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Mi amor encerrado en su torre. por Layonenth4

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Notas del capitulo:

Desclaimer en la partitura del fic.

 

AGRADECIMIENTOS: a mis dos sobrinas por ibligarme a ver la pelicula y a ustedes hermosas personas: Cris, Gemma, Give me your mony pl, Abi, Vane, Pain_99, barby, alubago, Shina, sweetsky, Mixhii, Loveeee, #Laquepasaporaqui, Lovelove, meli chan, y los anonimos que llevaron este fic sobre los 40 y 50 RR. Son hermosos mis pequeños muggles *^*

 

 

FINAL

 Libertad y responsabilidades.

 

Harry ya había salido corriendo al jardín a orillas del castillo donde por toda la semana anduvo encontrándose con Draco. El rubio le comento de donde o como se aparecía siempre en esos jardines, pero en esos momentos era tan poco transcendente (lo dejaba más que tonto con tan solo verlo, no hay que negarlo) para tomarle verdadera importancia. Ahora se arrepentía por no haber sido más insistente.

Se detuvo en el verde y oscuro prado, giro sobre sus talones de vuelta y de regreso y pasos sus manos por sus hebras azabaches. Nada. Ni pista u indicio que le costara para poder ubicarlo y en la fiesta Naguini y Niniriu seguían buscando con los mismos resultados.

— ¿Esperas a alguien? — la voz femenina a sus espaldas le hiso ver sobre su hombro.

A su sorpresa una mujer bella y de ojos oscuros, con el vestido de gala haciendo juego con sus iris y pegado a su cuerpo sin duda haría babear a cualquier ser. Pero era esa sonrisa y el opaco de su mirada lo que le decía a gritos, “no bajes la guardia”.

— ¿Qué hace aquí afuera? Seguro se sentirá más cómoda en la fiesta. — su caballerosidad, pero ante todo su buen juicio le indico que la esquivara, no enfrentara. Pero su instinto humano de alerta logro que la mirase calculadoramente

— Es que yo no he sido invitada joven príncipe — su inocencia no se comparaba con su ferocidad, esa mascara era más falsa que una sonrisa de Severus Snape. Entonces alargo la comisura de sus labios en una travesía mientras caminaba hacia él —  Pero me parece, que a mi sobrino si lo invito usted.

No fue más que suficiente para dar marcha atrás, que ella elevara la varita y el se escondiera tras un tronco y sacar la suya para defenderse. Bueno, oficialmente conocía a la “tía” de su amado… pero que pensamiento tan poco propio de esos momentos.

— No te escondas, ¡cobarde! — vocifero Bellatrix lanzando otro hechizo que hizo mover a Harry de su refugio. No eran imperdonables, pero sí igual de deplorables y destructivas.

Corrió rápido a otro extremo y le lanzo un hechizo para desarmarla pero fallo. No se consideraba para nada malo en DCAO pero ella era sin lugar a dudas, un combatiente fuerte. Un Deffindio estuvo por rozarle, pero fue suficiente indicio para indicarle que era hora de seguridad, mas sin embargo cuando volteo a ver la muralla que dividía los jardines del palacio con el resto, pudo verlo claramente y con velocidad lo que bajaba de las montañas.

Entonces era ella quien enviaba a los Dementores a atacar y por los ladridos que acompañaban a aquellas criaturas, también fue la que planeo el ataque de licántropos contra Lucius Malfoy. ¡¿Cómo es que tenía tal poder?! En realidad, no se quedaría a preguntarle.  

~¡Niniriuu!

~ ¡Harry, te están atacando! ¡Voy enseguida!

~ ¡No! Debes dar aviso, ¡Dementores y lobos se acercan a Slytherin!

~¡Iré por ti enseguida!

~¡No Niniriu!

 Pero su serpiente ya había roto comunicación con él. Pronto otro hechizo lo estaba alcanzando

— ¡Protego! ¡Desmaius!

— ¡Evadesco*! ¡Inferno*!

— ¡Expelliarmus!

— ¡Crucio!

El último no se lo espero y tampoco logro protegerse a tiempo. Harry cayó al suelo  por el dolor y aparte, su cicatriz ardía de los mil demonios. Como si reconociera la magia oscura que desprendiese de esta.

— Entonces joven heredero, ¿cómo me divertiré…? — la frase de la mujer quedo a medias, pues tuvo que evitar un ataque mortal dirigido a su carótida.

Niniriu hizo gracia de su presencia y altura y presurosa a defender a su noble mitad. Bellatrix lanzo hechizo tras hechizo pero la serpiente le era inmune a ellos y sin desprenderse del cuerpo débil de Harry logro alejarla lo suficiente. Ella era lo protectora del rey de sus tierras y el de sus hermanas y Naguini había sido clara: debía proteger ante todo a Harry

Fue el pensamiento lo que impulso a la joven serpiente a lanzarse a la garganta de la pelinegra nuevamente, pero Bellatrix tenía un truco entre tantos: también hablaba parsel.

Eran muy pocas las formas de dañar a una serpiente de la estirpe de Salazar Slytherin, y entre esas pocas e inexistentes probables, era lanzar los hechizos en su lengua propia. El poderoso ataque dio contra el reptil y pareció torturarlo, pues lo único que hizo fue enroscarse sobre el cuerpo del joven morocho, en un último intento de protegerlo.

— Odio a las mascotas fieles. Odio a los que protegen. ¡Odio a Slytherin! — con lo ultimo estaba decidida a destruir al reptil y con ellos, al joven amo, pero al momento de lanzar tan temible hechizo, una gran llamarada se interpuso.

El fuego se extendió metros sobre el suelo e hizo que la bruja se cubriese sus ojos del abrazador calor con sus brazos. Cuando levanto la mirada vio frente a ella lo imposible e inesperado, Draco estaba revisando el cuerpo doliente del joven Potter.

Bellatrix no pensó, no razono y lanzo hechizo tras hechizo que absorbía la barrera del fuego. El fuego de Dragón sin dudas era apreciado y temido, pues ningún maleficio, conjuro, hechizo o poción lograba atravesarlo ni nada mágico lo haría. ¿Creían que Cameloth no había sido atacado nunca? Pues era cierto, jamás ha sido atacado de frente, pero más por temor que por respeto.

Pero ese era el problema, Bellatrix no respetaba ni temía, era fuego también.

— ¡Potter! — gritaba Draco sacudiéndole suavemente los hombros, obteniendo solo delirios y balbuceos del herido. Su mirada preocupada e histérica cambio a simplemente devastada — Potter…

Las heridas no eran físicas pero el rubio las reconocía como el Crucio devastador de su “tía”, entonces el azabache tardaría en recuperarse en un poco rato, sino fuera que también atacaron a Niniriu. El ojiverde le conto sobre el vinculo con su serpiente y era claro que la pobre sufría también y estas eran heridas visibles pues la pequeña reptil sangraba.  

— ¡Dracoo! — el grito fue claro y prolongado, pero el rubio levanto la mirada y observó claramente como una espada flotante le apuntaba.

El fuego de Dragón repelía cualquier magia, pero con las armas del hombre…

El rubio no supo exactamente qué hacer, pero solo sintió el tirón de su brazo y como su cuerpo quedo bajo otro peso excesivo sobre él, para después simplemente sentir un remolino que lo absorbía.

La sensación fue horrible, las ganas de vomitar fueron tremendas y los colores en su visión solo empeoraron las cosas. Pero después volvió a sentir solides bajo su espaldas y como terminaba en ella y bajo mucha luz y calidez

— ¡Harry! — el grito de un hombre la hizo parpadear levemente para ajustar su visión y después identificar a Potter como el peso extra sobre él, también que el azabache se deslizo al suelo medio consiente y Niniriu a su lado, temblando.

— Oh Merlín, Potter… — sin retrasos se puso a su lado ya con el control completo sobre sus funciones motoras y acuno el rostro bronceado del otro entre sus manos

— Draco… — el ojiesmeralda levanto una mano temblante y también acaricio la mejilla marfil. El momento no era el adecuado y los pasos que lo rodearon fueron claros para no ponerse románticos

— ¡Hijo! — Draco levanto su mirada asustado y se encontró con el mismo rostro de Harry pero en tonos castaños. Joder, que hasta los lentes eran los mismos.

Pero no le dieron tiempo de seguir admirando aquel parecido para cuando cinco varitas y rodeado de guardias estaban sobre su nuca y presionando, mientras un hombre pelinegro y de rizos revisaba con precisión a Harry y a la serpiente por igual

— ¿Quién eres y qué ocurrió? —  fue tarde para cuando se dio cuenta de una varita mas, esta vez siendo el castaño parecido a Potter quien le apuntaba con severidad y sin rastro de tener otra intención que no fuese matarlo.  — No lo volveré a repetir.

— Soy Draco y amigo suyo.

— ¿Cómo te llamas? — James bajo instantáneamente la varita y Sirius dejo de revisar a su ahijado por completo atolondrados. El rubio frunció el ceño ante sus miradas pálidas y el hecho de que los guardias se alejaran. Incluso a unos se les cayeron las armas… ¿tan extraño era?

Pero el azote de las puertas grandes y pisadas fuertes que sorprendió a todos. Los hombres de guardia prácticamente se alinearon para dejarles ver que ocho personas se acercaban a ellos, y a Draco casi se le sale el alma por ver a uno de ellos como si fuese su reflejo

— ¡James, ¿qué ocurre?! — Tom encaminaba al resto de su familia al centro del salón, pero la figura de Draco sosteniendo el cuerpo de Harry en brazos le detuvo. Estuvo tentado a voltear el rostro para verificar que Lucius estuviera a su lado y no con su hijo, pero se controlo — ¿Quién eres?

Pero hubo silencio. Lucius y Remus se pusieron frente a Tom seguidos de Narcisa con los ojos plenamente abiertos y las bocas levemente fruncidas, en una demostración única de incredulidad. ¿Sera cierto? Después de tantos años desesperados y oscuros, ¿por fin hubo un milagro en sus vidas? Narcisa elevo su mano levemente con miedo a pensar que sería una alucinación mas y la figura de su hermanito desaparecería frente a sus ojos, y el hecho de que Remus se pegara al brazo de Lucius como si fuese un salvavidas hacia peor la historia. Aun con Regulus a su lado sosteniendo su mano libre y dándole su apoyo, tenía miedo a que fuese un sueño hermoso, de esos tantos que desde niña le perseguían.

Entonces dudo y bajo la mano. Draco quiso gritar que era él, el que pertenecía para completar aquel cuadro hermoso que jamás creyó ver; que sin duda alguna el también necesitaba sentir si era real o  no, pero su voz desapareció con la nueva oleada de pánico: ¿y si lo olvidaron? ¿y si no lo querían en verdad? Ya tenían una preciosa hija, ¿no? ¿Para qué quererlo a él? Sin duda su tía podía tener razón y él no era nada ni nadie, sin valor ni recompensa de su existencia. Y cuando la bella rubia bajo su mano con esa oscuridad cruzando sus ojos, el pánico se volvió en terror.

— Dra-Draco… — la voz de Harry lo hizo voltear a verlo desesperado. No se dio cuenta de que todos voltearon a verlo igual. El moreno volvió a acariciar la el rostro del rubio y sonrió muy leve pero con un amor fluyendo en cada poro. El gris contra el esmeralda solo fue entre ellos dos y sus miradas, sin importar que James y Sirius espectadores de primera fila tuvieran mil colores en el rostro por tan pura escena de afecto— El es Draco…

El mencionado le sonrió al azabache y este le devolvió el gesto. Solo entre ellos… entonces las memorias para los dos volvieron en un flash compartido seguro por su conexión ocular; ambos vieron desde el momento donde un pequeño Harry mecía con una princesita rubia la cuna de un bebe, para cuando una bruja destripo las ventanas y mato a cada una de las nanas que estaban presentes. Como Cissy tomo al bebe en brazos y Harry la varita con la intención de salir corriendo pero la bruja les tajo la salida. Cuando Narcisa pequeña recibió el golpe con la caja en su cabeza dejándola inconscientes y Harry una herida horrible en la frente, para que la bruja tomara al bebe y saliera con el simple recuerdo de la caja.

Esa fue una noche horrible que ambos olvidaron por el tiempo y la poca importancia, pero que al fin y al cabo terminó por juntarles de nuevo. Draco había recargado su frente con la de Potter, pero elevo nuevamente la cabeza y aun con la sonrisa de Harry tan cerca de él, se animo a quitarla de su campo visual para voltear y ver lágrimas corriendo por el rostro de su hermana y un desbordante de felicidad por sus supuestos padres.

— Draco… — nombro Remus y el mencionado sonrió aun mas ante su reflejo y a la persona que sostenía. Sospecho, era su otro padre. Los tres familiares iban a acercarse a su perdido miembro, pero alguien llego a arruinarles el final feliz.

— ¡Alto! — al reconocer la voz, el rubio joven maldijo en su interior y su rostro volvió a endurecer

— ¿Bellatrix? — todos los presentes estaban sorprendidos pero no tuvieron tiempo de ceremonias, pues la nombrada bruja con su mueca enfurecida y retorcida envió lejos a los guardias y Aurores, dejando solo a la realeza de pie para enfrentarla.

Tal vez que los invitados hayan salido despavoridos y que los reyes de los demás lugares e incluso Dumbledore no estuvieran era un alivio ante esa loca. Remus abrazo a su hija y su mirada danzaba de Draco a Bellatrix intentando pensar, pero el hecho de que James y Sirius disimuladamente se pusieran frente al pequeño rubio le hizo controlar sus ansias desesperadas de asesinato. 

— Severus, Tom y… Lucius. — la mujer simulo una reverencia ante sus eminencia y después con sus ojos saltados y retorcida sonrisa les observara — Veo que ya se están presentando. Y perdónenme por tan dramática entrada, mi intención era matarlos rápido.

— Fuiste tú… — Severus tuvo que sostener a Lucius furioso, era claro que el dragón mayor tenia la intención de aniquilarla ahí mismo. — ¡Tú te robaste a mi hijo!

— Sí, así es — confeso con toda la culpa y sin remordimiento alguno, con esa sonrisa que los desquiciaba a todos. — ¡Todos estos años yo lo crie porque era mi derecho! ¡El debió ser tuyo y mío! Pero como te gustan los perros…

— ¿Tu eres quien domina a los Dementores? — Tom corto el parloteo de la loca de su vieja amiga (o lo que quedaba de ella) pues esa historia ya le era tan repetitiva y aburridísima. La cuestionada chasqueo la lengua al tanto de esa ofensa de su mejor amigo de antaño, pero debía importarle muy poco.

— Seh. — contesto como si nada

— ¿Dominas también a los licántropos, quiénes atacaron a Lucius? — esta vez fue Severus aun sosteniendo a su furioso rubio amigo. Bellatrix sonrió y balanceo su cuerpo como niña pequeña

— Eso solamente fue un experimento. Quería estar segura de domar bien a mis criaturas. — todos los presentes se tensaron. ¿Mis criaturas? La loca criaba seres oscuros como si fuesen ratas y la muy maldita se lo tomaba con calma.

— Inimaginable es la cantidad, de la magia oscura que has derrochado…— comento como siempre, con toda la calma y pasividad que Snape representaba. La loca sacudió la mano para quitarle importancia

— Nimiedades solamente.  Todo para simplemente matarlos a cada uno de ustedes.

— ¿Por un capricho? — la voz callada de Draco hizo que voltearan a verlo todos, incluso la loca de Bellatrix. El rubio se paro con tranquilidad depositando el cuerpo de Harry en el suelo con cariño, pero su mirada helada y la sonrisa sarcástica le quitaban todo lo tierno al asunto. Miro a su tía y esta entrecerró la mirada rabiosa, comparando aquella postura de su “sobrino” a la de Lucius — Una masacre en masa simplemente porque te dijeron que no. ¿Qué tan patética crees que te ves?

Bellatrix rechino los dientes y aplasto sus labios, furiosa y sin pensar en lo que tenía planeado, meneo la varita para alcanzarlo y matarlo. 

— ¡Avada Kedavra! — vocifero ella, pero fue derribado a tiempo por el cuerpo jadeante de Harry ante el esfuerzo.

Pero no fue suficiente, Harry estando débil fue fácil que Draco rodara por la fuerza a la que fue sometido y Bellatrix llego a él con facilidad. La bruja ya había conjurado Dementor tras Dementor y varios licántropos dentro del salón, por lo que quedo sola con el rubio. Bellatrix y Draco forcejeaban y el doncel aun con su condición, seguía siendo un hombre, por lo que fue fácil para él someter a la bruja de su tía bajo su cuerpo. La mujer intentaba picarle con la varita pues lanzar un hechizo estando ella cerca seria inconveniente, pero lo que el rubio quería era el medallón que su Dragón que lo trajo al castillo le comento; era la única reliquia que la bruja jamás dejo que puliera y la razón era porque sin este medallón era destruido, todas las criaturas irían en su contra despertando de su sicosis y descubriendo que ella era su manipuladora.

Logro arrebatárselo del cuello y que su varita igual quedara lejos de su alcance, por lo que se echo a correr a donde estaba los hombres que protegían de las criaturas al débil cuerpo de Potter.  

Sin Dementores presentes gracias al patronus Basilisco de Tom, y sin lobos por la destreza de los merodeadores, Bellatrix se puso de pie intentando escapar, pero Lucius y Remus ya estaban frente a ella y a su espalda solo quedaba la terraza donde había más criaturas a las que, en realidad, ninguno quería enfrentar.

— ¡No volverás a lastimar a mi hijo! — aclamo Remus a la bruja, quien simplemente sonrió ante esa estúpida reclamación, según ella. Para ese momento los ojos de Lucius brillaban anormales y los de Bellatrix tomaron el mismo resplandor, anunciando el mismo mal y su poca paciencia. 

— ¡El es mío! — respondió ella en grito y a punto de tomar su verdadera forma para destruirlos, pero el sonido de algo cayendo al suelo la distrajo, solo para volver a chocar con la mirada de Draco.

La mirada definitiva de Draco, quien alzaba su medallón en el aire y Harry, que a pesar de estarse recargando en la pared y la mirada adolorida (con Niniriu siendo protegida por Naguini) apuntaba amenazadoramente con su varita a dicha joya. Bellatrix por primera vez, sintió el miedo. 

— ¿Sabes? Recuerdo que es el único que no me dejabas para pulir — comento el rubio, distinguiendo esa muestra de humanidad en su tía pero realmente, sin ganas de tener piedad. — ¿Qué tan importante es, tía?

— ¡No! — grito Bellatrix, pero fue tarde para cuando Harry disparo su hechizo a la joya, destruyéndola. Que estuviera cerca de la terraza fue igual de malo, pues esta se partió por la oleada de un enojado Dragón que la arrastro hasta que quedara colgada de la orilla  y a punto de caer a licántropos muy, muy enojados. — ¡Draco! ¡Ayúdame, por favor! ¡Draco!

El rubio la miro y ella siguió suplicando, pero nadie movió ni un penique para auxiliarla. Que Lucius hablara con la criatura voladora fue simplemente para que esta se fuera y no atacara a ningún aldeano, pero los licántropos y Dementores seguían esperando por ella.

Draco le mantuvo la mirada cuando ella ya desperdiciaba lágrimas de suplicio, pero cuando fue alcanzada de la pierna por el hocico de alguna de las bestias, volteo la mirada. Quiso pensar que se lo merecía, que los gritos de agonía que tuvo unos segundos (se la comieron rápido, tal vez) sería su música favorita y que sus lagrimas fueron las suyas y las de su familiar por tantos años.

Pero no pudo, no por arrepentimiento. Simplemente porque era asqueroso de pensar.

— ¡Harry! — James volvió a correr con su hijo, quien por cierto ya se encontraba inconsciente.

Tom vocifero varias órdenes y Regulus y Sebastian aceptaron encargarse del resto. Severus y Sirius le dieron un breve abrazo para correr a auxiliar al joven príncipe de Slytherin y su serpiente. Un abrazo que  pequeño rubio se limito sonreír levemente sorprendido, pero que noto como el hombre mayor y de ropas oscuras reprimía sus lágrimas. Valla, quien como él, quien también lo maravillo por hacer que su túnica negra se moviera al compás de sus pasos, ¿Cómo lo haría?

Sus pensamientos fueron cortados por la bella joven rubia que salto sobre él, paloteando cosas como “mi hermanito” y “perdóname”. Draco parpadeo varias veces para limpiar su visión cristalizada, pero solo se limito a abrazarla tan fuerte que ninguno de los dos podía respirar, pero poco venia a importar. Entonces supo que ella era Narcisa, su hermana mayor y la razón del porque su flor favorita siempre fueron los narcisos.

— Draco. — su nombre hizo volver a levantar su mirada y ante él, un hombre que juraría no pasaba de los treinta a pesar de las leves ojeras en su rostro, bajo sus lindos ojos dorados. El maravilloso hombre lo abrazo pero no alejo a su hermana, simplemente lo abrazo con todo y ella encima. — Mi bebe… mi pequeño bebe.

Volvió a sentir lágrimas en su hombro, pero volvió a parpadear para limpiar sus lágrimas y que estas no cayeran. No era orgullo, era por vergüenza y la estúpida idea de temer a fallarles mostrándose débil. ¿Qué llorar era de débiles? Posiblemente no, pero culpen a Bellatrix de esa idea.

Entonces entendió que ese castaño ojimiel debía ser doncel también y que lo engendro a él. ¿Ese maravilloso ser lo tuvo nueve meses a él?

El pensamiento quedo corto ante todo lo demás, para cuando su “papá” se alejo de él. Sintió un vacio inmenso alejarse de brazos tan cálidos y amorosos, pero teniendo frente a él su mismo reflejo pero con aires de grandeza, prepotencia y tal vez, vanidad, se quedo mudo. El hombre, su copia perfecta, levanto sus manos y acaricio su rostro con ellas, también parpadeando para que sus lágrimas no cayeran tan fáciles. Pero sintió tanto dolor por esa distancia tan corta que los separaba, por que el hombre (su clon perfecto) no lo mirase como si lo tuviera de frente y fuera mentira su existencia, que su impulso lo llevo a cometer su segundo acto más hiperactivo e imprudente (el primero: besar a Harry): abrazar al hombre.

Sintió que se tensaba el cuerpo al que se colgaba como niño perdido, y estaba a punto de alejarse y pedir disculpas, para cuando los brazos fuertes lo enrollaron sin ningún problema y escucho un sollozo ahogado y perdido en el espacio de su cuello. El hombre perfecto, su copiar perfecta, estaba llorando y se dio cuenta, que él también dejo por fin derramar las lagrimas.

— Hijo… volviste. — Lucius no dejaba de decirlo una y otra vez mientras apretaba el cuerpo de su retoño en sus brazos y este simplemente sollozaba igual. Si el cabello rubio y los ojos grises no eran suficiente evidencia, pues el simple hecho de que no quería separarse de ellos jamás debió bastar.

Tanto que se dejo abrazar entre todos e hicieron como un emparedado que casi aplasto a la ratita de una invisible Pansy. Que desconsideración.

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Y pasaron días y la boda de su hermana llego.

Durante una semana se la pasaron todos a excepción de Tom, quien se encargo de reparar todo lo que las bestias de Bellatrix hicieron en su amado reino, dentro de la recamara de Harry quien se recuperaba al lado de Niniriu; solo platicaban de todo un poco y de nada mucho, pero lo hacían, sin separarse de Draco en ningún segundo. Incluso el frio Severus no dejaba de consentirlo  dándole de su jarabe especial, bajo la excusa tonta de que se veía muy desnutrido. Un padrino consentidor, decía Sirius.

Se sorprendió al saber que el cuñado de su hermano y por ende, hermano-primo político de él, seria Sebastián. El muy hijo de su madre (o papá, siendo Sirius su gestor. Aun debía entender esos detalles) sonrió tan petulante y estaba seguro que se moría de risa por dentro, por haberle hecho creer que era una amenaza entre él y Harry. Cabrón. Claro que el estiro la sonrisa vengativa cuando Sirius, quien por cierto era su padrino político, comunico que el prometido de Sebastián no pudo acudir a la boda y este puso, por cinco segundos (cinco segundos que valen oro) la cara de perrito apaleado. Después se sonrojo y se alejo, dejando a Draco con el sabor de victoria más dulce que pudo probar nunca.

Entre esos pocos días tuvo que aprenderse su corta genealogía que los unía, pues Severus era su padrino (quien admiro desde el primer instante, mas si contaban el hecho de que no dejaba de darle esa dulce poción de cereza cada que le pedía), pero estaba casado con Sirius, su padrino político quien era de hecho, padrino de Harry quien resulto ser miembro cuarto de los Black por parte de James y un decimo primo bisnieto por parte de los Malfoy al ser hijo de Tom, primo nieto ¿tercero? de Lucius, y que Sebastián y Regulus eran no solo sus cuñados, si nos sus primos quintos, así como las trillizas. Joder, ¡qué familia tan mas grande! Daba gracias a su gran, gran memoria.

Pero en esos momentos, alejado de la fiesta del gran castillo de Gryffindor (ah, porque resulto que Sirius era sobrino de McGonagall, soberana de dicho reino) por la boda de su hermana, era divertido pensar en todo eso. En que Pansy se haya quedado en la finca de Bellatrix para hablar con todos los dragones la muy aprovechada, en que su papá Remus esperaba un nuevo bebe, lo que de hecho le dio por muy extraña razón para todos, alegría inmensa. En que Lucius fuera quien le canto aquella canción que no le hizo ceder ante Bellatrix o que Cissy realmente parecía feliz en su matrimonio. Sí, todo estaba resultando maravilloso.       

Aunque no negaba, se le hacía extraño otras cosas. Una de ellas era estar entre tanta gente y que lo mirasen como la gran maravilla del mundo. Vale, resulto que era un príncipe y la idea no le desagradaba, ¿pero era necesaria tanta atención?  

— ¿Alejándote de la gente? — no volteo, pero si sonrió. Esa voz se acerco a él pero no volteo, haciéndose el desinteresado.

— Agotado de ella, dirás. — respondió él. Tenía pensado que Harry (oh, le costó varias horas la ley de hielo a Potter por haberle mentido. Bueno en realidad no le mintió, pero tampoco se lo dejaría fácil.), le seguiría el juego, pero se formo un silencio que le hizo perder la sonrisa.

— Remus dice que tienen planeado un viaje para ti. — Sip. Perdió la sonrisa.

Draco apretó su puño con su otra mano y su mueca de frialdad apareció por sí sola, aun sin querer responderle.

— Se lo pedí yo. Quiero visitar los otros reinos y la princesa de Ravenclaw me invito a Shangri-La* en otoño y Krum para la próxima primavera. Dijo que en el país Drumstrang era hermoso el invierno.

— Sera un viaje largo. — la respuesta del otro fue instantánea y seca, clara muestra de desacuerdo.

Draco bajo la cabeza y dejo salir un suspiro largo. Había esperado que Harry no se enterara de esa charla hasta que él estuviera listo para una despedida. Literalmente, se lo iba a decir por carta ya que desde Cameloth partiría para no verlo y arrepentirse.

Pero entendió que cansado de huir, dio la vuelta y quedo frente a un erguido azabache con la fachada de enojado, pero que esos ojos solo le demostraban que la idea de la distancia le enfermaba. Eso era lo que quería evitar.

— Necesito saber del mundo Harry, estuve soñando tanto tiempo con todo lo que me rodea que la idea de quedarme encerrado en otro castillo me enferma. — ¿muy sincero? Esperaba que no.

Harry bajo la mirada al suelo y Draco solo pudo quedarse admirando como el traje verde y capa negra, con el escudo de su reino bordado a hilos de plata le quedaba tan bien… desgraciado, seguro el mismo se desarreglo ese cabello tan salvaje y sexy para hacerlo cambiar de idea. Bueno, fue un plan que casi tiene el 99% de éxito. Si estaba dudando en dejar semejante figura atractiva.

— Entiendo. — Harry levanto la mirada otra vez pero no lo miro, sino que volteo a ver el paisaje y Draco resoplo, dejando caer su peso sobre el barandal de roca solida que le impedía caer al vacío.

— No, no lo haces. — el rubio cruzo sus brazos sobre su pecho, escuchando la risa derrotada del ojiesmeralda.

— No. No lo hago. — confeso el Slytherin ante la ceja elevada del rubio. Es que ese gesto le encantaba y ni sabía por qué. — Pero yo he soñado con tenerte a mi lado y tampoco pienso dejarlo.

Esa confesión hizo que el rubio se prendiera de colores aunque no quisiera y bajo sus brazos dejándose sin defensas. ¡Maldito desgraciado! Decirlo con ese tono anhelado, esa mirada novelesca de “solo-mis-ojos-brillan-por-ti-y-esas-mierdas” fue un golpe bajo, sin duda. Pero había una doble insinuación en esas palabras y Draco rápidamente negó con la cabeza y firmeza en sus palabras. 

— No quiero que me esperes. Además tu padre no dejara que…

— No importa él, ni concejo ni nadie que no seamos tú y yo. — corto Harry con rapidez, logrando que Draco volviera pasar de pálido a rojo intenso, para volver a pálido. El azabache volvió a sonreír sabiéndose ganador de esa pelea y confiado, acuno con sus manos el rostro marfil del pequeño  — Si quieres vivir no te detendré, pero por favor, dame la certeza de que yo viviré contigo después.

— Hecho. — respondió instantáneamente, esta vez solo quedando con un leve color rosa en sus mejillas.

No dudo ante esa promesa y eso que estaba seguro que lo suyo con Potter fue simplemente pasajero. Más aun que tendría todo tipo de oportunidad según sus padres de conocer a algún pretendiente alrededor de su gran viaje, ¿pero alguno besaba como Potter? En ese momento, donde sintió los labios carnosos del otro moviéndose con delicadeza y dulzura sobre los suyos, lo dudaba mucho.

Entre el beso, Harry bajo sus manos y las entrelazo con las flojas del rubio, pero en un acto travieso el rubio simplemente sintió como una argolla se quería deslizar en su dedo anular. No comprendió lo que pasaba, y era por el simple hecho de estar ocupado con otra cosa (como comer los labios sabor manzana de Potter), hasta que el aro estaba perfectamente acomodado en su falange nupcial.

Despego los labios de Harry y subió rápido su mano a la vista, para solo encontrar un hermoso aro plata con esmeraldas a su alrededor. Después vio la mano de Harry donde estaba el mismo jodido anillo. Tan hermoso, tan posesivo, tan Slytherin y… ¡tan matrimonial!  

— ¡E-esto sí que no Harry! — Draco quería aventárselo a la cara, pero el atravieso cerro sus manos sobre las alvinas impidiendo tal acto.

— Oh sí, te aguantas. — demando Harry y Draco no hizo más que entrecerrar la mirada claramente enojado, pero Harry rio desvergonzado. — ¡Mira nada más! Te quedo perfecto.

— ¡Son de tus padres! — demando Draco soltándose del agarre, pero sin la intención de quitárselo.

— Me los dieron a mí y yo hago lo que quiera con ellos, ¿okey? — aclaro el chico y Draco rodo los ojos ante semejante actitud infantil, sin darse cuenta de que el tenia un encantador puchero que tentaba a Potter para volver a besarlo. Lo haría, si no fuera más grande su miedo por su querido “suegro”.

— Te detesto.   — le confesó un cabreado rubio quien hizo ondear su traje morado con negro (colores de Cameloth) y adentrándose a la fiesta.

— Te quiero. — le contesto Harry sin esperar a que el chico se detuviera. No importaba, mientras aquel doncelito tan rebelde no se quitara esa argolla jamás.

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Paso un año

— ¡Habla con el parlamento! — vociferaba James de un lado a otro botando cartas y pergaminos, leyendo con desesperación una y otra vez todas las quejas y vociferadores de alegría dirigidos al trono, ósea, Harry.

El muchacho estaba desparramado sobre el trono con Niniriu dormida sobre su estomago, bebiendo una cerveza de mantequilla e ignorando a su alterado papito lindo. En el piso alfombrado a los pies del trono donde estaba Harry, Tom estaba también desparramado sin gracia con Naguini utilizándola de almohada, igual, ignorando a su consorte.

Claro que James estaba alterado, mas cuando leyó en cada pergamino que aterrizo en su casa, ya fuese en ofensiva o en son de gracias, todas decían lo mismo: Azkaban sin Dementores, nueva ley del Rey de Slytherin.

— No lo hare. — canturreo Harry feliz de la vida, dando otro sorbito a su bebida.

— ¡Harry Gaunt Potter! — James termino por aventar todos los papeles al aire, pero su hijo ni se movió.

— Nop.

— ¡Tom, ¿quisieras decirle algo a tu lunático hijo?! — su última esperanza, tampoco se movió de su sitio.

— Tú me convenciste de nombrarlo rey hace más de un año. Acepta la consecuencia de tus ideas. — Harry evito lo mas que pudo la risa, pero sabía lo que venía y no estaba seguro de controlar sus carcajadas

— Bien, afrontare la idea de que duermas en el terrario de Naguini. — Nop, Harry no aguanto las carcajadas  cuando Tom solo soltó un gruñido ante esa amenaza… ¿Por qué solo era una amenaza, verdad?

Entonces un hurón cruzo el ventanal del castillo y bailo de un lado a otro hasta desaparecer sobre la cabeza de Harry, quien se irguió en su sitio totalmente asombrado por lo que veía. 

 — Ese patronus es de… — James intento reconocerlo, pero el hecho de que su hijo y Rey saliera corriendo le dejo entre pasmado y preocupado — ¡Harry!

 Pero Harry no escuchaba, simplemente siguió corriendo hasta la salida sin dar alguna explicación. Sus hermanitas casi gritaron cuando él estuvo a punto de arruinarles sus panquecitos, su guardia personas corría siguiéndolo pero nada lo hacía parar. No paró hasta llegar a la entrada del Jardín.

Cuando lo vio, sobre ese corcel negro y la gran capa con bordados de un dragón en morado sobre el negro seda, simplemente paro y su guardia casi choca a sus espaldas. Su sonrisa debía ser de estúpido y su atuendo un asco por la corrediza, pues el sujeto frente a él no contuvo su burlesca risa.  No importaba, esa risa era lo más bello que había escuchado en un año entero.

Se acerco aun jadeando por aire, pero ya estaba frente al animal negro y sin duda, frente al doncel más bello que no pudo sacarse de su mente jamás.

— ¿Estas de paso? — se arrepentiría después por decir lo primero que se le viniera a la mente, pero cuando esa sonrisa juguetona le siguió el juego no se arrepintió de nada.

— ¿Sabías que solo en Slytherin puedes encontrar un verdadero vino de frambuesas, en todo el mundo? — esa hermosa voz… rogaba que no fuera un sueño.

— Nos lo dicen seguido. — soltaron una leve risa y por fin sintió como el aire corría por sus pulmones con calma. Llevo sus manos a la estrecha cintura del otro y esta se dejo hacer, bajándose por fin del caballo que quedando sobre esas caricias.

— Extraño ese vino. — admitió el príncipe Pendragon Draco Malfoy mientras enroscaba sus brazos detrás del cuello del azabache, sintiendo esa textura salvaje de hebras negras entre sus dedos.

— ¿Te sirvo en una copa? — Harry Thomas Gaunt Potter, rey de Slytherin, cuestiono con un tono sin definir entre sensual o anhelante, pero sin apartar su mirada de la que siempre lograba hipnotizarlo, la iris plata que se escondía bajos un ejemplar de doradas pestañas.

— Mejor en tus labios. — contesto el otro y su deseo quedo servido, para cuando el mayor bajo un poco la cabeza buscando sus dispuestos labios. Tuvieron un año de distancia, un año donde Draco tuvo que decidir a donde giraría su vida y su libertad. Un año donde Harry conoció la responsabilidad y sacrificio, pero que todo tenía solución.

Tal vez las cartas bastaron para ellos, las chimeneas y todo aquello que mantuvo su relación, pero el hecho de que Draco recorriera con la punta de su lengua el contorno de su entrada y le hiciera abrir sus bocas para encontrarse en una batalla de lenguas… simplemente mandaron todo al carajo.

Ambos quedaron juntos y sin la mas mínima intención de desprenderse en un muy, muy largo rato.

Harry ya no tenía ningún problema, después de todo su “suegro” no estaba presente. 

Notas finales:

Bueno, e aqui el finale... OMG es el primer fic que acabo *llora desconsoladamente* 

antes que nada aclarare unas cosas:

1)esto era Harco, por lo que la mencion de las parejas paternales quedo al aire, pero todos los presentes sabemos que les tengo preparado su propio fic, así que no se desilucionen.

2) En la ficha del fic dice "SiriusxSeverus". Como soy una torpe de primera e ignorante del tema de "clasificacion" es error mio que piensen que Severus es el... am... doncel. No, este fic sera de aquellos raros donde Sirius es el doncelito y Sevy el dominante. 

3) Esta historia nacio de la pelicula animada por matel y la compañia de Barbie, por lo tal, ocaciona Ooc en los personajes. Sin embargo, y aunque muy apenada e de admitir, intente de todos los medios que no rozaran a lo patetico. Pido disculpas si cause molestias.

Gracias a todos los lectores por seguir y apoyar este mini fic. Ante todo por estos mis malos tiempos, donde mi salud vuelve a decaer... aaah (u_u) ya habia dejado de escribir hace seis años por lo mismo de mi debil salud, pero esta vez no pienso rendirme! seguire escribiendo ante todo!! Pero por esta razón les quedo a deber el epilogo (tenia tntas ganas de poner babys ;-;) y sobre el fic de los papis "Ese par de anillos" pues lo atrasare un poco, pero minimio ya tengo los primeros capitulos hechos, asi que la demora no sera tanto... en cuanto enfermeras salvajes no me quiten la lap grrr... "Give me youre mony pls", ven y pateales el trasero, ¿sí? ¬_¬

Pero pues doy esta historia por terminada, aunque en un futuro no muy lejano dense una vuelta para tener su epilogo y el fic de los papis "Ese par de anillos" (segun la enfermera ogro y sus bipolaridades) sera publicado cada sábado por la tarde a partir del 11 de abril!! *cuetes y brillantina mientras baila la macarena* YEAH!! solo rezen para que el ogro que me mantiene cautiva no cambie de planes TT¬TT!!!

De antemano, ¡muchas gracias!

POSS: los invito a leer "Ceidwar Neird: guerrero sin corazón" que esta en el momento crucial de la historia! les prometo que les gustara!!

POSS2: para quienes ya leen esa historia, mañana actualizo, no se me desesperen xD  


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