-Un paso para el final-
Muy en contra de su voluntad, Sasuke pasó la noche en el hospital. No veía la hora en que le dieran de alta y regresar a la tranquilidad de su hogar. Lo tenían un poco preocupado sus robots, si no se les daba el mantenimiento adecuado podrían morir por así decirlo. Además que tenia que buscar a la familia Uzumaki, la verdad que tenía muchas cosas por hacer.
A regañadientes tuvo que dormirse. No quería, tenía una razón que iba mas allá del quedarse en estado vegetal nuevamente, era algo que lo había tenido inquieto desde las ultimas horas, algo que posiblemente ponía en riesgo su integridad, salud mental y física... definitivamente física y nuevamente tenia que ver con mujeres y aunque ya estaba acostumbrado a tratar con este tipo de casos, en el hospital se sentía un poco vulnerable.
El doctor había ordenado que se le dieran algo para relajarse y conciliar el sueño..... En contra de su voluntad. Pero fue la sonrisa perversa y el destello en los ojos de aquella enfermera pelirroja la que lo inquietaba a medida de que el sueño se esparcía por su cuerpo, ya no podía hacer nada, no pensó nada y en ese momento sus ojos se cerraron.
A la mañana siguiente..... Muchas cosas comenzaban a prepararse…
Desde muy temprano en la mañana, Itachi corría con cierto enojo tras la sombra de cierto rubio. La verdad parecían dos niños pequeños jugando a las carreras…. Eso si no fuera por la mirada brillante llena de ira que asomaba por las pupilas del mayor.
-Naruto, tienes que ponértelo- gritaba mientras golpeaba la puerta del baño.
-Porque tiene que ser algo tan….. Tan….. Elaborado….. Ni que fuera a algún tipo de concurso-ttebayo.
-Eso no significa nada. Es una fiesta de disfraces. Sabes cuanto me costo escoger este traje.
-Pues yo no te lo pedí…..
-Naruto, no seas tan infantil.
-Tú me ves como un muñeco al cual puedes vestir a tu antojo….. Lo note ayer cuando me hiciste usar ese traje de mesero- dijo con un poco de vergüenza.
-……silencio….. Te dije que eso era para saber si había escogido la talla correcta para tu clon mecánico.
-Si claro…..… y por eso ¿Tomaste las fotografías también?…… - ….silencio….- ¡Además! no me gusta ese tipo de ropa…. Nada de lo que digas me hará cambiar de opinión….
-Como tú quieras………. Al parecer Sakura será la única que use algo bello esta noche…..- dijo de modo cizañoso al final.
-…………………………
Unos pocos segundos bastaron para que el rubio abriera la puerta lentamente.
-¿A ……… que te refieres con eso?
-Vi a Sakura en la misma tienda. Estaba probándose un hermoso vestido victoriano. La verdad es que se veía muy linda en el. En ese momento pensé en comprarte esto….. Pero, si no lo quieres…
-……………Espera…………..- dijo resignado. Dio un paso hacia el mayor y le arrebato el traje de las manos –Estúpido teme, espero aprecies este sacrificio- murmuro a regañadientes mientras cerraba bruscamente la puerta del cuarto de huspedes.
Itachi dio por terminada su misión y una pequeña sonrisa triunfante surco sus labios.
Algunos camiones comenzaron a llegar a la residencia Uchiha. Itachi se había encargado de enviar las invitaciones solo a los amigos de confianza, no era necesario muchas personas, de todas formas el plan era otro. Pero eso no significaba que no podía esmerarse en ello.
Itachi a diferencia de su hermano tenía gustos más culinarios y junto con unos amigos habían fundado un famoso grupo de chefs, cada uno tenia su especialidad en alguna rama de la cocina y sus platillos eran famosos a nivel internacional. Así que le resulto fácil pedir la ayuda de sus amigos cocineros de Akatsuki, nombre con el cual habían bautizado al grupo. Itachi sabía muy bien que esa invitación llevaba doble propósito y se vio un poco decepcionado cuando Sasori le llamo para decirle que no podría llegar ya que se había comprometido con otro trabajo y eso claramente significaba que él tampoco llegaría.
Hidan y Kakuzu tomaron en seguida las riendas de la cocina, Itachi solo les suplico que fueran lo mas discretos posibles y que trataran de no pelearse. A Itachi le dolía la cabeza solo de recordar cuando destrozaron la cocina de un lujoso restaurante en Paris. El pelinegro trato de no preocuparse tanto, solo harían un par de botanas, nada complicado….. ¿Qué era lo peor que podrían hacer?...
Itachi reviso su lista mental de cosas por hacer y al parecer estaba bajo el horario. Ya había convencido a Naruto, ya tenia a las maids arreglando la casa, las invitaciones habían sido enviadas a los correros de las personas seleccionadas, todas estaban gustosas de asistir. Solo Shikamaru dijo que era muy problemático, aquellos dos lo tenían cansado con tantos problemas desde la secundaria, así que mejor se quedaría en casa, muy típico de él la verdad.
Solo hacia falta algo o mejor dicho alguien para que todo fuera según el plan. El pelinegro vio su reloj, dentro de hora y media tendría que ir por Sasuke al hospital, sabia que si se tardaba un poco mas, podría escaparse y llegar de sorpresa a la casa. Y eso arruinaría todo… principalmente su plan personal….
Mientras tanto en el hospital…
Cuando despertó, vio las paredes que desde el día anterior le eran tan familiares. Busco a su alrededor y no vio a nadie, eso le reconfortaba en cierta forma…. Ninguna pelirroja a la vista….. Se acomodo en la cama, reviso sus piernas, brazos y cabeza, todo en su lugar y sin marcas sospechosas, dio un suspiro de alivio.
Le dolió un poco el brazo, todavía sentía la molestia de la aguja con el suero. Vio hacia la ventana solo por perder su mirada en algo que no fueran las inertes paredes de su cuarto. No podía quitar de su mente las imágenes de un extraño sueño que había tenido, en donde aquel chico rubio era participe… no lo comprendía, era algo bastante ilógico la verdad. Porque de entre todas las personas… tenía que soñar con él… soñar con eso. Soñar con…. ¿Ninjas?..... Solo de recordarlo le daba un poco de vergüenza. Aquel quizá era el sueño más ilógico y loco que había tenido y al cual no encontraba mayor significado.
En su sueño, él era una especie de ninja que corría por los bosques de algún lugar lejano. Corría tras alguien, quería alcanzarlo, tocarlo, no quería perderlo. Usaba un extraño pantalón en tono morado con negro, una camisa blanca que jamás usaría en su sentido racional que mostraba su pecho y una espada atada a su cintura.
Si, con eso supo que era un sueño. Pero aun así no sabía a quién era el que perseguía. Corrió más rápido entre las ramas. Comenzó a ver como una silueta se dibujaba frente a él. Era un chico… de pronto se detuvo y parecía como si lo esperara. Sasuke lo enfrento cuando llego a una rama frente a él….
-¿Por qué me sigues…. Yo no tengo nada para ti?- pregunto un rubio, que al igual que el vestía de forma extraña, con un traje naranja con negro.
Sasuke no sabía de lo que hablaba, ni él sabía porque lo seguía, pero aquellas palabras le habían dolido de alguna forma y una pregunta salió de sus labios sin su consentimiento…
-¿Por qué ya no me recuerdas……… Acaso ya no me amas?- esa pregunta había dejado helado hasta el propio Sasuke ¿Por qué demonios le estaba preguntando eso Él?
La mirada en el rubio era fría y distante y ese sentimiento ponía a Sasuke inquieto, ansioso. Una necesidad de abalanzarse sobre el rubio crecía. Su cuerpo comenzaba a moverse solo, pero la figura frente a él comenzaba a desvanecerse….
-Si pierdes un recuerdo, es como matar a la persona dentro de el. Si no lo recuerdas, es como si nunca hubiera existido para ti- decía mientras se desvanecía frente al azabache…- continuo –Y eso tú lo debes saber muy bien.
En ese momento la figura del rubio desapareció, dejando un enorme hueco en el pecho de Sasuke. Alzo su mano estrujando su camisa, aquello no tenia lógica… pero aun así, no sabía porque le dolía tanto.
Frunció el ceño solo de recordar aquella extraña sensación en su pecho. Un toque en la puerta desvió su mirada de la ventana. Rápidamente su cara se hizo en una mueca, su pesadilla pelirroja asomaba por la puerta, mostrando la sonrisa que la caracterizaba, una con un destello de maldad que a Sasuke le producía un pequeño escalofrió, pero una bata blanca y una cabellera castaña lo hizo guardar un poco la compostura.
-Sr. Uchiha, ¿Como amanecimos hoy?- pregunto amable como siempre el Dr. Iruka.
-Bien… pero estaré mejor cuando salga de este maldito cuarto- exclamo en tono molesto el pelinegro.
-Veo que ha recuperado su fuerza. Pero aun así, tiene que venir para unos chequeos de rutina. Lo dejare ir por ahora, pero recuerde que su memoria todavía está mal y ….
-Si si si, doctor lo que usted diga… ¿Entonces, ya puedo irme?
-Pues…
-Sí, pequeño necio hermano… ya puedes irte- dijo Itachi mientras entraba al cuarto.
-¡Hermano!…. Al fin te dignas a venir!- dijo a manera de reproche aunque sabia que verlo lo había alegrado en gran manera.
-¿Cómo podría dejar a mi único hermano?
-Pues ayer vi que lo hiciste con mucha facilidad- dijo sarcástico el menor.
-Y esos…. ¿Son celos o reclamos?- pregunto algo divertido el mayor, viendo como Sasuke lo destrozaba con la mirada en ese momento.
-¡Bien! Sin más que agregar, Sr. Uchiha, acompáñeme para firmar los papeles de salida del hospital de su hermano.
-Está bien Dr. ……..Ya regreso hermanito.
-……………….
-Karin- llamo el doctor.
-Si doctor.
-Cámbiele el vendaje al Sr. Uchiha antes de que se salga del hospital. Ya que dudo mucho el lo haga cuando salga de aquí.
-Con gusto Dr. Iruka- respondió sin replicar la pelirroja, manteniendo aquella sonrisa picara en sus labios.
Sasuke dio un pequeño suspiro y espero solamente lo peor e inevitable.
De regreso en la casa Uchiha………..
Un rubio ojiazul renegaba desde las entrañas de aquella casa. Miraba resignado aquel traje que su cuñado le había conseguido.
-Itachi sí que me las pagara algún día. Yo sé que esto es para que el teme recupere la memoria……… pero sé que ESTO no es necesario. Este traje es demasiado, extravagante para mí-ttebayo. Además, yo pensé que sería una simple fiesta de bienvenida, pero esto ya parece la celebración real de algún príncipe-ttebayo.
Naruto sabía que los invitados o peor aun… Itachi junto a Sasuke llegarían en cualquier momento. Vio por última vez aquel traje y comenzó a ponérselo. Tenía muchas dudas en la cabeza, había aceptado todo esto por no desanimar a Itachi y Shikamaru, pero la realidad era que él no estaba seguro de que fuera a funcionar.
Todavía recordaba la mirada fría de Sasuke el día que lo fue a ver al hospital, causándole un poco de pesar. Otra cosa que le intrigaba, era saber a quien había contactado Shikamaru, no se le ocurría nadie. El en dado caso había pensado en Gaara. Sabía que el gustoso haría el papel de acosador para que el azabache despertara.
Se coloco todo el atuendo y con los ojos entrecerrados fue a verse en el espejo. Abrió lentamente los ojos, no esperaba verse como un modelo de revista ni nada parecido, pero en el fondo, quería lucir mejor que Sakura, para que Sasuke se fijara en él…. Solamente en él. Se sentía un poco tonto pensando esas cosas, culpo nuevamente a Sasuke y fue en busca de las botas…..
En la cocina Uchiha...
-Itachi dijo que hiciéramos solamente algunos aperitivos, no una cena navideña ¡Hidan!
-Que quieres que haga, Kakuzu tú sabes que cuando comienzo a cocinar no puedo parar, además ¿Que es una fiesta sin comida? Ya verás como Itachi nos lo agradece.
-No creo que esa comida en la bodega sea de Itachi, idiota. El nos dejo lo que usaríamos sobre la mesa.
-Un chef de mi rango no puede limitarse a hacer unos simples canapés.
-¿Tu rango?- dejo los hongos a medio cortar y comenzó a acercarse al peliblanco.
-Soy el mejor chef del grupo y eso tú lo sabes- decía Hidan mientras cortaba unos tomates.
-Y podrías decirme… quien te enseño todo lo que sabes- dijo sigilosamente el mayor, acercándose peligrosamente desde atrás.
Hidan guardo silencio y sus mejillas se tornaron de un leve rojo cereza.
-Porque siempre tienes que recordarme eso…. Como podría olvidar esas ridículas clases……tú…. Kakuzu…- dijo entre balbuceos al sentir como el mayor le rozaba peligrosamente el cuchillo en el cuello, haciendo que el peliblanco se estremeciera.
-Ahora dices ridículas…. Pero en ese momento……. tus gemidos decían lo contrario- dijo ronroneando en la oreja del peliblanco.
Kakuzu bajo el filo del cuchillo lentamente, apenas rozaba la piel de su víctima, llego a los botones de la camisa de Hidan y con el filo comenzó a desabrocharlos lentamente. Dio un pequeño beso en el cuello mientras que con su otra mano lo apresaba de la cintura, acercándolo más a él.
-Kakuzu….. No podemos hacer esto aquí…. Itachi nos matara si no terminamos esto….
-Que dices….. Un chef de tu nivel podría hacer unos simples canapés en segundos y con los ojos cerrados- susurro sarcástico en su oído, mientras deslizaba una mano dentro de su camisa.
-¡Estúpido Kakuzu! ¡Te digo que en este momento no!- de un solo movimiento lanzo un codazo al abdomen de su acosador, logrando salir de aquel abrazo asfixiante.
Kakuzu retrocedió unos cuantos pasos con las manos en su abdomen, trataba de recuperar el aire. Por unos momentos Hidan sintió la feliz victoria en sus manos. Eso, hasta que Kakuzu se acerco nuevamente. El enorme pelinegro mostro una sonrisa en sus labios, la cual perturbo a Hidan, sabía que cuando el sonreía así, nada bueno pasaba por su mente. Kakuzu se abalanzo sobre el peliblanco, haciendo que este quedara recostado sobre la mesa de la cocina, tirando algunas de las cosas que en ella había. Tomo sus manos y las puso sobre su cabeza y con fiereza atrapo los labios del otro en un beso, me encanta cuando te haces el difícil, dijo antes de besarlo nuevamente.
-No creas que te será tan fácil- dijo mientras de una patada lo lanzaba hacia los gabinetes de enfrente, haciendo que los vasos dentro temblaran.
-Con que…. Rudo, eh…. Me gusta….- dijo Kakuzu abalanzándose sobre Hidan nuevamente.
De regreso en el hospital…
Sasuke veía con detenimiento aquella silla frente a él. Lo había visto en las películas, la verdad sabia que pasaría y solo porque era la única manera de salir de ese lugar, estaba dispuesto a usarla. No le gustaba sentirse vulnerable ante los demás y que alguien lo empujara en una silla de ruedas, era como su peor pesadilla. Podía caminar, no era como si sus pies no funcionaran. Pero eran reglas de todos los hospitales. Hizo un pequeño puchero antes de subir a aquella silla, uno que le dio un poco de risa a su hermano mayor que lo esperaba con una enorme sonrisa.
Itachi disfrutaba cada momento, era raro ver a Sasuke en ese tipo de situaciones, donde necesitara de otro. Desde pequeño había sido independiente, jamás pedía ayuda en nada y eso lastimaba un poco su ego de hermano mayor. El quería poder ayudarlo en algo, fue por eso que se comenzó a interesar en la cocina. Si podía cocinar mejor que él, por lo menos podría serle útil en ese sentido.
Salieron del hospital dejando muchos suspiros y miradas curiosas de parte de las enfermeras. Claro que con ese par de hermanos que chica no suspirarían. Llegaron al carro y Sasuke casi salto de la silla. Estiro sus brazos, piernas y vio al cielo mientras tomaba una bocanada de aire. Vio a su hermano que le entregaba la silla a Karin, quien amablemente se había ofrecido en acompañarlos hasta el carro. Sasuke abrió la puerta y se acomodo en el asiento del copiloto mientras Itachi se acercaba para hacer lo mismo pero en el asiento del conductor, encendió el carro y Sasuke veía como el hospital quedaba pequeño en el espejo retrovisor.
-Oye Sasuke- comenzó Itachi -¿Por qué no vi a Sakura en el hospital? Ayer parecían tan… unidos- llegaron a un semáforo que se ponía en rojo, Itachi se detuvo.
-No te hagas el inocente Itachi… tú ya sabias que ella me estaba mintiendo- dijo con la mirada perdida en la ventana. Una pareja cruzaba la calle tomada de la mano.
-Sí, ya lo sabía. No podía decírtelo, era algo que tu tenias que descubrir.
-Entonces dime… ¿Quién es esa persona importante, quien me ayudo en mis sueños?- el semáforo cambio y el auto comenzó a moverse.
-Eso es algo que tú ya sabes, hasta lo has tenido más cerca de lo que crees- dijo mientras daba un cruce.
-Shikamaru menciono algo sobre la familia Uzumaki….
-¿Uzumaki?
-¿Tú conoces algo sobre esa familia?
-Claro, nuestras familias son conocidas desde que eras pequeño. Tú jugabas con el único hijo de de aquella amable pareja, aunque he de confesarte que no se llevaban bien, pero todo cambio cuando por obras del destino se reunieron de nuevo en la secundaria. Ahí se hicieron los mejores amigos y fue ahí donde tú te enamoraste de él.
-¿Ena…morarme?
-Pero en ese entonces eras demasiado necio e idiota…- Sasuke lo miro de reojo, Itachi continuo -… Como para luchar por tus verdaderos sentimientos ya que a él le gustaba otra persona, así que decidiste dejarlo e irte. Pero claro, jamás lo olvidaste, hasta hiciste a tu primer robot con las mismas características de él y es por eso que jamás lo has podido vender.
-¿Lo deje solo?- dijo con cierto pesar.
-Si- Itachi hizo una pausa –Pero luego el destino volvió a girar y tú lo volviste a encontrar y esta vez decidiste luchar por su amor. La verdad que te veías bastante decidido, era como cuando dijiste que crearías esos robots que tanto orgullo te dan. Nadie tenía esperanzas en ti, pero aun así lo intentaste y triunfaste.
-¿Y… que paso con este chico…- pregunto Sasuke con un poco de ansiedad, como si fuera una historia la que su hermano contara y no su propia vida, continuo -¿Pude contactarlo…. hablar con el…. Pude verlo?
-Hiciste más que eso…. Tú lograste que él se enamorara de ti.
-¿En… serio?- dijo con algo de asombro el azabache menor. Escucharlo se sentía más fácil que hacerlo, pero él lo había podido lograr.
-Aunque creo que ahora te odia- soltó de la nada Itachi mientras llegaba a la casa de su hermano.
-A que te refieres con eso, no estés jugando con migo, Itachi.
-Tú mismo te lo buscaste con todo esto de “la pérdida de memoria y ahora quiero a Sakura”, no vengas a quejarte ahora que tal vez lo hayas vuelto a perder- llegaron a la cochera. Itachi apago el coche y bajo de él, dejando a Sasuke con un sentimiento agridulce y lleno de dudas. Bajo su rostro a la altura de la ventana de su hermano menor –Ah, se me olvidaba decirte…. Te he preparado una fiesta de bienvenida…. Te deje una mudada de ropa sobre tu cama…- dijo finalmente dándole una pequeña sonrisa, para luego entrar en la casa.
Sasuke se quedo ahí por unos minutos. Tenía muchas cosas en las cuales pensar. Estaba consiente que Itachi sabía toda la verdad, pero jamás se la diría. Estaba enfadado con algo y esa era su forma de vengarse.
Otra cosa que lo tenía preocupado era tal fiesta. Itachi no era el tipo de persona que hacia cosas a medias o solo por salir del paso. Solo de recordar cómo fue su fiesta de graduación le daba dolor de cabeza. Aquello había simulado la fiesta ceremonial de cualquier rey europeo. Sintió como una pequeña nube se posaba sobre él, salió del coche y se dirigió a su cuarto, necesitaba tanto recostarse en su cama.
Itachi tachaba una cosa más de su pequeña lista. Había dejado una pequeña semilla de intriga en Sasuke. Tenía que cambiarse así que se dirigió a su cuarto. Todavía tenía muchas cosas en mente, y aunque se sentía un poco nostálgico, trataba de ocultarlo, este no era su momento, tenía que centrarse en su hermano y Naruto, no podía distraerse con asuntos personales.
Paso frente a la mesa principal. Todo estaba impecable, tenía muchas bandejas llenas de ricas entremeses y pequeños canapés en diferentes sabores y colores, dulces y salados, de pollo, salmón, camarón y cangrejo -¿De donde demonios habían conseguido salmón?- pensó el pelinegro, eso ni siquiera estaba en su lista para la recepción.
Se acerco asombrado, aquel par lo había hecho y por lo que veía, sin destruirá nada…. Pero no había rastro de ellos. Un mal presentimiento comenzó a atormentarlo. Fue a la cocina ya preparándose para lo peor y como se lo imaginaba, la cocina estaba hecha un desastre. Platos, vasos rotos, verduras aplastadas y dispersadas en todo el suelo. Las maids ya habían comenzado a limpiar todo el desorden …… los mataría….. Pero más adelante, por el momento tenia cosas más importantes que atender.
En ese momento tocaron a la puerta principal….
-Debe ser él- pensó Itachi, se encamino hacia la puerta.
Itachi caminaba hacia la puerta cuando alguien se atravesó en su paso. Una sonrisa se marco en sus labios. Naruto no era del tipo de personas que quebrantaba una promesa o se dejaban vencer por algún reto, su orgullo no se lo permitía… en eso se parecía a su hermano.
Ahí estaba frente a él con el disfraz que le había comprado y como se lo imaginaba le quedaba a la perfección. Sasuke tendría que agradecerle su buen gusto después. Los dos llegaron a la puerta al mismo tiempo. Naruto bajo un poco la mirada ya que sentía un poco de vergüenza.
-Pensé que no había nadie-ttebayo….. Pero ya que tú estas aquí, me retiro…
-No, ahora te quedas Naruto… además debe de ser tu compañero que escogió Shikamaru.
-Estas disfrutando esto verdad………. Veo que tu y el teme tienen mucho en común- refunfuño por lo bajo, pero aun así abrió la puerta.
Naruto reacciono al instante… como podría olvidar aquel rostro.
-¡Hola Naruto! ¡Cuánto tiempo sin verte!