AMOR ANIMAL por lunayaoi

CAPÍTULO 17: AMISTAD

Gaara me había sacado a un horrible y corriente restaurante (como lo catalogamos) y comimos hasta saciarnos, bromeamos sobre todo y hablamos sobre poco. Gaara tampoco tenía una vida fácil desde que su madre murió y su muy “amoroso” padre lo desheredó por que él prefería dedicarse a la música y no a sus negocios. Además claro está de su nula relación sanguínea.

Fuimos al aeropuerto a recoger a Nagato y Youko. Ambos me fracturaron varios huesos de la columna con sus efusivos abrazos. -Yahiko vendrá para el año nuevo, así que él trae regalos por partida doble.- sonrió Youko de una manera malvada. Todos resultamos en mi casa, mis hermanos inmediatamente se enamoraron de Charlie. Fuimos a visitar la tumba de mamá y papá, pusimos flores y brindamos por ellos.  

Nos emborrachamos en el sillón de la sala hasta quedar noqueados, Charlie se nos unió al rato y terminó con las botanas que no nos pudimos terminar. Criticamos esos horribles especiales de navidad y cómo nos sentíamos en estas épocas:- Oh!! Como odio la navidad, ese estúpido espíritu compañerista de falsa felicidad y camaradería que solo me causa unas hermosas ganas de vomitar cada que veo esas sonrisas idiotas en la cara de la gente. Gastar dinero que no tengo en regalos que probablemente van a resultar en la basura o en manos de otros; para que molestarse? - dije, Youko y Gaara  rieron y luego tosían en un intento vano de calmarse.

Nagato solo pretendía olvidarse de todo. Siempre había estado trabajando duramente por su sueño en el mundo de la música, al punto de sacrificar a su familia con tal de lograrlo. Pero supongo que aquello también le afectó.  Al igual que yo, sus vidas no eran muy glamorosas y tampoco fáciles, pero la tenacidad está en la familia y ninguno nos íbamos a rendir.

• -Salud por los Uzumaki!! separados al nacer, porqué tendrían el mismo destino que los Victorinos!

• -De que rayos estás hablando Nagato?-preguntó Gaara.

• -No sé! - todos estallamos en carcajadas.

• -Entonces, yo brindo porque pudimos seguir nuestras convicciones y no las espectativas sociales!

• -Youko no empieces con tus discursos Stalinistas!!-Comentó Nagato

• -Cállense!! la guerra fría ya se acabó!- comentó Gaara.

• -Y porqué sigue haciendo tanto frío?

Cuando Gaara estaba dormido y enroscado como una oruga en su capullo en lo que era mi cobija roja, y mis otros hermanos en el suelo desparramados y compartiendo un abrazo fraternal; tomé el teléfono y marqué a casa  donde la contestadora reproducía el sonido de la grabación “Hola” la voz de mamá decía “esta es Kushina” allí había una pausa “Y Naruto” luego se escuchaban más risillas y un “Oye! nosotros también vivimos aquí!” reí ante los recuerdos “También Nagato y Youko y Yahiko” se escuchaba mi voz y suspiré. Creo que debía de tener unos quince años la última vez que cambiamos esa cinta “No podemos contestar el teléfono de momento” “eso es más que obvio mamá” decía la voz de Youko, “cállate!” gritaba mamá “ya saben que hacer!” luego se escuchaban unos ruidos y luego un “bump” “Si, después de ese ruidito dejen su mensaje y si nos interesa lo llamamos luego” dijo Yahiko con voz monótona “si no, pues por ser usted nos mudamos” irrumpió Youko estallando en carcajadas. Creo que llamé unas siete veces más para escuchar ese mensaje. Pero la última vez que llamé, Tsunade contestó.

• -Diga?

No dije nada.

• -Naru?

Colgué el teléfono. Unos minutos después mi celular sonó, pero dejé que se fuera a buzón.

Volví a ver TV con Charlie y como Gaara babeaba mis cojines. Mis hermanos ya habían intercambiado posiciones. Había extrañado este tipo de navidades, los había extrañado a horrores desde que hicimos aquel pacto. Encontré la película del grinch, Charlie se acurrucó a mi lado y nos pusimos a verlas hasta que nos quedamos dormidos.  

***

Cuatro días después de Navidad, Sasori me llamó rogándome que nos encontráramos en un bar cercano a mi casa. Estaba borracho y cuando le dije que prefería quedarme en casa, él con palabras arrastradas dijo:- No, no, no, no, tienes que, Naru-. Eventualmente acepté, porque era más fácil que discutir con él.

A principio pensé en enviar un taxi para que lo recogiera, sin embargo me dí cuenta que no sabía el nombre del bar, solo que tenía una gran ancla azul y ya. Así que me decidí por manejar, creo que pase ese bar unas cinco veces tratando de buscar la estúpida ancla azul, hasta que caí en cuenta del nombre.

• -Algo de tomar?- preguntó Sasori arrastrando las palabras.

• -No, gracias. Así estoy bien. -dije- No quiero nada.

• -No quieres beber?- exclamó Sasori realmente sorprendido de que rechazara una bebida- pero si eres Naru!. Debes beber.

• -No, gracias.- recalqué mis palabras tomando su manos y poniéndola lejos de mi.

• -”No, gracias” y qué se supone debo hacer con eso?- preguntó retorico Sasori al bartender.

• -No lo sé. -respondió el aludido.

• -Qué tal si me sirve una ronda de T&T?- Sasori palpó su pecho y luego sus pantalones. -Donde rayos está mi billetera? Qué no tengo puesto mi abrigo?

• -Tengo su tarjeta de crédito aquí- el bartender me dijo señalando la registradora.

• -Puede cerrar la cuenta después de esta ronda?- pregunté.

El asintió , dejándole una copa de licor con un gran icebearg en medio.

• -El es un buen tipo -susurró alto en mi oído- le dije que debería vestirse mejor.

Lo arrastré del brazo después de recibir la tarjeta y el recibo de la caja.

• -Toma, bebe un poco.- empujó la bebida casi vacía hacia mí.

• -Qué es todo esto? Qué haces aquí?- pregunté apartando el vaso.

• -Cómo que qué es esto? -tomó el vaso y vació su contenido rápidamente sorbiendo un poco el hielo- Porqué no tomas? Qué es eso?.

• -Soy tu CD.

• -Tú? Mi conductor Designado?-dijo tomándome del hombro- Soy yo el que carga tu trasero a casa.

• -Tu trasero escuálido es muy débil para cargar el mio- dije a tono de mofa.

• -Yo solo hablaba - él hipó- en sentido figurado.

• -Tu hipotético trasero es debilucho también.

• -Hey! No seas malo- pero antes de que pudiera seguir, se dedicó a morder el hielo en su vaso.

• -Vamos te llevo a casa.

• -Aún no! -dijo serio mientras masticaba otro pedazo de hielo.

Sasori se quedó quieto por un momento frunciendo el ceño, como tratando de concentrarse. Luego me observó detenidamente -Supongo que te estarás preguntando el porqué te llamé aquí.- hizo un gesto que me hizo pensar que él se encontraba más mareado de lo que se veía a simple vista. Me preocupé que mi trasero no fuera lo suficientemente fuerte como para arrastrarlo a casa- te llamé aquí, para decirte que dejes de joderme la vida!

• -En qué sentido te jodo la vida?

• -Lo intento Naru, lo intento- dijo derrotado, colocando sus brazos sobre la mesa y su cabeza sobre sus manos- Y luego, escucho todo el maldito día. En Navidad. Naru esto, y Naru aquello. Estoy ayudando a Naru a encontrar casa, fuimos a cenar afuera, y fue tan divertido!

• -Gaara?

• -Si, Gaara! de quién crees que estoy hablando?- apretó sus dientes con fuerza- Este año de casualidad aceptó la invitación a la cena familiar. Y oh, sorpresa! apareció y se la pasó hablando sobre sus azañas navideñas- suspiró- Ni siquiera te caía bien.

• -No es cierto.

• -Solías llamarle mapache.

• -Eso era diferente.

• -Cómo que diferente?

• -Si, diferente- Sasori no sabía que Gaara y yo nos conocíamos de tiempo atrás. Yo llamaba a Gaara mapache porque el me llamaba zorrito cuando nos conocimos.

• -Solo lo haces para molestarme.

• -Gaara me cae bien. Él es mi- somos amigos.

• -Pura Mier…-dijo antes de toser incontrolablemente al atorarse con un pedazo de hielo.

• -Vamos a casa. Hablaremos de esto mañana.

• -No! Nooooo!

• -Haku se preocupara por tí.

• -Él se largó a casa de sus abuelos el sábado. Le dije que debía trabajar, así no tendría que verle la cara a Tsunade- rió como si hubiese dicho un chiste.

• -Que bien!

• -Tsunade no es bien.

• -En eso tienes razón- tomé su chaqueta, busqué sus llaves y las puse en mi bolsillo.- Vamos.

Se colocó de pie. Le coloqué la chaqueta sobre sus hombros y empecé a caminar -no puedes quedarte aquí! y tampoco puedes manejar! -moví sus llaves en frente de su cara- entra en el carro o llama un taxi -empecé a caminar de nuevo, pero simplemente no me siguió- o camina.

Se colocó su abrigo mientras maldecía entre dientes. Para la hora en que estaba entrando en el carro, Sasori venía corriendo para alcanzarme.

***

A la mañana siguiente, Sasori estaba aún en el sillón donde lo dejé la noche anterior. Estaba en su camiseta, su camisa como almohada y su chaqueta como cobija. Se encontraba abrazando la cobija como si se tratara de un peluche. Se encontraba profundamente dormido, con su boca abierta. Saqué a Charlie al baño y paseamos por media hora, al volver no había signos de vida.

Fui a la cocina y puse a hacer el café y a buscar las aspirinas. Charlie de inmediato corrió de la cocina a la sala y luego escuché un fuerte grito -Dios Santo!- y Charlie apareció de nuevo en la cocina moviendo su cola bastante excitado.

Cuando llevé el café a la sala, Sasori estaba sentado, limpiando un poco su cara; un pedazo de arroz del desayuno de Charlie se encontraba en su frente.

• -Hey dormilón! -dije dándole la taza de café- quieres aspirinas?

• -Si, gracias.- dijo para tomársela- Maldición, Naru.

• -Maldición, Saso. Qué rayos estabas pensando para emborracharte de esa forma? ese no eres tú.

• -No, ese eres tú.

• -Cállate!- me senté a su lado y lo empujé levemente con mi hombro.

Él me observó por tiempo prolongado, como si intentara leerme. Finalmente dijo:-Cuando me fui, después de la fiesta, pensé que en verdad podría irme así no más, ya sabes. Pensé que podría seguir mi vida sin ti. Pero no pude. Ahí estaban aquellos pequeños momentos que me pasaban durante el día y pensaba, Oh! tengo que recordar contarle a Naru. Y luego me sentía miserable por el resto del día, sabiendo que ya no podía decirte nada. Todo me recordaba a ti y no sabía cómo no tenerte ahí. -paró para bostezar- Estaba determinado a venir y reclamarte toda esa basura sobre Gaara, pero no sabía que decir o que hacer. Pensé que si tomaba uno para la valentía y luego vendría, y entre más tomaba, menos sentido tenía el venir aquí.-

Sus ojos negros me observaban con tristeza profunda- porqué las cosas no podían ser como eran? Cuando siempre estábamos juntos ahí para el otro. Era tan-  resbaló sus manos por su cabello y respiró profundamente tratando de calmar sus sentimientos- sencillo y descomplicado.

• -No creo que haya sido así de sencillo -dije mientras sobaba su hombro.

• -Me sentía cómodo contigo. Con nadie más que contigo.

• -Eso es, porque eres raro- sonreí- Usas de esas crocks y escuchas música horrible.

• -Oh, vamos Naru!- se quejó- Trato de tener una conversación seria contigo.

• -Ves, la cosa es que nunca fue serio. Nunca tuvimos una conversación seria. Solo desechabamos el tema. Evadíamos lo incómodo. -levanté mis piernas y las abracé- No creo que mis sentimientos por ti fueran solo amistosos. Y tú lo sabías, pero nunca hablamos sobre eso.

Descansó su cabeza en el espaldar del sofá y cerró los ojos

• -Supongo que no era yo al que querías a tu lado después de todo,- dije- y lo siento. Tal vez, no fue justo que tú supieras de mis sentimientos hacia ti y pretender que no existían,  y tampoco era justo de mi parte tener esos sentimientos y pretender solo ser tu amigo.

• -Supongo que ambos apestamos en ese sentido.

• -Supongo que si. -sonreí. Por un momento volvimos a ser como eramos antes. Nos quedamos en esa posición un rato más. No quería decir nada en ese momento que estropeara la perfecta atmósfera, por que en ese momento, me sentía junto a mi viejo mejor amigo Sasori. Vi que su respiración era fuerte.

Observé que dirigió su mirada hacia mi, y abrió sus ojos. Sus pestañas estaban húmedas. -Y ahora qué hacemos? Ya todo terminó?

• -Supongo que debemos darnos un tiempo. Tienes un matrimonio que hacer funcionar. Y esas cosas llevan tiempo.

• -Sabes- dijo mientras se limpiaba las lágrimas- a pesar de todo lo demás, tú siempre fuiste mi mejor y único amigo.

• -Pero ahora tú necesitas ser el mejor amigo de Haku- mi pecho dolía y mi garganta se cerró- Y él necesita ser el tuyo. Y no se donde me deja eso, pero así es como las cosas deben ser, Saso.

Cubrí mis ojos con mis manos. Sasori me tomó de los brazos y me acercó a su pecho. Me aferré a él y dejé que mis lágrimas empaparan su camiseta.

• -Hasta el final, seguiré pensando que me gustaba más pretender que todo era descomplicado- dijo mientras posaba su barbilla en mi cabeza.

• -Que buenos tiempos.- limpié mis lágrimas.

• -Miranos ahora, comportándonos como niños de jardín.- dijo empujándome.

• -Habla por ti, idiota.- dije mientras me sonaba la nariz- todo estará bien Saso. Solo necesitamos un poco de tiempo para saber lo que “bien” significa.

• -Pero me prometes que no terminamos aún- dijo con algo de miedo.

• -No, aún no- le aseguré- Supongo que descubriremos como volver a ser amigos. Lo prometo.

• -Por el dedo meñique.

• -Por el meñique- prometí.

Cuando eran cerca de las diez, subí a tomar un baño y cambiarme de ropa.

• No le des de comer a Charlie- dije con voz autoritaria- No importa que tan tierno se vea. Él ya desayunó.

Subí para arreglarme y demás. Escuché el sonido de un plato ser golpeado contra la mesa. -Sé que estás haciendo!! No lo hagas!- grité desde el segundo piso.

Luego escuché silencio. Cinco minutos después alguien golpeó la puerta.

• -Ya salgo.

• -Naru? Es Charlie. Él-

Abrí la puerta y salí corriendo al primer piso, mi cabello mojaba mi recién puesta camisa y mis pies descalzos sonaban duramente contra la baldosa del piso.

Y ahí estaba, acostado en el piso respirando fuertemente con la boca abierta y sangrando por ella. Me arrodillé a su lado y lo acaricié. Él estaba temblando.

• Qué pasó?

• -No lo sé- Sasori estaba pálido y tembloroso- estábamos jugando con uno de sus juguetes, ese de anillos de allá. Luego el se alentó un poco y ya no estaba jalando más. Luego me dio esa mirada, y cayó al suelo temblando. Intercepté su caída antes de que se golpeara la cabeza. Creo que se mordió la lengua. La sangre viene de allí, creo. Yo-Yo, lo sie-

• -Hay que llevarlo al veterinario- dije sorprendido por lo calmado que estaba.

• -Ese tipo, verdad? -dijo Sasori- el leñador.

• -Sí, él. No conozco más.- Charlie tosió horriblemente llenando la alfombra con sangre. Luego lamió sus dientes como por quinta vez.

• -Puedes venir conmigo?-Supliqué

• -Por supuesto!!- dijo sin duda alguna.