Takano Pov
Aunque no merecía aquella oportunidad que me entrego mi pequeño castaño no puedo profesarme más agradecido de tenerlo a mi lado, porque Ritsu es mi otro extremo, sin importar lo que digan esos desgarradores hilos que atan nuestros meñiques codiciando separarnos para que mis plegarias regresen y la amargura me domine, esa promesa no cambiara.
En este mes que llevamos siendo pareja no han sido solamente momentos de dicha y gloria junto a esos preciosos ojos verdes, ambos hemos tenido instancias en las que tendemos a discutir gritándonos un par de descaradas mentiras dañándonos mutuamente con amargas lágrimas que corroen nuestros anhelos, sin embargo, todo lo hemos podido superar, porque el verdadero amor no se trata de vivir inmerso en una novela romántica, sino que se concerta al permanecer junto a quien ilumina tu oscuridad sin importar las circunstancias, por eso jamás dejare a Ritsu.
Ya no me importa lo que todos me digan, a pesar de las constantes advertencias del amo del destino y el sufrimiento que se avecina con nuestra ruptura no me pienso separa de Onodera porque lo amo; aun no entiendo ¿Cómo es posible que alguien se vuelva tan indispensable para poder tolerar mi existencia?
Sin Ritsu mi corazón dejaría de latir y mis pulmones se detendrían al ya no ansiar respirar si no lo tengo a mi lado, porque si mi piel no se puede deleitar de sus caricias, si mis labios no prueban ese sabor adictivo lleno de dulzor y mis ojos no son capaces de vislumbrar cada parte desnuda de su espíritu, no quiero tener que seguir caminando.
No puedo tener un futuro sin mi castaño, lo admito; No existe instante en que no me profese arrepentido del cambio de hilos con el que nos manipule, jugué con fuego para terminar consumiéndonos a ambos en un brutal infierno, pero aun así, teniendo que soportar estas heridas estoy dispuesto a persistir con mi Ritsu para besarlas hasta que estas cicatricen ante la inocencia de mis acciones.
Abrí los ojos con nostalgia sonriendo ante la tierna imagen que se me presentaba, mi corazón se aceleró con ímpetu al percibir como el menor dormitaba sobre mi pecho en busca de calor y protección, “¿Cómo es posible que te amé tanto?” Murmure acariciando con afecto sus cabellos con cuidado de no despertarlo.
Con esta cruel experiencia a la que nos he sometido he aprendido lo que implica un verdadero amor; uno por el que estás dispuesto a cambiar y sacrificar los preciosos recuerdos de cristal que conservas en tu alma, una pasión por la que estás prevenido a morir, pereciendo con lentitud con tal de preservar su sonrisa, jamás volverle a sentir algo tan fuerte por nadie más, nunca me volveré a enamorar porque Ritsu es quien en estos momento sostiene mi corazón dentro de esa encantadora alma que lo acuna.
Una fugas sonrisa se dibujó en mis labios, me aferre con fuerza a su cintura sin desear romper este mágico momento que se formaba entre nosotros dos; cuando lo sostengo de esta forma puedo concebir como todos mis pecados se rompen y las amarguras desaparecen, ya no me importa lo que paso con Erika o todo el rencor que cause en los demás, las lágrimas que derrame, los remordimientos, todo eso quedo atrás porque en lo único que necesito concentrarme ahora es en crear un hermoso y resplandeciente futuro junto a esas cálidas y reveladoras orbes verdes, las que me atraparon desde el primer momento en que nuestras almas chocaron en esa ridícula convención, el lugar en donde tuve el embeleso de conocer el amor.
Mire con frustración como le reloj avanzaba obligándome a remover a mi pareja para ir a esa molesta junta con Isaka-san, suspire percibiéndome agradecido de también tener la posibilidad de regresar a ser su editor y verlo florecer a mi lado, ayudarlo con sus aspiraciones y sueños, no existe nada que me haría más feliz que eso, porque si mi castaño se siente pleno su sonrisa llena cada una de mis mortíferas opresiones para transformarlas en ilusas ensoñanzas.
“Ritsu” Murmure en su oreja logrando que liberara un quejido lleno de disgusto “Tenemos que ir a Marukawa, despierta” El más bajo se movió de mi pecho para abrazarse a la almohada de manera infantil, acción que me inmutó, cada parte de su personalidad me atrapa, no coexiste nada que me desagrade de Onodera, porque ante mis ojos es perfecto.
“Dame un par de minuto más Takano” Rumoreo entre sueños, con sigilo me acerque descubriendo su espalda de las sabanas para comenzar a esparcir un camino de besos hasta sus hombros, acción que sobresalto al menor “TAKANO” Grito con las mejillas adornadas de un tierno color escarlata mientras se volteaba confundido.
“Buenos días amor” Musite acercándome hasta sus labios para poder perecer en aquel exquisito sabor que estos me ofrecían.
Cerré los ojos mientras mis manos rodeaban la cintura de Ritsu atrayéndolo hacia mi cuerpo, el más bajo con timidez abrió sus dulces labios para que mi lengua pudiera explorar la boca de mi amado, con lascivia acaricie cada rincón Onodera mientras mi sangre comenzaba a arder y mi cuerpo era recorrido por una agradables cosquillas que posesionaban mis sentidos.
Mi mente se comenzó a nublar ante tan delicioso sabor del cual era catador, con necesidad comencé a mover armónicamente mi lengua con la de mi castaño, quien tiernamente correspondía mi beso, permitiendo que le robara el aire de sus pulmones y lo arrastrara hasta el infierno de pasión que habíamos desatado.
Ritsu coloco sus manos entre mi cuello acariciando delicadamente mi piel, transmitiendo cada una de las turbaciones de las que era presa su cuerpo; que se entregue de esta manera cuando está conmigo, que sea capaz de regalarme un amor sincero y comprometedor es algo que jamás terminare de agradecerle.
Al escasear el aire con descaro lamí los hinchados labios del menor quien aun apretaba con fuerza sus ojos y adquiría la respiración irregular por la forma en que los desperté, reí ingenuamente limpiando la comisura de su boca para después darle otro pequeño beso en la frente “Te amo tanto Ritsu” Murmure con aquella voz ronca que lo enloquece, consiguiendo que esos despampanantes ojos verdes me miraran llenos de exaltación.
“No tienes que decírmelo cada vez que me miras” Musito intentando esconderse en mi pecho de mi reveladora mirada, acto que no le permití al tomar entre mis manos su suave y perfecto rostro para rozar sus labios.
“Te lo diré cada mañana para que sea lo primero que escuches al despertar y tu día se vea mucho más radiante” Musite depositando un pequeño beso en su frente “Te lo proclamare cada una de mis tardes con la finalidad de que recuerdes a este iluso hombre que esta constantemente pensando solamente en ti” Declare inclinándome para acariciar la nariz de Ritsu con mis labios “Y finalmente te lo clamare cada noche antes de irnos a dormir, para que de esa forma yo sea el único dueño de tus sueño y él que pueda salvarte de las pesadillas porque Ritsu, no te dejare caer jamás” Proclame acercando mis dedos para delinear su boca con una increíble devoción transmitida con mis miradas, logrando que el más bajo se sobresaltara por la seriedad con la que fluían mis desbordantes emociones.
“También te amo Takano” Susurro tomando con mucha vergüenza mi mano para depositar un pequeño beso en esta “Pero no me exijas tanto, me es bastante difícil ser tan abierto ante otra persona, aunque tú eres especial” Farfullo sentándose en la cama con la mirada gacha, ¿Por qué me hace tan feliz con cada una de sus palabras?
“Vamos a bañarnos o llegaremos tarde a la junta” Proclame levantándome del colchón para cargarlo entre mis fuerte brazos pese a todos sus reclamos, anhelo poder pasar cada segundo que respiro a su lado para que estos valga la pena, por eso no me separare ni permitiré que se aparte en un futuro, necesito a Ritsu para poder continuar caminando y ser salvado del oscuro martirio en que me habían corrompido.
Al ingresar a la ducha el joven de ojos verdes bajo su mirada mientras su boca temblaba y sus mejillas eran presa de un tentador rubor, sin poder esconder mi felicidad me acerque hasta su cuerpo para esparcir con delicadeza jabón sobre su nívea y fina piel, la única que es capaz de enloquecerme y hacerme delirar.
Sin vergüenza alguna acaricie todo el cuerpo de mi amante deleitándome por lo agradable que era su temperatura mientras que él intentaba ser el vencedor en un batalla interna y corresponder sin profesarse apenado a mis cuidados, extendiendo algo del gel sobre mi formado pecho, el que latía con desespero al sentir sus mimos sobre mi estructura.
Cerré los ojos grabando con abatimiento la adictiva esencia que su cuerpo desprende sin poder medir las emociones que logran desatar en mi turbio interior, volviéndome un toxicómano de su aroma, un codicioso ante sus seductores labios, un ladrón que ambiciona robar cada una de sus esperanzas para que estas florezcan a mi lado y un mentiroso al tener que profesarle unos falsos te amo cuando sé que mis pasiones se desatan más allá de esas simples palabras, nunca podré terminar de confesarle todo lo que me enardece de él.
Observe hipnotizado como las gotas de agua caían desde su sedoso cabello hasta ese cautivador cuello, el cual estaba adornado de unas preciosas manchas rojas prueba de la unión que ambos tuvimos en el silencio de una profunda noche caliginosa.
“Takano se supone que nos estamos bañando juntos para ahorrar tiempo, date prisa” Me regaño con una falsa molestia oculta detrás de ese ceño fruncido.
“¿Cómo se supone que me debo dar prisa si quiero tenerte así por siempre?” Le pregunte acariciando provocativamente su espalda percibiendo como su cuerpo se tensaba ante mis insolentes caricias.
“¿No te cansas de decir esa clase de cosas?” Murmuro permitiendo que mi organismo y el suyo se juntaran con necesidad, comenzando a arder sugestivamente en cada parte que la fina piel del castaño tanteaba.
“Si son para ti jamás me cansare de decirlas” Musite terminando de enjugarnos para que pudiéramos ir a vestirnos, el más bajo al ingresar a nuestra habitación y observar el reloj me miro con el ceño fruncido al advertir lo tarde que se nos había hecho.
Con rapidez nos comenzamos a vestir agarrando las primeras prendas que encontráramos en el armario, ignorando la seriedad de nuestra apariencia, el menor dejo escapar un pequeño gruñido al escuchar como el teléfono sonaba insistentemente, antes de que me pudiera levantar él se fue corriendo a medio vestir para contestarlo.
Me abotone una camisa negra para después terminarme de subir unos pantalones de mezclilla y dirigirme a la cocina para preparar un simple desayuno, el que consistía en un vaso de leche con algo de café, suspire con una enorme sonrisa sin poder disimular la emoción de convivir cada día con la persona que más necesito.
Lleve la taza hasta mis labios observando como Ritsu, quien vestía una camisa blanca y pantalones verdes, se acercaba con una mirada algo preocupada, gesto que capto toda mi atención, no me agrada tener que percibirlo de esta manera, desearía que él siempre pudiera sonreír y disfrutar de la vida a mi lado.
“Takano” Me acerque hasta Onodera para poder entrelazar nuestras miradas “Erika Ichinose era el nombre de la mujer con la que salías ¿Cierto?” Mi cuerpo se congelo al escuchar aquella interrogante provocando que un enorme desagrado y repudio se instalara en mi pecho, obligándome a observar con desprecio mi repugnante hilo rojo, no permitiré que mi historia finalice con alguien como ella.
“Si, es esa detestable mujer” Respondí escupiendo las palabras de mi garganta poniendo una mueca de disgusto “¿Por qué me preguntas eso ahora?” El más bajo desvió la mirada al suelo riendo con unos notorios nervios.
“Bueno es que Misaki hace poco se encontró con Kyo, su ex pareja y al parecer se quedó con el título de modelo profesional que ofrecía la empresa y Erika el anterior rostro de la compañía, fue despedido por ciertos escándalos que se rumorean sobre ella y el director” Despeine con dulzor los cabellos del castaño quien aún no se atrevía a mirarme de frente “Pensé que debía decirte porque quizás ella fue alguien importante para ti”
“La única persona que me importa en esta vida es tu ¿Qué no te lo he dejado en claro?” Murmure con cariño consiguiendo que mi pareja abriera los ojos perplejo y me esquivara por la vergüenza que lo carcomía.
“Bueno Akihiko también te mando saludos” Explico tomando con velocidad la taza de leche que le había preparado “Él y Misaki se tomaron un par de meses para escaparse juntos, aunque eso le está causando más de un problema a Isaka-san así que no garantizo que este de buen humor en la reunión” Proclamo Ritsu dejando el jarrón en la mesa para encaminarse hasta la puerta, lugar en donde yo lo detuve.
“Tienes algo de leche” Pregone levantando su barbilla para lamer su mejilla sin pudor “Sabe aún más deliciosa si tú la tocas” El castaño enrojeció sus orejas por mi empalagosa actitud limitándose a darme un pequeño golpe en el hombro para disipar el ambiente romántico en el que yo anhelaba poder encerrarnos.
Caminamos en silencio hasta la estación de trenes lugar en donde mí pareja y yo nos sentamos mientras dejaba que mi cabeza reposara sobre su hombro, consintiendo que su calidez me envolviera y opacara los nacientes temores que se instalaban con profundidad en mi fragmentada intrepidez.
Erika Ichinose; la mujer que resulto ser la más grande desilusión en mi vida, por quien arruine un precioso futuro al cambiar mi personalidad con sus engaños, no la odio, sin embargo la quiero lejos de mi destino, porque no permitiré que ella nos termine separando a mí y a mi castaño, hemos pasado por mucho para poder unirnos en un fuerte lazo que no dejare que nadie rompa, lo protegeré aunque necesite sacrificar mi misma existencia para hacerlo.
Libere un cansado suspiro, sabía que algún día ella terminaría de esa manera, las personas que escalan utilizando su cuerpo en vez de ser capaz de promover sus habilidades son un fracaso ante mis ojos, por esa razón admiro tanto a esas relucientes orbes verdes, porque Ritsu pese a todos los momentos difíciles y los destrozados recuerdos que ha tenido que tolerar sobre sus frágiles piernas ha salido adelante con su talento, mostrando la transparencia que yace en su alma y enamorándome con cada uno de sus gestos.
Al llegar a nuestra estación entrelazamos nuestras manos con timidez descendiendo del transporte para encaminarnos a Marukawa, al encontrarnos frente a la oficina de Isaka la respiración del castaño se comenzó a percibir de manera irregular, se concebía nervioso por esta reunión, al estar consciente de esto apreté con fuerza su mano y le sonreír con sinceridad transmitiéndole toda la confianza que necesitaba para sostenerse.
“Pero si son mi pareja favorita” Declaro el más alto sin desfachatez alguna invitándonos a ingresar a la habitación, sin liberar a mi pareja de su agarre nos sentamos en frente del gran escritorio del presiente de la editorial.
“¿Para qué nos llamaste? Teníamos planes para hoy” Proclame con molestia recordando mis esperanzas por quedarme en la cama todo el día junto a mi castaño.
“Takano no seas tan aburrido, era necesario hablar con ustedes sobre las ventas y sus futuros proyectos” Me reprocho el mayor cambiando su semblante a uno lleno de seriedad “Primero los debo felicitar rompieron rencor de ventas con el hilo rojo del destino, es una de las tragedias más vendidas que tiene la editorial” Las orbes del menor brillaron con intensidad mientras una tierna sonrisa se dibujó en sus labios.
“Es un alivio escuchar eso, estaba muy nervioso por las ventas de esa obra, además no sabía que tanto les agradaría a los demás lo que escribo, después de todo soy un autor relativamente extranjero” Proclamo el más bajo ignorando todo lo que se encontraba a su alrededor por la felicidad que le provoco la noticia.
“De hecho ahora estamos lidiando con una reimpresión de emergencia” Confeso apenado nuestro jefe relajando los hombros en contra de la silla.
“Me alegro mucho” Respondió mi amado aferrándose a mi mano por inercia “Isaka-san prometo dar lo mejor de mí en todos mis trabajos, me esforzaré para que vendan mucho más” El más alto sonrió con satisfacción ante las palabras.
“No esperaba menos de un autor como tu Onodera, por eso quería ofrecerte un contrato por tres años más, quiero que sea Marukawa la empresa que ayude a potencia tus futuros manuscritos ¿Estas interesado?”
“¿Tres años?” Musito el menor ladeando la cabeza con algo de confusión “¿Es enserio?” Corroboro sin esconder lo extasiada que se encontraba su voz.
“Claro que es enserio, yo no juego con esta clase de cosas ni tengo la intención de que te vendas a la competencia, si quieres tú se quien elija el editor si así te es más cómodo trabajar” Ofreció el mayor mirándome con el rabillo de su ojos.
“Acepto, Isaka-san será un honor trabajar con usted” Contesto con una cálida expresión llena de inocencia “Y me gustaría que Takano-san pudiera ser mi editor en cada uno de mis proyectos” Esa declaración logro que unos fuertes y descontrolados golpes atacaran mi pecho.
“¿Eh? ¿Pero no había acordado jamás trabajar juntos?” Me pregunto en forma de cantilena ganándose mi molestia.
“Bueno arreglamos nuestros problemas” Proclame juntando los dientes sin esforzarme por esconder mi impaciencia.
“Pero si mal no recuerdo tú fuiste quien dijo; cualquier otro editor sería más apto para trabajar con Onodera-san” Bufe angustiado llevándome mi mano izquierda hasta mi frente para frotarla en busca de paciencia.
“Soy el novio de Ritsu, hemos pasado mucho para estar juntos y yo amo a este hombre así que no dejare que nadie más edite su trabajo ¿Es eso lo que querías escuchar?” Pregunte con un tono de voz bastante irritado.
“TAKANO” Grito el menor un poco pálido por mis confesiones mientras la estruendosa risa de Isaka nos sacaba de nuestros pensamientos.
“LO sabía” Antes de que mi castaño o yo pudiéramos preguntar, el más director apunto a nuestras manos entrelazadas “Son muy malos disimulando” Después de eso el más bajo intento forcejear para que lo liberara en vano al hacer más potente mi agarre “Pero no tengo problemas con que seas tú quien edite, después de todo siempre les he dicho que son un asombroso equipo” Mire con ternura a mi pareja mientras nuestros dedos jugueteaban entre sí.
“Somos perfectos estando juntos” Ratifique con una sonrisa socarrona avergonzando a mi amado con mis palabras.
“Ahora Takano, necesito que nos dejes a solas para ver lo del contrato” Con descontento libere a Ritsu para dirigirme a la puerta “Por cierto, muy buen trabajo, cada vez lo haces mejor como editor de literatura” Una enorme calidez se instaló en mi pecho al ver esa escena, siempre quise poder florecer al lado de quien más amara, todo esto parece un hermoso sueño del que me da miedo despertar.
“También daré lo mejor por nuestros libros” Murmure saliendo del cuarto con un nuevo éxtasis recorriendo mis venas.
Camine con una torpe sonrisa hasta el área de espera en donde me senté permitiendo que mis pasiones se desenvolvieran, ¿Cómo es posible que todo se vea tan hermoso cuando tienes a alguien tan precioso a tu lado? Porque hasta mis momentos más dolorosos y desgarradores son memorias que guardo como fotografías en la caja que he escondido en mi corazón al tener a Ritsu para superarlos, es lo único que necesito.
Apoye mi mano en mi mentón dejando que un risueño suspiro escapara de mis labios, mirando el piso con el corazón agitado al profesarme afortunada de tener a alguien tan fuerte junto a mí, porque cuando y yo me rendí y desee acabar con lo nuestro fue el castaño quien nos unió nuevamente, no me importa que es lo que diga el hilo del destino tengo la certeza de que mi futuro esta con mi adorado castaño.
Mis ojos fueron captados por un par de zapatos negros que irrumpían mis fantasías y un gruñido lleno de fastidio que alguien me arrojaba, al levantar la mirada mis cejas se arquearon automáticamente cuando se conectaron con los ojos del peli rojo que amenazo con ímpetu la felicidad de mi cielo roto.
“¿Qué mierda haces tú acá?” Me pregunto con fastidio cruzando sus brazos sobre su pecho en señal de arrogancia y superioridad.
“Yo trabajo acá” Conteste con sarcasmo hablándole con la misma fuerza que él me intentaba transmitir.
“Según lo que yo había escuchado tú ya no eres el editor de Ritsu, pero no me sorprende que digan eso, después de todo, es típico de los cobardes como tu salir corriendo, dime ¿Te diviertes jugando a la casita feliz con mi Ritsu?” Expreso con desagrado intentando intimidarme en vano ante su gélido tono de voz.
“Es verdad, había renunciado, pero ahora volví a ser su editor porque seré el hombre que permanecerá en su vida, él me escogió a mi” Proclame con orgullo y una sonrisa fanfarrona dejando que mis pensamientos escaparan.
“Tu llegaste a confundirlo justo antes de nuestra boda” Suspiro apoyando una de sus manos en su cadera “Me quitaste lo que más amaba porque tuviste un simple calentón con mi prometido ¿Qué no te da vergüenza?” Esa pregunta logro que mi sangre hirviera y me levantara con violencia a encararlo.
“Escúchame bien, solo te diré esto una vez, Onodera es el amor de mi vida, no es una simple aventura, yo tengo un futuro planeado a su lado y aunque quizás haya tenido cierta reputación ¿Quién eres tú para juzgarme? No eres mejor que yo Haitani” Conteste con seguridad sin bajar mi mirada “Y si amaras a Ritsu como dices hacerlo, en primer lugar no lo hubieras forzado a casarse contigo sabiendo que no estaba enamorado de ti, cuando amas a una persona lo primero que antepones es su felicidad” Promulgue recordando cada una de las lágrimas que tuve que derramar al no tenerlo entre mis brazos, la manera en como mi alma se desgarro con el ácido que mi destino me lanzaba, nadie me enseñara lo que es profesarse apasionado por alguien más porque mis emociones no son mediocres.
“No seas hipócrita, ¿Se supone que tu si estás dispuesto a sacrificarlo todo por él?” Me pregunto con angustia reflejada en las frases que recitaba.
“Si” Declare sin dudar “Si Ritsu me pidiera que lo dejara para que fuera feliz no me importaría lo mucho que me lastimara lo haría, porque no existe nada más doloroso a tener que ver como esa sonrisa se extingue” Mire con determinación al hombre de cabellos rojizos para proseguir “Si él hubiera sido feliz a tu lado me hubiera apartado, pero no fue así”
“Maldito arrogante” Mascullo entre dientes apretando con fuerza sus puños, logrando que mis defensas bajaran.
“Haitani yo te detesto” Pregone tocando su hombro “Pero eres alguien a quien Ritsu ama, por eso te quiero pedir que no desaparezcas de su vida, sé que es difícil permanecer a su lado sabiendo que soy su pareja, pero ¿No sería peor tener que vivir sin verlo?” Lo interrogue sabiendo que mi castaño siente una inmensa nostalgia hacia este petulante hombre.
“La verdad si” Musito dejando que el peso de sus hombros relajara su cuerpo “Ritsu y yo hemos estado juntos tantos años, en verdad pensé que me casaría con él y tendríamos una hermosa familia” Murmuro con melancolía sumergiéndose en sus emociones “Aunque él jamás me miro como te vislumbra a ti”
“No te pido que seamos amigos, pero por el bien de Ritsu quizás debemos dejar de tratarnos como enemigos” Le solicité tragándome todo mi orgullo para observar nuevamente la despreocupación en sus orbes verdes.
“Acepto la propuesta” Declaro mirándome de manera juguetona “Pero quiero dejar en claro cuando ustedes se peleen o tú me lo desilusiones yo no me separare de su lado” Suspire con pesadez ante tan molesto carácter.
“Entonces me debo asegurar de amarlo con todo lo que soy para que no se vaya jamás” Musite para mí mismo en un apenas audible hilo de voz.
“Sera interesante hacer esto Takano” Proclamo alejándose de mi para darme la espalda “Yo tengo asuntos que atender en el piso negocios, quizás la empresa de mi revista se alié en un gran proyecto con Marukawa” Contesto llevándose las manos hasta el bolsillo del pantalón para alejarse de mi vista.
“No será fácil tolerarlo” Murmure con algo de depresión, manteniendo mis ánimos al saber que con este pequeño sacrifico mi castaño seria inmensamente feliz al poder retornar una relación cercana con ese insoportable hombre.
Yo no estuve a su lado cuando él me necesito, cuando estaba herido por el fantasma de Haruhiko e inmerso en una terrible oscuridad de la que no podía escapar, no escuche sus desgarradores aullidos de sufrimiento, los cuales clamaban clemencia en un mundo despiadado rodeado de hipócritas, ni pude ser su apoyo al estar cegado por mi egoísmo, pero Haitani si lo hizo, aunque deteste admitirlo él cuidado de mi Ritsu cuando yo no pude hacerlo, por esa razón no pretendo que se separe de su vida cuando fue un enorme apoyo en su pasado.
A pesar de no haber podido curar sus heridas años atrás, acá estoy ahora dispuesto a formar parte de su futuro, listo para confrontar juntos todos los retos y encarar a nuestro destino escrito para sellar con otro final a nuestra tragedia, no abandonaré nunca a mi amado castaño, me es imposible dejarlo porque ahora él es lo único que ambiciono para vivir.
No existe instante en que no imagine una vida a su lado, en que no me pierda en el dulzor de su inocencia, que no contemple cada uno de sus gestos y que no ame todo lo que representa, porque él es mi tesoro, mi más grande fortuna, a quien no dejare escapar otra vez después de todo lo que luchamos.
“Takano” La melódica voz del castaño me saco de mi transe, él me miro con una tímida sonrisa intentando disimular sus emociones “Si firme el contrato, trabajaremos juntos por tres años más al menos” Murmuro mientras mi cuerpo se movió por inercia para rodear su cintura y apoyar mi cabeza sobre sus cabellos.
“Que sean los primeros años de muchos” Proclame con honestidad disfrutando de cada uno de los toques que nacían entre nosotros.
“Estamos en público, nuestros compañeros nos están mirando” Susurro con nervios en cada una de sus palabras sin intentarme apartarme de su estructura.
“Que vean todo lo que quieran, así sabrán que nos pertenecemos” El más bajo levanto la mirada aprobando que le diera un pequeño beso en la nariz, tarea que enrojeció su rostro y me saco una brillante sonrisa.
“Eres un imprudente” Se quejó débilmente, bajando con timidez su mano para poder entrelazarla con la mía.
“Pero me amas tal como soy” Respondí de manera seductora en su oído apreciando como todo su cuerpo se estremecía ante mis palabras.
“Ya sabes que si” Declaro en un apenas audible hilo de voz que de igual forma escuche, con descaro toma su cintura para caminar de regreso a la estación de trenes.
En el transporte a pesar de estar vacío ambos nos sentamos al lado del otro, acurrucándonos entre nosotros sin importar las miradas de reproche que los desconocidos nos arrojaban, no perderé la oportunidad de estar a su lado porque otras personas juzguen un inocente amor lleno de pureza y bondad al ser del mismo sexo.
Gracias a Ritsu comprendí que no importa si te enamoras de un hombre o de una mujer, porque finalmente aquella sublime unión la haces con el alma de la otra persona, aunque yo fui bastante difícil de rescatar del cuadrado en que me había encerrado sin querer contemplar mi verdad, ahora me profeso inmensamente feliz a su lado, jamás lo negare, me enamore de un hombre. Sí; es de mí mismo sexo y es bastante complicado por la manera en que nos miran los demás, pero nada de eso importa cuando siento nuestros corazones latiendo al unísono, ya no me interesa lo que piensen de mi porque la única opinión que tiene valor en mi vida es la de él, si Ritsu está orgulloso de lo que soy, yo también lo estoy.
Acaricie con dulzor el hombro del castaño quien solamente disfrutaba del ritmo de mi respiración, cerrando los ojos con tranquilidad al tenerme a su lado, me alegra ser el hombre que lo haga profesarse seguro y pleno, estoy dichoso de haber tenido otra oportunidad con la persona más maravillosa que conoceré.
Cuando llegamos removí con cuidado al más bajo indicándole sobre nuestro destino, salimos de la estación de trenes inmersos en un agradable silencio hasta llegar a lo que me enorgullece llamar como nuestro hogar, el que estamos compartiendo temporalmente con Kisa y su ridículo príncipe destellante, pero ese detalle lo arreglaremos al comprar dos departamentos contiguos para nuestra convivencia.
ME profeso extasiado al ver esa ingenua relación que mi hermano conlleva con Yukina, ambos parecen ser muy felices con la compañía del otro, me siento tranquilo al distinguir ese lucido hilo uniéndolos entre ellos al igual que él idiota de mi amigo, quien finalmente se ganó el corazón de Misaki con sinceridad, ellos merecen vivir con alegría, ya es hora de que sonrían despreocupadamente y disfruten de las hermosas flores que han plantado en sus espíritus porque yo no volverle a interferir con sus espléndidos destinos.
“No sé por qué pero estoy muy cansado” Murmuro dejándose caer en el sillón con una mano en la frente.
“Creo que eso es mi culpa” Conteste sin vergüenza sentándome a su lado para verlo de frente con seriedad.
“Idiota” Musito el menor tensándose por el repentino cambio de actitud que le mostraba, tome un gran respiro de aire y acerque mi mano hasta el bolsillo de mi pantalón tomando lo que había comprado hace un par de días “¿Takano?”
“Ritsu jamás sé que decirte cuando estoy frente a ti, lamento no tener las palabras más hermosas para regalarte, pero si algo te puedo dar son mis emociones al descubierto” Declare tomando con una de mis manos su mejilla “Eres el hombre del que estoy perdidamente enamorado, Ritsu tu eres alguien incomparable, eres lo único que necesito a mi lado para soportar todo el infierno por el que pase, me has enseñado lo que significa amar con sinceridad, me has mostrado que mi existencia si vale la pena, me has salvado mientras estaba cayendo de mi abismo” Mire con ternura sus ojos entrelazando nuestras miradas “Nunca podre poner en palabras todo lo que significas para mí, porque lo eres todo”
“¿Por qué me estás diciendo esto?” Me pregunto impactado con las mejillas adornadas de un precioso escarlata.
“No he terminado” Respondí con una infantil sonrisa “Eres la motivación que tengo para seguir respirando, eres quien me complementa a la perfección, eres todo lo que he estado esperando y más, Ritsu me has hecho cambiar para convertirme en un mejor hombre, eres mi vida, eres mi mundo” Proclame angustiado por el enredo de emociones que afloraban en mi piel “Aunque cambie nuestros hilos tú los volviste a unir con esa tierna promesa” Confesé tomando con dulzor su pequeña mano.
“No es que haya hecho mucho con lo de la cinta, pero no te podía dejar ir” Murmuro apenado con una sincera mirada que estremeció todo mi cuerpo, con determinación tome su meñique para ponerle un pequeño anillo de escarlata que había mandado a hacer a la medida como prueba de nuestro amor.
“No me importa que dice mi hilo rojo, tu eres mi otro extremo” Conteste alejándome de su mano para ponerme mi anillo en el meñique “Por eso aunque solo sea simbólico esto es prueba de todas nuestras promesas” El más bajo me miro conmovido por mis acciones apoyándose en mi acelerado pecho.
“Eres mi otro extremo Takano, ante mis ojos este es mi verdadero hilo” Musito acariciando con gentileza la joya que le acaba de poner.
“Gracias por jamás rendirte conmigo” Levante el mentón del castaño para depositar con suavidad sus labios sobre los míos y comenzar a moverlos armónicamente perdiéndome en esa tentadora adicción.
Acaricie delicadamente los cabellos del más bajo a quien recosté encima de mi pecho en el sofá acortando nuestra cercanía mientras sus manos recorrían de manera nerviosa mi pecho, sonreí al percatarme de como ambas respiraciones se agitaban por la presencia del otro, sin tener intenciones de separarme me aferre con fuerza a su cintura.
Mi boca aprisiono el labio superior de Ritsu deleitándome al escuchar un jadeo melódico pronunciando mi nombre de manera ahogada, aspire con fuerza el delicioso aroma del más bajo para profundizar nuestro contacto.
Nuestras lenguas se encontraron en una tortuoso baile en el cual yo estaba pereciendo al ser él condenado que probaba la misma libertad en su sabor, muriendo por no tener suficiente de ese dulzor prohibido, ambicionando borrar hasta el mismo tiempo para grabar este momento en lo más recóndito de mi existencia y aferrarme con desespero a este.
Entrelazamos nuestras bocas con lentitud mientras que nuestros latidos se irregularizaban y las pasiones florecían entre nosotros, con cariño roce la mejilla del menor siendo víctima de como todo mi cuerpo comenzaba a arder por aquel beso que estábamos teniendo.
Me separe del castaño vislumbrando con orgullo el brillo en los ojos de mi amado, al contemplarlo de esa manera supe que las palabras no eran necesarias, sin romper la perfecta atmosfera lo abrazase permitiendo que él reposara en mi pecho mientras yo jugueteaba con sus cabellos.
Aunque el futuro sea algo incierto para nosotros yo no me separare de Ritsu, porque si de algo estoy seguro en esta cruel existencia que tenemos que cargar; es que él es la luz de toda mi realidad, el amor de mi vida y el otro extremo de mi hilo rojo, ya no creo en resignarme viéndome obligado a aceptar un futuro prescrito, porque esta es mi historia y seré yo quien manipule el final.
Y de esta manera, con aquellos dulces e inocentes pensamientos, ese amor que logro romper todas las expectaciones al mantenerse firme en frente de las adversidades que les ofrecía la vida; eligiendo un nuevo sendero en el cual ambos aspiraban perderse, dispuestos a seguir confrontando al mismo futuro para poder permaneces unidos; lograron que aquel hilo que alguna vez separo sus complementarias almas, ahora se vuelva a unir creando un nuevo final para su apasionado romance, demostrando que el destino finalmente es lo que uno escoge seguir.