-La Verdad-
2 semanas mas tarde, en alguna parte de la ciudad…
Desde temprano sonidos de alguien inquieto habían estado sonando por los pasillos de aquella enorme casa. Un chico rubio caminaba de un lado al otro tratando de arreglar cada detalle que no le parecía adecuado. Este día era muy especial para el, en este día le llegaría el pedido que había esperado por tanto tiempo.
-No puedo creer que hoy llegue mi pedido- decía emocionado el ojiazul.
Aunque tenia el dinero para rodearse de lujos extravagantes, no le gustaba darse la vida a lo grande y vivía lo más normal que podía, su casa no era muy elegante aunque si se encontraba en un área privada ya que no le gustaba ser molestado. Su vida no podría estar mejor, había sido escogido como presidente de la empresa que su familia poseía, fue el quinto en sucesión, y aunque habían varias personas dispuestas para el puesto, el se esforzó mucho para ser el elegido.
Su padre que a causa de un terrible accidente había muerto un año atrás había sido el cuarto presidente y siempre le había dicho que su mayor sueño era que el fuera el próximo presidente. Sacudió su cabeza –Este no es momento para la nostalgia- se repitió mientras pasaba su mano por su cabello. Había pasado casi todo el día y sin noticias de su paquete la noche comenzaba a asomar por la ventana.
Estaba ansioso por la llegada de su nueva adquisición, desde días antes había preparado un lindo cuarto para ella y había arreglado la mesa de una forma elegante para la hora de la cena –Espero todo salga bien y estos DateDolls sean tan buenos como dicen- se dijo a si mismo. En ese momento sonaba el timbre.
El rubio corrió para abrir la puerta. Rápidamente se encontró con un enorme paquete, ahí estaba justo frente a el, con una etiqueta que decía –“UCHIHA: DateDolls”
- El señor ¿Uzumaki Naruto?- pregunto el mensajero
-¡Si! Soy yo- su sonrisa era de oreja a oreja
-Aquí esta su pedido. Por favor firme aquí…-
-Gracias- dijo sin quitar la mirada de la caja
-Esperamos sea de su total satisfacción- dijo mientras aquel mensajero se retiraba
Con mucho cuidado llevo la caja a la sala de estar. Sus manos sudaban, su corazón estaba a mil latidos por segundo, quito la capa de papel que envolvía la caja al hacerlo quedo al descubierto de nuevo el nombre “UCHIHA: DateDolls” grabado en la madera y un pequeño folleto que decía “LEEME ANTES DE ABRIRLO”
-“Instrucciones para un mejor funcionamiento”- Naruto leyó al momento de ojear las primeras paginas.
1- Quite el seguro de la caja
2- Apague las luces de la habitación, los ojos del DateDoll tienen que acostumbrarse a la luz lentamente
3- Para cumplir con el contrato debe de transmitir un poco de su ADN al DateDoll, de esta forma garantizamos la absoluta obediencia de este. Para hacerlo deberá de besarlo en los labios
-¡¡¡ ¿QUE?!!!- exclamo el yo interno de Naruto -Bueno a este punto no me puedo arrepentir- se dijo mientras tragaba saliva y procedía a leer con mas detenimiento los pasos a seguir.
- Primero quito el seguro – repetía nervioso mientras lo hacia - Luego apago las luces – con su control remoto apago todas las luces y cerro las cortinas de tal manera que solo un tenue rayo de luna entrara por la ventana e iluminara el cuarto.
- Ahora abro la caja – sus manos estaban frías de los nervios, al abrirla solo distinguía unos mechones de cabello que sobresalían de la sombras. Naruto no se contuvo más y toco tímidamente uno de ellos bajando lentamente hasta llegar a su rostro donde suavemente trazo su contorno.
Sus fríos dedos recorrieron las mejillas sin vida del DateDoll hasta llegar a la mandíbula y bajaron por su cuello. Sus dedos querían seguir bajando, pero contuvo su deseo y recordó sus modales y no bajo más. Pero sus curiosas manos no se podían detener y subieron de nuevo a su rostro donde recorrió con las yemas de los dedos el contorno de aquellos labios que debía besar para completar el contrato.
Sin pensarlo mas y antes que sus nervios lo traicionaran y se arrepintiera, se inclino sobre la caja al instante se vio invadido por aquella fragancia que emanaba de aquel ser, sintiéndose embriagado por ella. Por fin el día en que podría tener de cierta forma a la persona que amaba había llegado. Siempre había vivido enamorado de su mejor amiga, pero él sabía muy bien que nunca podrían tener nada. Unos amigos le habían comentado sobre los DateDolls y aunque al principio le parecía algo patético, la idea de tener la imagen perfecta de su Sakura a su alcance los 7 días de la semana y las 24 horas del día, lo hipnotizaba.
Busco lentamente aquellos labios, como un niño que busca un chocolate en la dulcería. Al primer contacto no hubo mayor reacción ya que aquellos labios estaban sin vida, pero a los pocos segundos sintió como sus labios se habrían paso sobre los otros encontrando la respuesta que buscaba. Sintió como su aliento embriagador llenaba su boca lentamente aquellos labios rozaban tiernamente los del tímido rubio la pasión de aquel primer beso iba en aumento sus respiraciones cada vez mas agitadas. El ojiazul tenía una mano dentro de la caja y la otra en el borde para un mejor balance.
El rostro del rubio se estremeció cuando una cálida mano rozó su mejilla y siguió avanzando hasta aferrar sus dorados cabellos atrayendo el rostro de este con más intensidad demandando más pasión en aquel beso.
El rubio recobraba sus sentidos poco a poco, y sabía que esto ya no era solo un beso para cerrar el contrato. Utilizando toda su fuerza de voluntad deshizo aquel apasionado beso removiendo gentilmente la mano que aferraba su cabello.
- Perdóname… Sakura-chan – dijo recobrando el aliento – Creo que me he pasado…
- Ahora encenderé la luz y podríamos pasar al comedor para tomar la cena – le dijo mientras se acercaba al switch.
Se acerco a la caja con una sonrisa en su rostro - ¡SA-KU…RA!… saku… ra… chan…?- sus ojos no podían creerlo -¡QUEEEEEEE!- grito mientras caía de espaldas al suelo -¿Qui… qui… quien eres tú?- logro articular manteniendo los ojos abiertos como platos -¿¡Dónde esta Sakura!?- pregunto angustiado.
-Mi nombre es Sasuke y soy un DateDoll y desde ahora seré tu Pa-re-ja dijo saboreando cada silaba.
-¡¡¡¡ QUE… ENTON… ENTONCES AL QUE BESE…!!!!! Grito mientras caía inconsciente en el suelo.