Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¡Esta vez no te perderé! por Noctis Caelum

[Reviews - 44]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Sasuke sigue haciendo de las suyas para tener toda la tencion del rubio y aunque sus amenzas de regresarlo a la fabrica son firmes, el pelinegro no pierde la determinacion de enamorarlo.

-Idiota-

En un par de segundos la cocina había quedado en completo silencio luego de ese desayuno tan especial que había tenido. Naruto se había retirado prácticamente con el corazón en la mano. Sasuke luego de poner los platos en su lugar se había retirado a su habitación, luego de escuchar como la puerta se cerraba no volvió a escuchar sonido alguno. Se preguntó si las maquinas podrían dormir.

El silencio dentro de aquella acogedora casa era levemente interrumpido por unos gritos que provenían de la habitación principal, la habitación de Naruto.

-Ah! ¡MALDICION, MALDICION, MALDICION! ¡SASUKE TU… IDIOTA!- aunque había colocado su cabeza bajo la almohada se podían escuchar levente los gritos frustrados del rubio -¡¿Pero qué demonios le pasa a “eso”?! Haciéndome ese tipo de cosas. Pero de todas las cosas ¡¿Por qué maldición se parece a Sasuke?!- golpeaba el colchón con su mano tratando de desahogarse un poco –De seguro alguien pidió uno de el y se confundieron o algo así-ttebayo. Como si el verdadero Sasuke fuera de esa clase de persona-

Ya un poco más relajado se había extendido sobre la cama y veía fijamente al techo -¿Por qué tenía que ser él? ¿Porque de todas las personas..... Él?- sus ojos azules brillaban en busca de la respuesta -Ya tengo demasiados problemas en el trabajo y ahora esto. Alguien que me recuerde al amigo que perdí y que nunca estará con migo... jajaja que cruel es la vida, Itachi tendrá que escucharme por equivocarse con mi pedido –Suspiraba- “Naruto, tienes que recordarte que es algo falso” se repetía constantemente -Pero, es que son tan parecidos. Su voz, su cabello negro, sus ojos de un negro profundo, hasta su actitud arrogante -refunfuño al final- “Itachi debe de estar ganando mucho dinero”- pensó mientras perdía su mirada en el techo -Suspiro nuevamente- ya un poco mas relajado.

-¿Porque siempre que comienzo a olvidarlo aparece en mi vida nuevamente?- rodo en la cama para quedar sobre su pecho, coloco su rostro entre sus brazos y perdió su mirada en sus recuerdos. Imágenes de su niñez comenzaban a surgir.

 

Cuando era niño, su madre estaba terriblemente enferma y noche tras noche veía a su padre llorar al pie de la cama. El siempre había tratado de ser fuerte por el bien de su madre “tienes que sonreír siempre” le decía su padre. Fue trasladado a una escuela más cercana a su casa. Nuevamente rostros desconocidos. La maestra lo había presentado a todos y lo había dejado junto a un niño que llamo su atención -Hola espero que seamos amigos, cuida muy bien de mi- dijo esbozando una sonrisa, pero la verdad aquel chico apenas y se había fijado. Su cabello era negro azabache al igual que sus ojos, ojos que no denotaban expresión alguna, se veían vacios y fríos “Una sonrisa puede ser la luz de quien no tiene esperanza” le decía siempre su madre. Claro que por más que le sonreía a ella, la esperanza parecía no llegar, pero que tal si pudiera ayudar por lo menos a una persona, a esta persona. Todos los días le hablaba de un mar de temas, cosas que había visto en la televisión, historias que le contaba su padre, pero nada, a aquel niño no parecía importarle mucho lo que lo rodeaba. Al morir su madre, Naruto había quedado devastado y su padre ahora había decidido que se mudarían a Estados Unidos, no tuvo ni oportunidad de despedirse ni de ayudarlo...

Los años pasaron y su padre le había dado permiso de adelantarse y regresar un año antes que él a Japón. Naruto estaba más que ansioso de regresar, en sus años en América no le había gustado casi nada, era una cultura muy diferente a la suya, aunque fue aceptado inmediatamente por ser rubio y ojos azules, eso le ayudo en gran manera, pero no era su Japón, no era el lugar donde se encontraba su madre.

Llego a su nueva escuela y como todo un deja-vu revivió sus primeros momentos de primaria, sintió un escalofrió recorrer su piel, nuevamente se topaba con un par de ojos azabache y cabellos negros, nuevamente era él. Trato de ocultar su nerviosismo irracional y trataba en lo mas mínimo el contacto “porque actuó como un tonto, el no me ha hecho nada malo, fui yo el que lo acechaba en primaria” pensaba cada vez que ignoraba al azabache, pero por alguna razón cada vez que se acercaba el nerviosismo le sudaba por los poros.

Shikamaru le había pedido un favor y Naruto que nunca se negaba a ayudar a un amigo acepto la misión, aunque sabía que podría morir en el intento. Llego a la biblioteca donde sabía que encontraría a aquella persona. Lo vio concentrado como siempre, serio e inalcanzable, movió una de las sillas para sentarse frente a él -Esa silla está ocupada- dijo de forma fría el pelinegro, dando un toque eléctrico en el pecho del rubio

-Ah disculpa Sasuke, no quería molestarte por eso no te pregunte, pero Shikamaru me pidió que te trajera esto...

-Espera... no te vayas...- aquella voz volvía a sonar en sus oídos

Después de aquellas palabras todo se había solucionado, había arreglado sus errores y ahora eran amigos, los mejores amigos que no habían podido ser de pequeños. Cada día era mejor que el anterior, hasta que llego “ese” día en que sus vidas volvieron a separarse sin ninguna despedida. Sakura, la única chica que le había gustado, lo había rechazado de la peor manera,  nuevamente se sentía solo. Después de su graduación Naruto lo había buscado con desesperación, le hacía falta algo, era como si el aire le faltase...pero ¿Por qué? Naruto no lo comprendía, solo sabía que lo necesitaba, era su mejor amigo.

Pasaron los años y debido a la muerte de su padre Naruto tuvo que tomar las riendas de su empresa, la junta estuvo en desacuerdo “demasiado joven” dijo uno de los accionistas menores, pero eso había dejado en su testamento Minato, fundador y presidente de la empresa y tenía que cumplirse. Naruto sintió inmediatamente el rechazo y envidias de sus nuevos compañeros. Al llegar a su casa la encontraba vacía y fría o alguien con quien conversar, nuevamente solo, solo con su tristeza.

Pasaba junto al refrigerador y vio una tarjeta -Oh, es lo que me dio Shikamaru- decía mientras prestaba un poco de atención al texto.

Días atrás se había encontrado con Shikamaru y este le había dado una tarjeta...

-¿DateDolls-ttebayo?

-Al parecer son muy famosos, pero no se los dan a cualquiera, es muy problemático- decía rascándose la cabeza

-Made by Uchiha- el rubio fruncía el ceño -Mmm Uchiha, Uchiha-ttebayo... no me digas que...

- “Lento como siempre”- pensó -Si, al parecer es de la familia de Sasuke, Itachi me dio esta tarjeta. Deben de ser millonarios, esos muñecos son muy populares y estos en especial solo se hacen por encargo.

Solo la mención de aquel nombre le había dado mareo. Al llegar a la casa solo se había quitado el saco y había dejado la tarjeta en la puerta del refrigerador, pero hasta ahora lo leía con detenimiento y decía: “Uchiha-Dolls tu mejor compañía” Creamos su compañero perfecto -Creamos- repitió para sí -¡Nah! Ni que estuviera tan necesitado- volvió a colocarla en la puerta y se fue a dar un baño.

Paso toda una semana de tormento en las que se tentaba a llamar, cada vez que pasaba por el refrigerador la palabra “compañía” se ponía en negrillas -¿Que pierdo con intentar?- se dijo -Pero lo hare por Email-ttebayo- Paso otra larga semana antes de que obtuviera respuesta -APROBADO- era el titular del correo de respuesta. El rubio no lo podía creer, así que comenzó los preparativos para la llegada de su adquisición, que mas que todo era un capricho -Ya que la original me rechazo...- fue lo que pensó al hacer el pedido. Ya con la respectiva aprobación comenzó la remodelación -rosado, tiene que ser rosado- decía al ver la carta de colores para decorar el nuevo cuarto.

Claro que como ya bien sabemos.... nada fue como el rubio lo había planeado....

 

En la actualidad

 

-¡AH! ¡DEMONIOS! Mañana iré a primera hora a hablar con Itachi...- hundió su cara en la cama nuevamente

Se escucho un golpe en la puerta

-¡Naruto! Sal de una buena vez, ya es tarde *bosteza* yo me acabo de despertar

-Como puede una maquina dormir tanto-ttebayo- refunfuñaba mientras se acercaba a la puerta *abrir* -Espero sea algo impo... silencio... ¡¡¡¡PONTE UNA CAMISA-TTEBAYO!!!!! *cerrar*

-Vamos Naruto no seas infantil, tu y yo tenemos lo mismo no hay de qué avergonzarse, la diferencia es que yo lo tengo un poquito mas... desarrollado- él sabía lo que tenia y no era tímido en aceptarlo

-¡DESARROLLADO! ¡JA! no me hagas reír- *abre*

-Sabia que eso te haría salir- dijo mostrando su risa maliciosa

-Tú... ¡cállate! No se los genes de “cual” Uchiha te implantaron pero el Sasuke que yo conozco jamás haría lo que tú haces- dijo arrojándole una bata de las suyas a la cara.

La mente de Sasuke hizo un clic ante aquello –Ósea que si sabes quien soy- pensó y sus labios se curvaron en una pequeña sonrisa privada.

-Eres tan dobe- dijo entremedio de la tela -Soy uno mejorado para lograr llevarme el premio que más quiero- miro fijamente al rubio

-Naruto mostraba su resignación, jamás le ganaría a “este” Uchiha- susurro mientras salía del cuarto

-Dobe, ya que no me vas a sacar... porque no vemos una película, estoy aburrido

-Tengo que preparar los documentos para la reunión de mañana, no tengo tiempo

-Umm... un dobe ejecutivo, no puedo creerlo

-Mira, ¡Si no vas a ayudar es mejor que te salgas! Esta reunión es muy importante para mí-ttebayo

-Está bien, no te exasperes... dime algo. Si te ayudo... ¿Miramos una película?

-Mmmm pues no sería mala idea-ttebayo, -El Sasuke que yo recuerdo era muy inteligente- medito el rubio -Está bien-ttebayo, pero solo si terminamos-

Se fueron a la comodidad de los sillones en la sala. Rápidamente y como era de esperarlo Sasuke comprendió a que se dedicaba la empresa al hojear algunos reportes que Naruto había dejado sobre la mesa, también se percato de cuáles eran sus puntos altos y bajos. Al parecer estaban pasando una crisis económica y se lo atribuían a la mala función del nuevo presidente y estaban buscando la manera de destituirlo.

Naruto sabía que el momento en que la empresa quedara al mando de ellos, sería el final, la empresa seria vendida por partes y muchas personas serian despedidas y todo el trabajo de sus padres quedaría resumido a la nada. El pelinegro comprendió la situación y veía la cara de concentración del ojiazul, sabía que esto era importante para él y esta vez estaba a su lado para ayudarlo.

Sin saberlo, el rubio se había puesto en evidencia, de vez en cuando lo trataba como en los viejos tiempos. Sasuke ahora lo sabía, el dobe si lo recordaba, lo que pasaba es que no quería admitirlo -Así que puedes ser caprichoso.... ah usuratonkachi- meditaba mientras perdía su mirada en aquel rostro serio y preocupado, nada parecido al Naruto de siempre tonto y risueño. Pasaron horas estudiando las estadísticas de venta del último año...

-Oye Naruto, estas graficas no mues....- levanto su vista para ver a su ángel dormido entre los papeles

Coloco las hojas que tenía en las manos a un lado y se dirigió hacia él. Cuantas veces había soñado con estar otra vez junto a él. Verlo, hablarle, tocarlo, día tras día estos pensamientos lo atacaban. En uno de sus momentos de loca soledad se las había ingeniado para crear una copia exacta de su dobe. Cabello rubio, ojos azules y brillantes, piel blanca y delicada y su sonrisa, esa sonrisa que podía acelerar su corazón y parar sus ideas. Lo había creado para hacer menos pesada su soledad, aunque sabía muy bien que era auto engañarse y que a la final dolería mas, eso era, hasta que vio aquel correo en su bandeja de entrada y vio su última oportunidad brillar como una luz cegadora.

-Oye... Usuratonkachi... ¿Estas despierto?- se había acercado peligrosamente a la altura de su oído, peligroso porque él sabía que su resistencia no era muy fuerte, pero no podía evitarlo. Al parecer no era la primera noche en las que el rubio pasaba en vela, había quedado en un profundo sueño.

Viendo aquel cuerpo tan desprotegido, el pelinegro no dudo caer en la tentación del momento. Acomodo unos mechones que caían en su rostro -Suave- lentamente deslizo sus dedos en aquel rostro dormido -Cálido- coloco su cabeza en el pecho del ojiazul, un sonido lleno sus tímpanos, lento y vital, lo podía escuchar fuerte y resonante -Mientras yo viva, este eco jamás dejara de sonar- dejo un pequeño beso en aquel lugar, otro más, comenzó a subir.

El aroma del rubio era como una droga, lo intoxicaba, necesitaba llenar sus pulmones de el, tal vez era la exquisita colonia que usaba.... no, él sabía que no era eso, su dobe siempre había olido así, siempre había causado este hechizo en él. Se recordó aquel momento en secundaria donde Naruto había caído sobre él y ese olor lo había hipnotizado. Paso su mano bajo el cuello del dormido rubio y ladeo un poco su cabeza, ese cuello era demasiado seductor, tenía que “probarlo” abrió un poco la camisa del rubio, roso sus labios contra la suave piel trazando una línea con su lengua al final.

Comenzó a besar con devoción aquella zona, como cualquier vampiro lo haría con su víctima. El sabía que dejaría marca, pero no le importaba, necesitaba degustar de tan fino sabor. El ayuno por comer de aquella carne había terminado, ahora lo tenía a su merced...

-Ummm- se quejo levemente el dormido ojiazul

-...Naruto...

-Ah..-

-...Naruto...

-ahhh........ Te...me........- sonido de estruendo -.... ra..men...-ttebayo-

 

...........silencio..............

 

-Que voy a hacer contigo Usuratonkachi...- decía tirado en el suelo un noqueado pelinegro. Tenía un pequeño moretón sobre su mejía, pero era un precio que pagaría cuantas veces fuera necesario.

Al parecer el rubio tenía el sueño demasiado pesado además de violento, había cambiado de posición y con eso había pasado golpeando a su hambriento vampiro. Sasuke resignado y recargado de energía se dispuso a continuar con el trabajo -Si que tiene una buena izquierda- meditaba al sobar el área afectada -Espero no hacerte enojar nunca, dobe- una sonrisa sobresalía de sus labios -Bueno... tal vez solo un poco...-

Tenía muchas cosas por hacer. Esta vez no lo dejaría solo, esta vez estaría junto a él. Naruto estaba más que relajado en aquel sofá. Sasuke procuraba no hacer mucho ruido al mover los papeles y libros.

Por lo que había visto hasta el momento, el padre de Naruto había llevado con sus propias manos la empresa a la gloria y había administrado con bastante inteligencia todos sus recursos para poder moverse entre los demás competidores. Al caer enfermo Minato, la dirección había quedado en manos de Jiraiya, hombre de confianza de Minato, además de padrino de Naruto. En ese periodo tampoco había caído en quiebra, -El no había sido el problema-. Cuando salió a la luz el testamento de Minato, todos, menos los concejeros más cercanos al presidente Iruka y Kakashi se habían opuesto, poniendo la edad del rubio como pretexto. Pero, en los dos meses en que el rubio había estado en la presidencia, no lo había hecho al 100% bien, pero tampoco se había ido a quiebra… entonces… ¿Que había provocado que todo estuviera tan mal?

Un nuevo accionista había llamado su atención Danzo Shimura. Al parecer había comprado las acciones de dos personas y estaba tomando fuerza dentro de la empresa, y al parecer había comenzado a tomar decisiones -Desde su entrada hace solamente dos meses la empresa ha tenido pérdidas del 10% en sus ventas mensuales- meditaba para si, algo no estaba bien, Sasuke podía verlo claramente. Veía las intensiones de este tal Danzo, él quería el puesto de Naruto, pero claro, no contaba con que el dobe ahora tenía un aliado. Sasuke estaba dispuesto a luchar por lo que le pertenecía a su kitzune.

Su mirada había cambiado, estaba decidido. Aquellos ojos sin sentimientos y fríos volvían a brillar. Coloco los papeles en la mesita frente a él, muy confiado de sí mismo. Coloco sus codos sobre sus rodillas y sus manos a la altura de su boca, si el Uchiha daba miedo cuando se ponía serio… –No sabes con quien te estás metiendo- dijo a modo silencioso.

El lunes seria un día muy especial. Ese día comenzaría la cuenta regresiva para conquistar al rubio. Ese día conocería a ese tal Danzo. Ese día haría lo que fuera necesario para que Naruto lo llevara a la empresa, ya que si quería arreglar las cosas tenía que hacerlas desde adentro.

-Mañana definitivamente será divertido… a que si… Naruto… Mañana será el día 1

Notas finales:

Me gusta el lado diablillo del teme xD


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).