Akihiko Pov
Lo supe desde el momento en que lo vi parado con esa expresión tan angelical en el estudio de modelaje donde trabaja Erika, desde que mis ojos vieron esa hermosas esmeraldas nada más me importo, solamente mi Misaki.
Masamune yo hemos sido amigos desde hace muchos años, me atrevo a decir que prácticamente somos amigos de toda la vida, el lleva años deseando a Erika Ichinose, su actual novia, la mujer perfecta como me la describía, no quería traicionarlo de esa manera, acostándome con ella, las cosas no salieron como lo planifique.
El día que mi traición comenzó fue cuando estábamos los dos esperando al azabache para poder irnos de vacaciones juntos, Takano como siempre se había retrasado con los proyectos universitarios dejándolos a última hora, el ambiente entre la castaña y yo se sentía tenso, por eso intente entablar una conversación.
“¿Y te gusta salir con Masamune?” Pregunte sin un doble significado en la oración, no me estaba insinuando ni nada por el estilo.
“Si, pero él no me da todo lo que necesito” LA oji azul se levantó del sillón para sentarse en mi regazo, estaba sorprendido, ¿Qué carajo era lo que esta mujer intentaba hacer en el departamento que mi amigo compartía con su hermano?
“Bájate de mis piernas, alguien podría vernos y malinterpretaría lo que estamos haciendo” Proclame lleno de frialdad.
“No quiero” La mujer acariciaba mi cuello con lujuria “No sabes cómo te deseo a ti, solo salgo con Masamune porque necesito algo de sexo de vez en cuando pero tú eres a quien en verdad necesito” Me sentí enojado ante esas palabras, una zorra, eso era ella, mi amigo había estado enamorado como un tonto por años, no podía dejar que ella lo destrozara así, por eso la empuje con brusquedad y rechazo.
“Nunca encontraras a alguien mejor que Masamune, solo por el olvidare toda esta mierda que me acabas de decir” ME aleje lleno de ira de la modelo caminado hasta la puerta con la intención de salir, no obstante, antes de que pudiera ella me tomo del brazo.
“A mí nadie me rechaza” Antes de que poder reaccionar Ichinose me agarro la entrepierna con una mano mientras con la otra me obligaba a manosear su cuerpo, es una vendida, ni si quiero lo estoy disfrutando.
“DEJAME” No podía golpear a una mujer pero las ganas no me faltaban, ella se quitó la ropa dejándome ver su cuerpo sin pudor alguno, era sexy, lo admitía tenia buen físico, maldición ¿Qué hombre podría resistirse a esa tentación?
Yo quería a mi amigo, él era mi único apoyo, debí pensar con la cabeza y no con las hormonas eso ya lo sé, después de lanzarme a la castaña me arrepentí por siempre de lo que hicimos esa noche, no se sintió bien, no hubo amor, solo lujuria, sexo, eso era lo que gritaba el cuerpo de la oji azul, ¿A cuántos hombre se le abra insinuado de esa manera? ¿Cuántos más habrán escuchado esos gemidos? ¿A Masamune también le dirá que fue especial?
Después de nuestro primer encuentro el azabache cambio conmigo, al parecer nos había descubierto, se volvió frio, arrogante y había dejado de creer en el amor, cada vez que yo le preguntaba por el tema él lo evitaba, me sentía como la peor escoria de la humanidad al destrozar así a alguien que yo apreciaba.
Los años entre nosotros pasaron y nuestros lazos se fueron rompiendo, aun nos seguíamos viendo pero ahora un aire de cinismo atacaba nuestras conversaciones, yo sin poder resistir más seguí acostándome con Erika los tres estábamos al tanto de la situación, Takano parecía estar de acuerdo con la idea porque él también la engañaba, este juego retorcido no llegara a ninguna parte, solamente nos lastimara rompiendo el corazón de alguno de los tres.
Muchas veces intente explicarle al oji miel lo que ocurría conmigo, quería que volviéramos a hablar con normalidad, sin embargo, él no me dejaba y yo no tenía ningún derecho a reclamarle después de mi sucia traición, eso también me hizo cambiar; al igual que Masamune me dejo de importar el bienestar de la otra persona, comencé a ser un egoísta egocéntrico, mi nueva frase de vida era “Como nadie se preocupa por mi yo tampoco lo hare del resto” Fue un shock perder al único que alguna vez mostró genuino interés en mí.
“Estoy escribiendo un libro” Declare emocionado por ser mi primera publicación, mi sueño de ser escritor podría llegar a cumplirse.
“¿A si?” El oji miel ni si quiera me miro ante mi comentario, hace un par de años atrás el hubiera hasta gritado de la emoción, ¿Qué rayos había pasado con el infantil chico que corría por la lluvia? Yo lo había matado, todo es mi culpa jamás debí haber cedido a mis impulsos, ahora debo aceptarlo como es.
“Si bueno, la historia trata de un par de almas que estaban destinadas a esta reunidas pero” Antes de que pudiera seguir el azabache me interrumpió.
“Calla esa basura, sabes que con Shouta tengo más que suficiente con sus ridículas leyendas sobre el destino y el amor, además el me obligara a ir este Sábado una de esas estúpidas convenciones de anime” Yo no pensaba como el, si creía en el verdadero amor, no obstante, con la intención de recuperar un poco el vínculo que nos unía decidí mentirle para que tuviéramos al menos un tema de diálogo.
“Esas leyendas son tan patéticas, están hechas para los perdedores que leen magas románticos” El oji miel soltó una traviesa risa como la que antes me regalaba, me sentía feliz de al menos saber que en alguna parte mi amigo sigue ahí.
“Deberías decírselo a Shouta, el jamás escucha mi opinión sobre esas infantiles historias, el sueña con que está unido a alguien más o algo así, jamás le prestó atención” ¿Unido a alguien más? Esboce una sonrisa al reconocer la trama.
“El hilo rojo del destino” Proclamé con orgullo mientras el azabache asintió con la cabeza mostrando un brillo en sus ojos.
“Tu conoces el condenado relato que a mi hermano le fascina, es tan molesto pensar que estas unido a alguien de por vida por un patético hilo” Sin poder evitarlo desvíe mi mirada a mi meñique deseando poder ver los hilos.
“¿A quién estaré unido?” Pregunte dejando escapar mi lado infantil, me gustaba fantasear con la otra persona al otro extremo.
“Yo lo estoy a Erika eso es seguro” Al nombrar la castaña el ambiente se tensó de una forma increíble, ahora ninguno se atrevía a romper el silencio.
Evitamos contacto por una semana hasta que yo fui a esperar a la oji azul al estudio de modelaje donde trabajaba, ella me había citado para tener un nuevo encuentro y yo sin tener nada mejor que hacer decidí aceptar, aunque no esperaba encontrarme con Masamune en ese lugar, su presencia me puso nervioso.
Comenzamos a hablar llenos de cinismo, nuevamente me escondía tras esa mascara de arrogancia que había desarrollado tan bien, no quería lastimarlo con mis palabras, deseaba disculparme pero mi orgullo me lo impedía.
Para mi suerte la castaña se acercaba con ropa muy reveladora corriendo a los brazos de Takano frente a mí, me sorprende el descaro que ella tiene, yo no podría mirarnos a los ojos sabiendo que nos lastima a ambos.
“Masamune tesoro” La chica me lanzo una sonrisa cínica mientras intentaba mantener todo ese montaje de la pareja feliz.
“Erika, perdón por la sorpresa es que quería verte” A pesar el gesto de alegría que mi amigo tenia dibujado pude notar la falsedad de sus palabras, él tenía razón ninguno de los dos la ama, solo la deseamos tener físicamente para satisfacernos.
“No te preocupes” La castaña se acercó al rostro del azabache “Estaba muy deseosa de verte” Las palabras le salieron con tanta lujuria, había tanta intensidad entre ellos que por un momento pensé que se comenzarían a desvestir en el lugar.
“Podrías mostrarme tu camerino un rato” Sugirió pervertidamente el oji miel sin tener sentir pudor confirmando mis sospechas.
“Ejem” Bufo intentando llamar su atención “Al menos esperen hasta llegar al cuarto ¿Acaso son un par de animales?” La castaña se lamio los labios coqueteándome frente a su pareja ¿Acaso no tiene dignidad esta chica?
“Gracias por acompañarme Akihiko, me divertí mucho” Rodé mis ojos ante la falsa declaración, yo no la había acompañado, solo la estaba esperando porque ella me lo pidió.
“Si, nos vemos en” No pude terminar la frase porque un par de esmeraldas llamaron mi atención a lo lejos.
“¿Qué te ocurre?” Él era perfecto, su tierno rostro, su sonrojo, su sonrisa, su cabello, cada una de sus facciones era hermosa.
“Erika ¿Él también es modelo?” Pregunte sin poder creer lo que mis ojos veían, no podía despegar la mirada.
“¿Misaki? No, él está esperando a su pareja” Me importo bien poco el hecho de que tuviera pareja, yo me acababa de enamorar a primera vista, jamás me había pasado, por eso no me rendiré ante nadie para ganarme el corazón del menor.
“Parece que te gusto” Masamune dijo esas palabras para molestarme, ya lo sé, sin embargo eso no logro detener mi sincera respuesta.
“Si” Después de susurrar eso como poseído por un trance camine en su dirección, me gustaba, no solo su cara era el aura que emanaba, tan angelical, tan inocente, me sentía atraído hacia el como si estuviéramos destinados a conocernos.
Cuando llegue a su lado quería presentarme como se debe, mi corazón golpeaba mi pecho con brusquedad, las manos me sudaban, esto era amor, estaba rendido a los pies del castaño, quería abrazarlo y poder conocer cada cosa de él, es absurdo pensar que puedes llegar a enamorarte de alguien con una mirada, pero yo al ver esas esmeraldas sentí que podía ver su alma, no fueron sus ojos los que me atraparon sino lo que hay dentro de ellos.
“Disculpa” El menor me miro con un tierno gesto, esa pequeña expresión basto para destrozar mi seguridad “¿Tú eres modelo?” Rayos había salido la primera idiotez que había pensado, él me ponía nervioso.
“¿Eh?” El castaño se ruborizo fuertemente ante mis palabras, se veía tan condensamente lindo “No, yo estoy esperando a mi pareja Kyo, el si es modelo”
“¿Es tan guapo como yo?” Nada de lo que decía me salía bien, mierda, el confunde ahora pensara que soy un idiota.
“Más guapo que tu” Declaro un desagradable peli negro agarrando la cintura del oji esmeralda “Yo soy Ijuuin Kyo” Fruncí el ceño ante esa persona, no me daba un buen presentimiento, algo en sus ojos grises no me gustaba.
“Usami Akihiko” Conteste cortantemente observando embobado el confundido y adorable gesto del menor.
“¿Usagi-san?” Una boba sonrisa se dibujó en mis labios ante esas palabras, sentía como mi corazón comenzaba a calentar sacando el hielo de al rededor, era increíble como con esa simple confusión me sentía infinitamente feliz.
“Solo tu puedes llamarme de esa forma” El peli negro apretó al oji esmeralda haciéndolo que en su rostro se dibujara una meuca de dolor, yo fruncí el ceño ante esa escena, ahora oficialmente lo odiaba.
“Mi Misaki y yo tenemos cosas que hacer, adiós” Antes de que pudiera aprender mas de mi verdadero amor, el maldito de Kyo se lo llevo.
Me sentía desilusionado de no poder verlo, ni si quiera me entere de su nombre completo, pero ¿Acaso me rendí por eso? Claro que no, estoy hablando del amor de mi vida, por eso decidí convertirme en un acosador, literalmente averigüe su casa, su horario, su nombre, cada cosa que el hacía yo estaba enterado.
Muchas veces fingía encontrarlo de casualidad acompañándolo a su casa, convenciéndolo de tomar un café conmigo, cada palabra que él decía me llegaba al corazón, me entristecía que él estuviera enamorado de su pareja, al parece el castaño llevaba con el dos años de relación formal desde que él se le confeso al modelo.
“Usagi-san ¿De qué se trata tu libro?” Casi escupo el café por el repentino interés que él tenía en mi persona.
“No creo que te guste, es aburrido” Proclamé alegrándome de poder hablar con más normalidad con el oji esmeralda.
“Si te lo estoy preguntando es porque me interesa” El más bajo apoyo su rostro entre sus pequeñas manos, sus mejillas y nariz estaban sonrojadas por el frío que hacía, la imagen era más que tentadora, era difícil contenerme cuando se trataba de él.
“Es una historia de dos personas que deberían estar unidas pero gracias a un tercero se termina separado por siempre, viviendo en la desdicha de sus almas atormentadas” Las hermosas orbes se abrieron sorprendidas al escuchar mi declaración.
“¿Por qué no hay un final feliz?” Pregunto infantilmente el más bajo acercándose a mi poniéndome nervioso.
“Porque yo así lo quiero, la vida real no son esa estupideces rosadas, solo yo hablo con verdad” Esto debía ser una broma, no podía haber sonado más arrogante, mentalmente me abofetee por mi comportamiento.
“Yo creo que deberías retornar los finales felices” EL oji esmeralda apretaba su vaso intentado calentarse mientras miraba un punto perdido en el paisaje “Usagi-san si crees en los finales felices tendrás uno tú también”
Mire con ternura la ingenuidad del más bajo, no me cabe duda de que el será mi final feliz, la persona que cuidara de mi alma y yo de la suya, solo necesito tiempo para poder enamorarlo, tiempo para que él se dé cuenta de que Kyo no lo mira con amor como yo lo hago esperando trasmitirle mis sentimientos.
Todos los días iba a ver a Misaki, nos habíamos vuelto muy amigos, yo me conformaba con poder permanecer a su lado, sabía que la relación con el oji gris no duraría mucho, gracias a mi pequeño cambie el final de mi libro volviéndome un autor muy reconocido, demasiado famoso para que fuera de mi gusto.
El castaño se puso a trabajar en Marukawa, la misma publicación en donde Takano estaba editando literatura, mientras que mi adoración pertenecía al departamento de mangas, yo iba cada vez que podía a “Visitar a mi amigo Takano” conociendo con ante mano de memoria los horarias del oji esmeralda.
Una mañana llegue, más temprano solo para poder observar su rostro a primera hora, ingrese en el departamento sin ver a nadie, me senté en la silla tomando un libro para matar el tiempo hasta que escuche unas voces, voces que reconocía muy bien, con pesadez me levante del escritorio para acercarme al armario.
Lo que vi fue a Kyo besando a otro pequeño hombre debajo de él, el menor se ruborizo saliendo del lugar dejándonos con un ambiente lleno de tensión.
“¿Qué mierda es lo que acabo de ver?” Apreté mis dientes con fuerza intentado contener la rabia que me poesía.
“Como Misaki no venía busque otra distracción” Esa frialdad en su voz jamás la había escuchado, él era un muy buen actor frente al castaño.
“Tú no lo amas” Declare parándome firme en frente de el “Yo soy quien debería estar a su lado, quien debería poder probar esos labios” El peli negro soltó una divertida risa ante mis palabras, me molestaba.
“Es verdad yo no lo amo, cuando Misaki se me confeso solamente me quería divertir un rato, sin embargo jamás conté con que me gustara enserio, él está enamorado de mi pero a mí solo me gusta, por eso el jamás será capaz de ver mis mentiras, él no te creerá ninguna palabra, las únicas personas en las que mi novio confía somos yo y su amigo Ritsu que está en Inglaterra” Golpee la mesa con impotencia.
“¿ENTONCES PORQUE SIGUES CON EL?” El oji gris me miro de forma divertida como si disfrutara de verme en este estado.
“Misaki es un chico muy dulce, siempre se preocupa por mí, hace de todo porque me ama, ¿Quién sería tan idiota como para rechazar esa atención?” Sin poder contenerme más me acerque al rostro del peli negro.
“No lo mereces, en tus ojos no haya amor” Por más que lo intentaba la estúpida sonrisa del modelo no desaparecía.
“No, no lo hay ¿En los tuyos si?” Al recordar el rostro de Misaki no pude evitar poner cara de idiota, sí, yo lo amo con locura, lo he perseguido por más de un año, siento que cada día con cada pequeña cosa que averiguo de él, me termino enamorando aún más.
“Jamás lo dudes” El peli negro parecía sorprendido ante mi respuesta, el frunció el ceño para seguir hablando.
“No dejare que lo tengas, no permanezcas a su lado porque yo no me pienso ir para dejarte el camino libe, tal vez no lo ame, pero quiero un futuro con él, quiero que alguien me cuide cuando yo ya no pueda mantenerme” Mi corazón se estrujo al imaginarme la desilusión que mi oji esmeralda se llevaría con este sujeto.
“¿Piensas mantenerlo contigo el resto de tu vida solo para que te cuide? ¿Acaso no te importan sus sentimientos? ¿QUÉ NO SIENTES CULPA DE ENGAÑARLO?” La mirada del modelo se tornó aún más obscura con mi comentario.
“Yo no engaño a Misaki, él es el único con quien me acuesto, lo que viste fue solo diversión nada serio” Tome la camisa del cuello intentando intimidarlo con mi asesina mirada, pero el debió ver algo de temor en mis ojos porque su expresión no cambio.
“Te lo quitare, tu no lo mereces” Lo solté sintiendo asco y rabia, él tenía todo lo que yo deseaba poder poseer.
“Te lo advertiré una sola vez, corta la comunicación con mi pareja o hare que te odie” Una punzada ataco mi corazón ¿Podría yo vivir con el odio del castaño? Claro que no, preferiría morir antes de que me detestara, pero sin él tampoco puedo vivir.
“No dejare en tus garras a la persona que amo” Después de declarar eso salí del edificio ignorando aquella amenaza.
Seguí al lado del castaño sin tener la mínima intención de separarme, lo amaba, lo adoraba, él era mi todo, jamás creí que yo pensaría este tipo de cosas tan cursis, nunca imagine que esas palabras abarcaran tantos sentimientos, junto al oji esmeralda yo no puedo controlarme, mi corazón actúa por sí solo, lo necesito en mi vida, no concibo una mañana sin ver aunque sea de lejos esa hermosa sonrisa.
Nuestra amistad con el tiempo se iba fortaleciendo aún más, llevábamos dos años siendo inseparables desde que nos conocimos, este sería el tercero, las cosas parecían marchar bien en mi vida, al igual que la de Masamune, al parecer iban a poner a su cargo un famoso escritor extranjero, o algo así fue lo que entendí.
Sin embargo como la felicidad es solo un sentimiento pasajero mi pequeño paraíso fue destrozado sin piedad.
Un día mi castaño me pidió hablar conmigo a solas en su casa, yo emocionado de poder finalmente ingresar a su apartamento accedí, compre un par de flores como suelo hacer últimamente desde que descubrir que le gustan las rosas rojas, me arregle lo mejor que pude y dibuje una sincera sonrisa frete su puerta, el corazón me latía sin control, alguno, estaba emocionado de poder verlo, me veía feliz.
Lamentablemente esa expresión fue destrozada en el momento que lo vi con los ojos llorosos dentro de su apartamento, corrí a abrazarlo pero este solo me rechazo, me dolía, el jama me había alejado de esa manera ¿Qué carajo había pasado?
“Usagi-san” Musito el menor mirándome a los ojos “Kyo me lo conto todo” Las palabras temblorosas se escapaban de los pequeños y rosados labios.
“¿Qué mierda fue lo que te dijo?” El oji esmeralda negó con la cabeza sin atreverse a mirarme a los ojos.
“No es necesario que lo finjas” Las lágrimas volvían a caer pasando por las mejillas del menor “Kyo me dijo que ya no te volviera a ver” No, no lo permitiría, no dejare que esto pase, ese maldito bastardo no me quitara lo único que amo en este mundo, no me arrebatara la otra mitad de mi corazón.
“Misaki, Kyo es un farsante él te engaña” Las hermosas esmeraldas se abrieron sin poder creer lo que escuchaban.
“También me dijo que intentarías decir eso” El más bajo suspiro “Usagi-san, gracias por haber sido mi amigo estos últimos años pero ya no te quiero volver a ver, ya no puedo” Pude ver que tus palabras no reflejaban lo que sentía, no me miraba, él no quería esto al igual que yo, no renunciare a mi otro extremo.
Con todo el valor que pude juntar agarre la barbilla del menor para plantarle un dulce beso, beso que fue correspondido, al fin pude probar esos apetecibles labios, mi corazón latía desenfrenadamente, pensé que explotaría, mis manos se deleitaban ante el suave contacto con la cálida piel, el aroma tan embriagados que su cuerpo emanaba, todo lo de él me enloquecía, como deseaba que ese beso hubiera podido ser eterno.
“Solo vete por favor” A pesar de que él me dijo eso se aferraba con fuerza a mi camisa ¿Qué rayos le había metido Kyo en la cabeza para que actuara así?
“Misaki esos ojos con los que te mira no lo hacen con amor” EL más bajo levanto su cristalina mirada hacia mí.
“Usagi-san yo” Bastaba con esas palabras para que yo terminara confesándolo todo, agarre la pequeña mano del oji esmeralda para ponerla en mi rostro, anhelaba sentir de nuevo su temperatura.
“Yo si te miro con amor” Un tierno rubor se posó en las mejillas del oji esmeralda, no pude evitar sonreír ante ese gesto.
“No me digas esas mentiras” La voz temblorosa con la que pronunciaba esa palabras me dejo intranquilo, no podía dejar de pregúntame que le había dicho ese maldito para que desconfiara así de mí.
“No son mentiras” Antes de que pudiera decir algo más el oji esmeralda salió corriendo de mi lado, alejándose de mi vida.
“Me alegra que te hayas divertido con este tonto chico” Luego el menor desapareció por la puerta dejándome solo en su departamento.
Desde ese día nuestra amistad se destrozó, ya no me hablaba, me evitaba y era muy frío, siempre estaba ajunto a Kyo, lo cual me enfermaba, odiaba que se hiciera el inocente con mi castaño, jamás lo perdonare, descubriré lo que le dijo a mi adoración para que me rechazara de esa manera, para que me mirara con tanto dolor en sus ojos.
Mierda, él lo sigue engañando, yo lo he visto pero Misaki ya no me habla opta por evitarme a toda costa, no me puedo rendir con él, o renunciare al otro extremo de mi hilo rojo, aunque no vea los hilos, yo los puedo sentir, sé que el castaño está atado a mí.
El afirma estar enamorado de su pareja pero esos ojos no reflejan amor, ahora esa hermosas orbes esmeralda están opacas hacia él, no sé porque se mantendrán juntos. Ahora cuando él me mira tampoco puedo ver el brillo jovial con el que me sonreía, no, actualmente solo me mira con temor y un profundo dolor.
En esos ojos no hay amor, nada es como debería ser, nuevamente yo me escondo bajo mis barreras de arrogancia, ya no puedo decirle lo mucho que lo amo, ahora solo puedo decir idioteces de enamorado.
Siento que el cada vez me odia más y yo lo soporto, como espero que el me entienda, que sepa que cada vez que le digo “Soy un fantástico escritor con un auto deportivo” el deduzca lo que mis ojos reflejan que es un “TE amo y jamás te dejare” me siento inútil al ya no poder transmitir mis emociones.
Yo oculto bajo una máscara de mentiras y apariencias, tu atrapado en un par de ojos que te miran sin sentir nada, no puedo evitar pensar que las cosas no debieron salir así, cada día estas mas lejos de mí, cada día caes en las redes de Kyo, lo intento amor, intento ganarme tu corazón pero las palabras ya no me salen, ya no es tan fácil porque sé que me odias, no lo soporto tu lejanas es más dolorosa que el mismo infierno.
Sin tan solo hubiera tenido algún apoyo, si tan solo hubiese conocido a ese tal Ritsu al otra persona en la que confías, juntos te habríamos convencido de que Kyo no habla con sinceridad, sin embargo las cosas no se dieron de esa manera.
Mi mayor temor se hace cumplido, sé que es muy tarde para nosotros, sé que en cualquier momento puedes desaparecer junto a ese hombre olvidado todo lo que pasamos, en ese beso que no dimos pude sentir como nuestras almas se fusionarán, sé que tú también lo sentiste por eso no te resististe a mi toque, por eso te aferraste fuertemente de mí, pero el miedo fue más grande, lamento no haber sido capaz de regalarte el consuelo que tanto ansiabas.
A pesar de eso día a día sigo obligándome a verte al menos una vez, aunque ya no estés a mi lado, ni tus ojos brillen con la intensidad de antes, aun así te amo y pienso que nosotros dos juntos habríamos sido la combinación más maravillosa, brillante, sincera y potente que el mundo hubiera visto.
Te adoro pero cada día pienso en que debería rendirme y dejarte ir porque tus hermosos ojos no me miran con amor.