Corría por las calles mientras la lluvia me empapaba, no me importaba chocar con los demás, que me insultaran, en este momento eso era lo que menos me importaba.
Seguí corriendo sin parar dejando que las lágrimas empaparan mi rostro, fundiéndose con la lluvia. Al poco tiempo mis piernas ya no dieron para más y me desmorone en el suelo, en un callejón al lado de una tienda de música. Recogí mis piernas y oculte mi rostro en ellas, dejando que mis sollozos inundarán el lugar sin importarme nada.
Todo el tiempo estoy pensando en ti
Desde que te vi…
No lo pude resistir
El llanto se hizo más fuerte al escuchar esa canción, no la quería escuchar, no en este momento.
Sin poder evitarlo los recuerdos comenzaron a llegar a mi mente, haciéndome recordar momentos dolorosos pero hermosos que guardaba en mi subconsciente. Cerro los ojos fuertemente mientras recordaba.
Caminaba por las calles de Namimori hasta que llegue a mi nueva escuela. Con miedo caminaba por los pasillos rumbo hasta “El Comité Disciplinario”, donde me tenía que recoger ciertos papeles del presidente de dicho lugar, entonces ¡por qué tenía miedo? Porque todos los estudiantes de Namimori han dicho que el presidente era el mismo demonio. Al llegar temblé ligeramente hasta armarme de valor y tocar la puerta para momentos después entrar al oír el pase. Lo que me encontré en dicho lugar me dejo de piedra.
Había un chico alto de piel nívea y ojos azules frío sentado en el escritorio. Tenía unos papeles en la mano y tenía un rostro serio y tranquilo, Los primeros botones de la camisa estaban desabrochados dejando ver su nívea piel, el aire mecia su cabello azabache dándole un ura de misterio y atracción.
Al darme cuenta de esos pensamientos un gran sonrojo surco mi rostro y al ver como sus ojos me miraban fijamente hizo que mi corazón latiera fuertemente en mi pecho y que un nuevo sonrojo surcara mi rostro. ¿Qué es lo que me pasaba?
No me para la imaginación
Tanta confusión
Me haces sentir
A partir de ese momento empecé a pensar en él, quería acercarme y entablar una conversación pero no me atrevía por miedo al rechazo, y sabiendo que todos me llamaban “Dame-Tsuna” era más fácil que él supioera que era un inútil y que yo no valía su tiempo. Eso me dolía pero era cierto, aunque eso no impediría que lo siguiera observando, descubriendo cosas de mi primer, verdadero y eterno amor, porque yo ya había descubierto que lo amaba, y por ello al verlo cada día y saber que yo no existo para el me lastima pero aún así lo seguía observando a cada momento deseando poder hacerle notar algún día mi presencia y que me considerara algo más que un herbívoro.
Quisiera gritar
Decirte todo sin dudar
Oh, Oh, Oh yei
En este momento estábamos en frente el uno del otro, tú me acabas de salvar de unos matones y te lo quiero agradecer, poder entablar una conversación contigo y poder meterme en tu corazón. Enamorarte de la misma manera que tú has hecho conmigo, o que al menos sepas de mis sentimientos a tu persona. Poder gritártelo en la cara que te amo, pero las palabras no me salen de los labio, y mi mente está en blanco.
Me das una última mirada antes de alejarte del lugar y entonces siento mi corazón oprimirse al ver como se escapa mi única oportunidad. Aprieto mis puños fuertemente y reúno todo el valor posible para lo que esto a punto de hacer.
- ¡Gracias, Hibari-san!
Lo grito con todas mis fuerzas y un gran sonrojo surca mi rostro, me quedo estático esperando que se marche o que me golpee por haber gritado en medio de la calle, pero él no hace eso, se acerca a mi y pone una de sus manos en mi barbilla y la alza antes de besarme. En ese momento me siento volar en una nube y no puedo evitar que mi corazón lata a mil por hora de la felicidad que siento en ese momento.
No puedo parar
Dejar de soñar…
¡POR TI!
Cada vez que me besabas me sentía la persona más feliz del mundo y te lo decía a cada momento, te lo demostraba con mis acciones y te entregaba todo mi ser. Lo hice sin reparo la primera vez que hicimos el amor, esa misma en la que no solo te entregue mi virginidad sino también mi corazón y mi alma, te entregue mi propia vida y la puse a tus pies porque yo ¡TE AMO! Y siempre lo haré. Siempre soñare en un futuro en el que estemos juntos, uno en el que tengamos hijos y en el que siempre seamos felices. Porque tú eres mi felicidad.
Sigo tus pasos y tu aroma
Me enamora
Miro tus ojos y
Mi mente no razona
Estábamos juntos viendo las estrellas y yo estaba echado en tu fornido pecho, sintiendo los latidos de tu corazón y viendo como mi mayor sueño se hacía realidad: estar contigo.
Todavía me cuesta creer que seas mi novia a pesar de todo lo que hemos hecho pero no me arrepiento de nada. Siento tu olor en mis fosas nasales y me relajo profundamente. En verdad estoy completamente enamorado de ti, mi caballero de la noche, mi nube, como te digo ya que eres tan distante como una, y mi primer y único amor. Estoy seguro de que cuando llegue el día en el que me dejes yo moriré de tristeza.
Atada estoy
Quiero saber si tú
Me querrás igual
Hoy me entere de la noticia más hermosa que pudiera llegar a imaginar. Estaba embarazado, iba a tener un hijo de Kyoya. La felicidad me embargo por completo y sin pensarlo un solo segundo salí corriendo hasta donde estaba mi prefecto azabache. Justo cuando llegue a la puerta del comité de disciplina oí algo que marco mi sentencia, algo que me destrozaría el corazón y donde no podría dar marcha atrás. Abrí despacio la puerta y entonces mi corazón se rompió.
En lo alto del escritorio estabas sentado tú mientras eras besado y despojado de tus ropas por tu propio hermano, por Alaude. Tú no te resistías y dejabas que continuara con su labor.
Yo no pude decir nada, tenía ganas de gritar y llorar pero no quería que ellos vieran como me desmoronaba por lo que salí corriendo de allí sin hacer ruido, viendo cómo ni siquiera se habían dado cuenta de mi presencia.
Quiero saber si tú me quieres igual. Ahora veía la respuesta clara a esa pregunta: no, tú nunca me amaste.
Cada día, cada noche me ilusiona
Solo pensar que no me dejarás sola
AMANDOTE
Quiero sentir al fin que tú eres para mí.
Reí con amargura al escuchar esa parte. Obviamente él no era para mí, ni lo es ni lo será porque él ya ama a otra persona. Realmente no culpo que haya elegido a otro, al fin y al cabo yo soy dame-Tsuna, nadie querría estar conmigo.
Lleve mis manos a mi plano vientre y lo acaricie con ternura y tome una decisión. Puede que Kyoya jamás estuviera conmigo, pero eso no quiere decir que vaya a abandonar a mi bebe, al fruto de mi amor por mi distante nube.
Me levante con dificultad del suelo y me dirigí de vuelta a mi hogar, donde tendría un consuelo y a alguien que me apoyaría: a mi hermano mayor, Giotto.
Por favor no trates de huir
Yo no soy así…
Solo quiero verte sonreír
Al poco tiempo terminé con Kyoya, y no le dije nada de mi embarazo. Sé que él estaba feliz, lo podía ver en sus ojos, y supongo que es por eso que no me mordió hasta la muerte.
En este momento me encuentro llorando mientras Giotto me intenta consolar, calmarme y que vuelva a ser el de antes, diciendo que Kyoya no merecía mi amor y que estoy mejor sin él. Sé que en poarte lleva razón pero aún así no puedo evitar que esto me afecte tanto, yo en verdad lo amaba y lo perdí. Quería luchar por su amor pero me di cuenta que de había perdido la batalla antes de iniciarla y no podía atarlo con un hijo, yo no era así y si lo hacía, jamás me lo perdonaría.
- Giotto estoy embarazado.
A partir de ese momento mi vida volvió a cambiar por completo.
Quisiera gritar
Decirte todo sin dudar
Oh, oh, oh yei
Ahora Giotto es sobreprotector conmigo y me ayuda en todo lo que puede. Cuando tengo nauseas esta hay conmigo ayudándome con mi cabello, complace todos mis antojos por muy extraños que sean, me da masajes cuando realmente lo necesito a causa de la hinchazón, ayudándome a mí y a mi bebe, como si fuera su otro padre, él lo dijo así, aunque sé que yo le estoy quitando se felicidad ya que él mantiene una relación con g, y por pasar el tiempo ayudándome y cubriéndome, se está alejando cada vez más de su amada pareja.
Y aunque es egoísta me alegro pues realmente necesito este apoyo, uno que me gustaría que me diera mi eterno amor y que sé que jamás me lo dará ya que él ya es feliz con otro. Una nueva apuñalada de dolor atraviesa mi corazón pero intento ignorarlo y no alterarme por el bien de mi bebe.
Tus labios tocar
Reír sin parar
¡JUNTO A TI!
No, no
Quisiera que este momento estés conmigo, que me vuelvas a abrazar y besa, que me hagas tuyo una vez más, que nos unamos en uno solo y que sea solo yo él que te cause tus escasas pero hermosas sonrisas, y sin embargo un lado de mi cama está vacía, ese lado que tu ocupaste una vez hace mucho.
Con tristeza llevo mis manos a mi abultado vientre de nueve meses y lo acaricio con amor, preguntándome como será mi pequeño ángel, y se debería decirte lo del bebe. Me gustaría que lo supieras pero sé que no estoy listo para tenerte todavía cerca. Una lágrima silenciosa escapa de mi ojo y se pierde entre mi cuello.
Sigo tus pasos y tu aroma me enamora
Miro tus ojos y mi mente no razona
Atada estoy
Quiero saber si tú me querrás igual
Siento un gran dolor mientras los médicos me indiquen que debo esperar a que termine de dilatarse mi entrada para pujar. Me duele mucho y no puedo pensar con claridad pero ahora eso es loi que menos me importa pues lo único que quiero es tener ya a mi pequeño ángel, mi razón de vivir. Poder cuidarlo y amarlo demostrarle que yo siempre estaré para él pase lo que pasé.
Una nueva oleada de dolor se incrustará en mi cuerpo y entonces los médicos me indican que empiece a pujar, que es hora de traer a mi pequeño al mundo.
Cada día, cada noche me ilusiona
Solo pensar que no me dejarás sola
AMANDOTE
Quiero sentir al fin que tú eres para mí
Después de un tortuoso parto al fin pude sostener entre mis brazos a mi pequeño ángel. Tenía la piel ligeramente dorada y unos cabellos azabaches como los tienes tú mi eterno amor, pero sus ojos eran dos dulces ojos miel. Sin embargo pronto me di cuenta de que tenía tu personalidad cuando G al intentar cargar a su sobrina, esta no le dejo golpeándole la mano y mirándole mal. Definitivamente será una carnívora como tú. Una dulce sonrisa florece en mi rostro viendo a mi pequeño lucero.
- Mi pequeña Hikari
Cada día, cada noche me ilusiona
Solo pensar que no me dejarás sola
AMANDOTE
Quiero sentir al fin que tú eres para mí
Podía ver a Giotto en este momento, casádnosle con G, el hombre al que ama y que este le profesa tanto amor como a su hermano. Se alegraba por él y más al saber que pronto sería tío.
Giotto al principio se negó a casarse por miedo a dejarme solo y que me diera depresión sin embargo eso nunca ocurrió y ahora es el hombre más feliz de todos, aunque yo también lo soy con mi pequeña Hikaru, mi luz.
Sonreí al verla tan tranquila en su cuna estirando sus manitas para que la cogiera en brazos. LA cargue con cuidado y deje que se acomodara en mi. Realmente me siento feliz al haber tenido a mi pequeña, el haber conocido a Kyoya, incluso que me fuera infiel y termináramos porque de alguna manera eso me había hecho más fuerte y más feliz a la larga.
Ahora yo tengo a alguien a quien quiero, y que me quiere, alguien a quien dedicarle toda mi vida, y a quien cuidaré y consentiré por siempre. Y algún día sere capaz de decírtelo Kyoya, que me diste el mejor regalo de todos y que eres padre, pero por ahora es mejor que cada uno continúe con su vida.
Bajo mi mirada hasta mi pequeña que me curiosa y le sonrió cálidamente antes de estrecharla en mis brazos.
- Y todo gracias a Nuestra historia de amor. Arigato Kyoya.