El Instituto Komorebi es el más prestigioso entre todos ya que alberga a los mejores deportistas a nivel mundial junto con los entrenadores más reconocidos para el desarrollo de las nuevas figuras deportivas. Sin embargo, lo que más sobresale es que ahí los alumnos tienen orejas y colas; así es, son mitad animales.
De todo el plantel el grupo más notable y distinguido, "THE GENERATION OF MIRACLES" o GM, que en estos momentos recorrían airosos los pasillos.
(1)-¡¿Qué has dicho?!-
(2)-¡Lo que escuchaste! ¡Idiota!-
(1)-¡Repite eso!-
(2)-Con gusto. I-D-I-O-T-A-
Al instante se arma una riña.
Apenas hacia algunos meses desde que el tigre Taiga Kagami se había integrado al GM; hacia algunos meses que esa misma escena se repetía; el rebelde e impetuoso tigre Taiga Kagami vs el fiero y ágil Aomine Daiki -el pantera-.
-Are, Are es muy temprano para que esos dos estén peleando- menciona con resignación y media sonrisa el súper modelo Shiba inu Ryōta Kise- ¿A quién le toca separarlos esta vez?- Mira a su compañero contiguo.
-No me mires a mí - se arregla sus gafas de forma galante el cuyo Shintarō Midorima- Yo lo hice la vez pasada.-
-Mph- se queda un tanto meditabundo el rey y capitán, el león Seijūrō Akashi- Atsushi-
Sólo con esto el mencionado actuó, siendo mitad oso el separar a los aludidos era tarea fácil.
-Daiki, Taiga- les menciona con voz gélida su capitán- Los quiero ver después del entrenamiento- y dirigiéndose a los demás -Vámonos -
Todos le siguieron a excepción de cierto pelirrojo.
-¡Maldición!- debido a la impotencia y la ira contenida golpea la pared más cercana a él, lastimándose la mano.
-Kagami-kun- una voz queda y suave lo saca de sus cavilaciones - Estas herido, vamos a la enfermería- el pequeño lobo Tetsuya Kuroko toma su mano y le guía hasta la enfermería.
Una vez ahí Kuroko le cura y venda la mano a Kagami.
-Ne Kuroko- dice el oji rojo al cabo de un tiempo.
-¿Si?-
Kagami al ver la indiferencia de peli azul no soporto más y se apodera de sus labios.
-K-Kagami...-kun-
Entre besos apasionados Kagami fue recostando al menor en la cama, que convenientemente estaba a su disposición, cubriéndolo de carisias, besos y mordidas su recorrido entre cuello y oreja. Fue justo ahí donde se detuvo y aparto.
-¿Kagami-kun?- interroga, con la mirada expectante el lobito.
-Hueles a Aomine- bufa con desagrado.
-E-Eso... Ah- recibe una mordida en su hombro derecho.
-Tsk. Me molesta.- da nuevamente una mordida, marcando esa pálida tez.- Tú eres mío-
Era tal su necesidad que arrebata todas las prendas del menor, despojándole de ellas para terminar a su merced. Una vez hecho esto, sin perder tiempo el tigre comienza a devorar el miembro del oji azul, sacándole sonoros gemidos. A su vez dos dedos suyos se cuelan en el cálido interior del contrario, moviéndolos en todas direcciones para dilatar su entrada y...
-Ha… Ah... ¡AH!-
Encontrar el punto clave.
-¿Se siente bien?- pregunta con sensualidad el tigre a su presa.
Por respuesta obtuvo un gemido más fuerte que los anteriores, indicándole al tigre que ya estaba preparado para lo que seguía. De este modo, estando Kagami erguido y al filo de la cama, penetra a Kuroko; quien estrecha sus piernas alrededor de la cintura del mayor, dando una excelente profundidad en las penetraciones y amplitud en los movimientos de ambas pelvis.
-Mgh. Kuroko- para tener mayor soporte pone sus manos al costado del lobo, teniendo mejor alcance a su clavícula y por tanto a su oído - Corrámonos juntos.-
Bastaron unas estocadas más para que Kagami se viniera dentro de Kuroko y éste a su vez en sus vientres.
-Te veo luego- una vez alistado sus ropas y demás, el pelirrojo sale de la enfermería cerrando la puerta tras de sí y a un desnudo, pegajoso y jadeante Kuroko.
-¿Mph? ¿Y Kuroko?- pregunta Akashi al ver llegar a Kagami solo- Pensé que estaba contigo, Taiga.-
Todos los ahí presentes le dirigieron una mirada furtiva.
-Ngh.- Hace una leve pausa para continuar- Él... No vendrá... Me pidió que lo disculparan, pero no se encontraba en las mejores condiciones, así que regresó a su habitación.-
Al parecer con esa escusa todos le habían creído, todos excepto Aomine Daiki.
Así que se escabulló.
En una habitación de grandes dimensiones y toda equipada, yace en una mullida cama un lobito.
Sigilosamente la pantera avanza hacia su presa.
-Mngh. Mph...- Kuroko, entre sueños empieza a moverse- Ah. Ha...- Hasta que finalmente abre sus ojos- ¿A-Aomine-kun?- el peli azul estaba desconcertado; ¿Que hacia su compañero de equipo en su habitación? Y más importante aún... ¡¿Por qué estaba desnudo?!- N-Nani...-
-Oh. Ya despertaste Tetsu- con ello Aomine da una sensual lamida al rosado y erecto pezón del menor.- ¡Ese idiota de Kagami me las pagará!-
-Ah. Ha. No... Aomine-kun- debido al trato recibido con anterioridad todo su cuerpo estaba tan sensible que hasta el más ligero rose por parte de Daiki hacia que pequeñas corrientes eléctricas le recorrieran por completo.
-Aunque... En cierto punto no lo culpo- da una mordida a la piel blanquecina para luego recorrer con su lengua menguando el dolor causado- Y es que tienes tan buen sabor Tentsu. Y tu aroma...- Esta vez se apoderó del cuello del albino; y como con Taiga, Daiki se detuvo- No tolero que el olor de Kagami este impregnado en tu piel. Solamente YO puedo marcarte. Solamente YO puedo poseerte-.
Y así lo hizo. Aprovechando la posición de Kuroko, Aomine solo realizo algunos "ajustes" para hacerle ver estrellas a su amante. Situando sus caderas entre las piernas del lobo, empezó a balancearse con suavidad, primero hacia adelante y luego hacia atrás.
-Mgh. Ha. Ah... A-Aomine-kun-
-Tetsu... Corrámonos juntos-.
Sobra decir que después de aquella actividad física Kuroko quedo afónico 3 días y duro sin poder sentarse correctamente 2 semanas. Pero más aún durante ése lapso de tiempo e incluso un poco más el lobo de ojos azules evitó completamente a Kagami y Aomine, además de faltar a clases, entrenamientos y partidos.
Sin embargo el portador del número 11 sabía que no podía seguir huyendo de lo inminente (sin olvidar de la pacifica ira de su capitán), pero ¿qué era lo que sabía realmente? ¿Qué era lo inminente y por ende inevitable? Necesitaba ayuda. Así que el oji zafiro se puso en marcha.
Primero acudió con su reservado amigo el cuyo.
-Midorima-kun. ¿Qué es lo que debes de sentir por la persona que te devora?-
-¿Eh?- menciona escéptico el peli verde- ¿Y cómo voy a saberlo?-
-Pues porque Midorima-kun fue…mmm. Comido… por… Takao-kun- La última frase no se logró entender del todo ya que el cuyo tapa la boca del lobo, aunque en vano pues ya habían captado la atención de los demás estudiantes ahí presentes- Kuroko, ven conmigo- y con rapidez y brusquedad aló al menor para evitar miradas de curiosos.
Se dirigieron a la azotea.
-Mataku…- Se arregla con elegancia sus gafas- Mi horóscopo no predijo esto, aunque debí suponerlo. Estar ligado a un acuario siempre trae malas consecuencias.- Una vez calmado, ambos chicos se pusieron a hablar del asunto que preocupaba al menor.
-Debido a ello, no sé qué debería hacer- acaba cabizbajo y melancólico el albino.
-Mph.- El cuyo se pone a reflexionar- Dada tu situación deberías preguntarte primero ¿qué es lo que sientes?-
-¿Qué… es… lo… que siento?- pese a repetir con cuidado las mismas palabras, Kuroko, seguía sin comprender.
-Ah- Midorima laza un suspiro ante la inocencia de su compañero, para proseguir.- ¿Cuáles son tus sentimientos hacia ellos? ¿Qué sentirías si ellos ya no están contigo?- Tetsuya se movió incomodo ante tal pensamiento -¿Qué pasaría si alguien te los quitara? ¿Qué harías?- Shintaro deja que sus palabras tuvieran efecto en el peli celeste para levantarse y retirarse.
<<- ¿Cuáles son tus sentimientos hacia ellos? ->>
Esas palabras no paraban de rondarle por la cabeza desde la partida del oji jade.
<< ¿Qué es lo que siento?>>
-Ése no es el único asunto que debo resolver- sus ojos llenos de aquel sentimiento se dirigen al cielo; tan alto y lejos, perdiéndose entre la inmensidad.
Así que toma su celular y marca “ÉSE” número telefónico.
-¿Diga?- contesta una voz al otro lado de la línea.
-Soy yo. Necesitamos hablar.-
Un momento después…
-Así que Kuroko-kun está enamorado de Aomine-kun y Kagami-kun- la pequeña corderillo peli rosa sonríe ampliamente.- ¡Kawai!
-Eso parece…- dice en voz baja Kuroko- Quería consultar a Momoi-san sobre…-
-A cuál de los dos debes elegir, ¿cierto?- termina la frase por él- Dime Kuroko-kun, ¿de verdad es tan difícil de elegir?-
-Es que ambos son tan importantes para mí que no quiero perderlos, no les quiero lastimar.-
-Si ése es el caso entonces ¿por qué elegir?- Ante esto ambos se detienen es su caminar.- Es decir uno no puede elegir cuando y de quien se enamora. El amor no elige, Kuroko-kun.- Entonces ¿por qué hemos de elegir? La respuesta siempre la has tenido.-
-M-Muhcas gracias Momoi-san- aparece un pequeño rubor en él.
-No hay de qué, me encanta ayudar, sobre todo si es Kuroko-kun- la corderito se abalanza sobre el lobo y empieza a abrazarle posesivamente.-
-Eto… M-Momoi-san…-
Tanto la mencionada como el peli azul se percataron que no estaban del todo solos como ellos creían.
-N-No… pue… de… ser- difícilmente, casi con temor, Momoi logra articular dichas palabras.
Mientras tanto en los dormitorios.
-No puede ser. Ha pasado casi un mes y Kuroko me sigue evitando- menciona con resignación el pelirrojo.
-Pues si no hubieras sido un bruto con él no estarías en esta situación- le reprende el moreno.
- ¡¿Ah, sí?!- se levanta y va donde el pantera. -¡Pues tú no fuiste precisamente un caballero con él! ¡Idiota!-
-¡Cabeza hueca!-
Surge una polvareda donde ambos felinos se ven involucrados intercambiando golpes, mordidas, arañazos y demás.
-Ha. Olvídalo- Aomine pone fin a la disputa- Si ambos no hubiéramos sido unos pelmazos calenturientos, esto no estaría pasando-
-E-Estoy de acuerdo.- agacha sus orejas- Además ninguno de los dos estamos seguros sobre los sentimientos de Kuroko. Y después de lo ocurrido dudo mucho que nos quiera volver a ver en la vida- Lanza un suspiro.- ¿Qué podemos hacer? –
Y ambos se pusieron a pensar.
-Ah ¡Ya sé!- se levanta animada y lleno de júbilo Kagami.
h
3 Horas después.
-Y si…-
-Sólo si quieres armar tal alboroto para ser expulsado después- le interrumpe Aomine.
-…-
Era oficial Taiga Kagami había quemado y explotado hasta la última de sus neuronas. No sabía qué hacer.
-Hah. Tal parece que lo único que nos queda es irnos a disculpar, afrontar las consecuencias y rezar por no ser bateados o algo peor- concluye después de un rato Daiki.
Sin más miramientos fueron a buscar al chico lobo. Solo había un pequeño problema… ¿Dónde buscar?
El sol empezaba a ponerse sobre el horizonte y los felinos habían buscado por todas partes sin éxito alguno.
-Ah… Ha… Creo… Creo que no tenemos otra opción- con dificultad la pantera trata de recuperar el aliento.
-N-No… No te referirás…- el sólo hecho de imaginar hacia donde se dirigía la conversación, al tigre le aterraba.
-Tenemos que… Recurrir a Akashi-
Y como si de una película de terror se tratase Kagami escuchaba la música tétrica cuando el héroe es obligado a introducirse en el lugar donde cosas terrible pasan. Simplemente no era su ideal pedir ayuda a su capitán pero dada la situación no tendrían otra opción.
Helos aquí en los dominios del mencionado, el salón más apartado del ala oeste, con la cola entre las patas pidiendo ni más ni menos que la ayuda del rey de reyes.
-Mph. Así que quieren encontrar a Tetsuya- Sin apartar la vista del tablero continua- Interesante pero ¿qué ganaría a cambio?-
-Amm… Pues…- Ni Aomine ni Kagami sabían qué decir.
-Ja- Ríe malévolamente al terminar de colocar otra pieza. Luego los mira- Díganme. ¿Por qué ayudaría a mis oponentes, por ponerlo de la forma más monosilábica que se pueda, a conseguir algo que yo también quiero? No, definitivamente no.- Ante esto los aludidos se crisparon. ¿Acaso estaban escuchando bien? ¿Akashi también sentía algo por Kuroko?- Sin embargo. Los días han sido tan monótonos- continua- Quiero algo de diversión y ustedes me la darán. Tetsuya se encuentra en el student council storage room.-
Obteniendo la información Daiki y Taiga salen despedidos.
-Jacke-
Y Estando delante de la puerta del student council storage room.
-Bueno… Aquí es…- Le dice el oji rubí a su compañero.
Al abrir la puerta de par en par encontraron –al final de la habitación- en una especie de cornisa o saliente se hallaba a el lobo, observando pacíficamente el manto celestial.
-Kuroko-
-Tetsu-
Le llamaron al unísono gentilmente.
-Dejé las clases, dejé las practicas, dejé mi habitación porque quería estar solo- su voz era cortante y fría. En su rostro se reflejaba una sombra y el vacío.- Entonces. ¿Por qué están aquí?-
Durante unos instantes, el repentino cambio del peli azul les petrifico.
-Escucha Tetsu- Comienza Aomine caminando lentamente hacia el nombrado- Sabemos que estas molesto con nosotros y… estas en todo tu derecho. Pero antes…-
-Quisiéramos disculparnos por nuestro comportamiento -continuo Kagami- Sabemos que te lastimamos y estamos muy, muy arrepentidos.-
Se hace un silencio largo, pesado e incómodo para los tres.
-¿Lastimar?- Su voz llena de ironía rompe el silencio- Ja ja ja no me hagan reír- De un salto baja de la cornisa- ¡¿Es todo lo que tienen que decir?! ¿Qué lo sienten? Ja, la verdad esperaba mejores argumentos. Seguro que le dicen eso a todas para que caigan rendidas a sus pies- Hace una pausa ladea su cabeza un poco – Y yo por poco caigo.-
-Tetsu, ¿pero de que estas hablando?- asombro era todo lo que Aomine reflejaba.
-Dejémonos de hacer los tontos, ¿quieres Aomine-kun?-Sus ojos tan calmados como la mar ahora eran una gran tormenta en alta mar; tan filosos que era prácticamente imposible aguatarle la mirada.- Se dé buena fuente que actúan así con cualquier persona o al menos con aquellas que sean lindas o que tengas una esencia agradable. Ahora que si no cubren con estos requisitos se abalanzan y devoran a cualquier cosa que se mueva. –
*Jacke
Al decir esto último Kuroko recibe un fuerte golpe en la cara por parte de Kagami. Pero al contrario de la reacción que esperaría el albino comienza a reírse.
-¿A caso te ofendí, Kagami-kun? ¿La verdad duele no es así? Seguramente Himuro-kun y Kise-kun pasaron un gran rato cuando tuvieron la oportunidad.-
*Jacke
Con eso el oji celeste había dejado sin argumento a sus compañeros, pues hasta donde ellos sabían todo ello era verdad. Fue una fatídica noche con alcohol de por medio, para terminar en una situación indecorosa con Himuro Tatsuya y Kise Ryouta. Una noche que desde hacía tiempo intentaban olvidar.
-La verdad duele una sola vez; la mentira, cada vez que se recuerda- de ojos celestes emana cristalinas gotas de agua salina- Y lo peor es que tendré que cargar con ella toda mi vida. ¡Maldición!- Cubre su rostro con sus manos intentando, en vano, parar aquel dulce y pequeño causal de lágrimas- ¡Los odio! Los odio por haberme hecho llegar a amarlos profundamente a ambos. Los odio por obligar a mi corazón a elegir a uno de los dos. ¡Los odio y a la vez los amo tanto, maldita sea! Ujuju.-
Gentilmente una mano cálida y reconfortante se posa sobre su rostro, y al dirigir su vista hacia arriba, recibe un casto beso; primero por parte del tigre y después por parte de la pantera.
- Gomene Kuroko-
- Gomene Tetsu-
Sus rostros eran afables y contenían una tierna e inocente sonrisa que figuraba arrepentimiento por lo ocurrido hacia el pequeño.
- Ne Tetsu, aishiteru-
- Ne Kuroko, aishiteru-
Nuevamente besan al lobito.
Al principio eran besos suaves y llenos de aquel poderoso sentimiento, pero conforme pasaba el tiempo se hacían cada vez más profundos y demandantes.
-Ne Kagami, ¿no crees que es tiempo de poseer a Tetsu completamente?- lanza una mirada y sonrisa de complicidad a su compañero pelirrojo.
- Sí, no podría estar más de acuerdo contigo Aomine- y mirando a Kuroko- Estoy en mi límite.
¡¿Quién lo diría?! Que de aquel pequeño cuarto se escucharían diversos sonidos hasta el alba.
Muy temprano por la mañana, a los primeros rayos del sol, se abren las puertas al paraíso en tez de marfil.
Incorporándose un poco, Kuroko contempla a sus dos amantes dormidos plácidamente, cuando suena quedamente su celular.
Era un mensaje:
YA ES HORA
Con enfado y con sumisión se levanta y alista para marcharse; no sin antes claro, despedirse con delicados besos.
Una vez en el lugar citado.
-Veo que pasaste una velada inolvidable- su voz aunque suave estaba cargada de cierta ironía.
-Sí- responde secamente el número 11, acercándose a la otra persona- Al menos pude expresarle mis sentimientos a los dos.-
-Al menos, eh- de entre las sombras emerge Akashi- Bueno es una lástima que no supieras aprovechar el juego que te di pero… Ja, a la vez estoy muy complacido.-
-Lamento ser sólo una sombra, Akashi-kun. Pero actué como mejor me pareció.-
-Vamos Tetsuya, ambos sabemos que no eres sólo una sombra.- hace una pausa dramática, aproximándose a escasos centímetros del peli azul, posa su mano derecha en el vientre de éste- Ya no-
h FLASH BACK
-N-No… pue… de… ser-
-Satsuki, Tetsuya- Inclina cortésmente la cabeza en forma de saludo.
-A-Akashi-kun- La peli rosa no salía de su asombro- E-Eso quiere decir… ¡Kuroko-kun!-
Por toda respuesta el portador del número 11 le dio una media sonrisa.
-S-Si… S-Significa…- del shock, Momoi no podía formar oración alguna. Ahora todo tenía sentido, la persona con quien había hablado Kuroko unos minutos antes era…
-Así es Satsuki- Interrumpe con su aterciopelada voz los pensamientos de la chica.
-Esto Momoi-san- le llama el lobo- Sobre lo anterior… Hay… Hay algo que quisiera pedirte…-
20 minutos después.
-¡¿QUÉ, QUÉ?!- Fue todo lo que alcanzo a gritar la corderita antes de desmayarse por completo.
-Creo que fue demasiado para Satsuki- menciona el rey, viendo como Kuroko la depositaba suavemente sobre la cama de la enfermería- Bueno, ahora a lo que nos compete- Abre la puerta- ¿Shall we?-
Ambos salen de la enfermería rumbo a los dominios de Seijuurou, donde se llevó a cabo este plan maestro.
h END FLASH BACK
-Fue un buen juego- continua Akashi- Por lo menos logró entretenerme un rato. ¡Y las caras que debieron de haber puesto Taiga y Daiki cuando les revelaste su secreto mejor guardado! Jajaja- Estalla en sonoras carcajadas- Lástima que no hubieran llegado a tanto con Tatsuya y Ryota, al menos no hasta donde ellos piensan.-
El oji zafiro espero a que su capitán recobrara la compostura.
-Ahora me toca mi recompensa, ¿no lo crees Tetsuya?- Se apodera de los labios del contrario y sus manos abren a la par la camisa y pantalón del albino; tomando su miembro comenzó a masturbarlo.
-A-Akashi-kun… Ngh- Sus gemidos no se hicieron esperar. – Ah… Ha… Mph… ¡AHHH!- Bastaron unos cuantos más de aquellos agiles movimientos para venirse.
-Eso fue rápido- con elegancia y perversión se lame los restos de la esencia del lobo que habían quedado en su mano- Eso es todo. Por ahora- Sin más se dirige a su afamado tablero- Por cierto salúdame a Taiga y Daike, dale mis felicitaciones. Los veo el lunes por la mañana. Puedes retirarte-
Con ello Kuroko sale del salón a su cuarto. Ya que su capitán se encontraba de tan buen humor como para darles el día libre no lo desaprovecharía; regreso a su dormitorio y se acorruco entre los protectores brazos de sus amados.
<<- Si en un sueño deseo nunca despertarme. Sólo deseo que sepan cuanto los amo ->> pensaba mientras sus ojos se cerraban lentamente<<-Y… que pronto van a ser papas>> Una angelical sonrisa, finalmente se quedó profundamente dormido.
Al día siguiente.
-Taiga, Daiki su entrenamiento se duplico por sus no tan ortodoxas escapatorias. Así que hoy no tendrán descanso.-
-¡¡¡¿¿¿QUÉ???!!!- Dijeron a todo pulmón los chicos.
-Y ya que Tetsuya no podrá entrenar por algún tiempo ustedes harán su parte. ¡Así que a trabajar!-
Inmediatamente Kagami y Aomine comenzaron a correr.
Era oficial, Akashi había dictado sentencia y muerte a los dos. Aprenderían que con él no se jugaba.
Mientras esto ocurría, sentado en las gradas se encontraba Kuroko.
-Bueno no todo podía salir color de rosa- Pasaron la primera vuelta el tigre y la pantera.- Y más si esta Akashi-kun de por medio.-
-¡Dios! ¡Siento que voy a morir!- grita Kagami al empezar otra vuelta.
-¡Cállate idiota y sigue corriendo!- le censura Aomine. –No quiero tener más problemas.-
-Sí, todo volvió a la normalidad- murmura por lo bajo Kuroko- Sólo espero que tus padres sobrevivan para darles la noticia… Una maravillosa noticia.- posa su mano en su vientre y sonríe.
FIN