Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Lo dira el destino por Miikii Carel

[Reviews - 8]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Y yo que pense que no actualizaria hoy jaja es que se me juntaron las cosas y casi muero de estres @-@ pero sin mas les dejo el cap.

Caricias eran repartidas en todo mi cuerpo, sus húmedos labios sobre mi cuello, su lengua traviesa probaba mi sabor, como si estuviera listo para devorarme. Pequeños gemidos morían en mi garganta, un fuerte calor subía y baja constantemente por mi espalda, mi respiración se volvía cada vez más agitada, la excitación se sentía en el aire y esta aumentaba con rapidez. Sus manos se aventuraron y tomaron mi cadera, un queriendo abrirse paso entre mis piernas, la otra solo masajeando mi costado, lo sentí tocar mi hombría y fue ahí cuando todo acabo.

La ruidosa alarma sonó, despertándome de aquel lujurioso sueño, maldita sea, no me quiero levantar. Al parecer el encuentro con André en el baño me dejo más afectado de lo que había pensado, vamos, fue apenas hace un día y yo ya estoy de puerco teniendo sueños de este tipo… Bien hecho subconsciente. Estire mi cuerpo con pereza, en verdad no quería levantarme para ir al colegio, es decir, con que cara lo vería, aquella escenas del baño saltarían a mi inmediatamente. Ah.. Bueno al mal paso darle prisa, pero antes una ducha de agua fría sería lo ideal, sin duda.

Ya duchado y con el uniforme puesto, vi la hora en el reloj, 5:48 ¡A que jodida hora puse la alarma ayer! Me deje caer boca abajo sobre la cama, no me gustaba como pintaba este día, mas ya estaba listo, no pensaba quedarme en casa después de haber sufrido una ducha helada, bueno aunque eso fue por mi culpa. Me levante, sacudí un poco mi ropa, arregle mis cosas del día y baje a la sala para encontrarme con mis padres, pero me arrepentí de haber bajado tan temprano, mi madre sentado en la barra de la cocina, sus manos rodeando el cuello de mi padre, mientras compartían un beso, en definitiva no sería mi día.

-Les agradecería si dejaran de comerse tan temprano o al menos que no sea frente a mí-. Se separaron de golpe, creo que no me habían oído bajar, claro, si estaban muy ocupados revisándose las amígdalas el uno al otro. No es que me molestara que lo hicieran, si no que tanta miel se pega. Mi madre con un notorio sonrojo en la cara bajo de la barra y sonrió a mi padre, este le devolvió la sonrisa.

-Lo siento cariño, nos tomaste por sorpresa, has despertado más temprano-. Tomo mi rostro entre sus manos y deposito un suave beso en mi mejilla, genial, saliva ambos en mi cara. Se alejó un poco y me sonrió, esa sonrisa que podría fácilmente derretir un hielo, tan cálida, tan brillante, había veces en las que creía que si la veía quedaría ciego, a veces exagero. - ¿Qué te gustaría desayunar amor?-. Amor.. de inmediato a mi padre, su mirada transmitía un poco de celos, me vio y le mostré la mejor sonrisa burlona que puede hacer, un gesto bastante extraño se formó en su cara.

-Lo que me des está bien mamá, todo lo que cocinas es delicioso-. Su rostro se llenó de felicidad, me dio un efusivo abrazo y se marchó a la cocina. Deje mi mochila en el sofá y me senté frente la barra de la cocina, papá seguía mirándome retadoramente, tomo su taza y le dio un trago a su café -¿Celoso de tu hijo?-. Abrió los ojos como platos, y comenzó a toser, di en el punto, comencé a reír, como es posible que se sienta celoso, ¡Si solo me dijo amor!

-No tienes algo mejor que hacer que molestar a tu padre-. Me dio un pequeño golpe en la cabeza, solo reí por eso, siguió o al menos intento tomar su café.

El desayuno fue bastante tranquilo, 6:25 am la hora perfecta de partir, de manera rápida lave mis dientes y arregle un poco mi cabello, estaba tomando mi mochila cuando tocaron la puerta, mamá se encamino a la puerta para abrir, me despedía de papá cuando lo oí.

-Matty! Un chico te busca-. Mi corazón se detuvo, me dirigí con rapidez a la puerta. –Disculpa, ¿Cuál es tu nombre? Me parece que a ti no te conozco, Matty por que no nos presentaste a tu amigo. ¡Trágame tierra! ¡¿El que hace aquí?!.

Ya estaban todos en la puerta, mamá y papá viendo con notoria curiosidad a André, mis manos empezaron a sudar un poco, los nervios ya estaban en mí, al momento de querer explicar André fue más rápido que yo. –Buenos días soy André Mushat, un gusto-.

-Ah un gusto igual, nosotros somos Frederik y Erik Beaumont padres de Matty-. Se saludaron cordialmente, mamá con una sincera sonrisa y papa con la mirada seria, como si sospechara algo o simplemente de desagrado hacia André. –Me alegra conocer a otro amigo de mi Matty-. Mamá calla por favor, presiento que no saldrá nada bueno si seguimos aquí.

-Yo no soy el amigo de su hijo, soy su NOVIO-. Todo fue silencio, nadie se atrevía a decir algo, el rostro de mi padre mostraba cierto grado de enojo y mamá simplemente me veía con bastante curiosidad.. ¡Maldito seas André!

 

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

 

-¿Era necesario que les dijeras de esa manera a mis padres?-. Después de haberles dicho a mis padres que éramos novios, hubo un pequeño drama por su parte, mamá tirando corazones pues “su Matty ya tenía pareja”, mientras que mi padre tirando maldiciones y derramando enojo de aquí a allá pues a su parecer “su hijo merece algo mucho mejor” vaya familia de locos que tengo.

-¿Y por qué no hacerlo? Es la verdad-. Me miro con cara de niño y una gran sonrisa, gire mi rostro hacia otro lado intentando que no notara mi sonrojo; el sólo soltó un risilla. Nuestras manos iban unidas desde que partimos de mi casa, el calor que transmitía era tranquilizador y reconfortante de alguna extraña manera.

Mientras caminábamos a la escuela me di cuenta que André tocaba cada pared al menos unas cinco veces para después darse un pequeño e insignificante golpe en la pierna, lo mire con curiosidad por su acción. –Que ocurre, ¿Por qué me ves así?-. Sonreí, detuve su caminar y me puse frente a el sin soltar su mano.

-¿Qué es eso que haces con tu mano?-. 

-Ah eso, es una manía que tengo, no recuerdo desde cuándo la tengo pero ya es algo automático-.  ¿Qué tipo de manía es esa? Es decir comprendo que la gente tenga manías extrañas pero eso es muy singular. Reanudamos nuestro andar, era un poco más tarde de lo normal aunque aún estábamos en buen tiempo, y nos adentramos en el edificio. Siendo sincero, no creí que haría algo así, pensé que al llegar a la escuela me soltaría y solo haría como si fuéramos amigos, mas sin embargo en ningún momento me soltó, sentí a mi corazón dar un brinco y mi cara ya empezaba a enrojecer ¡Concentración Mathew, no te distraigas!

Llegamos al salón, solo habían unas cuantas persona, soltamos nuestras manos, el calor que me transmitían se marchó con el dejando un frio y un poco de vacío en mi mano, colgué mi mochila en el respaldo de la silla y me senté. Observe a André por unos momentos, creo que suena un tanto formal su nombre, digo, siento raro el llamarlo así todo el tiempo, quizá le pueda decir Andy eso si suena lindo, ¡Oh! ¿Qué es lo que hizo? Antes de tomar asiento toco un par de veces la ventana con la yema de sus dedos y luego los acerco a sus labios.. ¡Que carajos hace! Segundos después se percató de mi insistente mirada, solo alce mi ceja en señal de duda por su acción.

-Manía-. Cuantas Manías tenía este sujeto, bueno mientras no golpe las cosas como lo hace con las paredes todo está bien. Me sonrió y movió su mesa un poco más cerca de la mía, imite su acción, solo se limitó a sonreír. Es que acaso no sabe hacer nada mejor que embobarme en su sonrisa.

-Pues, ¿Cuántas manías tienes?-. La pregunta lo tomo por sorpresa, cerró los ojos, como si las estuviera contando mentalmente, si que es raro.

-Si es que recuerdo bien son solo doce mi querido Matty-.

-Jajaja-. Dijo doce, si claro, aunque -¿Qué? Es broma ¿Cierto?-. Su cara adquirió un semblante serio… ¡¿Doce jodidas manías?! ¡Pero que carajos le pasa, este tipo si que es raro, ya había encontrado dos de esas doce manías, solo me faltaban diez, estoy intentando encontrar algo positivo a esto, aunque creo que no hay nada.

-¿Tienes algún problema con eso?-. Tomo mi mano y la estrujo con algo de fuerza provocándome un leve dolor, se notaba serio y bastante ¿Se habrá molestado? Wow esto ya es como una pelea y apenas vamos empezando en esta relación, que complicado es el amor. Creo que este día me la he pasado haciéndome muchas preguntas y la mayoría de ellas se quedan sin respuesta, pero esta si la tenía; sus manías me molestaban. No es que me moleste porque él las tenga, si no que me incomoda y desespera que las haga, ver sus movimientos me estresa un poco, como ahora que no ha parado de golpear sus dedos en la banca y lo pero ¡Incluso lleva un ritmo!

-Bueno.. Yo, veras..-. Se comenzaron a escuchar rápidos y fuertes pasos venir hacia el salón, la puerta fue abierta, ¡Te amo Clary, llegas en el momento perfecto! Como era de esperarse salto sobre mi dejando un par de besos en mis mejillas, este chico tiene amor de sobra, debería de dar un poco de el a la gente solitaria, seguro eso los ayudaría.

-¡Buenos días Matty!-. Su vista quedo en nuestras manos aun unidas –Ah, lamento interrumpir, no era mi intención-. Esbozo una sonrisa tonta (como las de siempre), André me soltó y me miró fue como si con ella me hubiera dicho un “ya hablaremos más tarde” aquellos pozos verdes se perdieron en la ventana.

-Veo que tienes mucho que contarme Matty-. Clary si que tiene la habilidad de cambiar su expresión de una a otra con bastante rapidez, su cara denotaba algo de perversión y curiosidad, es que acaso toda mi familia siempre tiene en su mirada un poco de curiosidad, no lo dudaría. –Por cierto, ¿tienes los deberes de Física? Me olvide de hacerlos-. Maldito convenenciero.

-Sabes, si sigues así comenzare a cobrarte las tareas que te pase-. Busque en mi mochila el cuaderno correspondiente a la materia… Seguí buscando y buscando… -No lo encuentro.. ¡Dios! ¡Olvide mi cuaderno en casa!-. Lo escuche reír un poco, me gire para verlo y callo de inmediato. Ojala mueras Clarence Labrik.

 

 

Las primeras horas ya habían pasado, después del gran regaño que me dio el “querido” profesor de Física por mi “monumental irresponsabilidad” las clases continuaron normales, como si a él nunca se le hubiera olvidado un cuaderno. Todos salían del salón hacia aquel merecido descanso, Clary, como ya es costumbre se acercó a mí en busca de algo de dinero, después de semejante berrinche y quedarse con las manos vacías los chicos y Lora salieron por algo de comer. En el salón solo quedamos Andy y yo. Saque de mi mochila un pequeño traste con comida, mamá siempre tan dulce.

-¿Quieres que comamos juntos?-. Aparto su vista de la ventana y por me miro por unos momentos, me sentí de alguna manera examinado por aquellos hermosos ojos, cuan estúpido me he de ver en estos momentos.

-Claro, pero no tengo almuerzo así que deberás compartir conmigo si no quieres que te termine comiendo a ti-.  Seguro le gusta cómo me veo de jitomate, lo hace a propósito. Pegue mi mesa a la suya y me acerque a él coloque la comida en las mesas, de nuevo me sonrió.

-Co-compartiremos, no tengo problemas con eso-. Dejo un casto beso en mis labios, dejando con ganas de uno mejor. Abrió el tupper, gracias por poner una buena cantidad de comida mamá, un sándwich a la mitad, un poco de lechuga, jitomates y zanahorias, dos huevos cocidos y un pequeño pastelillo… en verdad esperaba que comiera todo eso solo.

-Gracias por la comida lindo-. El rubor de nuevo, miro por unos momentos la comida y tomo una mitad del sándwich, hice lo mismo con la otra mitad.

Hacia pasamos el tiempo, mientras comíamos  charlábamos de cosas triviales, de cómo es que éramos de pequeños y de el por qué no hablábamos tanto. Todo en el tupper fue desapareciendo, todo menos las zanahorias.

-¿No te gustan las zanahorias?-. Lo dije más con tono de afirmación al ver que no había tocado ni una desde que empezamos a comer. Me miro un poco nervioso, tenía cara de no querer hablar. –¿Andy? Entonces..-.

-No es que no me gusten, si no que no me gusta comer nada con ese color-. Lo note, un muy ligero toque de carmín en su rostro, ¡Pero que estupidez es esa! No come nada que sea de color naranja, eso si que es raro y mucho, cuarta manía descubierta. –Espera.. ¿Cómo es que me llamaste?-. Una sonrisa pícara se dibujó en su rostro. Mierda. Solo había considerado el llamarle así, mas no debía hacerlo, cubrí mis rostro con mis manos; no quiero que me vea. Sentí algo suave en mis manos, lo reconocí, sus labios besaban mis manos, poco a poco fui aflojándolas y descubriendo mi rostro, lo siguiente fue el esperado beso.

Sus labios sobre los míos, daba la impresión de que se habían extrañado, un encaje perfecto, la suavidad de sus labios y el frio y dureza de aquella argolla que estaba en ellos. Era un beso lento, sin prisa, suave. Poco a poco su lengua fue delineando mis labios deseando entrar cosa que sin pensarlo lo permití. Al sentir nuestras lenguas chocando me estremecí un poco, paso una mano por mi cuello acercándome más a él, profundizando el beso. Abrí por un pequeño momento mis ojos y los vi, ¡Esos jodidos dedos en movimiento!, más rápidamente los olvide, el beso iba subiendo poco a poco de intensidad, esa mano que reposaba en m cuello ya se hallaba en mi cintura haciendo movimientos continuos. Nos separamos solo por la falta de oxígeno, mi respiración ya estaba acelerada al igual que la de él, un pequeño ruido se escuchó en el salón. No me di cuenta que había entrado una chica al salón, se nos quedó mirando y después simplemente salió cerrando la puerta tras de sí. En definitiva este no es mi día.  

Notas finales:

Oww cada vez los hago un poquis mas grandes!

Bueno, espero lo hayan disfrutado y las manías fueron ideas de dos amigas, pero en mayor parte de la nena que amo más que nada! Te amo ya lo sabes pero te lo dejo por aqui (nunca sabran su nombre *-* por que celos) 

Nos vemos en proximo Martes!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).