Takano Pov
No lo podía creer, me negaba a créelo, ese maldito amo del destino me estaba jugando una pésima broma, este asunto del hilo rojo se me está saliendo de las manos, ahora no me cabe ninguna duda esta es una maldición, estoy maldito de por vida, no quiero saber, no quiero conocer el otro extremo de mi hilo.
No después de encontrar al dueño del otro extremo del hilo perteneciente a Shouta, al principio no lo entendí, es imposible que mi hermano sea uno de esos raros amantes de los hombres, no, él no es homosexual, no lo puedo aceptar, debe ser una clase de error, seguramente seguimos el hilo incorrecto, rogando porque mi hermano me lo negara, me dijera que era mentira o se enojara decidí preguntarle.
“Kisa ¿A ti te gustan los hombres?” El mayor me miro sorprendido, sus ojos estaban completamente abiertos al igual que su boca.
“¿Q….Quien es el otro extremo?” Aquella respuesta solamente me logro enfurecer, no me estaba contestando con lo que quería, MALDICIÓN, al no responderme me está confirmando mi mayor temor.
“¿TU GUSTAN O NO?” Grite agarrando al más bajo del cuello de su camisa para zarandearlo bruscamente, las personas del salón nos miraban extrañados, pero no me importaba, necesitaba oírlo de su propia boca.
“Masamune cálmate” ME suplicaba asustando temblando en mis brazos, lo cual encendió aun más mi rabia ¿Cómo mierda deje que me engañara tantos años? Qué asco, no puedo creer que haya vivido a solas con él.
“¿ERES UNO DE ELLOS O NO?” Mis manos apretaban fuertemente la delicada piel del oji café, no me importaba su dolor, me sentía engañado.
“Cálmate” Me rogaba agarrando mi rostro entre sus pequeñas manos, lo cual causó un rechazo inmediato en mi persona.
“RESPONDEME” Lo acerque tanto a mi rostro, que pude ver el miedo reflejado en sus ojos, jamás lo había tratado así, me encontraba cegado por la ira, no podía analizar racionalmente la situación, no quería que mi hermano fuera eso.
“SI, LO SOY ¿FELIZ?” Al escuchar su respuesta lo solté abruptamente en el piso, no lo podía creer, acaba de confesármelo.
“Me das asco” Susurre mirándolo con desdén, mi propio hermano es un homosexual, eso lo explica todo, eso explica sus rasgos tan femeninos, lo delicado que es, nuestra conversación anterior, su afecto, MALDICIÓN.
“Por favor no me digas eso” Los hermoso ojos cafés de Shouta comenzaron a llenarse con un par de lágrimas.
“Disculpen” Al escuchar una voz ajena a nuestra conversación, me di vuelta para observar al causante de mis problemas, un hombre muy alto, más alto que yo, de contextura delgada, cabellos castaño, ojos avellana y un par de brillos a su alrededor, lo odio, lo detesto, corromperá a mi hermano.
“¿Qué mierda quieres?” Pregunte agresivamente parándome en frente de él, para poder intimidarlo.
“No deberían pelear así, los malentendidos se pueden arreglar con palabras” Declaro con un aire de ingenuidad, ja, se nota a kilómetros que él era uno de esos chicos populares que trataban de acercarse a la perfección.
“No te preocupes” Musito Kisa en el piso, el mayor tenía un par de lágrimas que se escapaban de sus ojos, me dolía verlo así, aunque me lastimaba más su traición, aun no me sentía capaz de asimilarlo, mi propio hermano.
“¿Estas bien?” El oji avellana le extendía una mano al peli negro para poder ayudarlo a pararse, lo cual me hizo hervir la sangre.
“KISA ALEJATE DE EL AHORA” Grite con fuerza desviando todo mi odio al hombre de apariencia principesca.
“No dejare que lo lastimes” El castaño se colocó al frente del peli negro quedando al medio de ambos “Si te quieres meter con alguien que sea de tu tamaño como yo, no lastimes al pequeño” El más alto acariciaba con ternura los cabellos de mi hermano, no quería seguir viendo, no lo soportaba.
“¿Sabes qué Kisa?” El más bajo despego si rostro del estudiante de arte para poder verme “Ustedes me dan asco”
“Masamune, por favor déjame explicarte las cosas, no me rechaces así” El castaño miraba a mi hermano con ternura, abrazándolo protectoramente, ¿Ello terminarían juntos? Se supone que era su destino, no lo puedo aceptar.
“¿Quieres saber quién es tu otro extremo?” El mayor no me daba respuesta alguna “Pues te diré aunque no quieras”
“No lo hables así, respétalo” El oji avellana me miraba amenazantemente ¿Es esto a lo que se llama destino?, Ja, ni si quiera conoce a Kisa y lo quiere proteger, pero que absurdo, no tiene ninguna lógica.
“Oye tu” El castaño me miro sin miedo alguno “Cógete a mi hermano como quieras” Después de decir eso Salí del salón, haciendo caso omiso del llanto del oji café, después de todo ya tenía a alguien que lo consolara.
Sin saber a dónde ir ingrese a la cafetería de la facultad para poder sentarme a pensar, necesitaba enfriar mi cabeza, con la mente revuelta me senté en una mesa blanca alejada del resto para poder reflexionar.
Mi propio hermano, a Shouta le gusta los hombres, no lo puedo, no más bien, no lo quiero creer, tantos años de cercanía juntos, tantas palabras de cariño que intercambiamos, nos apoyamos en los momentos difíciles, reíamos de nuestros errores, siempre sentí que éramos Kisa y yo en contra del mundo, pero él se atrevió a ocultarme eso, ¿Cómo se supone que confié en el otra vez? No puedo pensar en volverlo a ver sin sentir vergüenza.
Lo acepto yo soy un poco homofóbico, no creo que los hombres deban estar con otros hombres, eso es anti natural, además ¿Cómo podrían tener sexo?, hasta donde yo sé no se puede, ni tampoco pueden demostrar el afecto de forma pública ¿Cómo es que mi hermano eligió esa vida?, tal vez era masoquista.
Además me irrita el hombre que estaba atado a su otro extremo ¿Cómo pudo meterse en nuestra discusión? No se conocen, no saben cómo son sus personalidades, tal vez no se agraden, ellos se ven muy diferentes, lo más seguro es que no congenien y al estar destinados sufrirán por tener que lidiar con la presencia del otro.
Ojala nunca hubiera insultado a ese idiota de Shinobu, desearía no ver estos hilos, no quiero saber que hay de mi otro extremo ¿Y si es una mujer fea? ¿Y si es súper gorda? O peor ¿Y si es un hombre?, con estos pensamientos rondando en mi cabeza prometí jamás buscar el otro extremo de mi hilo, si no es Erika, que no sea nadie.
“Masamune” Me recorrió un escalofrió por todo el cuerpo al escuchar aquella voz rota de tanto llorar.
“No quiero verte ahora, vete antes de que te vuelva a golpear” A pesar de mi advertencia el mayor se sentó al frente mío con algo de miedo, temor que se reflejaba en las ahora opacas orbes cafés que tenía por ojos.
“No me iré hasta que me dejes explicarte” Me declaro con seriedad agarrando fuertemente mi mano.
“No quiero tu explicación” Dije cortantemente mientras intentaba deshacer el agarre de nuestras manos.
“Por favor, somos hermanos, no me hagas esto” Al escucharlo tan débil, tan frágil, tan lastimado, no pude evitar sentir que mi corazón se encogía, no quería que Shouta sufriera, a pesar de todo es mi familia y mi mejor amigo.
“Tienes cinco minutos” No me atrevía a mirarlo a la cara, me sentía muy confundido, me sentía asqueado, sorprendido, traicionado, enojado, impotente, y deprimido por no haberme enterado antes.
“Masamune nunca te lo dije, pero a mi desde que tengo memoria me han gustado los hombres, lamento habértelo escondido, lo que menos quería era lastimarte, sin embargo ¿Acaso viste como reaccionaste?, no me puedes culpar por estar asustado y no querer contarte, por poco no me golpeas” Aquellas palabra me hicieron entrar en razón, a Shouta le asustaba contarme por temor al rechazo, no puedo ser yo quien lo abandone, yo prometí cuidarlo, a pesar de mi homofobia planeo hacerlo.
“¿Cuándo te diste cuenta?” Pregunte intentando procesar todo esto, no me agrada el tema, pero por mi hermano puedo intentarlo, además debo redimirme de mi anterior reacción, me precipite al gritarle frente a todos.
“Jamás me atrajeron las mujeres” El peli negro acaricio con ternura mi mano, esperando encontrar algo de comprensión en mi persona “Me di cuenta cuando tenía seis años, yo y mi mejor amigo Kirishima estábamos jugando en los columpios, ambos estábamos compitiendo para ver ¿Quién llegaba más alto?, a mitad de nuestro juego yo hice un mal movimiento y caí del columpio golpeándome fuertemente la cabeza” El inocente relato del oji café suavizo mi ira, no me podía enojar con el mucho tiempo “Yo comencé a llorar debido al punzante dolor que sentía, Kirishima me abrazo sin saber la razón de mi llanto y me dio un tímido beso en la boca” El oji café esbozo una tierna sonrisa.
“¿Tan fácil fue darte cuenta?” Pregunte algo extrañado por el relato, finalmente me di el valor y mire a Kisa directo a los ojos.
“Si, es que aquel beso fue especial, fue tierno, cálido, inocente, desde ahí me gustan los chico, creo que ese fue mi primer amor” Un beso tímido y cálido, eso no existe, solo los besos llenos de pasión y lujuria, yo jamás he tocado a alguien de esa manera. Quería a Ichinose por eso teníamos bastante sexo, pero jamás la podría tocar con ternura, o verla con amor, esos sentimientos solo existen en magas.
“Tu hilo estaba unido al del tarado brillante” Declare cansado de pelear, desearía poder olvidar esto y regresar a como éramos antes.
“Por tu reacción lo suponía” Rio el más bajo divertido, recuperando su semblante original de optimismo.
“Escucha, esto no es fácil de asimilar, Shouta eres mi hermano, hare el esfuerzo de amarte así, aunque no te prometo nada” Me sorprendí al ver la expresión en la cara del más bajo, se veía tan enojado.
“¿Intentaras amarme?” Proclamo furioso para luego soltar una risa irónica “¿Por qué debes intentar hacerlo? ¿Es tan malo que tenga gustos diferentes?, es solo eso, no estoy enfermo ni nada, a ti te gusta el chocolate, a mí la vainilla” El peli negro tomo un gran bocado de aire para seguir regañándome “ESTO ES EXACTAMENTE LO MISMO IDIOTA” Me sentía arrepentido, en toda su vida el jamás me había llamado idiota.
“No quise decir eso, lo lamento” Dije con sinceridad, casi nunca me disculpo, sin embargo la situación lo ameritaba.
“Por favor no seas como el resto, por favor Masamune no arruines nuestra relación de hermanos, no quiero que me veas con otros ojos, no quiero que sientas asco por mi” El oji café temblaba por la impotencia que sentía, es mi familia, debo hacer el esfuerzo de aceptarlo y amarlo sin cambiar nada de él.
“Está bien, tranquilo” Acariciaba su cabeza mientras el escondía su rostro entre sus pequeñas manos “Lo que te dije ahí fue por impulso, me sentía traicionado por no saber, además jamás imagine que tu tuvieras esa clase de inclinaciones y ya sabes que soy algo homofóbico, pero nada de eso importa, eres mi hermano y te apoyare en lo que decidas hacer con tu vida” El peli negro separo sus manos de su rostro mostrándome un bella sonrisa.
“Hablas igual que tu padre” Suspiro con cariño, mientras se limpiaba las pocas lagrimas que habían quedado en su rostro.
“¿Mi papá ya lo sabía?” Pregunte sorprendido.
“Si, yo le conté a nuestros dos padres, mi madre me rechazo, no me hecho de la casa por querer ser editor, sino porque sentía vergüenza de mí, sin embargo tu padre me apoyo, dijo que eso no importaba, que me amaba tal como era, igual que tú, muchas gracias por no rechazarme” Su propia madre se alejó de él, con razón tenía tanto miedo de contármelo, nosotros somos muy unidos, lo entiendo, y lo perdono.
“Shouta” Susurre despacio para no asustarlo “¿Qué quieres hacer?” El mayor me miraba confundido por mi repentino comportamiento.
“¿Quieres salir conmigo a algún lugar? Pero si siempre te quejas de que te llevo a lugares raros” Ya no me podía arrepentir de mis palabras.
“Deseo recompensarte, lamento haber reaccionado tan homofóbicamente, no debí precipitarme así, estoy muy arrepentido” El oji café se levantó efusivamente de su silla para después agarrarme del brazo.
“Quiero ir al cine a ver la película de “The Kant”, se estrena cerca de acá” El más bajo jalo de mi mano sin dejar de hablar “Y no te preocupes por el espectáculo que armaste, así pude conocer a Yukina” Esa declaración me cayó como un balde de agua fría en la cabeza, acepto que Kisa sea homosexual, pero no a ese fanfarrón.
“¿Yukina?” Pregunte enojado tratando de seguir el animado ritmo de mi hermano.
“Si, ya sabes el otro extremo de mi hilo rojo” Aprovechando mi fuerza detuve al peli negro para que me viera directamente a los ojos.
“Shouta te amo como eres” El oji café me sonrió tiernamente con un leve sonrojo en sus mejillas “Pero odio a ese tal Yukina”
“¿POR QUE?” Me grito desesperado el más bajo, haciendo berrinche con un infantil puchero en su rostro, era el mismo Kisa de siempre.
“Porque se ve como el típico casanova, señor perfecto, meto mis narices en asuntos que no me incumbe, te lo prohíbo” El peli negro estaba en un trance, no se movía, no reaccionaba, por lo cual yo lo guie hasta el cine.
Aunque él sea el mayor, yo me preocupo por él, no dejare que salga con el típico rompe corazones, si se atreve a tocar a mi hermanito al día siguiente su cuerpo será encontrado sin vida debajo de un puente.
Camine aproximadamente una hora hasta el dichoso cine, y en todo esa lapsus de tiempo Shouta se encontraba cómodamente sobre mis hombros aun sumergido en su trances, era divertido verlo así, después de todo yo nunca le prohibí nada antes.
Cuando llegamos pregunte por la tonta película que mi hermano deseaba ver, la cual para mi suerte se había cancelado por problemas técnicos que tuvieron que enfrentar, al parecer un grupo de locos se emocionó demasiado destrozando la sala en donde se exhibía la película, que bien, no me sentía de humor para ver una película de otakus extraños.
“¿Cuál quieres ver?” Pregunte observando las carteleras “Es una lástima que cancelaran la tuya” Sonreí animadamente al decir esas palabras, me alegraba no tener que ver dos horas un anime de cocina, mi reacción por desgracia provoco la ira del más bajo, el cual actualmente tenia poder sobre mí.
“Quiero ver esa” Sonrió malévolamente, lo cual no me dio un buen presentimientos, el peli negro apuntaba al último cartel ubicado en la orilla.
“¿Destinados a reencontrarnos?” Pregunte con molestia, además de ser un film muy cursi seguramente hablaría de las estúpidas leyendas que detesto.
“Si, es la trágica historia de dos amantes que mueren producto de una guerra, reencontrándose en su siguiente vida” Iba a reclamar por su pésimo gusto pero él siguió hablando “Recuerda que me lo debes”
Resignado a obedecerlo compre dos entradas, un par de refrescos y un paquete gigante de palomitas, luego nos dirigimos a nuestro asientos, ocupando como siempre los asientos del medio, para mi desgracia habían más personas en la sala, los cuales eran bastante ruidosos, que molestos son.
“Yo quería ver la película de “The Kant”, nos sacaron injustamente de la sala” El tono de voz se me hacía familiar, sin embargo decidí no darle importancia.
“¿Chiaki enserio?, te emocionaste tanto que tuvieron que cancelar todas las funciones” Comencé a prestar más atención a la conversación de aquellos chicos.
“Ritsu no te enojes, además tú fuiste el que eligió esta película” Por alguna razón el nombre se me hacía familiar ¿De dónde lo conocía?
“No es cierto, fue Misaki el que la eligió, yo quería irme a casa” Grito en voz baja con cierto enojo en su voz.
“Ya cállense, ya va a empezar” Después de que escuche eso las luces se apagaron, dejándonos completamente obscuros por un par de minutos.
“Chicos” Susurro una chillona voz de nuevo.
“¿QUE?” Gritaron al unísono los otros dos, ¿Acaso no saben susurrar? Es un cine, ya es bastante malo es que tenga que ver esto.
“No veré bien de aquí, cambiémonos de lugar” De repente sentí algo raro en mi mano, como si fuera un leve tirón, quería ver si era mi hilo el que se movía, sin embargo las luces apagadas me lo impedían.
A los pocos minutos el tirón se detuvo y la película comenzó a proyectarse, la historia era bastante mala, se trataba de una pareja de jóvenes, los cuales se habían enamorado a primera vista, teniendo un romance corto pero ardiente, cuando sus padres se enteran de la relación los deciden separar por lo cual ambos se suicidan, prefieren morir a vivir sin el otro, acorralados por aquellas situaciones ellos se prometieron reencontrar en la siguiente vida que tuvieran, porque se encontraban unidos con el mismo hilo rojo.
Luego se conocen otra vez en época de guerra, en donde se enfrentan como enemigos, se vuelven a enamorar, vuelven a morir y así reencarnan dos aburridas horas, es el colmo que la maldición me siga hasta en el cine, yo me encontraba cansado, le iba a pedir a Shouta que nos fuéramos, sin embargo cuando lo vi él se encontraba llorando y comiendo palomitas desesperado, creo que la historia lo conmovió.
Yo aburrido, sin querer aguantar un minuto más de aquella tortura, cerré los ojos esperando poder quedarme dormido.
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Me encontraba parado en la misma laguna que el pequeño azabache de mi sueño anterior: El agua era transparente, la luna brillaba con furor, las plantas se veían más verde, el viento se sentía muy agradable, mire en todas las direcciones esperando encontrar algo, cuando me dirigí al cuerpo de agua note que mi hilo rojo lo atravesaba.
“Masamune” Reconocí inmediatamente aquella voz, la voz que me llamaba con tanta nostalgia en mi sueños.
“¿Quién eres?” Pregunte firmemente, esperando una respuesta concreta, ya no quiero tener estos sueño por eso necesito descubrir su significado lo antes posible.
“En el fondo sabes quién soy” Susurro aquella voz haciendo que todo mi cuerpo se estremeciera para luego tensarse.
“¿Por qué me llamas?” Sentí que el ambiente se entiesaba, cada vez podía ver menos, estaba volviendo a quedar inmerso en la obscuridad.
“Porque te necesito” Aquellas palabra fueron dichas con tanta tristeza que por primera vez yo no supe que decir “Masamune”
“¿Por qué me llamas? Deja de atormentarme” Le ordene con ira a la intangible voz sin saber a dónde gritar.
Después de pronunciar aquellas palabras todo se volvió negro, ya no podía ver ni la luna ni el bosque ni el agua, me había vuelto a quedar solo ¿Por qué estas cosas me pasan a mí? Odio esta maldición, la detesto.
“No es una maldición” Levante mi rostro para encontrarme con unos ojos grises, los cuales yo ya conocía.
“¿Por qué rayos estas en mis sueños?” Pregunte molesto deseando golpear en ese mismo lugar al rubio.
“Porque tú eres muy tonto y no sigues tu propio hilo” Solté una carcajada al escuchar sus palabras “¿De qué te ríes?”
“No lo buscare, ¿Estás loco?, después de ver el otro extremo de Kisa jamás indagare quien está de mi otro lado” Observe como una sonrisa retorcida se formaba en la cara del supuesto “Amo del destino”.
“¿Qué tiene eso de malo?” Me sorprendí al escuchar su pregunta, ¿Qué tenía de malo? TODO estaba mal.
“Ambos son hombres, es raro, pero por ser mi hermano yo lo acepto, que sea feliz” El oji gris soltó un suspiro, cruzando los brazos.
“Entonces si tu otro extremo fuera un hombre ¿Qué harías?” Agresivamente intente golpear el rostro del rubio, sin embargo yo no lo podía tocar, que rabia, ¿Cómo mierda se atreve a preguntar algo así?
“DEJATE DE BROMAS” Grite impotente por no poder partirle la cara en ese momento “SOY UN HOMBRE”
“Lo sé” El menor me volvió a sonreír “¿Acaso eso importa si ambos están enamorados?” Iba a volver a gritar sin embargo la voz ya no me salía, estaba furioso.
Frustrado por mi impotencia mordí fuertemente mi labio, lo odio, odio estas leyendas, yo no creo en el destino, jamás dejare que me unan a alguien que no amo, además quiero ser libre, probar distintas cosas ¿Enamorarse? ¿Encuentro pre destinado? Ja, esas cosas no existen son solo cuentos para ilusos.
“No me llames para molestarme más tarde” Susurraba molesto el rubio desapareciendo de mi vista, nuevamente me encontraba solo inmerso en la obscuridad.
“Masamune” Aquella melodiosa voz reaparecía tranquilizando mis peores temores “Masamune” Me gustaba cuando me llamaba “Encuéntrame”
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“Masamune” Escuche una molesta voz que me llamaba y sentía como me movía bruscamente, con pereza abrí los ojos para encontrarme con le infantil rostro de Kisa.
“¿Que?” Pregunte para después bostezar, aun tenia sueño, quería llegar a dormir y olvidar mis pesadillas vivientes.
“La película acabo, hay que irnos” Los dos nos levantamos de nuestros asientos para dirigirnos a la salida.
“¿Cómo termino?” Pregunte sin un verdadero interés en el film, solo quería hacer algo de conversación con mi hermano.
“Los protagonistas de la historia después de morir por treceava vez no vuelven a reencarnar, al no poder estar juntos su hilo se rompe y sus almas son separadas” Aquel final llamo mi atención ¿Eso podía pasar?
“Qué final más patético” Musite mirando la expresión de tristeza del peli negro, tenía los ojos bastante hinchados.
“Si, fue muy triste” Iba a decirle animarlo, pero al no ver por dónde iba, termine chocando con una persona arrojándola al piso, al darme vuelta para ver quién era me encontré con los tres chicos de la convención y con el castaño tirado en el suelo.
“Ritsu ¿Estas bien?” Pregunto preocupado el oji esmeralda al ver que su amigo no se levantaba del suelo.
“Si” Musito dándose vuelta para verme de frente, me sorprendí por sus hermosos ojos verdes, había algo en ellos que me atrapaban.
“Lo lamento, debí fijarme por donde iba caminando” Me disculpe ofreciéndole una mano para levantarse.
“Está bien, no me dolió” El castaño me sonrió tiernamente, haciendo que mi cuerpo se estremeciera, luego tomo mi mano, al hacer contacto sentí una corriente eléctrica recorrer mi cuerpo, al mirar mi mano, no le di crédito a lo que vi, mi hilo se encontraba tenso unido al meñique del pequeño oji verde.
“TU” Proclame con odio y desprecio.