Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

AMOR ANIMAL por lunayaoi

[Reviews - 313]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola de nuevo!!

 

Feliz Navidad a todos y Próspero Año nuevo!!!

 

Lamento la demora, pero aca hay un nuevo episodio, Haku y Naru liman asperezas. Pero así mismo, como Naru envidia a Haku, Haku también envidia a Naru... quién lo diria.

Ahí les dejo ;)

 

CAPITULO 20: MUDANZA I

 

 

  • Podrías cargar eso un poco más? -dije mostrándole un par de cajas desarmadas- tengo que ir por la otras- sinceramente aún no estoy listo para hablar.

  • -Claro.-dijo sonriendo mientras bebía su café una vez más.

 

Me sentía tan torpe intentando cargar un montón de cajas a casa en un solo viaje. Inclusive sin mirar, podía saber que Haku se encontraba observándome todo el tiempo.

 

  • -Bueno, siento todo lo que te dije-  entonó mientras tomaba un gran sorbo de su bebida.- ella me dijo lo del cheque.

  • -Qué ella qué? -dije mientras volteaba sorprendido a verlo- ella lo hizo? -dije mientras pateé la puerta del carro para cerrarla y luego hice un gesto para que Haku abriera la puerta de la cocina.

  • -Sasori me hizo preguntarle- él balanceó su bebida entre sus brazos mientras se abría paso en la cocina.

  • -en serio? -no podía salir de mi asombro. Mientras botaba las cajas en la esquina en el suelo de la cocina.

  • -Ella dijo que era dinero que había estado ahorrando para ti, todos estos años. Así tendrías un colchón financiero. Dijo que era algo bueno para ti. Pero luego le pregunté si el momento en el que te entregó el cheque era algo “muy” conveniente. Como si ella pretendiera que era algo agradable de su parte, pero que en definitiva era otra cosa… Oh! Naru, como lo siento!- dijo entregándome el café mientras intentaba secarse las lágrimas- Le pregunté, pero ella solo calló. Luego ella me preguntó si me había gustado el hotel de Nápoles que ella había escogido. Ya la conoces. Es lo más cercano que ella ha admitido que hizo algo mal- él siguió tomando de su café- Odio pensar que ella... Ella no debió hacer eso.

  • -Está bien.- dije- Además, si lo piensas bien, es realmente estúpido quejarse por ello. Ella me dió un gran y jugoso cheque.

  • -NO! -gritó desencajado- No juegues como si eso estuviera bien. No está bien que ella te trate de esa forma.

  • -Entonces qué se supone debo hacer?

  • -Bueno, no te alejes de nosotros- Haku dijo- para empezar- terminó mientras se quitaba los guantes.

  • -Ya gasté una buena cantidad del cheque. -dije como cuando un niño que no podía ahorrar su mesada.

  • -Naru, tú mereces ese dinero. Lo ganaste. Y obviando el hecho de como lo uso, ella quería que lo tuvieras. No puedo pensar...Sé que no fue fácil.- el miró sus zapatos. Tenía una mancha de sal en la punta y la limpió con el revés de su pantalón- He pensado sobre eso. Demasiado. Lo que quiero decir es que, tú mamá fue contratada para cuidar de nosotros- el pausó para volver su vista hacia mi persona-Tú no.

  • -No es como si yo hubiera estado cuidando de alguien. Mi madre hizo todo el trabajo.

  • -Tú me cuidaste- Tan pronto como lo dijo, vi grandes gotas saladas caer al suelo.

  • -No, no lo hice.

  • -Si, lo hiciste. Me hiciste valiente. Me hiciste sentirme bien con quien soy y con lo que no quería. Renunciar al ballet y volverme un scout. A ponerme pantalones cortos. Ir a Brown. Estudiar Historia del Arte.

  • -Tu hiciste esas cosas, no yo.

  • -Pero nunca lo hubiera hecho. Nunca me hubiera desviado del gran plan de un futuro como Senju.- el rió- El abuelo nunca quiso verme vendiendo galletas y mentas. Él me quería ver danzando en alguna tropa de bailarines de Harvard-  Haku envolvió sus brazos a mi alrededor y posó su barbilla en mi hombro- Te necesito. No puedo bailar ni para salvar mi maldita  vida.

 

Era tan poco natural la forma en que Haku maldecía. Solo reí y lo abracé de vuelta.

 

  • -Tú eres mi familia.-dijo emocionado.

 

Nos alejamos un poco, pero el seguía sosteniendo mis brazos.

 

  • -No iré a cenar en pascua con Tsunade o algo parecído- dije.

  • -Esta bien.-dijo él riendo- Yo tampoco- dijo el mientras intentaba seguir intentando quitar la mancha de su zapato- Hey! dónde está tu perro?

  • -Él está pasando el día en la nueva casa con Madara, el señor al que le estoy comprando la casa, así puedo terminar el trabajo de empacar.

  • -Es cierto! -exclamó- Sasori me dijo que te habías comprado una casa.

 

Me entraba curiosidad saber si Sasori le contó sobre sus aventuras cuando se emborrachó y de nuestros viajes al veterinario, pero no me iba a preocupar por eso. Ese problema era entre ellos dos y no tenía porqué inmiscuirme.  

 

  • -Eso es fantástico- dijo- Cómo es la casa?

  • -Va a necesitar micho trabajo. Es algo fea- dije mientras me imaginaba las caras que podría Haku al ver las brillantes paredes amarillas, verdes y rosadas del cuarto de costura, y el horrible papel tapiz floreado de la cocina.- Tendré que pintar toda la casa eventualmente. Y poner nuevos guardarropas.

  • -Eso es tan de adultos- él arrugó su pequeña nariz en un gesto infantil mientras me picaba las costillas con su dedo índice- ahora eres un gran adulto, Naru.

  • -Saso y tú compraron casa- dije- no es tan diferente.

  • -El padre de Sasori, querrás decir.-dijo suspirando- . Ni siquiera tuvimos la oportunidad de escoger. Sólo apareció.

  • -Entonces, tu abuela prácticamente me compró la casa, entonces.

  • No, ella no fue.-dijo tajante- Esto es grande, Naru. Tienes tu propia casa.- Se terminó su raspado y con renovada alegría preguntó- Puedo ayudarte a empacar?

  • -Alguna vez haz empacado algo en tu vida?- pregunté- Sabes como empacar?

  • -Enséñame.- dijo mientras negaba con una gran sonrisa.

  • -Chiflado.- dije mientras le sacaba la lengua y me dirigía hacia las cajas.

  • -Así que… qué te llevas?- dijo él mientras inspeccionaba la sala.

  • -A qué te refieres?

  • -Sí, que te llevas?

 

No había pensado sobre eso. Supongo que no tenía sentido llevarme todos los muebles. La repisa de las plantas con los libros a la casa, porque simplemente no serviría.Y probablemente tampoco valía la pena llevarme el sofá azul. Lo había comprado en una venta de garaje hacía varios años ya, y ya estaba rompiéndose a pedazos. Si te sentabas en el medio, inmediatamente te hundes como saco de papas, resultando con las rodillas en la cara. Sin embargo, no sabía que hacer sin el sofá, y tengo demasiados libros para tener que dejar las repisas atrás.

 

  • -Supongo que me llevaré todo- dije- No tengo más muebles. Al menos no todavía.

  • -Si, Si los tienes.-dijo Haku sonriéndose.

  • -Los tengo?

  • -Tienes toda una casa llena de ellos para escoger.- su sonrisa era malévola.

  • No podría.

  • Si puedes- dijo mientras me tomaba del brazo- Y tú deberías porque son tus cosas.

  • -Pero son de mi mamá.

  • -Bueno, ahora son más tuyas que de ella. Son cosas que ahora te pertenencen.

 

Luego me acordé de la mesita ratona del café que mamá, mis hermanos y yo hicimos alguna vez. Ella había pintado con corazoncitos blancos en mis mejillas y en las de mis hermanos y ninguno de nosotros pudo quitárselos con agua y jabón. Pasamos el resto de la semana con crema y aceite por toda la cara. Para cuando la pintura cayó, todos teníamos las mejillas rojas.

 

Quería esa mesita de centro, y también quería ese sofá con manchas de salsa y pizza  por todos lados, y también la absurda colección de novelas románticas que entre todos hicimos durante nuestro viajes.

 

Pero no quería ver a Tsunade. No quería tener que preguntarle por aquellas cosas. Haku debió adivinar mis pensamientos, porqué el dijo:-Iremos po tus cosas juntos.- dijo para luego abrazarme- Seremos un frente unido. Tendrá que comportarse- dijo riéndose- o al menos nos tenemos el uno al otro, en dado caso en que no lo haga.

 

 

***

 

 

Madara se ofreció voluntariamente a cuidar de Charlie, yo renté el camión para el viaje. Haku se apareció bastante animado con ropa cómoda y una taza de café de viaje en una mano y su bolso de marca en la otra. Alguien no podría estar así de emocionado a las seis A.M de un sábado, estaba a punto de meterlo en l parte trasera del camión hasta que el se devolvió al carro por la otra taza de café para mi.

 

  • -Pensate que iba a montarme a solas en ese camión contigo, si no traía café? -dijo él negando- No estoy tan loco.

 

Yo solamente negué. Los asientos del camión eran duros y resbaladizos, el parabrisas sucio y el parachoques hundido. Esperé para que Haku se quejara, pero no lo hizo. El solo trató de acomodar su cinturón de seguridad y agarrarse de la manija de la puerta y lidiar con la calefacción. El botoncito de la calefacción estaba roto, y solo tenía dos opciones. Apagado y muy caliente, que equivalía a ponerse detrás del jet de un avión encerrado en un hangar. Así que solo lo encendíamos para calentar la cabina, luego hablabamos.

 

  • -Esto era lo único que tenían.-dije sin mencionar que jamás había conducido algo tan grande en mi vida y estaba aterrado. Supongo que Haku no tenía porque saber que andabamos en una trampa mortal rodante.

  • -Esta bien. -dijo- es parte de la aventura.

  • -Quién eres tú, y que haz hecho con Haku?

  • -Quién eres tú, y que haz hecho con Naru?- dijo riéndose- estás manejando un camión, y de verdad!!

 

Y lo que más me temía. Había empezado a nevar tan pronto como alcanzamos las montañas blancas. Encendí los limpiaparabrisas que hacían rechinar mis dientes con el ruido.

 

  • -De mal en peor.-dijo Haku sonriéndose.

  • -Y a ti que te pasa?- le dije- estas usando jeans. No te haz quejado ni una sola vez del camión. Y tampoco limpiaste el asiento con antibacterial antes de sentarte.

  • -Estoy en un viaje con mi mejor amigo.-sonrió aún más.- Nunca he hecho estas cosas antes- dijo mientras sostenía su taza de café.

  • -Pero si haz viajado de ida y vuelta a Nueva York un millón de veces- dije.

  • -Solo, o con Sasori, pero nunca contigo. Sasori nunca quería detenerse en esos desayunaderos al lado de las autopistas o a esas extrañas tiendas de sourveniers, y siempre me asustaba el tener que ir yo solo. Solía observar cuando Kushina y ustedes empacaban sus cosas en el volkswagen, con sillas de playa plegables, hielera y cestas llenas de ropa, en ves de maletas, siempre había deseado ir con ustedes. Siempre venías de vuelta con las mejores historias y esos horribles imanes para nevera. Cuando iba de vacaciones, siempre estaba atrapado en hoteles aburridos y museos. Teníamos excursiones. Ustedes tenían aventuras.

 

El levantó su taza de café para darle un sorbo, justo cuando pasamos por encima de una brecha y el café se derramó en sus piernas.

 

  • -Has sido bautizado- dije, mientras le entregaba un rollo de papel de cocina, de debajo del asiento. Mamá y yo nunca dejabamos casa sin uno de esos- eres oficialemente un miembro de los trotamundos guerreros.

 

El simplemente se carcajeó mientras limpiaba el desastre. No dijo nada sobre sus pantalones arruinados y la mancha de café que nunca quitará de su camiseta blanca.

 

Cuando llegamos a las montañas, tomé la I-20 hacia la ruta 2 en vez de quedarme en la interestatal, así podríamos almorzar en Roscoe y manejar por los poblados, así se sentiría mas como un viaje de carretera.

 

 

***

 

 

La mayor parte del viaje estuvo bien. Haku me contó sobre su paseo en góndola en Venecia y su visita a Ponte Vecchio en Florencia. Yo le confesé que había comprado a Charlie por accidente, y reímos tanto que apenas y podíamos respirar. Eso era lo que me gustaba del antiguo yo de Haku, cuando solíamos ser niños, pero ahora estamos construyendo algo nuevo.

 

Cuando llegamos a Saw Miller River, sentí el fuerte latido de mi corazón y el revolcón de mi estómago, empecé a sudar sin que el caletador estuviera encendido.

 

  • -Estas verde Naru, -dijo preocupado- te estás mareando?

  • -Pienso que me está dando la enfermedad de Tsunade.

  • -A mi también.-dijo.

  • -De verdad?

  • -No actúes tan sorprendido. Ya sabes como es ella. Y no haz estado mucho tiempo por aquí desde lo de Kushina. -el negó- Ella no lo asimiló muy bien. Ella sigue siendo ella, pero el doble. Bueno, si eso tiene algún sentido.

 

De hecho tenía mucho sentido. MI madre era lo que balanceaba a Tsunade. Sin ella, era difícil saber de donde rayos venían los pensamientos y el caácter de ella.

 

  • -Y cómo se supone debe manejarse?- pregunté mientras me acordaba la infinidad de veces que resulté borracho en el sofá de mi casa, llorando hasta la inconsciencia.

  • -No lo sé. -dijo sincero-  supongo que yendo a esos grupos de apoyo donde se sientan en círculos, y hablan de sus sentimientos.

  • -Ha! -dije en burla- Puedo ver a Tsunade sentada, fumando como un demonio, diciéndole a todo el mundo que lo superara, y por todos los cielos, que se hiciera un corte de cabello decente.

 

Haku rió a mi perfecta interpretación. -puedo imaginarlo completamente- dijo- Alguna mujer llorando amargamente porque su esposo la dejo, y la abuela diciéndole que él la dejó porque ella ni siquiera podría salir con cualquiera con esos horribles zapatos.

 

Estabamos tan ocupados riendo ante la imagen mental de Tsunade yendo a un grupo de apoyo, que llegamos al la cabaña sin mayores contratiempos ni ataques de pánico.

 

  • -Y qué hacemos si ella está ahí?-pregunté.

  • -Estaremos bien. -dijo Haku tratando de sonar confiado, pero fallando totalmente.

  • -No quiero verla. -dije viendo a través de la ventana por si veía algún rastro de ella.   

  • -Quieres que vaya primero?

  • -No! Si vas solo, me estas dejando a su merced, y que tal que yo estando aquí solo, ella se aparezca y yo sin ti-

  • -Naru, esto es absurdo- regañó- ella no es el coco- pero tampoco veía que el tuviera muchas ganas de abandonar el camión.

 

Ambos abandonamos el camión y nos dirigimos a la cabaña. Nuestro pasos se dibujaban en la nieve, a medida que nos acercábamos sentíamos la adrenalina correr en nuestras venas.

 

Saqué la llave y estuve listo para abrir. Imaginé que ella tal vez había mandado cambiar la cerradura de la puerta, y tendría que ir a golpear a la mansión para obtener la llave. Pero me alivié de ver como la llave funcionaba como siempre.

 

Empujé la puerta para abrirla. El aire se sentía pesado, como al humo de la marca de cigarrillos que a Tsunade le gusta. Haku arrugó la nariz. Pudimos oír como la ducha estaba abierta, y el agua corriendo.

 

  • -Ella está aquí.

 

 

Continuara...

Notas finales:

Gracias por sus mensajitos... ya falta poco para el final. Bien puedan sugerir a traves de reviews!! 

 

:3 hasta la próxima!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).