Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Porque así es por sugarlimbo

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Kim KiBum picaba verduras afanosamente a toda velocidad, pues tenía demasiada energía que necesitaba canalizar.

Escuchaba cómo Jonghyun y Minho conversaban tranquilamente, mientras veían televisión.

Y a la vez, podía oír con desagrado,  las voces de quienes se encontraban en la habitación de al lado jugando cartas. Podía percibir perfectamente los suspiros desesperanzados de Taemin, que al parecer, estaba perdiendo el juego; y a la vez, enterarse demasiado bien para su gusto, de las exclamaciones de júbilo de Jinki, al estar ganando.

 

Todo estaba muy normal. Todos hacían lo de siempre y él cocinaba, porque había perdido una apuesta; de esas que también eran muy normales entre ellos. Nadie que los viera, diría que se estaban comportando de una forma diferente. Nadie, excepto por ellos, sabía que ya no todo era igual. Y al pensar en ello, nuevamente, falló Kibum con la dirección del cuchillo, dando así, inevitablemente con la punta de su dedo.

 

—Mierda—se quejó bajito.

 

Estaba demasiado inserto en sus resentidos pensamientos, como para hacer un escándalo por un pequeño accidente doméstico.

Y para su mayor desgracia, oyó a lo lejos un “No es justo, hyung”, precedido de una risa más grave y una frase que no dejó de inquietarle.

“Voy a la cocina por unos refrescos”

Kibum, metió su sangrante dedo bajo un chorro de agua, y le dio la espalda a la puerta, por la cual, segundos más tarde entró Lee Jinki.

 

Y no fue más que un momento incómodo de principio a fin.

 

Jinki murmuró un “permiso” casi de manera inaudible, cuando se percató que el otro se encontraba en el mismo lugar que él.

 

Ya casi no tenían contacto; Jinki lo ignoraba. No estaban juntos en una habitación, a menos de ser eso, absolutamente indispensable e inevitable, y cuando eso sucedía, Jinki, siempre encontraba una forma de escabullirse rápidamente.

Lo que ya no existía, por ningún motivo, era el contacto visual. El mayor había hecho un trabajo tan preciso en ese aspecto, que ahora Kibum, hasta el facilitaba las cosas.

Prefería evadirlo, para destensar los ambientes. Por esa razón, le daba la espalda en ese momento.

Si el otro no quería mirarlo, pues él, no tenía motivos para querer lo contrario.

 

Pero su cuerpo, sin que él pudiera hacer algo por impedirlo, sí le daba motivos. Motivos mudos, los cuales no podría distinguir si no los sintiera. Los sentía fuerte, punzantes, como una aguja pinchándole la oreja.

Se guió entonces, a enfrentarse a ese estúpido que ya no le dirigía la palabra. Pero, cuando su mirada se plantó en el refrigerador, Lee Jinki, ya no estaba.

 

Sin entender por qué, si Kibum en ese momento, hubiese podido tomar toda la vajilla y romperla; lo habría hecho. Y gustoso, con toda su fuerza.

 

Porque algo no estaba para nada bien.

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------

 

“Tonto, estúpido, idiota. Poco profesional, poco profesional, poco profesional.” Esas eran las únicas frases que acudían a su mente. Movía sus ojos con desesperación, mirando hacia el reloj que se encontraba en su muñeca.

Su mano, por su parte, se movía presurosa y ágil firmando una y otra cez cada uno de los papeles que las fans le entregaban. Ya casi no sabía lo que hacía, lo que le decía o si quiera, dónde estaba.

¿Corea? ¿Tailandia? ¿China?

 

Ya no lo recordaba. Sólo recordaba vagamente que estaban de viaje.

 

Sólo actuaba un poco por mandato y gran parte por instinto.

 

Había decidido actuar así, porque de otra forma, si es que su cabeza decidía retroalimentar lo desagradable que había pasado hacía unos minutos, terminaría actuando de alguna manera, que sabía, se arrepentiría toda su vida.

Cuando el último autógrafo fue impreso sobre el último papel, se levantó Kibum de su asiento, junto a todos los demás. Tenía la cabeza firme y el cuello tieso, inmovilizado, pues no quería mirar a su derecha.

Sin embargo, al despedirse del personal, para dirigirse a la entrevista que estaba sólo a unos pasos más allá, el destino le jugó una mala pasada. No pudo evitarlo.

Al girarse, se topó con la espalda de ese imbécil que tanta furia le estaba haciendo sentir.

El mismo imbécil de siempre; razones distintas.

 

Recordó rápidamente el motivo de la molestia de los últimos minutos.

 

Tonto, estúpido, idiota. Poco profesional.

 

Era el momento divertido de los fansigns cuando todos se fastidiaban entre sí; jugaban, se reían.  El momento del fanservice. Cuando los integrantes del grupo se obsequiaban  cariño con cada vez más naturalidad, pues estaban día a día vez más acostumbrados. Era entretenido…

… era parte de su trabajo.

 

Kibum vio con molestia cómo Jinki pasaba por cada uno de sus compañeros, a medida que transcurría la jornada. Por todos menos por él. Pues, nuevamente, lo ignoraba con un eficacia digna de un profesional.

 

Jugó con los dedos de Taemin y lo peinó un poco; dejó que Jonghyun le hiciera cosquillas, mientras se carcajeaba de lo lindo y, finalmente; entabló una entrañable conversación con Minho, terminando su charla con gran y fuerte abrazo fraternal.

Cuando por fin llegó a Kibum, simplemente, embutió toda su atención en las fans, continuando claramente, con su deber de firmar autógrafos.

               

Entonces, Kibum, con la destacable astucia de la cual él se sentía muy orgulloso, se dispuso a hacer algo respecto a la fría indiferencia de su compañero. Para que ni las cámaras lo noten, se repitió. Y, en modo de juego, tomó el papel sobre el cual, escribía su hyung    , y se lo arrebató velozmente.

Esperó inmediatamente la reacción, la cual predeciblemente, sería la de seguirle en juego y reclamarle por la dichosa hoja.

 

Pero nada de eso sucedió.

 

Jinki sólo se limitó a mirar el documento que le había sido arrebatado y luego, con la sonrisa si jamás despegársele del rostro, ignorar el acto que acontecía y tomar un nuevo papel; continuando así, con su tan importante trabajo.

               

Claramente, nadie se percató de esos detalles: estaban cortos de tiempo y llenos de trabajo.

 

Pero Kibum sí.

 

Kibum lo notó. Y se sintió monumentalmente insultado y ofendido, dejando así que su rencor hacia Lee Jinki, y hacia su constante evasión hacia él, crecieran hasta conocer límites insospechados.

Pero trató de calmarlos. Porque estaban público, porque había que disimular.

 

Lamentablemente, en ese momento, cuando se retiraban del escenario de su humillación, cuando ya no puedo evitar mirarlo, deseó Kibum la venganza. La sangre correr. Aunque sólo fuera en forma de pequeños gemidos pidiendo clemencia. Deseó que todo su orgullo, fuese puesto es su lugar nuevamente.

Quiso chocar con él mientras marchaban, quiso pegarle, empujarlo y gritarle la sarta de insultos que tenía en mente.

Pero nuevamente, una muralla de cuerpos, se interpuso entre ellos, obligándole a, momentáneamente, dejar sus instintos agresivos y pseudo asesinos.

 

Se sentaron en una falsa paz, esperando, como siempre, a que empezaran con la ronda de preguntas.

Kibum intentaba con todas sus fuerzas disimular su malestar y desinterés para con la entrevista, por lo cual, miraba hacia el pequeño público como si ellos fueran lo más interesante del mundo, provocando, en el proceso, más de algún grito desaforado de parte de sus incondicionales admiradora, al creerse observadas.

Kibum sonrió para ellas.

La mujer que hacía las preguntas se percató de ese gesto, y miró también hacia el público. Muy contenta por la expectación de ese día, decidió emocionar aún más a las fans y, hacer las preguntas referentes a la relación dentro del grupo.

 

Jonghyun se adelantó a Jinki diciendo lo magnífico que estaba todo y lo bien que lo pasaban, dando millones de ejemplos, de los buenos ratos que entre ellos pasaban. Cuando respiró, Jinki acotó un poco más, pero desde el mismo terreno positivo en que lo había hecho el otro anteriormente.

La mujer, no del todo conforme con esa tan general información, quiso indagar un poco más. Fue entonces cuando llegó el tema del papá y la mamá del grupo.

 

Kibum dio un respingo, y por un segundo, el mundo tuvo en parálisis indefinida, en la cual, sólo atinó a sonreír eternamente. “Como un idiota”, se catalogó.

Cuando Kibum se disponía a decir –muy impulsivamente y en un tono acusador-  que su relación no iba del todo bien, Jinki tomó las riendas del asunto.

 

—Ser los padres de SHINee, es siempre una experiencia—dijo riéndose, mirando en dirección hacia Kibum, el cual, al darse cuenta de esto, buscó inconscientemente su mirada. Pero los ojos de Jinki, estaban clavados en su mejilla.—Nuestros hijos se portan muy bien— acotó volviendo a mirar a la mujer, parodiando ser una familia muy feliz— Y tal vez, sólo tenemos problemas con nuestro hijo Jonghyun, pues a veces es muy holgazán.

 

La reacción global fue inmediata: Jonghyun saltó de su asiento, fingiendo sentirse ofendido, y todos los demás rieron con desbordante diversión. Jinki cambió, en un instante el rumbo de la pregunta, alivianando un ambiente que, únicamente, unos pocos percibieron pesado.

 

 

La entrevista continuó amena.

Cuando todos reían, Kibum reía igualmente, dejándose llevar, pero sin entender realmente.

 

Cuando todo llegó a su fin y se levantaron, con las piernas entumecidas pero con buen ánimo; divisó un cartel en el público, que le hizo sentir mucho y pensar poco.

 

Se olvidó de su auto represión y liberó su impulsividad.

 

Arrebatadamente, buscó al llamado Onew entre los demás y se dirigió hasta él, quien se despedía del personal y del público. Cuando estuvo a su lado, pasó un brazo alrededor de su cuello y buscó, con la mirada, la pancarta.

 

Onkey ♥♥” rezaba, en todo un juego de colores fuertes y chillones.

 

Pudo apreciar gratamente, como la dueña de ese mensaje, al verles, gritaba como posesa contagiando  las que la rodeaban. Inmediatamente, el almighty, mostró su sonrisa satisfecha e hizo presión en su agarre, para llevarse a su hyung. Como si fuera de su propiedad, sin pedirle permiso alguno.

Pero Jinki, disimuladamente, se apartó de su lado, volviendo a hacerle señas al público y, de igual manera como lo había hecho Kibum con él, se aferró a cuello de Taemin, sonriendo a una enardecida multitud.

 

Kibum sintió nuevas molestias en su interior, y se cuestionó seriamente, de qué se trataban. Si tan solo fuera que la merienda le había sentado mal, no sentiría esa opresión en el peco y esa urgencia de salir corriendo a patear al primero que se le cruzara por delante. Tampoco sentiría esas inmensas ganas de ser él, el que tomara a Taemin pero sólo, sólo… para alejarlo de Lee Jinki.

 

Se giró rápidamente para disimular su desilusión y su desazón. Pero en esa vuelta, como para arruinarle más los nervios, sus ojos lograron captar otro cartel.

Cerró los ojos para contener el tic que amenazaba con aparecer en su ojo.

Estúpidos carteles. Estúpida sonrisa hermosa que tenía Taemin cuando Jinki lo abrazaba.

El Ontaem no tenía nada de bueno.

 

Mientras caminaba, si agachar la cabeza.  No. Eso no. Por ningún motivo. Tuvo una temible sospecha, que, le habría lastimado el cerebro, si es que eso fuere posible.

 

 

 

 

 

 

 

-----

Notas finales:

qué tal? hehhehehehhe

Nos vemos pronto :D


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).