamá” a ella?-

 

Ante esto el mayor se sorprendió.

Nunca habían sido muy cariñosos como familia y jamás había pensado en eso. Simplemente eran así y no le llamaba “mamá” como la mayoría de la gente… era sólo “Mina-san” y ya, pero no tenía forma de responderle al castaño el ¿por qué? de ello, así que solo calló, haciéndole dudar al menor de sus antiguas palabras.

¿De verdad ella era su progenitora? ¿O podría Usagi-san haber usado ese pretexto para ocultar su amante de él? – Misaki se estremeció- ¿Qué seguridad tenia de que fuera su madre, si quien lo había afirmado era el mismo escritor que le mentía  a su editora vez que no tenía listo su trabajo?

 

-Usagi-san… ¿De verdad ella es tu mamá?- Pronunció en tono bajito el menor, tratando de no pensar en la pequeña posibilidad de que su pareja le estuviera mintiendo, y menos después de haberle hecho el amor.

No obstante, esto no fue bien interpretado por el escritor. De inmediato se levantó de la cama, abrochó su pantalón, le dio un par de ropa interior limpia a su niño así como su camisa y lo sacó de la habitación para dispar de una vez por todas sus dudas.

Cuando llegaron a la habitación del mayor, este abrió la puerta encontrando a la mujer de cabellos negros preparándose para dormir con una hermosa bata de noche color lila.

Sin siquiera ponerla al día, Akihiko comenzó a hablar…

 

-Misaki te presentó a Minako Usami mi madre, Mina-san te presentó a Misaki Takahashi, él es mi inquilino desde hace cuatro años, hermano de mi mejor amigo y es la persona de quién estoy completamente enamorado.-

Después de esto, ante la vista de aquella mujer, Akihiko selló sus palabras con un romántico besito en los nudillos de la mano derecha de su pequeño inquilino, mismo que por tercera vez en el día había quedado totalmente paralizado… Usagi-san había dicho ¡¿qué?!

Rápidamente el menor se llenó completamente de vergüenza y su rostro completamente rojo lo delató. ¡No podía creer lo que había dicho el novelista! y menos tan tranquilamente frente a esa bella dama que, tanto como él, estaba sorprendida.

Por un momento el menor pensó en lo peor, la mujer gritaría, se enojaría y lo insultaría por descubrir que su único hijo, apuesto y prestigioso escritor, heredero de la gran cómo poderosa familia Usami, era gay y tenía como pareja a un muchacho común y corriente. Más esto no pasó, sonriendo Mina-san le correspondió la mirada rompiendo un poquito la tensión del ambiente. 

- Akihiko está enamorado ¿eh? Pero… tú no eres mujer ¿verdad?- Pronunció la azabache, mientras se dirigía al universitario y veía como su hijo se mofaba de su afirmación.

-No… y-yo soy hombre-

-Bien, entonces déjame verte más de cerca-

Prontamente la mujer se le quedó observando detenidamente de arriba abajo, contemplando cada detalle de su cara y su figura, mirando su cabello, pecho, piernas y dorso. Así mismo le dio la oportunidad al castaño de confirmar el gran parecido que tenía con el novelista. Sus ojos eran idénticos y mismo color violeta, no azules como él había creído, su cuerpo era más delgado como el de su sobrina Kaoruko, pero mantenía la elegancia así como el porte de su hijo y su sonrisa era amplia e igual de cálida como cuando Usagi-san estaba feliz y le sonreía. Si no fuera porque era un poco más bajita en estatura que el peli plata, su cabello color negro y su cuerpo, obviamente más femenino, diría que eran idénticos. 

 Después de un minuto de silencio, por fin la mujer habló:

-Eres muy lindo ¿lo sabes? Tienes buen gusto Akihiko-

-Por supuesto- Respondió orgulloso el peli-plata

-¿Y bien que necesitas Misaki-kun? ¿Por qué estás aquí con el cabello alborotado, vestido con sólo una camisa  y al lado de mi hijo semidesnudo? –

-Bueno y-yo- Se sonrojó el menor, no se había puesto a pensar en su apariencia ni en la de Usagi-san, pero antes de pronunciar palabra alguna el mayor dijo...

-Misaki tiene celos de ti. Piensa que eres mi amante por tu idea de dormir juntos. Quiero que le compruebes que realmente eres mi madre-

Ante esto el castaño nuevamente sintió un gran golpe de vergüenza y por un momento, quiso salir corriendo del lugar y esconderse en algún lugar obscuro hasta que todos olvidaran lo sucedido. Sin embargo, la mujer no le dio oportunidad de moverse. Al escuchar la petición de su hijo, Minako-san fue hacia su bolso y sacó dos pequeñas así como viejas fotografías que le entregó a Misaki.

-Así que es eso, entonces estas son las pruebas-

La primera foto era una imagen idéntica de ella, vestida con un elegante kimono verde limón, sentada en una banca de un parque y con un pequeño niño de cabellos plateados así como lindos ojos violetas, que jugaba feliz con su cabello negro.

Después le dio otra fotografía donde Mina-san y el mismo pequeño niño dormían juntos en una cama y este se aferraba fuertemente a ella para que no se fuera de su lado, mientras que la mujer le acariciaba amorosamente su cabeza para reconfortarlo.

Al ver esto el menor ya no tenía ninguna duda, realmente aquella mujer era la mamá del Gran Usami-sensei

-Las dos fotos fueron tomadas cuando Akihiko tenía 3 años, ¿verdad que era muy lindo?...- Sonrió la mujer dulcemente -…Lástima que se haya vuelto tan gruñón con el paso del tiempo- Y miró acusadoramente al peli-plata, quién nuevamente bufó molesto por la afirmación de su madre. Mas el castaño compartió su opinión, si alguien viera que aquel niño de las fotografías era Usagi-san, diría que era una broma.  

¡Usagi-san se veía extremadamente adorable de pequeño!

 

-¿Ya no tienes ninguna duda Misaki-kun?-Inquirió la azabache dispuesta a comprobar su posición.

-No,  muchas gracias-

- Entonces ¿Te parece si ahora yo te pregunto algunas cosas? También tengo curiosidad acerca de ti-

-P-por supuesto- Se sonrojó el menor. No podía negarse ante la petición y mucho menos si esa mujer había sido tan amable con él, a pesar de que horas atrás hubiera deseado echarla.

-Primero me gustaría saber ¿Cuántos años tienes?-

-22, en pocos meses cumpliré 23 años-

-Bien ¿Qué estudias?-

-Economía, en la Universidad Mitsuhashi-

 

-¡Perfecto! Y dime… ¿Es común para ti tener sexo con Akihiko cuando tienen visitas?, ¿Cuántas veces al día haces el amor con mi hijo? - Sonrió la mujer cínicamente, ¿acaso había creído el menor que no había escuchado sus gemidos eróticos y como su hijo había desparecido de su presencia, para después presentárselo semi-desnudo?

 

Con esto, casi le había dado un pequeño infarto al universitario… ella había peguntado… ¡¿qué?!

 

-Las suficientes para hacerme feliz- Contestó  cortante y molesto el mayor. Sabía perfectamente que su niño se había incomodado por la pregunta, si no es que estaba pensando salir corriendo de la habitación o del país por la pena.

 

-Vamos cariño, no hay nada de malo que yo pregunte eso. Es normal para dos personas que se quieren mucho tengan sexo. Además quiero saber si te puede complacer, es mi responsabilidad  como mamá, saber que mi hijo es completamente feliz.  Entonces… ¿en que estábamos Misaki-kun? ¡Ah sí! ¿Podrías desnudarte para que pueda explorar tu cuerpo? –

 

-¡¿EHHH?! - 

Al parecer el escritor no mentía en que tenían ciertas “similitudes”. ¡También ella una pervertida que quería desnudarlo! ¡¿Por qué tenían que pasarle esas cosas a él?!

-¡No lo permitiré! ¡Sé una madre normal y pregunta cosas coherentes!- Contestó más que molesto el escritor. Sólo él podía ver desnudo a su pequeño amante y cuestionarlo con ese “tipo” de preguntas para sonrojarlo y apenarlo.

-Bueno ya, entonces dime Misaki-kun ¿Cómo te masturbas cuándo Akihiko no puede tocarte? Que no te dé pena… ¡muéstramelo!-

- ¡Suficiente! Misaki ya es hora de dormir ¡vámonos!-  Acto seguido el  celoso novelista tomó del brazo a su estático universitario, mismo que aún no acababa de dirigir las peticiones de su ahora “suegra”, y salió de la habitación, más no sin antes decirle a aquella mujer:

- Yo ya tengo a alguien a quién amo y no puedo alejarme de él ni para dormir. Siéntete libre de estar en mi habitación, mañana seguiremos hablando-

-Akihiko ¡espera!-

-¿sí?-

Sonrió ampliamente la mujer y lo miró con sus brillantes ojos violetas, idénticos a los que ponía el escritor cuando acosaba al universitario…

-Se amable con él, sino mañana no podrá levantarse y aún es estudiante-

Ante esto el peli-plata sonrió. ¡¿Cómo demonios pudo pensar su adoración que no había parecido entre ellos?! Si incluso la voz y la entonación de sus palabras eran tan similares. Ya sabía de quién había heredero lo “pervertido” y lo “imaginativo”

-No te preocupes, ya está acostumbrado. Así que descansa… mamá-

Y sin decir nada más se encerró con el castaño en su habitación para no seguir siendo molestado, ni que su madre acosara a su hermoso y lindo niño.

…………………………………………………………………………

 

A la mañana siguiente, un joven castaño de grandes ojos  se levantó de su cama y con pesadez se dispuso a preparar el desayuno, como habitualmente lo hacía para su casero y ahora su “suegra”.

Un leve sonrojo apareció en su rostro al recordar todo lo vivido y como de sus celos había pasado a la vergüenza al conocer a la progenitora del peli-plata.

Sin embargo, cuando bajó la escalera principal solo pudo visualizar al oji-violeta sentado junto a Suzuki-san mientras leía el periódico

-Buenos días Usagi-san-

-Buenos días Misaki ¿Cómo amaneciste?-

-Bien, gracias- se sonrojó el menor sabiendo de antemano  el “por qué” de la pregunta del mayor- ¿Aún no se despierta Mina-san?-   

-No, ya se fue-

-¿Eh? ¿Pasó algo?-

-Tenía que irse temprano. Hoy empieza una gira en Rusia y se fue al aeropuerto- Sentenció el escritor sin poner mucho énfasis en sus palabras y continuando su lectura.

-¿Gira? ¿Es actriz? –

-No, cantante de ópera-

-Ah- Al parecer el menor no esta tan equivocado, la mamá de Usagi-san y el peli-plata eran felices por medio de las artes y no por los negocios como su demás familia. Otra similitud que coincidía con el escritor.

-Te dejó esto…- Lentamente el escritor le dio un pequeño sobre con una carta adentro- Me dijo que solo tu podías leerla-

Ante esto el menor se extrañó ¿una carta para él? ¿No se suponía que ella venía a ver al escritor? Lo más normal era que el destinatario fuera su hijo ¿no? Pero sin mucho preámbulo, el castaño abrió la carta y se puso a leer…

 

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Misaki Takahashi:

 

Fue un gusto conocerte Misaki-kun, no esperaba encontrar a Akihiko con alguien en su casa. Siempre había sido un niño bastante solitario, con problemas para socializar y nunca pensé que pudiera encontrar el amor.  Me alegra bastante que este contigo desde hace cuatro años.

¡Por favor cuida mucho de él  en mi ausencia!

No seas muy consecuente con sus exigencias, procura que coma a sus horas y duerma bien. También que no se meta en problemas, recuerda que no le gustan los pimientos y teme a la oscuridad, odia las vacunas y las cosas dulces. Jamás le quites a Suzuki-san por las noches y cuida que no cruce solo las calles (tiene problemas para recordar el significado del color de los semáforos).

Me hubiera gustado conocerte más y despedirme personalmente. No era mi intención retirarme de esta forma pero comprende que no puedo quedarme más de un día en Japón. Fuyuhiko podría encontrarme y obligarme a volver con él, con sus aburridas empresas y absurdas  formalidades.

Yo no puedo volver a cometer el error de estar a su lado. Simplemente no podría vivir con una persona tan monótona y odiosa como él, por eso estoy constantemente en giras alrededor del mundo para que jamás pueda saber de mi paradero.

Cuídate mucho por favor y cuida de Akihiko ¡Y sean felices!

Y por si te lo preguntabas, cuentas con toda mi bendición para que seas el novio mi hijo y lo hagas feliz en la cama.

 

Con amor:

Mina-san

 

P.D: Aunque no pude conocerte muy bien, y a pesar de que mi hijo no me dejó desnudarte para  hacerlo a profundidad, (No te preocupes, algún día volveremos a  platicar sobre eso en privado), sé que eres una persona muy importante para él.

Confía un poco más en Akihiko, jamás te engañaría, ni te traicionaría. Te quiere tanto que no se arriesgaría a perderte… Ni siquiera con una mujer tan atractiva como yo.  :D

 Prácticamente tu eres su pequeño tesoro.

¡Saludos!

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Después de leer esto el menor se sonrojó… ¿Qué acababa de leer? ¿Tenía la aprobación de la mamá de Usagi-san para salir con él?  ¡No podía creerlo! Si cuando conoció a su padre casi se muere del dolor al saber que no era grató para el empresario, ni su relación con Usagi-san.

Poco a poco sintió el universitario como su corazón latía más fuerte y una gran sonrisa aparecía en su rostro. ¡Tenía suegra! ¡Era hermosa así como elegante!  (Algo pervertida) pero.. ¡Le había dado su bendición! ¡Y pensar que ayer había tenido celos de ella!

-¿Todo bien?- Preguntó el escritor extrañado, al ver como el rostro de su pequeño niño se ponía de un rojo carmín intenso. Si nuevamente su madre lo había ofendido, jamás volvería a poner un pie en su casa.

-Si y-yo… ¿Qué te gustaría desayunar Usagi-san? ¡Lo haré inmediatamente!- Sonrió el menor, esa carta sin duda le había alegrado el día ¿y por qué no? ¡Toda la semana!

Ante esto el mayor dejó a un lado su periódico y le correspondió su sonrisa. ¡Cómo agradecía estar ya solo, sin visitas, en su casa! Así podría disfrutar completamente de su Misaki, sin interrupciones y sin tenerlo que compartir con nadie.

Lentamente el mayor dejó todo lo que estaba haciendo y se dirigió hacia su, alegre, inquilino que feliz buscaba lo necesario para un desayuno tradicional. Mas el escritor quería desayunar “algo” delicioso y justamente su niño lo iba  a complacer…

 

A pesar del desequilibrio que había causado la visita de aquella mujer en la residencia Usami, los altibajos en sus emociones y la confusión en sus sentimientos. Misaki  por fin comprendió que realmente quería al escritor y a pesar de no lo demostrará abiertamente, simplemente  no podía separarse de él ni permitir que lo alejarán de sus brazos. ¡Usagi-san era suyo! Y ahora tenía la aprobación de Minako Usami… la mamá de Usagi-san

 

¿Qué más podría desear el menor?

 

 

----------------------------------FIN------------------------------

 

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado, no sé por alguna razón siempre pensé que sería así la mamá de Usagi-san. Tan opuesta Fuyuhiko-chichi, libre, hermosa e idéntica a su hijo en lo pervertido. ¡Quién sabe! igual es fujoshi. (Tiene todo para serlo)


Bueno, en fin, me despido cuídense mucho, nos vemos bye  ¿ok?


PD: Como ya lo habrán visto, la página por problemas en su servidor no envía correo para “notificación de contestación de reviews.” Si alguna vez, en estos años que he escrito, me han regalo un comentario en cualquiera de los fic que tengo, ya se encuentra contestado.


Y con respecto a este fic en más tardar una semana lo contesto, por sino no les llega el correo notificándoles.


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