CAPITULO 9: MADARA UCHIHA
Estoy realmente sorprendido que este caballero sepa quien soy. A lo que me refiero es, Sasuke ha estado hablado de mi. No imagino que clase de conversaciones hayan sido; si fue mas del estilo de “Estoy llevando a este chiflado al parque y luego pasare a tu casa a dejar el libro que me prestaste” o algo mas como “En serio me gusta este chico, así que me inventare una excusa para venir a tu casa y que puedas darme tu opinión”
-Porque no me dijiste lo adorable que es.- dijo Madara sacándome de mis pensamientos. Lo vi observarme fijamente con aquellos mismos ojos negros y seductora pero amable sonrisa. Se acerco y me paso sus brazos por la cadera, luego me abrazo y me dio un beso en cada mejilla. Su penetrante perfume me inundo los sentidos.- He escuchado muchas cosas sobre ti- mientras pronunciaba esas palabras pude sentir en su aliento un leve olor a menta mientras sus grandes manos sobre mi cintura me hacían sentir diminuto.
Bueno es una sensación inexplicable, me siento bastante abrumado pero a la vez tranquilo, como si no hubiese amenaza alguna. -adentro, adentro!!- dijo Madara con una voz por demás alegre tratando de abrazar a Sasuke también.
- No podemos quedarnos mucho Tío- dijo algo apenado Sasuke- Solo pase por que me pediste que te trajera el libro- Me sorprendí de ver a Sasuke con casi medio cuerpo adentro del carro.
- A que te refieres con el “no podemos quedarnos”? Dijiste que vendrías de visita, inclusive hice el pie ese que te gusta!! Acabo de poner el caramelo en el baklava, además prometiste acabarte el kilo de postres que tengo en la nevera. No señores! se quedan!!
- A la siguiente tío- dijo Sasuke mientras intentaba meterse en el carro, cosa que Madara le dejaba imposible.
-Nada de tío!!- dijo con un tono jocoso- tienes algo que hacer Naruto?- me pregunto directamente dándome esa mirada triste de perro abandonado.
Vi la cara de resignacion de Sasuke al ver que asentí ante el pedido de su tio abuelo. En su mano se encontraba la biografía de Tesla. Lo mire con interrogación- larga historia- dijo el con una sonrisa cansada.
- Muy bien, tomaremos café- dijo Madara- Naru accedió a quedarse y tomar café. Así que también tu, mi querido nieto.
- Estas seguro Naru?- Sasuke pregunto- Este hombre es talentoso para poner palabras en tu boca. Ese es su don- Sasuke me guiño el ojo.
- Por mi no hay problema- dije- Obvio, si Charlie no es un problema.
- Problema?- Madara resalto- El es un regalo!! miralo!!- Charlie estaba revolcándose en el pasto y sacando la lengua, clara señal de lo contento que se encontraba- El es hermoso!! Hey Charlie!! Tengo galletas en el tarro del azúcar en la cocina- las orejas de Charlie inmediatamente se movieron captando su atención. Cinco segundos después ya se encontraba completamente concentrado en frente de Madara, no puedo culparlo; aunque no sepa el signficado de galleta, el tono alegre de Madara le llama la atención- Vamos Charlie- En un momento ya todos estábamos dentro.
Madara mantuvo sus abrazos sobre Sasuke y yo, hasta que llegamos a la puerta. Ahí el abrazo a Sasuke y lo acerco un poco hacia el -Adoro a este chico!! Simplemente es el nieto que nunca tuve- dijo mientras lo besaba en la mejilla.
Recuerdo que cada vez que mi madre y yo hablábamos de algún chico, ella siempre me preguntaba si venia con “referencias”. Su teoría era que si uno de sus amigos hablaba mucho sobre el, y pareciese buena persona, entonces le daba mucha mas validez y solidez al chico. Aparentemente, mi padre era de los que tenia buenas referencias al igual que Sasuke y su muy entusiástica referencia, Madara.
Entramos por la cochera, no pude evitar pensar que esto si lucia como una verdadera. Madara poseía un gran y lujosamente brilloso Lincoln Continental negro. Sin embargo, habían manchas de aceite y otras cosas irreconocibles en el suelo además de herramientas y chucherías en los estantes. No pude evitar compararlo con el de Tsunade, con sus pisos brillantes y sus Cadilacs y Mustangs sin estrenar.
Llegamos a la cocina, la alarma del horno de la estufa estaba sonando. Madara corrió al instante, abrió la puerta y con una esquina de su delantal saco lo que parecía ser un bizcocho -“caliente, caliente, caliente”- pronunciaba entre dientes mientras intentaba no tirar la bandeja con todo al suelo. Al dejarla sobre la estufa y sacudir sus manos energicamente, Charlie inmediatamente corrió a su lado y olfateo sus manos -“ohh, que buen perro eres”- dijo conmovido -“te preocupas por el viejo Madara”- inmediatamente tomo de la jarra de vidrio una galleta partiéndola en dos y dándole la mitad a Charlie y la otra mitad comiéndosela el. Ahora Madara se convertía en su extraño favorito numero dos.
Su cocina era realmente grande y acogedora, todos sus utensilios eran viejos por lo desgastados que se veían. A la abuela Mito le hubiese encantado esta cocina. El olor a especias y café con vainilla reinaba en el ambiente.Observe a Sasuke y sus ojos se fijaron a la vez en mi. Su perfecta ceja izquierda se levanto en arco perfecto cuestionándome, sin embargo cuando intente lo mismo con mi ceja termine levantándolas ambas, temí que Sasuke no entendiera lo que quise expresar así que dije:- Madara, muchas gracias por invitarnos a tomar café.
- Sientense!- Madara nos indico que nos sentáramos en una mesa de vidrio redonda y unas sillas de bambú con cojines verdes. La mesa estaba puesta, tres tazas de café y el baklava como si hubiese sido sacado de una revista.
Sasuke y yo tomamos asiento mientras esperábamos por Madara. Bueno, en realidad solo yo, Sasuke tan pronto como vio que Madara nos dio la espalda tomo un gran trozo de baklava y lo puso en su plato- estoy hambriento- susurro mientras mordía un gran pedazo. Sasuke parecía muy a gusto en casa de Madara, me pregunto cuantas veces ha pasado esto o si ya es rutina para ambos. Sin embargo, Madara estaba ocupado poniendo atención a la cafetera y Sasuke tenia su boca llena, así que decidí que no era prudente preguntar.
Me dedique a observar la rustica casa que parecía cabaña de leñador, una muy colorida por cierto. Paredes con rocas mezcladas con madera y concreto. Las paredes lisas estaban pintadas de forma manual, como si lo hubieran hecho inexpertos ya que se veían gotas y rayas de pintura. Luego me detuve en las cortinas rojas de flores.
- Naru, te gustan?- Madara había llegado con la tetera llena de café, supongo que mi gesto lo dijo todo- Mi primera esposa, ella pensó que las paredes debían ser neutras, pero Annabelle- suspiro y observo el cuarto- Annabelle es amante del color.
Me pregunto si Annabelle es la responsable del sofá amarillo y los sillones purpura.
- Naru- dijo Madara sentándose a la mesa- me recuerdas a Annabelle. Tienes color.
- Gracias- dije algo apenado. Sasuke estaba riéndose casi atorado con su boca llena, tratando de esconderlo. Ya iba por su tercera porción de baklava.
- Me tomo dos días hacerlo, y tu vienes y te lo acabas en menos de cinco minutos- dijo Madara, en tono jocoso simulando un regaño a Sasuke, pero era mas que obvio que estaba complacido. Sirvió nuestros cafés rotando la crema y el azúcar.
El café era negro, suave y perfecto- esto es asombros- dijo complacido mientras olfateaba mi taza.
- Achicoria- comento Madara complacido- y algo de vainilla. Pelas los granos y los pones a tostar. Es mucho mejor que esa porquería instantánea.
- Madara es un excelente cocinero- comento Sasuke- Me esta enseñando- Me imagine a ambos hombres en delantales de cocina, llenos de harina y con olor a especias, mientras ambos ponen atención a la gran olla.
- Un hombre debe de saber cocinar- dijo Madara mientras levantaba su dedo índice- nada de esas idioteces de “trabajos de hombres” y “trabajos de mujeres y donceles”. Un verdadero caballero sabe cocinar- luego vi como el codeaba a Sasuke- Las chicas y donceles creen que es sexy.
Sasuke se sonrojo furiosamente.
Madara luego me observo- Cierto?
Yo solo atine a reír al ver la reacción de Sasuke- Es muy cierto- le dije a Sasuke- Personalmente pienso que es sexy, y la mayoría estarían de acuerdo conmigo.
- Que te dije?- Madara intervino maravillado por haberle dado la razón- Es mejor que sigas escuchando lo que te digo. El viejo Madara sabe una que otra cosa.
-Que tal tres?- Dijo Sasuke
- Hey!! no presiones chico!!- dijo Madara mientras me guiñaba el ojo y se echaba a reír.
Adoraba estar con este par. No me sentía juzgado y tampoco menospreciado. No importo las cosas e idioteces que decía, nunca salio un mal comentario de su parte. Charlie dormía contento debajo de la mesa con su cabeza sobre mis pies. Sasuke y Madara me contaron historias mientras yo reía con ellos. Madara me contó una sobre cuando Sasuke tenia ocho años, el solía ir a buscar gusanos al jardín y tratar de salvarlos del salvaje sol de verano en pleno medio día. Solía recolectarlos en una taza verde de plástico y luego les echaba agua para “despertarlos”.
- le dije:- “Deja a esos gusanos pasar la noche aquí y en la mañana estarán perfectamente”- Madara rió- No tenia el corazón de decirle… Siempre esperaba a que Mikoto o Fugaku se lo llevaran a casa y luego era yo el que los recolectaba, para rellenar la copa con gusanos frescos.
- Por mucho tiempo- Comento Sasuke- Estaba convencido que los gusanos sabían nadar y eran resistentes al agua. Antes de irme a la escuela veterinaria, Madara me saco a un lado y me dijo sobre los gusanos. Quería asegurarse de que supiera.
- No queria que perdiera Biologia- justifico Madara.
- Yo ya sabia la verdad- Sasuke comento.
- Eh- me guiño- No estoy tan seguro.
Les conté sobre la vez en la que un ganso me estuvo persiguiendo por mas de dos horas en Gedney e inevitablemente caí en el estanque en mi traje formal dominical. -La abuela y mi madre estaban furiosas, furiosas. “Naruto Uzumaki Namikaze!! que significa esto?!!”- dije imitando el acento isleño la abuela.
- Uhhh -intervino Sasuke- sabes que estas en problemas cuando ellas te llaman por nombres y apellidos
- Bueno, mi madre había hecho el traje ella misma. Era la primera cosa manual que ella había tratado de hacer. Obviamente era un poco feo y algo incomodo, pero ella se sentía orgullosa de el, además ella deseaba tomarme fotos con el. Recuerdo que se había ido al carro por la cámara, cuando regreso me vio lleno de lodo y completamente empapado. Obviamente jamas se imagino que eso llegaría a pasar y ella no me creyó. Pero ese estúpido ganso era realmente malo. Con ese sonidito raro y todo.-un leve escalofrío me recorrió el cuerpo- pero mi madre se salio con la suya y me tomo todo un foto estudio. Mi cabello lleno de algas verdes, el traje mugriento y en mi manos un tulipan amarillo.
Compartimos historias, anécdotas y chistes. Madara nos contó un chiste sobre Bill Clinton y el Dalai Lama que obviamente no tenia sentido, sin embargo reímos hasta el dolor y las lágrimas, porque la forma en que lo contaba nos hizo literalmente partirnos de la risa.
Tomamos café y acabamos con el baklava. Madara me mostró su colección de estampillas, y las fotos de sus tres bodas, mientras Sasuke lavaba los platos y Charlie se comía las moronas del suelo. Le conté sobre mi problema con Charlie y el administrador, el solo me sonrió. Realmente sentí que encajaba aquí, que mi lugar era aquí, en la cocina junto al veterinario de Charlie y su tío abuelo de quien sabe cuantos años.
Cuando nos alistábamos para irnos, Madara noto el pudín de café sobre la nevera. Llevo su mano a su frente golpeándosela levemente mientras murmuraba algo en italiano.
- Que no sea lo que estoy pensando- advirtió Sasuke- estamos muy llenos para un pudín.
- Mañana!!- exclamo contento- Vuelvan mañana.
- Madara, estoy seguro que Naru tiene cosas que hacer y estará ocupado.
- No- Madara insistió- Puedes volver mañana, no es así?- nos acompaño hasta la puerta y me dio un abrazo de despedida- tengo una idea. Tengo algo importante.
- uh-oh- dijo entre risas Sasuke.
- No! es perfecto!- dijo Madara- Es una buena idea. Mañana. Promesa?
Hicimos planes para mañana también, tomaríamos café, comeríamos ese pudín y cualquier otra cosa bajo su manga.
- Hablas Italiano?- pregunte mientras me ponía el cinturón de seguridad.
- Hablo Uchiha- comento risueño- a veces a todos se les sale un poco el algo italiano. Una vez andas lo suficiente con el y el abuelo y solo lo sabes, todo lo que dicen.
Anduvimos un rato en silencio, yo solo veía a Charlie poniendo atención a sus alrededores- Escucha, realmente aprecio el que hayas animado a Madara. Si no quieres volver mañana, solo dímelo. Lo que quiero decir es, estabas en entrenamiento sobre adiestramiento y la siguiente cosa que sucede es tomar café con Madara durante tres horas. No debes sentirte obligado a ir mañana.
De repente, me sentí como un verdadero idiota. Me sentí demasiado contento, o forcé mucho la situación y termine por arrastrar a Sasuke en todo, a sabiendas que el tenia otros planes. Digo, Sasuke trato de irse pero yo fui quien decidió quedarse. Empecé a dudar de todo nuevamente, Tal vez el ni siquiera intento besarme en el parque y quizás era yo el que esperaba el beso y el solo trataba de alcanzar algo. Y las idas al parque con Charlie no eran citas después de todo, quizá solo estaba ayudándome por lastima. No puedo confiar en mi instinto de nuevo.
- Esta bien- dije pero luego caí en cuenta de algo. Tal vez Sasuke no me quería tan involucrado en su vida- No hay problema. De hecho creo que tengo cosas que hacer- Luego, recree en mi mente la conversación y de pronto todo se sintió estúpido e inapropiado. La historia del ganso y el traje. Sobre los pensamientos de mujeres y donceles sobre los hombres y la cocina. Ohh Dios!!
Cuando llegamos a mi condominio, tome todas mis cosas del asiento de atrás y baje a Charlie. -Gracias- dije mientras me ponía mi mochila- y gracias por la ayuda.
-Cuando quieras- dijo Sasuke, pero eso es algo que la gente solo responde por cortesía. No creo que el lo diga en serio.
Pero antes de saltar a mas conclusiones, mi celular sonó. Lo revise y vi un mensaje de voz, al abrirlo vi que era de Sasori. Oh Dios mio, No! había invocado al diablo mas pronto de lo que creí, sin embargo decidí que no me afectaría. “Hola Naru, Haku y yo queríamos saber como estabas. Nosotros estamos bien pero no paramos de pensar en ti, por favor escribenos. Te… queremos ”. Porque dudo en la ultima parte, que rayos le pasa?!
Para olvidar el mal rato, tome mi mochila y empecé a desocuparla. Ahí recordé que había puesto el cheque de Tsunade, recordé que además debía pagar los recibos y demás; supongo que no puedo desecharlo.
***
Sasuke estuvo llamando todo el día, pero decidí mejor no involucrarme mas con el, no quiero resultar con otra resaca comprando un cocodrilo o un oso polar por internet. Así que, decididamente ignore sus llamadas.
Fui al banco a depositar el cheque y luego de ahí fui a la editorial a ver a Shikamaru. Pasaron tres días mas en los que mi contestadora estaba llena de mensajes de Sasuke, Shikamaru y mis hermanos; estaba demasiado ocupado pretendiendo tener una vida ocupada para evitar pensar en la imperfecta vida que ansío cambiar. Me quede en la universidad dos días por aquello de las tesis y obviamente traje a Charlie conmigo que estaba mas que encantado recibiendo mimos y galletas de todo el mundo.
Al regresar encontré a Sasuke sentado en la puerta de mi casa, con su cabeza levemente agachada y sosteniendo un palo dibujando quien sabe que cosa en la tierra. Charlie ladro fuertemente llamando su atención, vi sus facciones preocupadas y un poco aliviadas, que obviamente contrastan con mi sorprendida reacción. Que hace Sasuke aquí?
-Sasuke que haces ahi?
-Naru!! -dijo algo exaltado- Yo creí… bueno… estas bien?
-Si, porque no habría de estarlo?
-Es que no me contestabas, creí que algo te había pasado…-sobaba sus manos con su pantalón en un gesto nervioso- o que había hecho algo...
-Para nada -dije algo extrañado y aliviado- solo estuve ocupado, disculpame por no contestarte o por no llamar, pero lo olvide. Espero Madara me perdone por no haber asistido.
-Naru, paso algo?
-No-dije algo nervioso. Sinceramente me esta constando demasiado alejarme de el. Crear aquel espacio, no quiero volver a pasar por lo mismo, pero al parecer Sasuke no me la dejara fácil- solo que mis fechas limites son esta semana y debía hacer mis entregas.
-Ya veo- sonrió algo aliviado. Supongo que la caja llena de carpetas que estoy cargando fue realmente convincente.- Madara esta bien. Solo que estuvimos hablando y debo decirte algo.
-Okay, pero podemos pasar adentro y charlar con mas comodidad- sonreí al ver su sonrojo- es la hora de cenar y Charlie tiene hambre. Te quedas?
-Si, claro.
Después de aquel silencio por su parte y su mirada penetrante en mi, todo el tiempo desde que me cambie de ropa y alimente a Charlie. Nunca se despego de mi, que estara pensando?
-Y bien?
-Además de venir a ver si seguías con los vivos, Madara estuvo insistiendo que te llevara a casa de nuevo. Al parecer eres su nuevo favorito.
-Como lo siento…
-No, esta bien. -sonrió mas calmado- es solo que ante tanta insistencia por parte de Madara, hable con el hace dos días para averiguar porque tanto interés y me contó sobre lo que planea, y te involucra a ti.
-Que planea?
-Me hizo prometerle que no te diría nada si lograba localizarte, obvio y así lo haré. Pero debo decirte que es algo que te beneficiara mucho o tal vez no. Eso depende de como lo veas. Pase lo que pase, no quiero que te sientas presionado para dar una respuesta. No dejare que te presione y asuma algo en lo que no estés de acuerdo. Amo a mi tío Madara, pero a veces puede hacerte sentir presionado, y no quiero que sientas eso, de acuerdo?
-Ahora supongo que solo me queda saber que clase de postre hará.
-Dijo que flan.-sonrió dulcemente- yo me termine por comer el pudín.
-Bueno, así que supongo no puedo negarme.
Bueno, ahora solo puedo suponer que rayos esta pensando Madara y porque me involucra a mi. Supongo que Sasuke -incluso bajo tortura- no hablaría y solo me queda la opción de ir. Vi como Sasuke lo llamaba y le explicaba con una gran sonrisa que se pusiera a cocinar ya que iríamos en dos días, ya que Sasuke tenia turno mañana.
-Nos espera el jueves a las 3.
-Bien.