Mientras observo el paisaje cambiar a gran velocidad por la ventana, mis pensamientos remontan aquel mágico verano y me pregunto si tú también lo recordarás.
***
-Ah. Como odio el sol- arrastrando cada letra de manera terrosa y afilada el cuyo baja del autobús con un aura de muerte.
-Shincha- con voz cantora Kazunari Takao el hámster coloca una especie de sombrero vacacional junto con un collar de flores (estilo Hawaii) a su compañero.
-Definitivamente no sé cómo me arrastraste a esto, Takao- se quejaba irritado y exhausto Midorima.
-Sabe- responde de forma “inocente” y es que ése día aunque la fortuna predestinaba a Shintaro como vencedor absoluto Takao… Bueno él… Digamos que el ser testarudo tiene sus beneficios.
Ése día Takao derroco (digno de llamarse prodigio) a Mirorima jugando piedra, papel o tijeras.
-Mph. Como sea, acabemos con esto de una vez.- el cuyo recoge sus pertenencias y comienza a andar.
Y es que al ser ganador Kazunari, somete en cierta forma a Midorima dondé a él le complaciera ir de vacaciones, por tanto el vencedor designo una semana en la playa.
El hotel Crowne Plaza era grande, exuberante y caro a más no poder; y si entramos en el detalle de que ambos tenían una de las mejores suites con vista directa al mar, bueno Midorima estaba azorado.
-¡Bala de Cañon!-
El acto termina con un tsunami a escala y un cuyo todo ensopado.
-¡Takao, idiota!-
Así iniciaron sus vacaciones.
Conforme fueron pasando los días Midorima comenzó a darse cuenta de que la actitud del hámster y la escena y atmosfera que reflejaban eran algo más que de amigos. Sin embargo, como es de su naturaleza, le restó importancia. Hasta que a la puesta del sol del tercer día.
-Me gustas Shin-chan-
Todo cambió.
Los días subsecuentes la atmosfera entre los dos era bastante incomoda, y para ser honestos a cierto pelinegro le ponía los nervios a flor de piel, ya que no había sido rechazado pero a su vez no había obtenido una respuesta afirmativa; se les estaba acabando el tiempo y las opciones.
Finalmente en la mañana, mientras caminaba por la orilla de la playa del sexto día obtuvo la respuesta que estaba buscando.
Desde aquella hora Midorima no había visto rastro alguno del cuyo por lo que se sentía aliviado pero a su vez un sentimiento de intranquilidad le embargaba.
A eso de las cinco de la tarde recibió un mensaje de su compañero para verse en el lobby dentro de tres horas. Pese a su ética y sentido común Shintaro fue al y a la hora acordada.
Estando solo en el callado y mullido rellano del recinto su mente empezó a divagar sobre lo que le iba a decir al hámster ya que no era propia de él aquella actitud, mas sin embargo estaba asustado.
Unos pasos a lo lejos lo sacaron de sus cavilaciones, seguidos de una cálida mano que le ala para que le siguiese.
-Oí Takao, ¿a dónde me llevas?- forcejeaba un poco el peli verde- ¡Takao!- sin embargo no obtuvo respuesta alguna. Lo único le quedaba era seguirle y así lo hizo.
Caminaron un lago rato entre calles hasta que el hámster se detuvo abruptamente.
-Takao pero qué…- el oji esmeralda no pudo continuar ya que sus labios fueron apresados por los del contrario. Mientras esto ocurría se escuchaba una canción y algunos versos de esta.
When you feel all alone
And the world has turned it's back on you
Give me a moment please to tame your wild wild heart
I know you feel like the walls are closing in on you
It's hard to find relief and people can be so cold
When darkness is upon your door and
You feel like you can't take anymore
Los cuales ahora repetían el peli negro.
Let me be the one you call
If you jump I'll break your fall
Lift you up and fly away with you into the night
If you need to fall apart
I can mend a broken heart
If you need to crash then crash and burn
You're not alone
- You're not alone – hace una pausa para besar nuevamente al cuyo. – Ne Shin-chan- al apartarse le dirige una mirada llena de súplica- Sé que tienes miedo. Miedo de que te quieran, pero sabes… He mantenido estos sentimientos por ti desde la primera vez que te vi y nunca van a cambiar. Te amo Shin-Chan- Con una especie de palanca se abre lo que era un telón oculto en las sombras- Y para demostrártelo…- Indica el bello paisaje que surge a través del manto, una bahía de aguas cristalinas quedaba frente a una pequeña isla.
- E-Esto es…- del asombro el oji verde no podía hablar. Su mano fue tomada por el pelinegro conduciéndole al muelle.
- Todos a bordo- de un salto Takao entra ala pequeña embarcación, toma de debajo del timón un sombrero de capitán y extiende su mano a Midorima- Shin-chan-
El mencionado la toma y entra al bote.
- Siguiente parada la isla del amor-
<¡POM!>
No es de asombrar que Kazunai viera pequeños Midorimas alados dándole vueltas por la cabeza por tal golpe por un tiempo.
Una vez llegado a su destino Shintaro fue recibido con la cena más romántica y deliciosa que él haya visto y probado. Y finalmente fuegos artificiales en la playa.
- Te amo Shin-chan- con cautela Takao posa sus labios en los contrarios.
Poco a poco Midorima fue cediendo, dejándose llevar por los sentimientos que le embargaban.
Al paso del tiempo los besos subieron de intensidad y el desea de explorar el cuerpo ajeno se hizo presente –sobre todo, y principalmente, por parte del hámster-
Ante esto el cuyo se aparta un poco, temblando ligeramente.
- No tienes por qué temer, Shin-chan- le dirige una cálida sonrisa- No hare nada que Shin-chan no quiera. Jamás te lastimaría.- Diciendo esto aparta la mirada, contemplando la bóveda celeste.
- Takao- con voz temblorosa le llama.
Al bajar la mirada Kazunari fue recibido por unos cálidos y fragantes labios. Sin dejar de besarle, el hámster fue recostando suavemente sobre la arena al cuyo, despojándole de toda ropa.
Después de los preparativos iniciales Takao empieza a penetrar a Mirorima; que al verse acostumbrado al leve vaivén, instintivamente arquea su espalda y acompasa su cuerpo al del otro, controlando el ángulo de penetración dando de lleno al mejor punto de su cuerpo.
Midorima estaba tan entregado al placer que sus gemidos no se hicieron esperar.
Al estar cerca del clímax el pelinegro no solo aumenta la velocidad y profundidad de las estocadas sino que además acaricia de una forma tan exquisita el miembro del peli verde, que basto poco para que, gracias aquellas caricias, se corrieran juntos.
Y así mientras el paisaje y la gente pasan voy recordando el tacto de tu piel, tú aroma y sabor, reviviendo aquél verano.
-¡Takao despierta ya!- Shintaro le avienta todo el equipaje.
-Hah. Ojala que fueras tan lindo y dócil como aquella vez- se lamentaba entre suspiros Hazunari.
-¿Dijiste algo?- pese a ser una pregunta su mirada era realmente peligrosa.
-N-Nada-
Una vez fuera del autobús, Takao se queda estático.
-E-Esto es-
-No te quedes ahí parado. ¡Muévete!-
El mencionado sale corriendo con una gran sonrisa. Y es que para su sorpresa se encontraban en el mismo hotel que sólo unos minutos antes estaba rememorando.
Al llegar donde su pareja le da un fugaz beso en los labios, toma su mano y comienza a tararear esa dulce canción. Con ello había obtenido la respuesta a su pregunta.
Ambos traspasan las puertas perdiéndose en la inmensidad del lugar y sus recuerdos.
FIN