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Las Palabras Duelen por SilberryDrarryLupinSnape

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Notas del capitulo:

Deben saber, antes de leer este capítulo, que querran matarme por lo que le haré a Draco

Je

Me demoré, porque mi Beta se demoró DEMASIADO en devolverme el texto

Mentira, tu te demortaste unos 4 días y ella te lo devolvió en menos de dos horas. 

Sshhhh

Bueno, disfrutenlo

Harry se había llevado el libro a su habitación, quería estudiarlo, pero cada vez que intentaba leerlo el recuerdo de unos ojos grises asaltaban su mente, no podía dejar de pensar en ellos, solo por el hecho de quien era su dueño.

Finalmente desistió su intento por leer el libro así que salió un rato a caminar por los pasillos de Hogwarts; Todo iba tranquilo, pero antes de doblar en uno de los numerosos pasillos, escucho gemidos.

 

 Gemidos de dolor.

 

Los ruidos provenían de una de las múltiples salas en desuso; Harry se acercó  y espió a través de la puerta que por suerte estaba entreabierta.

 

Lo que vio, lo dejó más que impactado.

 

Weasley, Ron Weasley, el mismo que había sido su amigo por tantos años, el que lo había apoyado y en el que había confiado tanto, ese que parecía tan bondadoso...ese mismo Weasley, estaba... estaba... cometiendo un acto tan espantoso, tan bajo, alguien que presumía estar de parte de la luz.

 

Estaba... estaba violando a Draco Lucius Malfoy. 

 

Harry quedó paralizado detrás de la puerta parte por el asco y la decepción, ¿En Qué Clase De Monstruo Se Había Convertido Ese Chico? ¿Ese era su mejor amigo?

 

Ron jadeaba, y gemía de placer, mientras Draco lloraba y suplicaba, era una imagen aterradora.

 

-Po-Por favor... No más... No más... Du-duele... De-déjame... No más... No más-Suplicaba el rubio, con un hilo de voz.

 

-¡¡¡Te mereces esto y mucho más maldito... Ah... Maldito Mortífago!!-Ron seguía jadeando y disfrutando del dolor del Slytherin-Eres un desperdicio de vida-Parecía que el pelirrojo a cada segundo se ponía aún más furioso.

 

De un momento a otro, Ron empezó a embestir con mucha más fuerza al indefenso chico.

 

-¡¡AAAAAAAH!! ¡¡PARA POR FAVOR!! ¡¡ME DUELE, ME DUELE, ME DUELE!!- El más pequeño gritaba desgarradoramente y estaba llorando a mares, parecía estar a punto de desmayarse.

 

Harry no entendía como nadie escuchaba el griterío, cuando recordó que era hora de la cena y el Gran Comedor estaba muy lejos de aquel lugar; Lo peor llego cuando sangre empezó a caer por las piernas del rubio que gritaba descontroladamente, con aquella escena Harry salió del Shock y entró furiosamente en la habitación.

 

-¡¡RONALD BILLIUS WEASLEY!! ¡¡DEJA A ESE CHICO EN PAZ EN ESTE MOMENTO!!-Harry estaba realmente furioso, siquiera con Voldemort experimento tanta furia, se suponía que ese era su mejor amigo no un monstruo.

 

Ron se quedó paralizado en cuanto Harry entró, jamás creyó que alguien lo descubriría.    

                        

-Ha-Harry, ¿No Lo Estarás... Defendiendo Verdad?-tuvo la desfachatez de preguntar mientras miraba al rubio asqueado, contradiciendo el placer que demostraba su rostro hace poco, Draco yacía en el suelo, llorando, destrozado, lamentando en lo que se había convertido, en alguien débil que no podía defenderse de un chico como Ron Weasley, pero se lo merecía, lo sabía

 

Harry miró a Ron como la basura que era, y lo apuntó con su varita -Sal de aquí en este instante Weasley- pronuncio con desprecio el apellido, la furia destilaba por cada poro del Gryffindor, Ron tomó su ropa y como un cobarde huyo.

 

El ojiverde se acercó corriendo al Slytherin que estaba hiperventilando el suelo, Draco estaba hecho bolita, protegiéndose a si mismo de cualquier daño posible. Harry se arrodillo y lo tomó entre sus brazos conteniendo apenas su cólera por el estremecimiento de terror que sintió que el cuerpo del rubio experimentaba, parecía tan débil y pequeño.

 

-Draco... Draco... Mi Pequeño... Mírame-Draco levantó sus pequeños ojitos aguados, lloraba y se agitaba, el moreno detalló que en los ojos del rubio no había brillo alguno. Y Harry lo abrazó, con delicadeza, no podía verlo así, le destrozaba el alma, susurro palabras de consuelo al oído para transmitirle calma y demostrarle que no le haría daño.

 

-Ha-Harry... Duele... Duele... Mucho...-Susurró Draco antes de desmayarse.

 

El azabache lo tomo como un esposo a su novia, salió de la habitación y se dirigió a la torre de Gryffindor, dijo la contraseña y entró bajo la mirada inquisitiva de la Dama Gorda. Cuando entró a las habitaciones lo recostó en su cama cuidadosamente y lo cubrió una manta, se quedó observándolo, era tan hermoso, un Angel, pero estaba lleno de sangre y tenía impreso en el rostro dolor y sufrimiento.

 

A ese maravilloso Angel le habían cortado las alas, de la peor manera.

 

Harry siguió leyendo el libro unas dos horas y Draco empezó a moverse, Lo observo en silencio,  el rubio lentamente abrió los ojos, miró a su alrededor asustado.

 

Los recuerdos llegaron a su mente y buscó horrorizado en la habitación al pelirrojo, pero lo único que encontró fue a un azabache de ojos verdes que lo miraba fijamente.

 

Trató de hablar pero lo único que salió fue un burdo sonido que parecía más bien el chillido de unas sirenas fuera del agua, leves y apenas audibles.

Harry sonrió de lado y se acercó.

 

-Solo date una ducha y vístete- le lanzó la túnica de Slytherin que había recuperado de la sala-Yo vuelvo en cinco minutos.

 

Caminó a la salida, y el menor, obedeciendo, se tapó con la manta y trató de levantarse, pero en el momento en que sus pies tocaron el suelo, soltó lo que parecía un chillido y cayó estrepitosamente al suelo, aún estaba débil por el encuentro con el pelirrojo. Harry escucho la caída y corrió en ayuda de Draco, que estaba apenado y tenía los ojos ligeramente aguados al recordar el porqué de ese dolor.

 

Harry conjuró un hechizo para sanar las dañadas cuerdas vocales del rubio.

 

Draco esquivó la mirada de Harry, se sentía sucio, lo habían violado, todo su cuerpo le dolía y tenía diversos moretones, Draco se levantó del suelo como pudo y caminó al baño, se encerró un rato, no se bañó, solo se vistió, quería salir lo más rápido posible de ese lugar. Cuando Draco salió del baño, inmediatamente se condujo a la salida, pero el agarre del azabache lo detuvo.

 

-Quiero asegurarme de que estés bien-Lo miró preocupado.

 

-Solo. Solo quiero irme...-En ese instante, a Draco, sus pies descalzos le parecían lo más interesante del mundo.

 

-No, te quedaras aquí-Dijo Harry firme, quería curarlo y darle cariño, pero el ojigris no lo interpreto así.

 

Lo miró asustado, ¿Cómo no se había dado cuenta antes?

 

-Tu.... Tu solo me quieres entregar a él...-dijo con notable terror mientras se alejaba de Harry-Solo... no quiero más... por favor.... duele... aún duele... si quieren... si quieren puedo irme de Hogwarts pero no más por favor...

 

Draco salió corriendo aún con el dolor de sus piernas y en realidad todo su cuerpo, no quería más dolor, simplemente no quería seguir viviendo.

Harry se quedó parado como un idiota en medio de la habitación. Draco no lo recordaba... no recordaba que él había sido el que lo había salvado... solo lo había dañado más, ni siquiera pudo reaccionar a tiempo para desmentir las palabras del rubio, ¿entregarle? como si pudiera.

 

Esa noche Draco no fue el único que tuvo pesadillas, si es que en algún momento pudo dormir.

 

-¡ME ODIO! ¡ME ODIO! ¡POR ESO LO DICEN! ¡SOY UNA BASURA! ¡LO SE! ¡LO SE!-Gritaba Draco llorando antes de saltar desde una torre desconocida.

 

-¡¡¡DRACO!!!-Gritaba Harry tratando de agarrar su mano, pero ya era tarde, su pequeño rubio yacía muerto a los pies de la torre. 

 

Harry despertaba exaltado, había soñado todos los días con la misma pesadilla, y no le agradaba para nada.

 

*****

Al otro lado del castillo, otro chico despertaba sobresaltado.

 

De nuevo la misma pesadilla, siempre lo mismo. Una y otra vez el recuerdo de aquella noche en la que un pelirrojo había mancillado su puro cuerpo, tomando algo que nunca le debió  pertenecer. No quería tener más pesadilla, no quería recordar nada más de ese fatídico día.

 

Draco siempre terminaba llorando hasta el amanecer... porque estaba sucio... porque se consideraba basura, sabía que merecía lo que le había pasado… por idiota por no elegir el bando correcto… por elegir su familia.

Notas finales:

¿Ven? Les dije qu me odiarian

Prometo subir por lo menos una vez a la semana, otal vez dos veces, porque esta novela me inspira demasiado

Byes Byes

Silberry, Se Va


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