Takano Pov
Un desgarrador dolor se hacían presente en mi pecho, sentía como me estaba desmoronando ante el castaño que aun temblaba debajo mío con una mirada compasiva, mierda que me dolía, se sentía como si me intentaran arrebatar lo más importante en mi vida, como si intentaran sacarme un pedazo del alma, podría percibir como mi corazón comenzaba a derramar un par de lágrimas de sangre, era la sensación más dolorosa que he tenido que enfrentar.
Lo único que pude hacer fue aférrame aún más al pequeño cuerpo del hombre de hermosos ojos adornados con un encantador verde, quería gritarle que no se casara, quería suplicarle, arrastrarme por perdón, estaba tan asustado, tenía miedo de acabar como Saga, de haber podido conocer esa magnífica sonrisa y tener que soportar vivir sin ella.
Saber que pude ser yo el que lo contemplara cada día en la mañana, él único que secara sus lágrimas en los tiempos difíciles, ser aquel que lo impulsara a ser mejor y mantenerlo siempre vivo con esa infantil sonrisa, pude haber sido yo ese hombre, pude haber sido feliz si no hubiera sido por mi torpeza.
Me quebraba, algo dentro de mi moría al entrelazar nuestras miradas y saber que ya no nos pertenecíamos más, tener que soportar la idea de que el pronto tendrá una familia, un nuevo y exitoso libro, una cálida mirada que no ira para mí, tener que vivir con la idea de que mi recuerdo se quedara escondido en lo más profundo de su corazón.
No quiero, no puedo, no voy a soportarlo, moriré si Ritsu me deja, yo moriré de tristeza si lo pierdo en mi vida, derramare lagrimas por él todos los días hasta que sepa que mi corazón esta vacío y sin fuerzas continuare, prefiero eso a tener que pasar toda mi subsistencia observando a una mujer que no amo, sabiendo que no es su cuerpo el que quiero abrazar, estando consiente de que ese calor no es el más sublime que he conocido.
El castaño acaricio mi rostro con cariño, yo apreté los ojos con fuerza, MALDICIÓN, me sentía patético, jamás me había puesto de esta manera frente a nadie, era vulnerable, era débil, era un idiota por todo lo que hice, por las vidas que arruine, sé que me lo merezco, sé que este es el precio que debo pagar al igual que Saga pero yo no quería perderlo, no quería tener que alejarme de su lado cuando lo amo con desesperación.
Porque lo amo, más que a nada, más que a nadie, jamás me había apasionado tanto por algo en la vida, ¿Qué se supone que deba hacer? ¿Apartarme y dejar que alguien más tome lo que es mío por derecho? ¡NO! No me importaba que fuera egoísta o egocéntrico, no lo dejaría ir, él no escaparía de mi hilo tan fácilmente.
“No te vayas de mi vida” Le rogué con una temblorosa voz mientras el menor nuevamente nos volvía a separar.
“Takano-san, no entiendo porque estas reaccionando así, después de todo eres mi editor, quizás podamos llegar a ser amigos con el tiempo, pero solo eso, tu no significas nada más para mi” Una mueca de dolor se formó en mi rostro sabiendo que esa palabras eran verdaderas por mi culpa, yo pude haber sido algo más si no hubiera cometido tantos errores, si no me hubiera dejado llevar por mis impulsos.
“No me lo intentes negar, sé que también percibes esta fuerte conexión que existe entre nosotros dos Ritsu” Me levante sentándome en frente del castaño para tomarlo de los hombros y contemplar cada una de sus expresión.
“No te lo negare, si pienso que eres atractivo, si percibo esta fuerte atracción sexual pero eso no quiere decir que me dejare guiar por mis impulsos y traicionare a quien más amo” Mordí mi labio con frustración al escuchar las seguras declaraciones del más bajo, apreté con fuerza mis puños no queriendo ceder.
“Es más que eso, lo nuestro es amor” Con mis dos manos tome el rostro del oji verde para entrelazar nuestras miradas uniendo en una conexión más profunda de lo que ambos pudiéramos entender, en ese momento cuando el miel y las esmeraldas se encontraron todo lo demás desapareció, todo lo demás me dejo de importar, solamente me pude dedicar a observar fascinado como ese tímido rubor se encendía nuevamente en sus mejillas al igual que su respiración comenzaba a ser más agitada.
“DEJATE DE BROMAS” A pesar de gritarme con el ceño fruncido era incapaz de apartarme de su lado porque disfrutaba de mi compañía.
“Lo diré las veces que sean necesarias para que me creas” Acerque poco a poco nuestros cuerpos hasta que logré percibir el cálido aliento del más abajo el cual no despegaba su mirada de la mía, ninguno quería romper aquel contacto tan especial en el que nos encontrábamos envueltos “Eres el amor de mi vida”
“TAKANO-SAN DETE” Antes de que pudiera finalizar mis labios buscaron los suyos desesperadamente uniendo nuestras lenguas en una armónica danza en la que esperaba poder trasmitirle lo mucho que lo necesitaba.
Las pequeñas manos del oji verde con fuerza me intentaban empujar lejos, esto estaba muy mal, lo sabía, sin embargo no podía controlarme, lo necesitaba, deseaba que solamente el me perteneciera, por eso nos separe para poder comenzar a morder su cuello escuchando como de sus labios se escapaban un par de gemidos de placer.
“YA BASTA” Inmovilice con mis rodillas las piernas del castaño que intentaban levantarse para salir huyendo de mi vida y dejarme atrás, abandonarme por siempre en un rincón en donde su corazón ya no me encontraría.
“ALEJATE O PEDIRE UNA TRANSFERENCIA” A pesar de sus suplicas yo lo ignore, no podía controlarme, estaba poseído por el miedo a perderlo a que él se fuera de mi lado para casarse con el idiota.
A tener que seguir el destino que yo mismo cree y ahora de manera hipócrita me niego a seguir, intentando consolarme con la excusa de que soy tan solo un humano y me puedo equivocar, no soy perfecto, al contrario soy una de las personas más lejana a este concepto, soy egoísta, soy arrogante, miento, soy un cobarde pero enamorado, con las intenciones de ser mejor persona y crecer al lado de Ritsu.
Es por eso que no me puedo rendir y dejarlo ir, por esa misma razón me niego a seguir mi destino con Erika, porque no es lo que mi lastimado corazón anhela, sé que fui yo el único que causo este problema con el enredo de hilos, sin embargo estoy dispuesto a solucionarlo con algo más que un par de palabras de aliento.
“Por favor aléjate” Me levante sorprendido al ver la cristalina mirada en los ojos del castaño, no, yo no quería esto, no deseaba que llorara por mi culpa, tan solo intentaba transmitirle lo mucho que lo amo.
“¿Por qué lloras?” Le pregunte acariciando las lágrimas que caían de sus ojos, esa mirada llena de seguridad que hace un par de minutos me regalaba declarando su amor ya no estaba, ahora solo percibía dolor y tristeza.
“Odio a las personas que son como tú” Susurro sin verme a la cara “Esos que creen que pueden manipular las emociones de los demás para solamente tomar su cuerpo y después arrojarlos con el corazón destrozado” Maldición, sabía que el estúpido de su novio no había sido capaz de sellar la primera gran herida.
“No todo somos como Haruhiko” Musite acunándolo con cuidado entre mis brazos, me dolía verlo así de destrozado.
“¿Tan estúpido te parezco? ¿Enserio piensas que te creeré esa mentira de que me amas y no me quieres dejar ir? Solamente sientes envidia al saber que no me tendrás porque estoy con otro hombre, ese es el instinto de las personas anhelar algo que es imposible de poseer para que cuando finalmente logren su objetivo dejar el cuerpo vacío sin voluntad para seguir adelante” Esos ojos no me miraban, no me estaban viendo a mi si no al desgraciado que se aprovechó de él arrebatándole todas las ilusione.
“Créeme yo soy diferente” Una pequeña risa irónica escapo de esos dulces labios dejándome pasmado ante la acción.
“No te atrevas a tomarme por el mocoso que era hace un par de años” Sin temor ahora solo con ira se levantó para quedar al frente mío “¿Acaso crees que no te recuerdo de la convención? ¿De las primeras veces que nos vimos?” Algo en mi interior mantuvo la esperanza al saber que él también había pensado en mí.
“En ese entonces era un adolescente inmaduro, pero he cambiado Ritsu, yo ya soy alguien más por ti” Con suavidad junte nuestras frentes sabiendo de la lucha interna que estaba teniendo mi Onodera en esos momentos.
“¿Entonces qué diablos quieres?” Susurro intentando esconder como las lágrimas caían mientras llevaba sus manos a su pecho, como si intentara calmar el dolor que sentía “¿Quieres que corra a tus brazos para que después me dejes como él? ¿Tengo que volver a pasar por esa inmensa soledad y amargura?”
“Si te entregas a mí y dejas al bastardo de Haitani prometo amarte con cada fibra de mi ser y cuidarte como si fueras la gema más preciosa del mundo porque eso es lo que eres para mí, lo más valioso que tengo en esta vida” Esas palabras lograron que el más bajo me mirara sorprendido con la boca un poco abierta.
“No me mientas, a mí ya nadie me va a engañar con palabras bonitas, con promesas vacías y dulces caricias sin amor” Gracias al resumen del libro que me leí estaba consiente a traumática experiencia que mi escritor sufrió, odiaba a ese sujeto, sin embargo, yo detestaba aun más al inútil de su prometido por no haber sido papaz de ayudarlo a sanar, cosa que yo si logre en lo que debió ser mi futuro.
“Takano tu” El castaño puso una mano en mi pecho para sepáranos creando una nueva distancia que yo rechazaba, quiero poder ser su apoyo, intentar hacerlo olvidar cada una de las amargas lágrimas que derramo por otro hombre “Eres un muy buen editor, tienes talento y por eso quiero terminar mi libro contigo”
“No evadas o cambies el tema, ya no huyas Ritsu” LE suplique tomando esa mano para llevarla a mi corazón “Sin ti no puedo vivir” Musite de manera casi inaudible esperando poder encender lo que alguna vez hubo entre nosotros.
“Cuando las personas te han lastimado tantas veces como a mí, tu comienzas a crear muros para que ya nadie más se acerque a destrózate” Susurro escondiendo su expresión debajo de su flequillo “Mi pareja es alguien que me ama y me ha estado apoyando por años, jamás lo traicionara cuando él fue el único capaz de sacarme de la depresión en la que caí” Un ardor en mi pecho comenzó a expandirse.
“Lamento no haber estado para ti cuando lo necesitabas” ME disculpe de manera sincera sin querer soltar esa perfecta mano que con un solo roce lograba que todo mi mundo se estremeciera, lograba que mi piel se erizara y mi respiración se agitara.
“No es tu culpa, nada del dolor que viví es tu culpa pero te quiero pedir que te alejes de mi por favor” Las palabras del menor comenzaban a romperse al final mientras esos rosados labios comenzaban a temblar inseguros.
“¿Por qué te empeñas tanto en evitarme? ¿Por qué no eres capaz de creer en mis palabras de amor verdadero?” Una amarga sonrisa se dibujó en los dulces y carnosos labios que tanto me enloquecían con un beso.
“Porque el amor verdadero no existe” Esas palabras me cayeron como un balde de agua fría en la cabeza, la opresión y ardor se hicieron más notorios y fuertes en mi pecho, fui yo él que al cambiar los destinos convertí a Ritsu en un hombre lleno de dolor que no es capaz de enamorarse, las cicatrices en vez de sanar solamente se escondieron en su corazón creciendo con el tiempo alimentando cada una de sus inseguridades.
“Escúchame bien” Tome con dulzura la mejilla del menor, ahora era mi trabajo ser yo el que lo cambiara y convirtiera nuevamente en aquel iluso niño que me robo el espíritu en una vida que jamás tuvimos “Yo me encargare de ser la única persona que sane cada una de tus heridas, de besar tus margas lágrimas hasta transformarlas en sonrisa, de nublar tu mente con mis memorias y marcar tu piel con mi tacto” El cuerpo del oji verde se estremeció entre mis brazos al escuchar esas palabras tan amorosas.
“Pero yo estoy comprometido con otro hombre” Yo sonreí al ver que ese anillo blanco con una gema verde no representaba un verdadero obstáculo para mí.
“A diferencia de tu prometido yo hare que te enamores de mí y olvides todo sobre tu primer amor, así no te casara con él” En el rostro de Onodera se dibujó una expresión que me fue imposible descifrar, no estaba seguro de lo que pasaba por su corazón y esa idea me asustaba, yo quería ser el único en el.
“Quizás en otra vida” Susurro sumamente sin levantarse de debajo de mi cuerpo sino aferrándose más a este.
“MASAMUNE” Los dos levantamos al mirada a la molesta castaña que estaba parada en la puerta, esto debe ser una maldita broma “¿Así que ahora te revuelcas con otros hombres?” Declaro divertida la muchacha acercándose hasta nosotros, Ritsu intento separe de mi con las mejillas ruborizadas, sin embargo yo lo sostuve con firmeza entre mis brazos para aclarar las cosa entre nosotros tres.
“Erika ¿Cómo rayos entraste a mi casa?” Pregunte fastidiado, nosotros dos habíamos acabado esa relación, mire con asco, desprecio, odio a ese maldito y débil hilo que nos unía por el resto de nuestras vidas.
“Extrañaba a mi novio, acaso no es obvio” Proclamo sentándose en el sofá mientras miraba al oji verde con una sonrisa malévola.
“¿Quién es ella?” El castaño me pregunto con un pequeño temblor en su voz, inseguridad que logre percibir.
“Su novia, la mujer de su vida, su compañera sexual, no se llámame como gustes cielo” El menor me lanzo una mirada fría golpeándome bruscamente para poder levantarse e irse lejos de mí no sin antes encararme con un par de palabras.
“¿Novia? Te dije que eras igual que el resto” Susurro para después salir indignado de mi departamento dejándonos solos, la sangre me ardía, impotente golpee el piso anhelando destrozar a la oji azul que se encontraba con esa arrogante sonrisa.
“¿PERO QUE CARAJO ES LO QUE QUIERES VOLVIENDO A MI VIDA?” Grite acercándome agresivamente intentando mantener todo mi autocontrol para no tomarla entre mis brazos y lanzarla fuera de mi hogar.
“Me aburrí con mis amantes, no son tan experimentados como tú y quería mi dosis regular de sexo contigo” Proclamo sin pudor alguno “Pero veo que ya te conseguiste otro juguetito más lindo, tu jamás cambias”
“NO ES ASI” Declare furiosos “ONODERA NO ES UN JUEGO, YO ESTOY ENAMORADO DE ÉL” Por primera vez en mi vida sentí como el calor se acumulaba en mi rostro, jamás me había declarado de esa manera a nadie y me lamentaba al no haber tenido al castaño entre si brazos para dedicarle mis emociones.
“Patéticas fantasías de amor” Musito la joven estirando sus brazos para poder enredarse con mi cabello “Pero no te preocupes yo me encargare de borrar cada una de las caricias baratas que él te ha proporcionado”
“Quiero que te vayas y jamás regreses a mi vida” Le dije de manera fría y cortante, sin tener ningún efecto en la mujer.
“Masamune ¿Qué acaso no lo entiendes? El hilo rojo no se corta, ni se rompe, nosotros estamos destinados por la eternidad sin importar lo que hagas”
Yukina Pov
Lo he intentado, de verdad he intentado vivir de la manera más dolorosa con una sonrisa y la frente en alto esperando que el implacable dolor que aflige a mi cansado corazón algún día pase, he intentado olvidar aquella tierna sonrisa que me conquisto o esa animada e infantil personalidad que despertó una parte mía de la que no estaba consiente.
Aquella parte egoísta que deseaba que aquel peli negro de brillante mirada ámbar fuera solo mío, me perteneciera y me dejara permanecer a su lado el resto de mi vida para poder conocer cada una de las facetas de esa increíble personalidad.
Shouta cada día me sorprendía más, la manera en la que en vez de enojarse con su hermano lo decidió apoyar e iluminar acerca del error del cambio de hilo, la incondicional sonrisa que me regalaba después de mis extensa jornadas de estudio, sus tímidos mensajes de textos con pequeños pero profundas palabras de ánimos, los desayunos en las mañanas, los abrazos sorpresivo, cada uno de esos gesto solamente logro que él se instalara aún más fuerte y profundo en el fondo de mi corazón y mi alma.
Lo amo, lo amo demasiado a pesar de que al principio intente negarlo manteniendo mi relación con An, cuando sabía que en mi interior el único que podía encender aquella ferviente pasión eran esos tímidos ojos acompañados de ese rubor escarlata.
Me sorprendí al ver lo posesivo que podía ser cuando supe que Usami me lo intentaría arrebatar, fue por eso que mi cuerpo sin el consentimiento de mi mente, guiado por mi corazón fueron hasta su puerta para poder confesarle todo aquello que pensaba desde la primera vez que nuestras ilusas y esperanzas miradas se encontraron para fundirse en una sola llena de calidez y cariño, ternura e ingenuidad.
Por eso aquella mañana que lo vi y no sentir lo mismo, cuando mi pequeño me confeso que nuestro hilo se había roto una parte de mí se destrozó, me aterraba tener que vivir sin él, sin la única persona que necesitaba para que sobrevivir, aquel que logro mantenerme día a día con una sonrisa intentado trasmitir todas esas maravillosas sensaciones a través de mi brillante y resplandeciente personalidad.
Intente regresar con An sabiendo que mi destino estaba con ella, yo la amaba, era una chica amorosa, bondadosa, nos conocíamos desde hace años, siempre me cuido, también fue mi primer amor, mi primera confesión, nosotros dos teníamos una gran y linda historia, por eso siempre pensé que me casaría con ella.
Pero mi corazón jamás volvió a latir de la misma manera desde que me encontré con los dulces ojos de Shouta la primera vez que lo vi en mi universidad indefenso siendo atacado por el bruto de su hermano al descubrir que era un homosexual, en aquellos instantes un inexplicable deseo por protegerlo como si fuera lo más preciado que mis manos pudieran sostener nació desde lo más profundo de mi ser.
Por eso sabía que mi relación con aquella tímida castaña estaba condenada porque nunca nadie más lograría que mi alma se encendiera de esa manera ni que la sangre se me calentara o mis ojos contemplaran algo más que los meros paisajes que superficialmente observamos día a día, nunca más nadie me enseñara ese lado oculto del mundo que mi peli negro tan maravillado observaba con sus ojos curiosos.
Sabía que estaba mal querer acércame a quien prometí dejar ir, pero vivir en este engaño nos lastima a nosotros tres, es por eso que decidí hablar una última vez con la dulce mujer de cálida mirada para dejar en claro que sin importar lo mucho que yo la amara mi hilo siempre estaría unido al meñique de mi Kisa-san.
Los dos nos sentamos en la cafetería de la facultad, últimamente hemos estado con mucho trabajo por lo cual no nos hemos podido ver como de costumbre ni salir a alguna cita, suspire con nostalgia al recordar los tiernos besos en la mejilla que mi oji café me regalaba para que me des-estresará y le sonriera.
La mujer esbozo una nostálgica sonrisa apretando con fuerza el abrigo que llevaba sobre su fino vestido de tonos pastel, yo cerré los ojos recordando la imagen de la persona que me permitía seguir cada día para poder darme el valor de romperle el corazón a una de las mujeres que más quiero en este mundo.
“An yo debo hablar contigo y bueno no es nada fácil lo que te voy a decir así que por favor se fuerte por nosotros dos y” La cálida sonrisa de la castaña me calmo al ver como cerraba sus ojos divertida por mi actitud.
“A veces eres tan tontito Kou” Me sentía confundido pero feliz por la repentina actitud que ella había tomado en esto.
“Sabe que te quiero mucho, eres una de las personas más importantes en mi vida has sido mi mejor amiga y mi primera novia, nosotros tenemos mucha historia juntos y yo” No pude seguir al ver como la castaña agarraba con cariño mi mano y me negaba con la cabeza para que ya no siguiera narrando mi discurso.
“Déjame a mi empezar mejor” Me pidió de manera dulce aunque segura situación que me dio la confianza que necesitaba.
“Adelante por favor” Le pedí sin deshacer el agarre tan familiar que a nosotros dos nos unía, con ella siempre me sentía cómodo.
“Kou yo te conozco desde hace más de cinco años cuando llegaste a la facultad con tu personalidad brillante enloqueciendo a toda las chicas del salón, jamás pensé que te fijarías en alguien tan tímida como yo, pero me hablaste, tu sin entender porque te decidiste ha hablarle a la muchacha más excluida del salón” Sonreí románticamente al recordar nuestro primer encuentro hace ya tanto tiempo.
“Fue porque de todas las miradas que buscaba la tuya era la única que emanaba algo de vida y no encontré en ella prejuicio” Conteste con completa sinceridad recordando la transparencia de ese momento.
“Fue muy feliz cuando nos hicimos buenos amigos, pero con el tiempo, al irte conociendo más a ti y a tus aspiraciones no pude evitar caer enamorada del príncipe y explotar con mi confesión aquel día que nos tuvimos que ir más tarde por el festival escolar” Sonreí con dulzura al entrelazar nuestras miradas, sabía que esto para nosotros era como el cierre de nuestra larga e inocente historia del primer amor.
“La verdad me sentí feliz de que te confesaras porque tú también me gustabas mucho, por eso empezamos a ser pareja An deja de imaginarte que lo hice por lastima o por obligación al ser tu amigo” La regañe sabiendo de ante mano los pensamientos que atacaban la mente de la joven mujer.
“Ya no pienso eso, esa era la antigua yo” No comprendí del todo su declaración, sin embargo de igual manera le permite proseguir “Fuiste la mejor etapa de mi vida, mi primer amor, el primer beso, mi primera vez” Musito despacio mientras se sonrojaba “Y estoy sumamente agradecida de los recuerdos, pero ha llegado la hora en que nuestro pasado se quede como eso, simples memorias de lo que fuimos”
“¿Qué es lo que me estas tratando de decir?” Pregunte ahora sí muy confundido ante la repentina actitud de la castaña.
“Quiero romper contigo” Parpadee un par de veces pensando que mi mente me había jugado una broma al escuchar esas palabras.
“¿Perdóname pero que dijiste?” La chica soltó una traviesa risa cubriéndose la boca con un gesto adorable.
“Debo ser la primera chica que le dice esa palabras a un príncipe” Suspiro para recargarse cómodamente en la silla.
“No entiendo, ¿No eras tú la que querías volver conmigo?” Susurre bastante despacio entre mis pensamientos.
“Si, pero me di cuenta de que esa hermosa mirada que le regalas a Shouta jamás me la dedicaras a mí, tu nunca me has visto de esa forma tan cálida, tan tierna, tan enamorada, porque sé que por mucho que lo intentes olvidar tú estás pensando en el cada minuto de tu vida y yo no quiero tener que ser su reemplazo o tener que vivir con la carga de cubrir su recuerdo” Sonreí paternalmente sintiéndome orgulloso de ella.
“Gracias por entender a este complicado corazón” Le dije de manera sincera acunando su pequeña mano entre las mías.
“Aun así no logro deducir porque terminaron, cuando Shouta hablo conmigo me intento explicar que era por el bien de ustedes dos, algo de un hilo y el destino, de que no quería verte sufrir, la verdad no le entendí mucho pero me dio pena preguntarle otra vez” Esboce una boba sonrisa al saber que mi pequeño hasta ahora se preocupaba por mí.
“Rompimos porque nos enteramos que el destino nos quería ver separados, porque sabíamos que mientras más tiempo nos mantuviéramos juntos más dolorosa seria la ruptura que tendríamos que soportar” Confesé sintiendo un dolor en mi pecho al recordar las lágrimas en esas hermosas orbes que adoraba.
“¿Y qué vas a hacer ahora? El destino no va a cambiar porque hayan pasado un par de semanas separados” Lo sabía, sabia, que las palabras de An contenían solamente nuestra cruda y dolorosa verdad pero aun así no me rendiría.
“Decidí que yo haré mi propio destino sin importar lo que mi hilo me diga porque mi corazón sabe lo que desea” La mujer me miro sin comprender lo del hilo al no conocer la leyenda que mi amor tanto disfrutaba.
“¿Por qué insistes tanto con él? No me molesta, deseo que ambos sean felices, sin embargo, aun no comprendo el afán que tiene por regresar” Me levante de la silla sabiendo que mi nuevo rumbo era regresar con lo que me pertenece y jamás se debió apartar de mi lado, que jamás se debió haber escapado de entre mis brazos.
“Porque lo más doloroso que una persona puede vivir es conocer la máxima dicha y que te la arrebaten, yo conocí al amor de mi vida y me niego a tener que sobrevivir un segundo más sin tenerlo frente a mi” Proclame para después salir corriendo en dirección al departamento que alguna vez también compartir.
Quizás el hilo no hay cambiado, nuestro destino aún está separado, pero yo prometí luchar por lo que me importaba y por quien amaba, si me rindo solamente seré uno más de los hipócritas que tanto detesto.
Luchare por tener de regreso a la persona que le entregue mi corazón y mi alma, el único dueño de cada uno de mis pensamientos y de alguna forma torceré el destino para que regresemos a la senda que nos correspondía.