-Malos Entendidos-
Las semanas pasaban y al parecer el rubio no lo recordaba, se llevaba bien con todos y siempre mostraba aquella sonrisa con la que Sasuke tanto había soñado ver nuevamente. Se mantenía al margen pero siempre muy pendiente de las actividades del ojiazul. Sabía sus horarios y con quienes se llevaba mejor, entre ellos otro chico muy dinámico e inquieto llamado Kiba con quien Naruto siempre discutía por ver quien era mejor en todo, despertando en Sasuke una pequeña chispa de celos.
Sasuke por su parte con el único que cruzaba palabras era con Shikamaru, joven al cual la vida le iba y le venia de igual manera, era bastante despreocupado y se la pasaba la mayor parte del tiempo durmiendo, pero asombrosamente siempre sacaba buenas notas. Se sentaba atrás de Sasuke y aunque no lo pareciera, era muy observador y había notado el cambio en la personalidad del pelinegro desde la llegada de Naruto, las pequeñas miradas entre clases, sus evidentes celos al verlo junto a Kiba. Al principio Sasuke se sintió un poco sorprendido, pero al ver que de la boca de Shikamaru no saldría nada, encontró un buen amigo con el cual hablar.
-Porque no se lo dices y acabas con esto de una vez... eres tan complicado- le decía Shikamaru mientras se recostaba sobre su asiento
-No tiene sentido si no me recuerda- respondió Sasuke mientras mantenía su mirada fija a través de la ventana
Naruto se encontraba recibiendo su clase de deportes en las canchas frente al salón, como siempre rivalizando contra Kiba, dándose jalones y jugando a las luchas para ver quien aplicaba la mejor maniobra.
-No se porque siquiera me molesto- dijo Shikamaru para luego cerrar los ojos
Se escucho el crujir de un pedazo de madera.
-Maldita sea- refunfuño Sasuke mientras se levantaba de su sitio, dejando atrás el lápiz que había quebrado -¿Porque demonios no me recuerdas?, acaso ¿No eras tu el que se la pasaba persiguiéndome y acosándome con palabras sin sentido? ¡Llevo mas de siete años esperándote y ahora que regresas pasas mas tiempo con el estúpido ese que con migo!- gritaba su yo interno mientras caminaba hacia la biblioteca.
La siguiente clase de Shikamaru era Ingles, clase que recibía junto a Naruto. En dicha clase el rubio se sentaba curiosamente en el mismo lugar que Sasuke, frente a Shikamaru. Naruto vio el lápiz roto, pero no le dio mucha importancia.
-¡Hola Shikamaru!- decía muy animado mientras recobraba el aliento por el esfuerzo de la clase anterior
-Hola Naruto... tan animado como siempre- dijo sin emoción alguna en su voz, hizo como quien revisaba su mochila y exclamo -Demonios- lo mas expresivamente que pudo.
-¿Que pasa?- pregunto el ojiazul
-Se me olvido darle este libro a Sasuke, creo que dijo algo sobre un reporte para mañana- le decía mientras colocaba de manera insinuante el libro sobre la mesa -Y lo peor es que tengo una reunión con el concejo estudiantil después de esta clase- le dijo a modo de comentario resignado.
-Yo no tengo clases después de esta... si tu quieres se lo llevo yo- dijo un poco dudoso mientras miraba aquella dura cubierta negra.
-Bien, si tú quieres, la verdad que ese chico siempre es tan problemático. Siempre se mantiene en la biblioteca, así que ahí lo puedes encontrar.
Al terminar la clase, Naruto como ya lo había prometido tomo el libro y se dirigió a la biblioteca.
-Espero no lo arruines- pensaba Shikamaru mostrando una pequeña sonrisa de satisfacción, mientras veía al rubio marcharse.
Mientras tanto en la biblioteca, Sasuke había encontrado un poco de paz en los libros. Física, algebra, química todo aquello era de lo mas interesante para el. En sexto grado había logrado elaborar un pequeño carrito que funcionaba por medio de la voz, con el cual gano primer lugar en la feria de ciencias de la escuela. Le gustaba sentarse en las mesas que estaban mas en el fondo del lugar, ya que no le gustaba ser molestado. Las que siempre llegaban eran las molestas Sakura e Ino o “Moscas gritonas” como el les llamaba, aunque el ya les había dicho que no estaba interesado en ninguna, ellas siempre insistían. Estaba a la mitad de un ejercicio de química cuando escucho que arrastraban la silla frente a el, sabiendo de quien se trataba ni siquiera levanto la vista.
-Esa silla esta ocupada- dijo de la manera más monótona y repulsiva sin dejar de mover su lápiz
-Ah... disculpa Sasuke, no te quería interrumpir, por eso no te pregunte.
Aquel lápiz abruptamente dejo de moverse, sintió un escalofrió recorrer su espalda mientras levantaba lentamente la mirada. Esa voz había hecho que su corazón latiera como loco por primera vez en muchos años, la voz que había querido escuchar solo para él, ahora la tenia tan cerca, aquella voz había mencionado su nombre.
-No... esp- tartamudeo
-Parece que sigues siendo el mismo de siempre- dijo el rubio mostrando su carismática sonrisa
-Esp... no
-Solo venia a traerte este libro, dijo shikamaru que lo necesitarías. Se lo mucho que te gusta tu privacidad, así que me retiro- y sin decir mas estiro el brazo para dejar sobre la mesa el libro
-¡Espera!... no te vayas, creía que eran otras personas- dijo levantándose de la silla. De manera automática había tomado la mano de Naruto para que este no se fuera, pero cuando se hizo consiente de aquello, la soltó.
-¿Estas seguro? No te preocupes, de todas formas tengo que ir a mi clase de música- se alejo un poco para guardar la silla nuevamente -Eh... Sasuke hay algo que siempre te he querido decir-
Las manos del pelinegro comenzaban a sudar.
-Perdóname por los malos ratos que te hice pasar cuando éramos pequeños- dijo para luego hacer una pequeña reverencia -Recuerdo que siempre te perseguía y hacia escuchar mis locuras todos los días, ahora que lo pienso debí de ser una molestia para ti. Me prometí que si te volvía a ver me disculparía como se debe, y no te preocupes que ahora me mantengo un poco al margen, ya no volverá a pasar- levanto su rostro y le dio una pequeña sonrisa y comenzó a retirarse
Para Sasuke todo tenia sentido ahora, esa era la razón por la cual lo había estado evitando durante todo este tiempo. No era porque no lo recordara, tampoco porque lo odiara, todo había sido porque el creía que había sido una molestia. Sasuke no pudo evitar sonreír un poco por lo tonto que había sido.
-Naruto, espera- dijo mientras rodeaba la mesa -El que se tiene que disculpar soy yo. Siento mucho no haberte ayudado, siento mucho no haber podido ser el apoyo que necesitabas. Por mis caprichos y egoísmo, jamás te pregunte porque tu mirada siempre se veía llena de tristeza aunque en tus labios se mostrara una sonrisa- decía mientras se acercaba al rubio que se había quedado parado
-Tu eras mi único amigo- dijo con voz entrecortada -Todos se burlaban de mi, solo tu me escuchabas, lo único que necesitaba era pensar en que todo saldría bien, que ella se recuperaría, que mi padre dejaría de llorar por las noches y de que mi madre volvería a jugar con migo como lo hacia siempre- ya no pudiendo contenerse mas, rompió en llanto.
Estaban en un área no muy concurrida así que no se escuchaba mucho lo que ahí pasaba. Naruto había estado conteniéndose durante muchos años, ahora que sabia que Sasuke no lo odiaba se sentía mas tranquilo. Ahora el pelinegro no tenía ninguna duda y haría lo que tendría que haber hecho años atrás. Lentamente giro a Naruto para quedar frente a frente.
-Llora, llora todo lo que quieras- dijo suavemente mientras le daba un fuerte abrazo. Podía sentir como su hombro poco a poco se humedecía -Si me das otra oportunidad, yo curare tus heridas- dijo como un leve susurro, que ni siquiera llego a los oídos del rubio.
Guardando un poco mas la compostura y recobrando su brillante sonrisa le dijo -En... entonces, si no me odias ¡Seamos Amigos otra vez!- todavía con unas lagrimas saliendo por sus azules ojos.
-Si, amigos- dijo limpiando una de ellas. La palabra le pesaba, pero era algo con lo que podía vivir, o por lo menos eso pensaba.
Después de aquel día, comenzaron a recuperar el tiempo perdido. Aunque sus personalidades eran todavía contrastantes, eran inseparables. Lentamente Sasuke fue incorporándose en las actividades del rubio, hasta llegar a rivalizar contra Kiba en las actividades deportivas, ahora sentía que podía defender lo que era suyo. Todavía no tenia la confianza para declararle sus sentimientos, ya que en el intento se estaría jugando también su amistad, y perder eso seria perderlo todo.
Las clases ya habían terminado. Naruto ya estaba cansado de perder ante Kiba y desde hace semanas le pedía a Sasuke que le enseñara uno de sus movimientos especiales ya que el era cinta negra en Judo.
-No seas testarudo, Usuratonkachi- reprochaba el ojinegro
-Pero yo se que tu me la puedes enseñar
-Te puedo lastimar
-Se que no lo harás- dijo con la sonrisa que Sasuke tanto amaba, y a la cual no podía darle una negativa
Desde que era la sombra del Ojiazul, ya no mucho le afectaban los acercamientos de Naruto hacia Kiba, así que no le dio más importancia y acepto enseñarle la técnica. Se fueron al gimnasio de la escuela, donde podrían ensayar sin ningún problema.
-Bien Dobe, no me culpes si te lastimas
-No te preocupes Sasuke-teme! Y... ¡Ya deja de llamarme por esos nombres!- reclamaba indignado
-Tienes que tomar el brazo de tu oponente- decía mientras lo practicaba en Naruto -Luego con un movimiento rápido tienes que pasar por abajo del brazo para quedar de espaldas al sujeto y entonces con el pie golpeas la parte trasera de su rodilla izquierda para hacerlo caer al suelo y así tener el control- suavemente soltaba el brazo del rubio, quien estaba mas que ansioso de intentarlo él.
-Ahora, inténtalo tú... Dobe- dijo mientras lo retaba con la mirada
Naruto, repasaba los pasos en su mente -Bien, primero te tomo del brazo, luego paso por abajo...- pero en ese momento algo no salió bien y el ojiazul caería de rostro al suelo. Sasuke al ver lo que pasaría reacciono en el momento y gracias a su agilidad, no le paso nada, había hecho un giro para que Naruto cayera sobre el y no sobre el suelo.
Sasuke sabía que aquella posición era peligrosa, jamás había tenido al rubio tan cerca. El tiempo parecía haberse detenido, su corazón latía mas rápido que de costumbre, quería abrazarlo, quería besarlo, quería girar su cuerpo para quedar sobre el, romper su camisa y tocar aquel cuerpo que durante tantos años había deseado y así hacerlo suyo. Llegar a lo más profundo de su mente y cuerpo para que no fuera capaz de olvidarlo. Su cerebro estaba en conflicto con su cuerpo ya que querían cosas diferentes, sus pensamientos le decían que si hacia algo, Naruto jamás se lo perdonaría.
-T...Te dije que tuvieras cuidado- dijo quitándoselo de encima
-No te preocupes, solo una vez más- rogo el ojiazul
Ese día Sasuke comprendió que hasta no saber los verdaderos sentimientos de Naruto, no debía acercársele mucho, ya que no sabría si podría contenerse nuevamente. El pelinegro se sentía confiado, ya que hasta el momento Naruto no había dado señales de que le gustara alguien. Claro, eso hasta una de las tardes mas calurosas que habían podido pasar. Las clases habían sido suspendidas al mediodía, pero Naruto y Sasuke se habían ido al parque a tratar de refrescarse bajo la sombra de su árbol favorito, un frondoso árbol de cerezo.
-Sasuke…- dijo dudoso para luego quedar en silencio
-¿Qué te pasa usuratonkachi?- respondió el pelinegro mientras se recostaba en el árbol
-¿Tu conoces a Sakura… verdad?
-Como no hacerlo, no me la puedo quitar de encima, me persigue como mosca a la miel- dijo con desprecio
-Entonces… ¿Ella no te gusta?-
-jajaja ¡CLARO QUE NO! ¿Porque la curiosidad?- dijo mientras se levantaba. Pudo ver en el rostro del rubio un poco de rubor después de haber hecho aquellas preguntas.
-Me das un alivio enorme- Sasuke sentía una presión en su pecho, un dolor agudo comenzaba a nacer en su corazón.
-No… No me digas que a ti, ¿Te gusta Sakura?- trato de decirlo en modo divertido pero no pudo
-Si es a ti te lo puedo contar- El rostro de Sasuke había tomado un tono serio –Desde que entre a esta escuela me fije en ella y en el transcurso de estos años me he enamorado, pero la verdad es que no veo que eso vaya a ser correspondido, ella esta enamorada de ti, pero saber que tu no lo estas de ella me da esperanza- dijo mostrando una triste sonrisa.
El mundo y las esperanzas de Sasuke se desvanecían con cada palabra que el rubio decía. Todas sus dudas sobre los sentimientos de Naruto se habían disipado. Había comprendido todo, su orgullo lastimado no lo dejo ver mas allá de la dura confesión -¿Cómo Naruto se iba a enamorar… de mí? Que tonto he sido, teniendo esperanzas en algo tan innatural como esto. Pero, he comprendido el mensaje, ya no interferiré mas- pensó mientras su rostro se tornaba gris.
Desde ese día, Sasuke cambio hacia Naruto. Se reunían con menos frecuencia y hacia lo posible para que él y Sakura pasaran juntos, aunque eso le doliera mas que nada en el mundo. El día de la graduación llego y el pelinegro no estaba preparado para decir aquellas palabras de despedida. Así que decidió dejarlo así, y no ir al árbol de cerezo como siempre lo hacían y como habían acordado que se reunirían por ultima vez luego de la graduación. Desde ese día ya no supo del rubio. Naruto constantemente lo llamaba pero Sasuke decidió cambiar de número de teléfono y así decirle adiós para siempre.
Un año mas tarde, tal vez por obras del destino Sasuke se había encontrado con Shikamaru en una tienda re repuestos electrónicos. Después de una larga charla, habían llegado al tema que era delicado para el pelinegro. Shikamaru le había dicho que luego que el se perdiera de la vida del rubio, este ya no era tan alegre como antes -Lo vi el día de la graduación bajo un enorme árbol de cerezo, creo que paso ahí toda la tarde, tal vez esperando a alguien- decía Shikamaru sin tono de importancia -Después de la graduación Naruto tomo fuerza y fue donde Sakura para declararle sus sentimientos- estas palabras sonaban como agujas en los oídos de Sasuke, pero estaba muy deseoso de saber lo que había pasado luego que el se fuera -Parece que lo rechazo, y no de una manera muy bonita, porque llego a mi casa con los ojos rojos y me dijo todo tratando de que sonara lo mas leve posible, pero creo que “Nunca me enamoraría de un estúpido perdedor como tu” pongas como lo pongas suena muy doloroso y mas viniendo de la persona que te gusta- Shikamaru sabia lo que estaba haciendo y aunque a el no le gustara tenia que hacer ver al pelinegro su grave error al separarse del ojiazul. Y al ver la cara de furia de Sasuke sabía que había tenido éxito.
-Tu... ¿Tu sabes donde puedo encontrarlo?
-No, lo ultimo que supe fue que por asuntos de su padre tuvo que regresar a Estados Unidos, así que no se si todavía este por allá.
Nuevamente lo había hecho. Nuevamente lo había dejado abandonado cuando mas lo necesitaba -Que tan insensible podía ser una persona para decir aquellas palabras- pensaba el ojinegro mientras regresaba a su casa. Después de aquel encuentro, lo busco por todos los medio que disponía, pero nada, parecía que luego de aquel incidente había desaparecido. Sasuke se juro que si la vida le daba otra oportunidad, no la desaprovecharía y esta vez si iría hasta el final y pelearía por este amor imposible.
-Ahora esa oportunidad se me ha dado y no pienso desaprovecharla- dijo regresando a la actualidad.
Se había recostado en la cama y comenzó a recordar todos aquellos momentos dulces que había pasado con el rubio. Contando todas la veces que quiso besar aquel blanco cuello mientras lo veía desde atrás en las clases. Las veces que tenia que controlar sus manos para no tocarlo más de lo normal y de las veces en que aquellos labios lo volvían loco por querer besarlos. Volvió a tocar sus labios, sintiendo en ellos todavía la dulzura de los del rubio.
Recordó el momento en que los toco por primera vez, la frescura de su aliento mezclarse con el suyo, la calidez de su cuerpo al contacto de sus manos. Se preguntaba ¿Como seria tocar aquel cuerpo? Cuerpo que por tanto tiempo había deseado. Tocar su pecho y bajar su mano hasta la parte baja de su cintura, mientras deja pequeñas marcas de besos sobre su cuerpo desnudo y así marcarlo como suyo. Besar aquellas bellas y definidas piernas dejando un camino lleno de apasionadas mordidas hasta llegar al lugar que necesitaría mayor atención.
Su mente comenzaba a volar demasiado alto además de despertar otras cosas. Se levanto de la cama y comenzó a caminar por el cuarto para despejar su mente. Había una cosa que lo intrigaba -¿Acaso me odia? ¿Porque no me ha comentado nada sobre mi apariencia? ¿Porque no me mira a los ojos?- Eran muchas las preguntas que le haría en su momento al rubio, de todas formas para el solamente era un ser mecánico sin vida y sabia que antes que nada tenia que ganar su confianza y cariño nuevamente.