Los rayos de sol entraban a mi cuarto sacándome de aquel profundo y agradable sueño, estire mi cuerpo y un ligero bostezo salió de mi boca, no me quiero levantar, es domingo por la mañana quien querría levantarse temprano, abrí mis ojos de manera lenta, la luz molestaba mi vista ¿es que acaso el sol no se puede apagar solo por un rato? Me quede observando el techo, no miraba nada en específico. Rememore un poco, creo que últimamente lo hago muy seguido… qué más da, después de haber recibido aquel mensaje por parte de Mushat y haber contestado de manera tan “madura” (claro a mi parecer), se desato una pequeña pelea por mensajes, que si yo era inmaduro o que si él era un idiota irresponsable y muchas cosas más, bueno los mensajes pasaron a ser una llamada ¡Ese desgraciado me había llamado! No conforme de decirme TODO eso por mensajes decide llamarme y claro que debía de contestar, fueron casi cuarenta minutos de gritos y uno que otro reproche de mi parte, en un momento de la conversación comencé a caminar por toda la sala sin importar que mamá o incluso papá escucharan lo que decía, tras tantos reproches de mi parte cedió y un casi inaudible “Lo siento” fue dicho, corto la llamada, aquellas últimas palabras fueron dichas como si él quisiera disculparse de algo más, momentos después recibí un mensaje diciendo que vendría a mi casa a las 10am, entonces heme aquí, cuando yo por lo general despierto a las 11am o 12pm, pero no, el señorito llegaría en una hora. De mala gana abandone ese cómodo lugar, solo espero que el día sea bueno.
A las 9:37am mis padres salieron de la casa y me dejaron esperando mi destino, debería considerar ser actor seguro que eso sonó exagerado, ellos por lo general salen los domingos ya que para ambos es su día libre así que le gusta tener “citas” en vez de pasar tiempo conmigo, pero no los culpo, yo tampoco quisiera pasar mi día libre con mi hijo (si tuviera). Un leve sonido de música me saco de mis pensamientos, la pantalla de mi celular se ilumino anunciando la llegada de un nuevo mensaje, por favor que no sea Mushat diciendo que ya no vendría porque si es así juro que lo mato, con esa idea aun presente tome mi celular para revisar el mensaje.
De: Noah
“¡Hola! ¿Te gustaría salir a algún lado? Sé que aún es algo temprano jaja pero así podríamos aprovechar el día”
Porque demonios tenemos que trabajar hoy, yo quería salir a pasear, ¿que no se supone que el fin de semana es para descansar? Y yo aquí esperando a Mushat para ponernos a trabajar… maldito destino. Fui realmente breve al contestar, con un “Perdón hoy no puedo salir” fue más que suficiente, bueno supongo que ya luego tendría oportunidad de salir, eso, búscale el lado bueno a las cosas.
Me quede sentado en el sillón mientras mira un poco de televisión, o al menos eso intentaba pues mi vista de momentos se desviaba a la puerta, vamos calma solo faltan diez minutos, no es mucho tiempo y además no es como que lo estés esperando o bueno si, pero solo para trabajar y solo para eso, creo… ¡AH, MALDITA SEA! Me di unos leves golpes en el rostro alejando cualquier tipo de pensamientos, por décima vez deje escapar un bostezo, quiero dormir. Recargue mi cuerpo por completo en el sofá, tan solo serían diez minutos pero seguro que ese tiempo sería bueno, cerré mis ojos y sentí mi respiración alentarse, mi cuerpo se relajaba al sentir el sueño aproximarse, comenzaba a quedarme dormido cuando el sonido del timbre arruino cualquier intento de descanso, al carajo el poder dormir.
-Ya voy-. Me puse de pie y estire mi cuerpo, un nuevo bostezo escapo de mi cuerpo ¿Cuántas veces había bostezado hoy? Seguro muchas, sacudí un poco mi cabello en un intento por quitarme el sueño o al menos la cara de muerto que seguro tengo. Me dirigí a la puerta con tranquilidad, abrí con un poco de lentitud y ahí estaba, unos tenis de bota azul marino seguidos de un pantalón un tanto ajustado (Dios) color café y una playera a rayas horizontal blancas y azules, un conjunto un poco extraño para él pero a la vez le sienta muy bien.
-Piensas quedarte todo el tiempo mirándome o me dejaras pasar-. Una maldita sonrisa socarrona se plantó en su rostro, ¿Cuánto llevaba viéndolo? Los colores subieron a mi cara, me hice a un lado dejándole el espacio para que entrara, entró directo a la sala dejándose caer en el sillón individual observando todo a su alrededor -¿Dónde podemos trabajar?-. Giro su cabeza para verme, muévete muévete ¡Quítate de la puerta! Concentración, vamos, enfócate en trabajar y solo en eso, pero es que ese conjunto le queda realmente bien y además su cabello desordenado y su perforación lo hacen ver tan... ¡AH! NO NO NO CONCENTRATE CARAJO Y CONTESTALE YA.
-Podemos trabajar en el comedor o también en mi habitación-. Se puso de pie y se acercó a mi inclinándose un poco quedando a la altura de mi cara, sentí de nuevo el calor en mis mejillas y cerré fuertemente mis ojos por instinto, escuche una leve risa burlona de su parte, abrí los ojos y sentí como su dedo picoteaba mi frente.
-Vayamos a tu cuarto-. No estoy seguro en que tono dijo eso pero lo que si se es que cualquiera lo hubiera mal interpretado, no digo que yo la haya hecho, no, para nada… Sera una tarde pesada.
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Las 5:29pm hora que en estos momentos marcaba el reloj de mi alcoba, después de unas largas investigaciones, resúmenes, traducciones y fabricación del material a entregar, por fin habíamos terminad aquel maldito trabajo de lengua, no es que no disfrute el aprender otro idioma es solo que el ambiente estuvo en constante cambio, pasaba de ser agradable a unos incomodos silencios donde la tensión era la protagonista, pero ahora todo era más tranquilo ya que la “presión” de finalizar el trabajo se había esfumado.
-¿te gustaría tomar algo? Creo que hay algo de té helado o si quieres podemos comer algo, después de todo no desayune y a decir verdad ya comienzo a sentir un poco de hambre, por no decir mucha-. Lo último lo dije en susurro aunque lo logro captar pues dejo salir su risa, había comenzado a extrañar su risa, solo asintió a lo que dije, aunque no sé si lo hizo por la idea de tomar algo o a lo de comer o quizá a ambas.
Salí de mi cuarto y fui a la cocina, generalmente no iba tanto a la cocina pues mamá no me dejaba, siempre me decía que entre mis dones el cocinar no estaba incluido por eso casi siempre procuraba dejar algo de comida en el refrigerador para calentarla solamente, mamá teme que incendie la cocina, lo comprendo. Dentro del refrigerador había muchas cosas, unas tantas verduras, pequeños frascos, dos jarras y varios tuppers con comida dentro, saque una jarra que dentro llevaba el té helado y un par de tuppers que a juzgar su contenido parecía pasta y un poco de puré de papa, creo que con esto será suficiente. Metí el primer tupper al microondas marcando 2:30 min por que sí, mamá ni la estufa me deja usar, mientras se calentaba saque dos vasos de la alacena llenándolos con el té. Pasados los minutos, saque el tupper sintiendo el calor en mis dedo quemándome un poco las yemas, lo destape, el olor a la pasta salió inundando mi sentido por completo, mamá cocina muy bien, hice lo mismo con el otro solo que lo calenté por 2:00 min, es un poco extraño lo que pienso, digo, ahora estoy “haciendo” la comida para André, no es correcto que lo vea de otra manera, pero el solo hecho de estar haciéndolo me hace desear que nada hubiera pasado.
No me di cuenta cuando André bajo y mucho menos lo escuche entrar a la cocina, solo me percate de su presencia al sentirlo detrás de mí. Sentí sus brazos rodear mi cintura apegándome un poco más a su cuerpo, su cabeza quedo sobre mi hombro mandando su respiración directo a mi cuerpo, no supe cómo reaccionar pero si supe que sentir; mis ojos se humedecieron. De momento a otro me giro hacia él, quedamos a corta distancia, su respiración mezclándose con la mía formando una, sus manos ejerciendo un poco de presión sobre mi cadera buscando pegarme más a él si es posible, me sentí atraído por él, pero de alguna extraña manera no lo encontraba correcto, algo me molestaba, inútilmente intentaba alejarlo con empujones en su pecho, sus labios quedaron a escasos centímetros de los míos haciendo tortuoso el momento, solo esperaba el contacto más nunca llego pues el sonido del timbre inundo el lugar rompiendo cualquier tipo de ambiente creado. Como pude me libere de su agarre pues sus manos se negaban a dejarme ir, fui a la entrada sintiendo como caminaba detrás de mí.
Abrí la puerta dejando ver la figura de Noah, al verme una mirada dulce apareció en sus ojos la cual cambio de manera drástica al fijarse en mi acompañante –Hola, pensé que podría hacerte compañía-. Su vista viajo de arriba hacia abajo, como si me estuviera escaneando por completo, buscando quizá algo sospechoso en mi –No pensé que tuvieras su compañía-. Lo último lo dijo con total desagrado en su voz al igual que en su mirar.
-No hay ningún problema Levert, después de todo yo ya me voy-. Me dirigió una última mirada que no supe descifrar, y una sonrisa de satisfacción creció en Noah.
-Qué alegría Mushat, así podremos estar a solas Matty-. Se adentró a mi casa empujando un poco a André queriendo sacarlo, tomo la puerta dispuesto a cerrarla pero algo se lo impidió.
-Decidí quedarme un rato más-. Dicen que la venganza es dulce quizá sea cierto.
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La comida quedo olvidad, sentados los tres en el mismo sofá conmigo en medio para evitar algún problema, la tensión era palpable y el silencio reinaba desde hace ya minutos atrás, tengo hambre, pero si me levanto podría pasar algo, que tal si los dos se ponen a pelear como animales, bueno a pelear por que animales ya son. De momentos sentía ambas miradas sobre mí para después chocar ambas, si las miradas mataran seguro ya estarían muertos, de pronto el cuerpo de Noah se puso de pie, el enojo reinada en sus cuerpo.
-¡Estoy harto! Porque no te vas de una vez Mushat, lo único que estás haciendo es arruinar todo con tu presencia-. Pronto termine siendo el único en el sofá.
-¡El único que arruina aquí las cosas eres tú! Estábamos perfectamente bien si ti-.
-Pues yo no veo que Matt se queje de mí-.
-Pues claro que no lo hará, él es muy amable como para decírtelo pero yo no, así que por favor lárgate de una vez y déjame estar con MI Mathew-. Esas últimas palabras hicieron eco en mi cabeza, su… soy ¿suyo?
-¡Él no es un objeto! ¡Y mucho menos es tuyo MALDITO ESTUPIDO!-. En ese momento las cosas se salieron de control si es que antes había control, un fuerte empujón a André, mi cuerpo seguía inmóvil en el sofá y solo fui capaz de reaccionar al ver los primeros golpes ser dados, un fuerte puñetazo fue estampado en la mejilla derecha de Noah sacando un hilo de sangre de su labio, mi cuerpo temblaba, me levante he intente detener la serie de golpes que se llevaba a cabo, pero creo que todo resulto peor de lo que esperaba, un golpe de André por error termino en mi rostro dando en parte de mi mejilla izquierda y la nariz, cubrí la zona con mis manos; todo paro.
Me deje caer al suelo quedando sobre mis rodillas, sentía brotar la sangre de mi nariz y de mi boca dejando en esta ese característico sabor metálico. Mis ojos se llenaron de lágrimas, no encontraba forma de parar mis sollozos pero no es como que quisiera hacerlo, necesitaba llorar. Escuche muchas veces sus voces, solo las ignore, sus manos se paseaban por mi cuerpo en un intento de ver mi herida, de asegurarse que estaba bien, pero claro que no lo estaba.
-¿Por qué no pueden parar?-. Fue lo único que dije antes de romper en un verdadero llanto. Detesto el sabor a sangre, creo que para mí la venganza no es tan dulce después de todo.