Me guio hasta la cama donde me quito con besos repartidos a lo largo de mi cuello, de mi clavícula que de vez en cuando mordía suavemente lo que hacía que se me escaparan unos cuantos gemidos
-Hazme el amor-
-Te hare más que eso, serás mío- me reí pícaramente con la mirada llena de pasión nos besamos mientras me sacaba el kimono y yo a el suyo nuestros pechos estaban desnudos y ardia por dentro cada vez que lo tocaba, sentía que una ola de calor recorría mi cuerpo
Dejo mis labios y nos miramos apreciando nuestra vista y él se fue directamente a mi pezón, delineo con su lengua varias veces
-Ah~~- mis gemidos llenaban la habitación, era lógico si dulcemente y rodeaba con su lengua mordía mis pezones
Una de sus manos bajo acariciando todo mi abdomen delineándolo, sin dejar de jugar con mi pezones, hasta que llego a mi miembro erectado acaricio por sobre la tela, esto me desesperaba estaba tan ardiente que su juego me exasperaba, quería que de una vez me tomara fuerte y duro
-Quiero todo de ti- vamos hazlo de una vez, con lo caliente que estaba iba tener un orgasmo en ese momento
Bajo dejando repartidos besos por todo mi pecho y abdomen –ah~~-gemía cada vez que unía sus labios a mi piel
Miro mi pene con deseos y lo metió de lleno en su boca, chupo desde la base a la punta, cerré mis ojos y me aferre con fuerzas a las sabanas, se detuvo dándole mayor atención a mi glande que recorrió suavemente con su lengua y mordió un poco más fuerte que lo normal haciendo que mis gemidos fueran más audibles
-Pa..para a..aqui-
-Que pasa no quieres que te de placer-
-Si es solo…solo que yo soy- aguantaba mis ganas enormes de venirme –la geisha y te a..tendere-
Me posicione sobre él y descubrí lentamente su hombría acariciándolo con mi cara, era enorme casi temblé al imaginarlo dentro de mí. Pase mis dientes lentamente por su glande y ahora ya no eran mis gemidos los que se oían, sino los de él e impregnaba el ambiente de fogosidad, saque mi lengua y la pase desde la base hasta su glande recorriéndolo lentamente hasta terminar succionando su punta, él se retorcía bajo mí. Me deleitaba saboreando su líquido preseminal era de un sabor agridulce exquisito, volvía meterme su pene en mi boca bombeando de arriba abajo y apretándolo con mis labios para que lo llevara al clímax, mis lamidas fueron más rápidas, repartía lengüetazos por todo el largo de su hombría hasta que acabo en mi boca –ah~~- yo trague su esencia sin reprochar hasta la última gota, fui dejando un camino de besos tiernos hasta llegar a su boca que me recibió gustosa mis besos con su esencia para que degustada su sabor exquisito
Me posiciono sobre mí sin dejar de besarme y con su mano libre fue hasta mi entrada que gritaba por su atención introdujo lentamente un dedo que comenzó a mover inmediatamente ingreso otro y los movió en círculo en mi interior y yo estaba al borde de la pasión lujuriosa que me embriagaba
Mi miro me sonrió bajo hasta mi entrada que ahora recibía su lengua en vez de sus dedos, esta se movía por mis pliegues tratando de entrar dejando que escapara mis gemidos sin contención, mientras con la otra mano estimulaba rápidamente mi miembro, como este hombre me estaba llevando a placer era indescriptible, simplemente lo amaba
-Ya estás listo por aquí- Puso su glande en mi entrada – ¿Puedo?- claro que si, como no se daba cuenta que era lo que había querido desde que lo conocí
Entro lentamente yo apretaba las sabanas mientras mis paredes anales se iban abriendo a él, la sensación más exquisita que haya sentido, no solo era sexo era amor – ¿Estas bien?-
-S..si- se rio y empezó lentamente sus embestidas yo cruce mi piernas tras él para que pudiera llegar más adentro y me aferre a su cuello no quería que se alejara quería sentirlo muy dentro de mi
Nuestros gemidos llenaban el ambiente. Tomo mis caderas y me giro estaba con mi cadera levantada dispuesta para que el me embistiera y mi cabeza sobre la almohada tratando de ahogar los gemidos de placer que me provocaban cada vez que entraba y salía de mí, con su mano libre empezó atender mi miembro los movimientos empezaron a ser más bruscos y fuertes que estuve a punto de llegar a mi orgasmo pero el apretó mi miembro
–Aun no quiero que acabes viéndome-
Me giro y puso mis piernas en sus hombros y volvió a penetrarme esta vez con rudeza yo me perdía en su mirada que lo único que me decía que él era solo mío.
Rasgaba mis uñas en su espalda mientras él me besaba apasionadamente y penetraba más rápido, más profundo –Ah~~- en un gemido llegados ambos al orgasmo, aun sobre mi tratábamos de normalizar nuestras respiraciones entre risas y tiernos besos no teníamos nada que decir éramos uno, nos amábamos y acabábamos de hacer el amor, me sentía tan dichoso
Se acostó a mi lado y yo me acurruque en sus brazos, era la felicidad única, nos arropo y acariciaba mis cabellos
-Eres como un gatito-
-Miau~- se rio y me beso en los labios dulcemente y me apretó junto a él
-No me dejes por favor-
-No lo haré-
-Te amo Keun-chan quiero recuperar todo el tiempo perdido- lo bese largamente hasta quedar sin aliento –Duérmete sino no responderé de mi-
Me sonreí y empecé acariciar su torso desnudo hasta que caí en los brazos de Morfeo
En la mañana ahí estaba como una estatua de adonis, en verdad no fue un sueño estaba junto a él lo amaba y él a mí que más podía pedir. Abrió sus ojos y nuestras miradas se cruzaron
-Buen día gatito ¿Cómo amaneciste?-
-Enamorado-
-Oh- se rio –Yo también- Volví a besarlo –tienes que volver a tu okiya- volví en mis sentidos yo soy una geisha y él se casaría en unas pocas horas mas
-Además tengo que ir a una boda-
-..…- No tenía que decirle volvía al mismo modo indiferente de ante, comencé a vestirme lentamente
-¿Qué haces?-
Con lágrimas en mis ojos –Me tengo que ir- me giro hacia él y me abrazo
-No lo mal interpretes tengo que ir a esa boda para decirle que no la amo y que no me casaré con ella-
Me aferre a él y llore -shuuuu gatito no llores quiero que a las 22 horas me esperes en el mismo lugar donde acordamos encontrarnos ese día-
Asentí secándome las lágrimas –Pero ya no llores más- asentí tomo mi barbilla y me beso
-Ya ve a tu okiya que sino tú okassan me matará- me reí porque en efecto así era.