Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi amor encerrado en su torre. por Layonenth4

[Reviews - 65]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Sebastian sera el unico personaje de mi autoria, y sera Doncel. Su gemelo es Regulus, quien se casara con Narcisa ;)

Capítulo 4: El frio de la flores.

 

— ¡¿Y qué te dijo?! — Pansy movía su colita de un lado a otro mientras estaba sobre su cojín designado

— ¡Te lo he contado tres veces! — Draco desparramado con gracia en su cama, no pudo ir en contra de la mirada brillante del zorrito, quien apenas escucharlo llegar no dejo de acosarlo con preguntas. No le quedo más de otra que soltar un suspiro resignado con una tonta sonrisa — Dijo, “nos veremos mañana” y me beso la mejilla…

— ¡Y eres doncel! Espera… Entonces que te mojaras con él fue inapropiado. — Pansy movió sus bigotes con y la patita hacia adelante en forma acusadora,

— ¡Apenas se que significa eso! Y es todo lo que te puedo decir ahora…. — ¿pero era todo? Con la imagen de Potter tan cercas de él, era tan fácil decir mucho de tan poco, que no se dio cuenta de que su lengua se soltó sola —que huele como el roble de bosque rociado por las mañanas y a ilirios. Que sus ojos son 2 esmeradas como el tesoro del reino. Un cabello azabache como el pelaje de un oso pardo. Y unos labios rojos como las manzanas, que si los mordieras…

— ¡Okeey, joven enamorado! Alguien tendrá divertidos sueños esta noche. — Pansy estallo a carcajadas y el rubio frunció el ceño con un puchero y un pequeño rubor cruzando sus mejillas

— No lo hare.

Pero por supuesto que no lo hará. Una cosa era tener un día emocionante y lleno de descubrimientos (numero 1: a su tía realmente le patinaba el cerebro. Numero 2: no era un anormal y se le consideraba atractivo hasta para el mismísimo hijo un rey. Numero 3: Harry le gustaba y viceversa), pero de ahí a que su mente divague tan lejos como para “soñar” con un conocido de dos días, ya era mucho.

No, el debía estar concentrado  a todo detalle en encontrar a sus padres y sin meritos de fallar, pues en esa búsqueda estaba él solo y con tiempo limitado. No sabía por qué su “tía” lo había raptado o tomado, pero de que no tuviera sentencia segura cuando ella se cansara de mantenerlo, era una cosa muy diferente. Además, debía encontrar su “propia” barita antes de irse de la torre.

Sip, definitivamente tenía muchas cosas que pensar en vez de fantasear con un hombre infantil, ocurrente de malas ideas y con un montón de secretos escondidos tras esos labios tentadores, de cuerpo notablemente trabajado por años y hablador de serpientes, de piel tersa con colonia natural y adictiva, y aunque llevara unos lentes ya viejos, sus ojos traspasaban el cristal con su propio brillo verdoso y comparado con esmeraldas que…

¡Qué no tengo que pensar en él!... pero no es mi culpa, es la de él y ser tan sex… ¡Qué no pienses eso!

El rubor en todo su rostro solo fue contradecido por la mueca de dolor al auto-golpearse el mismo con la palma de su mano. Apostemos, a que se volvería loco antes de volver a ver a Potter

—…¿Cómo sería tu primer hijo con él? ¿Yo seré la madrina?... ¡Aah!— Pansy se cayó del cojín por culpa de la almohada que le aventaron.

 

Esa misma noche, Harry estaba en sus aposentos abofeteándose mentalmente por igual. ¡Es que así, o más idiota no podía ser! ¿Y si asusto al chico? ¿Y si no volvía mañana por creerlo un aprovechado? ¿Desde cuándo es un aprovechado…? Bueno, realmente siempre se aprovecho de las tontas y bobos que lo rodeaban, y él como buena gente daba lo que le pedían. Entonces, ¿Por qué resultaba tan difícil tomar lo que quería del rubio y listo?

Pues para empezar, Harry no sabía que quería del rubio con esa exactitud; “sexo” fue tachado desde el primer momento, ¿romance? El solo era conquistador, no romántico y Ronald podía probarlo con su infantil lista de “cosas que dicen sobre el patán príncipe Harry, después de la primera y única noche”.

Estúpido Ron.

Pero volviendo a la pregunta inicial, ¿qué quería de Draco? Ansiaba besarlo, pero le asustaba traumarlo. Deseaba tomarle la mano pero temía al rechazo. Quería decirle cosas lindas y verlo sonrojarse, pero no quería sonrojarse él cuando el chico le sonriera. Anhelaba tomarlo y tenerlo bajo su cuerpo, pero tampoco quería alejarlo y que Ron añadiera a su lista “N°302: intento de violación”. Y luego estaba ese detalle que le gritaba en su mente, que él necesitaba comprometerse a la de YA.

¿Pero que no tenía miedo? de todo lo que se imaginaba haciendo con el rubio solo lo quería pasar con la persona indicada, entonces, ¿Draco era esa persona?... comprendió que le tomo dos horas llegar a tan sencilla conclusión.

- Snape tiene razón, soy un idiota.

~¿Qué te hizo dudarlo?

- Cállate Niniriu. — la serpiente simplemente se rio mientras se enroscaba en sus almohadones y Harry siguió pensando en el rubio de ojos grises.

 

Dio la mañana siguiente y con ella un madrugador Harry ya estaba listo y pulcro para su cita. Reunión. No cita. Bueno, sí era una cita. No una cita romántica. No, no estaba nervioso. Tal vez un poco, solamente un poco… ¡diablos!

Con un desastre de ropa en su cama, sin mencionar el mojadero que hizo en el baño y llenar la tina de su esencia favorita, al final solo se quedo con su conjunto normal de botas, pantalón oscuro, playera verde y túnica oscura sin abrochar. Eso tan solo le llevo dos horas decidir y hubiera sido otras cuatro si no supiese que su cabello era totalmente una pérdida de tiempo.

Fue Dobby, su elfo domestico quien lo saco de su habitación

— Amo príncipe Harry, le llama su majestad el príncipe consorte al salón principal. — el elfo no evito por un momento abrir los ojos sorprendido al notar a su joven amo tan despierto a temprana hora, pero no dijo nada.

Harry dejo que una adormilada Niniriu siguiera en sus sueños y salió a trote de su habitación, corriendo a donde lo esperaba su papá. Fue hasta que llego detrás de los tronos, que observo a otros dos hombres dándole la espalda y a James sonriente.

Uno era de cabellera carbón rizada y un poco pasado de los hombros, pocos centímetros más alto que el castaño y se le distinguía de su buena cuna la túnica gris con los grabados borgoña de su familia política. A su lado un joven cuyo cabello era larguísimo y estaba sostenido en una coleta alta, tan lacio y oscuro seda que resaltaban sus bellos ojos grises tras la tez pálida que poseía. Alguien tan bello que si Harry no lo considerase su hermano, hace mucho que no estaría soltero.

Harry no tardo en llegar con ellos

— ¡Sirius! — el joven abrazo al hombre de rizos, mientras ambos sonreían

— ¡Harry! Pero si no has crecido — la burla esta vez no pego en el orgullo del azabache, simplemente de tener a su padrino de vuelta le hacía perdonarle todo al principio. Entonces giro su mirada y topo con los ojos grices-azules de su “primo”

— ¡Sebastián, hola! — ambos chicos se abrazaron pero Harry corto el contacto y busco a alguien con la mirada— ¿Y Regulus?

— Se fue con su padre por la caravana de Cissy y Remus. Hubiera hecho un enorme agujero por la casa si no acompañaba a Severus y a Tom por Narcisa. — Sirius movía la cabeza entre negativo y divertido

— Ya lo perdimos y sin casarse. — todos rieron ante la bromita de James, pero pronto Sirius mando una mirada divertida a su ahijado.

— El que debería casarse es otro. — a Harry le llego la indirecta

— ¿Por qué solo me miran a mi? ¡Sebastián esta…!

— …Comprometido con el hijo del senescal Zabini de Cameloth, muchas gracias. — el bello joven subió su dedo anular dejando ver una argolla de verdad llamativa, pero su sonrisa apenas llegaba a sus ojos.

— ¿Severus te dejo? — James se aventuro a preguntar, aunque jamás paso desapercibido esa mirada de Sebastián

— No sabes lo que me costó convencerlo querido Prongs, no sabes… — Sirius dramatizo dolor, pero a ninguno engaño, menos a su amigo.

— No saliste de tu habitación por tres días, te lo apuesto. — canturreo James mientras se abrazaba de un soñador Sirius, quien se limpiaba lagrimas imaginarias mientras sonreía

— Exceso de información, papá. — Harry quería limitarse a “ese” tipo de información, si tenían que ver con Severus Snape. ¡Es que el odio entre ellos era natural!

— ¿Saldrás? — Sebastián cuestión a su primo apenas le invadió el aroma que tanto iba con Harry, como esencia personal. James iba a protestar, pero su hijo salió huyendo nuevamente.

— Vuelvo al rato. — canturreo Harry mientras daba largas zancadas huyendo de su padre, pero fue la mirada penetrante de Sebastián que escondía sentimientos tras su caparazón, que conmovió a James.

— Acompáñalo Sebastián — invito a su “sobrino” y este solo sonrió a medias, dio reverencia y partió tras su primo.

Ambos padres solo miraron la salida con un deje de incomodidad y angustia. Sirius realmente esperaba que su hijo entendiera lo que era amar y ser amado de verdad, porque su futuro matrimonio seria como el suyo en el pasado, donde amar a dos personas simplemente le fue imposible. Agradecidamente tomo la decisión correcta y a tenido una vida llena de felicidad, pero su bebe, ¿tendría la misma suerte?

James solo esperaba que Harry no fuera tan idiota.

— Ya dime, ¿quién es? ¿de por aquí — Sebastián llego al lado de su primo causándole un mini infarto a Harry, quien sonrió después ante su pequeña expuesta “travesura”

— No creo que sea de aquí. — contesto un sonriente príncipe y Sebastián esperaba más información, pero el azabache se disculpo con un movimiento de hombros mientras llegaban al jardín. — Es complicado y pues no puedo decirte.

— Oh, ¿secretos con tu primo decimo cuarto favorito Harry? — el juego de coqueteo era tan natural entre ellos y su círculo de amistades, que el azabache ni cuenta se dio del doble sentido de aquella pregunta, simplemente le sonrió a su primo con mas variedad

— ¿Potter? — La voz tan conocida para Potter hizo romper la atmosfera tranquila entre ambos primos. Sebastián solo volteo el rostro, pero le costó mantener el perfil sereno mientras se sorprendía del otro sujeto presente. Por un momento creyó ver al rey de Cameloth, pero después se choco con la mirada de alguien inferior.

Un inferior al que su primo se acerco corriendo

— ¡Draco! — Entre ambos se abrazaron como saludo y Harry animo a Draco a dar pasos al frente para presentarle al moreno — Te presento a Sebastián, mi primo.

 

Si las miradas mataran…

 

Fue un microsegundo, tal vez inexistente en la línea del tiempo, pero la mirada de odio que Draco recibió por parte del pelilargo, fue la misma que regreso a su dueño por atreverse a “barrerlo” con la vista. Pero como se menciono, fue casi invisible, que el azabache danzante de felicidad ni cuenta se dio

— Un gusto. — respondió galante el rubio, con esas sonrisas que Bellatrix tanto se empeño en mostrarle y el por fin hizo de su uso

— Igual. — el gemelo sonrió igual y devolvió la inclinación con respeto. Volvió su mirada a su primo con la sonrisa que solo iba dedicada a él — Nos vemos primito.

— Perdónalo, es así con quien no conoce. — Disculpo Potter a su primo y el rubio se trago una risotada, viendo el lado tan ciego de Potter  — ¿Y? ¿Quieres hacer algo hoy?

— Tu guíame. — propuso el rubio dejando hacer y Potter simplemente sonrió con mas proeza.

— Siempre.

Y sin saberlo, simplemente se dijeron palabras tan cortas pero con un mayor significado en el futuro.

 

Y Así pasaron cinco días volando, entre caminatas largas, Harry ensenándole a montar, a trepar arboles, el pueblo de punta a punta y presumiéndolo a todos y cada uno de los slynthiarnos. Ya había apuestas entre los del reino de cuánto duraría el coqueteo entre el extranjero y el príncipe, para que su majestad lo presentara como su prometido. Pero ajenos a todo, ellos siguieron sus tardes entre los dos; Harry le presento a Hermione y Neville, y Draco solo se asombro cuando vio al chico y le noto la pancita curvada, apenas visible bajo su ropa, demostrando el niño que llevaba dentro. Con la chica se llevo un poco borde al principio, pero apenas hablaron de libros los dos se perdieron una tarde entera en su conversación.

Harry sinceramente apenas y pisaba el castillo que ni cuenta se dio de que llego Remus y Cissy, y solo lo conoció a Cissy durante la cena, pues Remus se encontraba en su habitación descansando. Y no fingía, de verdad que James apenas lo dejaba salir de ella pues el castaño ojimiel apenas se paraba, las nauseas atacaban. Solo esperaban a Lucius a petición de Remus para que un doctor lo revisara.

Pero en otras circunstancias, en la mañana del quinto día, Harry y Draco estaban sentados en un prado de flores silvestres frente a frente y con una rodilla chocando con otra, mientras platicaban

— ¿Vendrás mañana a la fiesta? Ya tienes la invitación. — Harry miraba al rubio, quien bufo ante la insistencia que el castaño llevaba por días. Pero era algo más que al chico ojigris le incomodaba y el azabache lo sabía, así que con una sola mirada basto para exasperar al joven rubio y hacerlo hablar

— Tu primo me odia. — declaro el rubio a lo que Harry solo resoplo

— ¡Claro que no! Sebastián es así.

— Potter, ¿eres o te haces? — Draco frunció el ceño y Harry solo movió los hombros

— Bueno, tal vez sea que es algo posesivo y yo soy como su hermano. — ¿tal vez? Draco elevo una ceja ante el comentario y se cruzo de brazos.

— Perdonaras mi ignorancia, pero estoy seguro que yo no miraría a mi hermano de esa forma.

— Vale, era un “buen” prospecto según mi familia, pero al final yo no quise casarme y lo lastime un poco con eso… — Harry iba a darle toda una lista de razones para el comportamiento de Sebastián, hasta que capto algo y su mirada se volvió recelosa — ¿Celoso de Sebastián?

— ¿Qué? — el rubio abrió sus ojos como platos y Harry se paro en sus rodillas, acercándose más al rubio.

— ¡Estas celoso!

— ¡Oh, claro que no! Divagas Potter. — el chico volteo la mirada, pero las manos sobre su torso y costillas le hicieron temblar de risa y volver a mirar a su archienemigo que le atacaba con cosquillas — Jaja… ¡ya déjame!

— Yo sé que estabas celoso. — Harry se alejo con una sonrisa victoriosa y se dejo caer en el césped con los ojos cerrados y los brazos detrás de su cabeza, feliz de alguna manera.

A Draco le duro la sonrisa un rato y negó con la cabeza tremenda actitud tan infantil, pero después solo se quedo admirando ese atractivo que tanto le revolvió el estomago la última semana e inundo su mente con sueños de caricias tiernas y abrazos protectores. Creyó que Harry haría algo como la ultima vez bajo la canoa, pero el azabache no había intentado algo parecido otra vez, apenas y se limitaba a pasarle un brazo por los hombros y rápidamente lo retiraba, o como ese momento haciéndole cosquillas y antes de otra cosa ya se había alejado.

¿Es que ya había perdido el interés en el rubio? ¿Su primo tenía algo que ver? Por qué sí, Draco estaba celoso de todo lo que Sebastián y Potter compartían. Antes de que el llegara, el ojigris de hermoso cabello negro siempre estaña arrimado junto a Harry y riéndole, abrazándole, ¡ayer Potter estaba sobre él! Bueno, jugaban luchitas, ¡pero estaba sobre él! Draco no supo para donde mirar y Sebastián sonrió socarrón cuando regreso al castillo, como restregándole que solo él podía tener a su “primo” de esa forma; si, el ojiesmeralda le dijo que su primito estaba comprometido, ¿pero y si solo quería evitar que él estuviera con Potter?

El rubio ardiera de celos e inseguridades.

Pero fueron esos sentimientos entrecortados que le hicieron agacharse al nivel del azabache y simplemente, besar por fin esos carnosos labios. Aunque solo fue un roce inexperto, a ambos les dio escalofríos. Harry abrió los con lentitud para no asustarlo, mirando fijamente esos ojos grises tan diferentes a otros, incluso a los del mismo Sebastián que eran entre gris niebla y azul, no como los de su besador, que brillaban por ser de plata pura.

Draco ya se había separado de Harry unos centímetros, pero cuando el azabache elevo una mano hacia su rostro, tomo el pequeño y alvino mentón y volvió a pegar ambos labios, esta vez sellándolos por completo. Las corrientes por ambos cuerpos siguieron entre cada choque labial y solo se escuchaba el pequeño “muack” cada que Harry ladeaba la cabeza, pues Draco estaba tan emocionado y a la vez tan espantado que no hacía más que mover la boca.

Sin dejar de besarse ambos se fueron sentando en el prado de nuevo. Potter acunaba con sus manos el rostro sonrojado de Draco que no supo a dónde mirar al principio y sentir las caricias de los pulgares del azabache en sus mejillas no ayudaba mucho, pero fue en un momento de valor donde levanto la mirada y ahí estaba, otra vez esas gemas verdes brillando con algo que no supo nombrar, pero que estaba seguro y también hacia brillar a los suyos.

Harry simplemente no se supo controlar al mirar esa boca entreabierta y de un rosado mas fuerte que el normal, al igual que su rostro, pero al final de cuentas fueron los brillantes ojos de inocencia y a su vez, de anhelo, que lo invitaron a lo inevitable.

Volvió a acercar ambos labios, pero esta vez con sumo cuidado y una de sus manos tras la espalda del más joven, acostándolo en el prado y el sobre su bello cuerpo. Delineo la entrada intermedia de la boca ajena e hizo que se abriera tras soltar un suspiro, pero que aprovecho para meter la lengua y rozar con la otra que temblaba ante un contacto irreconocible.

Draco solo reacciono por instinto cerro una mano entre los cabellos negros y la otra estrujaba la ropa sobre el hombro del hombre que lo besaba y moviendo su lengua como le estaban enseñando, pero fue suficiente para poner a Harry cómodo sobre él y empezara a apretar ambos cuerpos, volviendo el beso aun más necesitado de profundidad.

Si Draco no sabía lo que pasaba, Harry menos; tener un cuerpo tan cálido a pesar de la ropa que ambos llevaban, tan puro y solo para él le hizo perder los estribos sobre aquella boca que no solo se dejaba ser, sino que también comenzaba a aprender y demostrar el calibre que tenia; mordió, estiro y chupo los labios que le estaban consumiendo y motivando el paquete entre sus piernas, pero fue en el momento donde bajo su mano de la estrecha cintura a la pierna y escucho un gemido tan erótico y tan… tan mal.

Harry rompió de golpe el “beso” y llevo ambas manos de nuevo al césped para sujetar su peso, en lo que ambos recobraban la respiración. O en su caso, la cordura y buenas enseñanzas recibidas para no terminar siendo un idiota abusador.

— ¿Qu-qué paso? — Draco no quería creer que hizo algo mal, de verdad que se enterraría tres metros bajo tierra si él hizo algo mal, pero la sonrisa de Potter, aun con los ojos cerrados, basto para aliviarlo en su interior.

— Pues pasa, que tal vez no sea buena idea ir tan rápido. — Harry controlo sus hormonas y miro a su rubio que pareció no entenderle, pero cuando apretó sus labios y bajo la mirada avergonzado supo que ya había captado el termino

— Cierto. — Draco por un momento si se sintió idiota, al dejarse llevar con tremendo descuido ante sensaciones que, aunque se sintieran tan, tan bien, era demasiado irresponsable.

Lo que menos necesitaría en ese momento era quedar preñado y sujetado a un matrimonio que acabaría tan mal, según él. Y por otro lado y aunque no lo creyera de Potter, entregarse a alguien a ciegas sin saber que te dejaría después era bastante tonto. Draco soltó un resoplido ante ese hecho y ladeo su cabeza intentando desaparecer.

Harry rio encantado con la reacción del joven, comprendiendo que también se sentía tonto por dejarse llevar tan fácil con alguien mayor, experimentado y conocido de tan solo cinco días. Además, también tenía parte de la culpa (¿Quién lo mando a ser tan jodidamente sensual y apasionado?) y Harry no iba a redimir eso. Pero sin querer crear una cosa que no era, por ejemplo el demostrarse desinteresado, entrelazo sus dedos con los delgados y largos del alvino, quien se negaba a verlo.

— Te quiero, pero no hay que hacer las cosas bien. — murmuro en el odio pequeño y repartió besitos sobre esa carne tan pálida, causándole cosquillas al rubio quien volvió a sonreír y Harry también lo hizo. — Tal vez encontrar primero a tus padres y que yo tenga la dicha de pedir tu mano sea mejor que algo “pasajero”.

Con eso ultimo obtuvo la atención total de Draco, quien le sonrió y sin palabras acepto, no una proposición, solo una promesa que valía más que un “cásate conmigo”.

Volvieron a juntar ambas bocas, y aunque no volvió a ser ni tímido ni inocente esos roces, solo fueron juegos y risas por otro rato. Sin tías locas ni responsabilidades predestinadas, solo dos personas que sin hablar se comunicaban por el brillo ocular y el cantar de su risas con el ruiseñor.

Pero de un momento a otro el cielo se oscureció, nubes negras opacaron el limpio cielo azul y el viento frio recorrió cada hueso de ambos. Harry se quito su túnica y se la paso a Draco, pero a lo lejos se escuchaba su nombre y ambos voltearon, solo para ver a un zorrito bebe acercándose a ellos con saltos.

— ¡Draco! ¡Draco! — Pansy llego corriendo hasta ellos en su forma de zorrito, causándole un susto a Harry por ver al animal hablar — ¡Bellatrix está llegando a la torre y espectros fríos la acompañan!

Draco se paro tan rápido con Pansy temblando entre su pecho, ambos preocupados por lo que su tía pudiese descubrir.

— Draco, ¿qué pasa? — la voz de Harry, quien ya estaba a su lado y sujetándolo del brazo, lo volvió a tranquilizar y alejar sus miedos.

— ¡Debo irme! — quiso salir corriendo, pero el agarre firme que lo apresaba no lo dejo moverse

— ¡Espera! — Harry estaba preocupado, mas porque a lo lejos veía acercarse a Niniriu y el zorro parlante menciono “espectros fríos”. De alguna manera lo conecto con algún ataque de los Dementores.

Pero en aquellos ojos ajenos no hubo nada más que una coraza de protección que jamás había visto.

— Te veo mañana en la noche. Lo prometo. — el rubio le robo un último y por fin pudo salir corriendo con su amiga siguiéndolo tan rápido como a ambos se les permitía.

~¡Harry! – llego su pequeña serpiente con él y rápido ella se le subió – ~¡El rey te llama! ¡Han atacado de nuevo! Pero el ataque iba directo a Lucius Malfoy.

¿Lucius Malfoy ya había llegado a Slytherin? ¡Y había sido atacado! El azabache no miro atrás, simplemente siguió corriendo en dirección contraria.

Notas finales:

Aclaracion, Sebastián no es malo... solo esta celosito porque quiere mucho a HArryto, pero no sera el villano de la historia. Digo, para que no lo odien xD ¡Es hijo de un merodeador! Simplemente no a encontrado su corazóncito como sus papis jijix3

Por cierto, la historia de los papis decidi publicarla al acabar esta, que de todos modos solo le quedan dos capitulos mis pequeños muggles, así que para el sábado 28 de marzo, ¡Se estranara como "Ese par de anillos"! El nombre proviene de una cancion bien linda que me inspiro tantoo *-*! 

jkasdkas ya lo ansio! ♥-♥

Bueno, eso es todo mis preciosidades ^^


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).