Takano Pov
No porque te has dado cuenta de un error este se va a solucionar, hay veces en que uno se percata demasiado tarde cuando la historia ya está escrita y el destino marcado, las cicatrices grabadas y las heridas profundizadas, los finales a los que nos sentenciamos a base de cada una de las ególatra acciones que acogemos para convertirnos en unos utilitarios.
Estoy enamorado de Onodera Ritsu, lo confieso abiertamente; amo a un hombre quien debió ser el otro extremo de mi hilo, no lo seguiré renegando, pese a ahora percatarme de las desbordantes emociones que nacían en mi pecho, ya es muy tarde, todo acabo con nuestro último adiós, o eso era lo que anhelaba poder transigir.
Sé que dije que jamás terminaría como Saga; el desagradable personaje que se convirtió en la profecía de mi futuro, sin embargo ¿Cómo debía resistirme a mi condena si cada vez que me movía intentando liberarme de mis cadenas creaba una nueva marca en la perfecta piel de Ritsu? No puedo seguirlo maltratando.
Aunque ambicionaba ser tan iluso como él y renunciarlo a todo para estar a su lado, este maldito hilo me une a Erika y a esos ojos verdes responsables de cada una de mis respiraciones le pertenecen a Haitani, sin importar lo mucho que batalláramos por estar unidos lo que esta trazado no se puede cambiar.
Ya nadie me puede ayudar, nos he condenado a todos en este torcido juego del mal, derroche todas las oportunidades que el amo del destino me regalo, cambié el luminoso romance de mi hermano en una densa oscuridad, tome la frágil alma de Ritsu para pulverizarla con mis garras, me prive de la felicidad desde el momento en que me convertí en el propio antagonista de lo que sería narrado como mi tragedia.
No es que codicie ser un mártir, simplemente quiero hacer las cosas bien, empezar a sanar con dulzor las múltiples lesiones que dejo mi individualismo, por eso estoy tan resignado a tener un final como el del azabache de la historia, merezco no volver a conocer la calidez de ese cutis porque si lo hiciera ambos terminaríamos heridos.
Conocí una posible vida llena de armonía y ternura en un sueño, el cual fue tan real que logro erizar toda mi piel y detener el mismo latir de mi corazón, no me quiero tener que imaginar lo desgarrador que sería poseer al castaño con toda su espíritu para que después el destino nos alcanzara y nos separara con brusquedad, todo mi interior se desgarraría, mi sangre se trasformaría en un veneno cuya finalidad seria liquidarme, mi mente enloquecería asesinando a la razón que alguna vez tuve y mis recuerdos se convertirían en los sádicos tormentos con los que debería lidiar para conllevar mi paga en mi infierno.
Yo ya me resigne, estoy condenado entonces ¿Por qué Ritsu? ¿Qué carajo es lo que haces acá? Déjame vivir en paz mis pesadillas, ya basta de torturarme con tu bondad, he aceptado mi porvenir, el peso de mis acciones me está aplastando cada uno de mis huesos para destrozarlo, vete, corre, aléjate de mí porque no quiero que me veas de esta manera tan patética, no me alardees tu felicidad ni me pidas que te retenga.
No pierdas el tiempo conmigo amor, porque ya estoy determinado, no regreses por lastima a quienes pudimos haber sido, avanza con quien espero que sea digno de amarte como yo debí hacerlo, alguien que te cuide cada vez que lo necesites, un hombre que te abrase para que jamás seas víctima de la soledad, un confidente que escuche tus más lóbregos secretos sin juzgarte, alguien con quien formar una familia, un alma a quien amar, vive fingiendo que jamás me conociste porque pese a lo doloroso que es tener que respirar con mis remordimientos y los remembranzas de tus caricias, es algo que estoy intentando hacer para que ya no te ocasione más sufrimiento, ahora aparentar es todo lo que puedo.
Mire con melancolía la desesperada expresión reflejada de en esas preciosas orbes verdes, sonreí con ironía al contemplar lo hermoso que se veía con traje blanco, el despampanante color de sus ojos resalta su piel de marfil junto a ese sonrojo escarlata al que tantas noches soñé con tener a mi lado, sus cabellos están perfectamente despeinados, y aun así ante mis miradas es la imagen más perfecta que he vislumbrado con nostalgia, él pudo ser el ángel que me salvara de mis castigos, pero no es así.
“No dejare que te rindas” Repitió intentando mantener una falsa seguridad en su voz, es tan transparente, sin importar las mentiras que me intenten levantar sus expresiones siempre me corroboran lo que hay en su corazón.
“¿A qué has venido?” No puedo soportar ver esos preciosos ojos apagados por causa de mis acciones, ya no quiero ver más desconsuelo en el castaño, por favor aléjate de todo lo que soy porque te seguiré lastimando.
“Quiero hablar de lo que pasa entre nosotros dos” Proclamo con unos notorios nervios reflejados en su quebrada tonalidad, suspire con pesadez intentando mantenerme fuerte y firme en lugar de doblegarme ante mis pretensiones.
“Discutamos esto a dentro” Declare con una increíble frialdad percibiendo como mi voz se rompía ante cada una de las palabras.
“Takano no te rindas porque yo no lo he hecho” Me rogo con la mirada intentando acercarse a mi cuerpo.
“¿Que?” Murmure creando un inmenso vacío entre nosotros dos, no quiero tener que escuchar más de sus dulces palabras.
“No me dejes ir de tu vida por favor, porque yo no me he rendido contigo” Susurro en un abrupto hilo imperceptible, el cual de igual manera llegó hasta mis oídos logrando que un escalofrió recorriera mi cuerpo al ver el apenado rostro con el que el más bajo me profesaba su amor nuevamente.
“No me tientes de esta manera porque no soy tan fuerte” Proclame cegado por la verdad, aunque lo que más deseara fuera atraparlo para llevármelo a un lugar lejano en donde nos pudiéramos esconder del futuro que nos amenazaba, mi realidad era una muy distinta, sin importar la fuerza con la que ambicione proteger nuestra frágil relación esta se acabara.
“Takano” El castaño ingreso a mi departamento con un leve temblor en su cuerpo, parecía bastante acongojado por el escenario que creábamos.
“¿No deberías estar en el hotel durmiendo para despertar descansado para tu matrimonio?” El menor me miro con decepción bajando sus hermosas orbes para mirar el suelo de mi departamento, como si fuera lo más interesante que pudiera hacer.
“Amo a Haitani y no es justo para él” Un intenso latido choco en contra de mi pecho desenfrenadamente, no debo caer ante esas suaves palabras que me está regalando, prometí que no lo haría sufrir, si debo descender al infierno para confrontar las fragmentadas almas que se desatan en las llamas, lo hare solo, no lo arrastrare a la amargura.
“Siéntate, hare un poco de té para que te tranquilices” El más bajo me sonrió con angustia mientras mi cuerpo me traicionaba reaccionando a cada uno de sus movimientos, deseando poder ir a rozar su cálida piel y marcar su cuerpo para que el destino nos dejara en paz y pudiéramos vivir plenamente.
Me acerque hasta la cocina reprimiendo con fuerza el ardor del que mis ojos eran presa, un nudo se instaló en mi estómago mientras que el remordimiento se arrastraba por toda mi mente, logrando que cada uno de mis pensamientos fuera convertido en un miserable aullido que clamaba por un auxilio que no merecía.
Con mis convulsas manos empecé a revolver el empaque en donde había añadido el agua para preparar la bebida que había prometido, mi respiración se encontraba agitada al percibir el sonido de su voz rogándome que no lo dejara ¿Cómo me podría resistir a eso? El amor de mi vida, mi otro extremo está renunciando a todo por mi corrupta persona, por alguien que no lo merece, que lo desecho antes de conocerlo.
No puedo hacerle eso, no debo prometerle amor eterno cuando Erika siempre estará presente en mi vida gracias a esta mierda de equivocación que cometí, “Detesto esto” Musite observando con rabia el delgado hilo rojo que cada día parecía ser más débil, no es de extrañar que mi futuro con mi ex novia sea un completo fracaso si en ella jamás pude encontrar el tesoro que tanto tiempo profese tener.
Vertí el líquido en dos vasos que lleve con lentitud hasta el comedor, sentándome al lado del castaño, quien se encontraba sumamente tenso por su anteriores declaración, me desagrada admitirlo pero tengo miedo, me aterra perderlo, sin embargo, está mal conservarlo a mi lado si tengo la certeza de que lo destruiré al igual que el idiota de Haruhiko, no quiero ser otro antagonista en sus novelas, no ansió ser el fantasma que no le permita avanzar a un futuro resplandeciente, no hare eso.
“Ahora dime lo que me venias a decir” Declare tomando un sorbo de un té tan acido que quemo toda mi garganta en una punzante tortura.
“Takano me canse de repetírtelo, estoy enamorado de ti” Apreté con fuerza mis dientes reprimiendo el quejido que quería escapar de estos.
“Nosotros ya nos despedimos, ya dijimos todo lo que debíamos aclarar, Ritsu por favor no me hagas esto, deja de atormentarme, déjame en paz” Le rogué jalando con impotencia mis cabellos negros como un intento desesperado por apagar el sufrimiento.
“No entiendo tu descontento, yo te elijo a ti” Murmuro acariciando con gentileza mi rostro, quemando cada lugar en donde nuestros cuerpos sé rozaban y una nueva ardiente pasión se quería desatar.
“YA BASTA” Grite golpeando su mano “TU te vas a casar en un par de horas, no sé qué estás haciendo acá ¿Acaso te quieres burlar?” Pregunte siendo cegado por la poderosa frustración que tenía al no poder tocarlo y corresponderle como merecía.
“Amo a Haitani” Susurro con una mirada perdida “Es por eso que tuve que hablar con él sobre nuestro futuro, él merece respeto, no lo dejaría plantado en el altar porque le tengo un increíble cariño” Murmuro con un apenas audible hilo de voz, logrando que mis ojos se abrieran expectantes llenos de incertidumbre.
“¿Qué hiciste?” Lo interrogue sin haber procesado toda la información que el castaño me había entregado.
“No es justo para Haitani que me case con él solo por devoción, si me uno a alguien quiero que sea por un amor lleno de sinceridad y brillo” Susurro con esa llamativa ingenuidad reflejada con delicadeza en sus orbes “Aunque él me pidió que no lo depusiera, ¿No sería más cruel permanecer a su lado hasta que yo lo termine despedazando por la decepción que se llevaría? No es correcto lastimar de esa manera a quien te importa” Parpadee confundido sin comprender las frases que escapan de sus suaves labios.
“Pero dejarlo antes del matrimonio es bastante despiadado” El más bajo me sonrió tomando con tranquilidad un sorbo de la bebida.
“He estado mucho tiempo reflexionando sobre toda mi historia, por primera vez me analice como si fuera un libro, buscando las similitudes entre mis personajes, y sin querer, entre repasos descubrí que me estaba convirtiendo en Haruhiko” Sin poder ocultar lo impactado que me encontraba ante sus declaración deje que un clamor escapar de mi garganta.
“¿En qué rayos estas pensamiento al compararte con ese infeliz?” El castaño miro con amargura el contenido del vaso.
“¿Acaso somos diferentes?” Susurro para sí mismo “Haruhiko fue alguien que me dio esperanzas, me amo con todo su ser logrando que mi corazón latiera con intensidad, me entregue a él incontables veces y cuando la pasión y devoción se terminó me dejo vacío” Divago sin atreverse a entablar una mirada “Si yo me uno con Haitani lo estaré ilusionando con un romance que ambos sabemos que no viviremos, llegara un momento en que alguno se cansara de las mentiras y se alejara del otro” Al verlo así de frágil y expuesto no pude evitar abrazar con pesadumbre su cuerpo, permitiendo que su rostro se refugiara en mi pecho.
“Te estas equivocando conmigo, debes regresar con tu pareja y unir tu vida” Murmure besando sus lacios cabellos.
“Aunque me esté equivocando, aunque tú me rechace, no volverle con mi anterior prometido” Declaro con firmeza separando nuestra cercanía al apoyar su mano en mi pecho, encendiendo mi sangre en un agradable ardor que me derretía.
“Ahora estas siendo irracional, no seas tan despiadado con el hombre que te ha entregado su amor incondicional” Le pedí con un lastimero ruego resistiendo el tentador aroma que desprendía su cuerpo.
“Hubiera sido mucho menos cruel de parte de Haruhiko dejarme antes de profundizar más la herida, puede que Haitani ahora me deteste, no lo culpare por eso, sin embargo, en un futuro cuando tenga a alguien digno de él entre sus brazos me agradecerá por no haberlo marcado como mi anterior relación lo hizo conmigo, aun no puedo superar ese trauma” Secreteo con angustia rompiéndose en frente de mis ojos, temblando por su tormentos.
“Ya basta de atormentarte por él” Musite acariciando sus mejillas con ternura sin despegar nuestras miradas.
“Sé que esto es patético, soy un hombre que lleva más de seis años atrapado con alguien que ya ni si quiera me debe recordar” Proclamo con desprecio cerrando con fueras sus ojos, permitiendo que un par de lágrimas cayeran de sus hermosas orbes.
“Ya deja de lamentarte por él, Ritsu se feliz, vive sin tener que soportar su recuerdo, ya no lo pienses, ya no te culpes, si él te abandono fue porque es un maldito interesado, cualquiera que pudiera salir contigo seria el hombre más feliz” Confesé con tranquilidad logrando que sus barreras se derribaran y me contemplara.
“Siempre he velado por alguien más; primero me esforcé por ser del agrado de Haruhiko, luego trabaje con empeño para ser quien Haitani esperaba, aferrándome con temor a su persona para que no me dejara caer en mi soledad, pero solamente contigo no temo mostrarte lo que soy” Pregono llevando sus temblorosas manos hasta mis hombros.
“No quiero que te hundas conmigo, yo cambie los hilos, Ritsu no soy bueno para ti, además en contra del destino no puedo jugar, ya he arruinado demasiadas vidas, no estoy dispuesto a hacerlo una vez más” Revelé con sinceridad recordando cada una de las miradas llenas de decepción que me entregaron quienes quería.
“Sé que me dejaste, sé que cambiaste nuestro destino sin si quiera conocerme, no tienes que repetirme ese rechazo y aun así acá estoy desesperado por tenerte a mi lado, el amor no es racional es un fuerte impulso que quiero vivir junto a ti” Ante tan seductoras palabras todo mi cuerpo se estremeció permitiendo que disfrutara de las avergonzadas caricias que el joven de ojos verdes me ofrecía.
“No te sientas obligado a permanecer a mi lado por el destino que pudimos compartir” Declare con un gélido tono de voz.
“Siempre he ante puesto a quien amo, pero esta vez me proclamo egoísta al no pensar en tus emociones Takano” Murmuro acercándose con un hermoso color escarlata en su rostro para rozar sus labios en contra de los míos.
Ante tan lindo acto, toda mi voluntad se desmorono sin que lo pudiera detener, con desesperanza mordí los exquisitos labios del más bajo para deleitarme con esa deliciosa esencia del que solamente Ritsu era dueño.
Con el peso de mi cuerpo lo recosté en el sofá para apresarlo contra mi calor, Onodera se aferró con fuerza a mi espalda, mientras mis manos recorrían con deseo su delgado vientre, levantando su chaleco blanco junto a esa suave camisa de satín que no le hacía justicia a la sedosidad que su blanquecida y nívea piel ofrecía.
Mi lengua se entrelazo a la suya en un sincrónico baile que cegaba mis sentidos ante lo nostálgico de su dulce sabor, las corrientes eléctricas recorrían sin piedad mi maltratada estructura mientras toda mi estructura se encendía con descaro, aspire delirante la esencia que desprendía su frío aliento, el cual me provocaba con el ritmo de su respiración.
Escuche un par de jadeos ahogados ante la intromisión de mi mano en su espalda permitiendo que mi fría piel se alimentara de su insolente calor, mi mente comenzó a encerrarse en una ilusión al perecer en ese exquisito beso.
Cuando el aire escaseo en mis pulmones, me separe con lentitud de Ritsu lamiendo con posesión su labio inferior, mirando con satisfacción como estos se hinchaban ante la unión a la que ambos nos sometimos.
“No quiero que te arrepientas de escogerme, Ritsu todo lo que intento hacer es porque te amo hasta un nivel insano, yo no quiero que después llores por mí, lo único que aspiro es que tú seas feliz” Declare débil intentando sostenerme para no caer rendido en ese pequeño cuerpo que me daba una entrega de cariño que no merecía.
“Takano” Levante mi mirada con angustia expectante a lo que diría “Todos estos años he sido víctima del miedo, desde que me despreciaron así no me he vuelto a abrir con facilidad, rogando por pruebas de una relación sin futuro a la que esto yendo” Murmuro sin desviar nuestras miradas, hirviendo mi sangre al percibir su respiración.
“Si sabes que no iremos a ningún lado ¿Qué haces acá conmigo?” Pregunte confundido por la divergencia entre su actitud y sus palabras.
“Porque al reflexionar sobre mi historia, descubrir que mi vida sería eso; subsistir en el miedo, casarme por temor a que me odien, tener que sufrir en silencio al haber dejado ir al único hombre que ha hecho latir de esta manera mi corazón, lamentando por lo que pudo haber pasado” EL más bajo me sonrió con calidez estremeciendo mi cuerpo “Por primera vez dejare de estar asustado para saltar contigo a donde vayamos” El menor nos unió en un cálido abrazo del que no tuve las energías para liberarlo.
“No te merezco” Susurre con una sincera sonrisa levantando al castaño para que se sentara al frente mío “¿Ritsu estas dispuesto a condenarte voluntariamente a una vida de sufrimiento cuando nuestros destinos nos alcancen?” Sé que prometí no ser egoísta y permitir que te escaparas a un futuro sin mí, pero mi alma es vulnerable a cada una de tus ruegos, mis labios son esclavos de tu sabor y mi corazón lo has arrebatado de mi pecho, aunque sea egocéntrico, si lo has dejado todo por mí no puedo negarme a tus caprichos.
“¿Hablas sobre el final del libro?” Me pregunto con una sonrisa torcida, expresión que logro que me sobresaltara.
“Si, en el final de la historia Saga termino solitario llorando con un amargo sabor en la boca al haber perdido por siempre a su hilo rojo, mientras que Oda se casó con otra persona y ambos estuvieron condenados a una vida llena de infelicidad al haberse separado” El castaño tomo mis manos con timidez apretando con fuerza sus ojos, respirando con nervios mientras sus mejillas se ruborizaban con pena.
“Quiero que cierres los ojos Takano” Levante una ceja confundido por la inusual petición que el más bajo me hacía.
“¿Qué es lo que pretendes hacer?” Lo interrogue vislumbrando como ese color escarlata se intensificaba aún más escondiendo su mirada de mis atentos ojos.
“Quiero escribir un final alternativo para el libro” Murmuro apretando con aun más fuerza mis manos.
Sin poder evitar sonreír cerré mis ojos percibiendo como el menor jugueteaba con mis dedos, recorriendo con dulzura mis manos, logrando despertar todos mis sentidos y concentrando cada uno de mis pensamientos en sus lucidas orbes llenas de un infinito amor que desearía pudiera encontrarse unido al mío.
Después de un par de minutos una tímida risa divertida del castaño despertó mi curiosidad, antes de que abriera los ojos aprecie como Ritsu se acercaba hasta mi rostro para murmurarme las instrucciones que debía seguir.
“Takano quiero que los abras lentamente y mires nuestras manos” Obedecí al menor ilusionado y deseoso, guardando nuevas esperanzas para escapar del infierno en el que ambos estábamos siendo retenidos.
Al bajar mis orbes me tense al observar un hermoso hijo rojo que me unía al meñique del castaño, uno bastante grueso y deslumbrante, mi corazón se desbordo permitiendo que las emociones afloraran en mi piel, mis ojos ardieron de felicidad abrace con fuerza a Ritsu percatándome de que podía tocar aquella fina tela.
Con curiosidad lleve mis dedos hasta el hilo rojo tocándolo sin comprender la razón por la que podía acariciar la fina prenda con las mismas desgarradas manos que utilice para destrozar mi perfecto futuro, observe al avergonzado castaño quien me sonrió con nostálgica tensando todo su cuerpo ante nuestra cercanía.
“¿Cómo nos uniste? ¿Porque puedo tocarlo?” El menor libero una ingenua risa mirándome con un espectacular brillo que alejo todos mis miedos e incertidumbres sobre el futuro, este hombre de acá pese a todos los traumas que ha tenido en una relación se está entregando de la forma más pura que pude ambicionar, tengo tanta suerte de estar enamorado de Ritsu, es perfecto para mí, me complementa.
“Sé que no lo esperabas y tal vez te decepcione pero eso es solo cinta que compre” Musito escondiendo sus gestos debajo de su flequillo “Lo que quiero decir con esto, es que para mí tu eres el otro extremo de mi hilo y yo soy quien hará su futuro, no permitiré que mi vida acabe como en ese libro” Con dulzura acaricie la cinta con la que Ritsu nos había unido como juramento simbólico de nuestras almas.
Sé que debería sentirme devastado al saber que sigo unido a Erika y él a Haitani, debería enfadarme por su terquedad al sacrificarse de esa manera por un romance que está condenado antes de que naciera, tendría que ser más fuerte por los dos y rechazar ese tierno hilo con el que nos está uniendo porque tengo la certeza de que lo lastimare en un futuro, sin embargo, yo no haré nada de lo anterior.
Porque me está profesando sin temor su eterno amor lleno de benevolencia y cariño, porque se está esforzando por conseguir un milagro en una vida llena de desilusiones, se entrega a mí de la forma más inocente, repara los errores que no le corresponden con sus manos, me sonrió con amor pese a mis traiciones, cuidare de quien siempre me debió pretender disfrutando de cada uno de los segundos que se mantenga a mi lado.
Pese a que el dolor se vuelva insufrible cuando nos separemos, aunque llore cada una de mis noches extrañando su cuerpo en la frívola cama, a pesar de necesitar con desesperanza su voz en el momento de la ruptura, ya no viviré atrapado en los pudiera haber sido, no soy tan idiota como para desperdiciar otra oportunidad que no merezco pero de igual forma él me presenta exponiendo su espíritu al desnudo.
“Ritsu ¿Tu estas consciente de que nos tendremos que separar y que posiblemente todo las promesas que vivamos se conviertan en mentira por culpa del destino?” Lo interrogue como última advertencia antes de entregarle todo lo que soy, jamás entenderé que fue lo que él vio en mi alguien tan espectacular.
“Si, lo sé” Murmuro apoyando su cabeza en mi pecho “Pero hasta que eso pase, enciérrame en tus mentiras y hazme creer que son verdad, vivamos juntos cada uno de nuestros días como si al siguiente nos tuviéramos que separar, ámame como nunca lo han hecho” Me pidió encogiéndose al esconder su rostro entre sus manos.
“No te defraudara” Respondí despejando su cara para plantarle un tierno beso en su frente en señal de afecto “Prometo que no te traicionara como te ha pasado, cada instante a mi lado te hare saber lo importante que tú eres para mí, te abrazare cuando tengas frío en las noches, cantare cuando tengas miedo y te protegeré si tus tormentos te intentan atacar” Expresé grabando cada una de mis promesas en lo más profundo de mi alma “No te dejare caer nunca, siempre te atrapare, Ritsu estoy enamorado de ti” El castaño me sonrió con múltiples emociones desatadas en esas preciosas orbes verdes, permitiendo que mi espíritu se perdiera en las profundidades de sus pasiones para no separarnos pese a los castigos que sufríamos.
“Takano” Musito llamando mi atención para que dejara de contemplar su rostro “Necesito que me respondas algo” Descendí mis manos hasta llegar a las suyas y afirmarlas con fuerza, intentando que de esa manera no nos separáramos.
“Dime lo que sea, te responderé siempre con la verdad” Jamás me hubiera imaginado que alguien me vería tan angustiado por el temor a perder a otra persona, he tenido tantos cambios gracias a este hombre, me ha convertido en alguien mejor.
“Takano Masamune yo quiero sabes si tu” El más bajo llevo nuestras manos hasta su pecho permitiendo que yo apreciara lo acelerado de cada uno de sus armoniosos latidos mientras sus labios comenzaban a temblar.
“Solo dímelo” Le pedí depositando un tímido beso en una de sus manos, logrando que se relajara e inspirara con el pulso agitado.
“Takano espero que tu aceptes el otro extremo de mi hilo” Susurro cerrando con fuerza sus ojos para evitar unirnos en una nueva proximidad “Quiero saber si tu ¿Serias mi novio?” Mi mente quedo en blanco en esos instantes.
¿Esto era real? ¿Acaso era otro más de los sueños con los que fantaseaba? Acaricie con desconfianza la suave mano del más bajo, todos los lugares en donde mi piel estaba tocando a Ritsu comenzaban a cosquillar mientras que en mi estómago un agradable hormigueo tomaba posesión de mis sentidos.
No era un sueño, él en realidad me estaba proponiendo pasar el resto de sus días a mi lado, sonreí sin poder esconder el éxtasis de la que era presa mi cuerpo, con desesperanza atraje sus labios en contra de los míos para probar en un pequeño roce nuevamente el sabor más delirante que he conocido.
“Sería un honor que me permitieras ser el hombre de tu vida” Susurre en su oreja logrando que se tensara y se sonrojara, amaba cada una de las expresiones de su rostro, por primera vez yo era genuinamente feliz.
“Gracias por luchar esto conmigo Takano” Murmullo dejando que mis brazos lo rodearan en busca de darle toda la protección que necesita.
“Te amo Ritsu” Declare sin descaro alguno besando su nariz para que nos recostáramos en el sofá como la pareja de enamorados que éramos.
No pudimos apartar nuestras miradas en ningún instante, mi pecho me golpeaba con intensidad ante la cercanía del castaño, acariciaba sus sedosos cabellos deleitándome por la fragancia que estos desprendían, me gusta la calidez de la que era víctima al tenerlo acurrucado sobre mí, mientras nuestros dedos juguetean traviesamente con el hilo de seda que nos uno, el cual pese a no ser el genuino, es el único que importa para mí.