-Bueno puedes pasarme ese broche? –Pregunto amablemente el mayor, mientras peinaba los largos cabellos de una señorita, el rubio atendió el pedido rápidamente
-Vaya toma mucho más tiempo con ellas –Murmuro el menor, Koujaku sonrió mientras la chica se retiraba sonreída, les dijo a las chicas que era momento de tomar un descanso
-Decías? –Pregunto el mayor mientras le sugería que fueran a comer algo
-Eh?, oh nada solo lo obvio toma mucho más tiempo cortar el cabello de esas chicas que no se el mío por ejemplo –Dijo sonreído el menor
-Ah, bueno ciertamente hay chicas con cabelleras muy largas –El moreno se froto los dedos de las manos, esto era una charla demasiado trivial y sin embargo nada incomoda, no podía estar haciéndose amigo del mocoso simplemente no podía, arruinaría todo.
-Koujaku-san…? –Llamo el chico al ver al mayor perderse en sus pensamientos, volvió a la realidad y algo en ese ´´san´´ ya no le agradaba mucho
-Koujaku –Dijo con firmeza el mayor –Puedes llamarme solo Koujaku
-Oh, bueno eso, eso está bien –Asintió un poco aturdido el menor
Aun era temprano, no tanto pero aun lo era, suficiente como para que ambos hombres se encontraran bebiendo un café en una pequeña cafería loca, Koujaku miraba detenidamente cada pequeño gesto y expresión de Theo, ´´de verdad es como un niño aun´´ pensaba al ver la cara adorable del chico al fruncir un poco los labios en espera de no quemarse con el liquido caliente, al ver como entrecerraba un poco los ojos y sonreía levemente al probar algo que era de su agrado, como lo fueron un par de galletas y panecillos, si, el mayor se sentía en alguna clase de trance, pero no debía perder de vista el objetivo.
-Y…crees que se entere tu hermano lo buen asistente que fuiste hoy? –Pregunto repentinamente el mayor
-Nii-san… casi había olvidado que no tiene idea que estoy aquí, debería irme-Se levanto de la mesa, el peluquero de pronto sintiendo una extraña pero fuerte sensación de pérdida lo detuvo un poco
-Ah, bueno supongo que eso está bien, pero vendrás con ellos la próxima semana cierto?, ya sabes a la fiesta de Mizuki, un amigo mío y de Aoba –El chico lo pensó unos momentos y asintió
-Lo hare, claro, no veo por qué no –El mayor suspiro un poco aliviado pero luego volvió su tono de preocupación
-Y toda esta semana… no nos veremos más? No hasta la fiesta? –El menor se mordió el labio, algo en la extraña e imperiosa necesidad del mayor por verlo lo hacía sentir de algún modo feliz
-Lo intentare…bueno nos vemos –Dijo agitando las manos, queriendo casi huir de ahí y dejando la esperanza de otro encuentro agradable flotando en el aire.
Casi corrió como si alguien lo estuviera persiguiendo por la calle, la mirada desesperada y casi…anhelante?, quizá , que le había dedicado el mayor al preguntarle por la próxima vez que se verían le había provocado un extraño vuelco a su corazón, le dolía un poco el pecho, quizá por correr, sonrió sin saber muy bien porque prometiéndose a sí mismo que aun si corría ´´peligro´´ al verse con ese hombre, lo haría , después de todo no tenían poco tiempo para conocerse?, el debía volver a Alemania en dos semanas y media, no dejaría que el mal humor y extrañas maneras de su hermano le impidieran hacer un nuevo y quizá muy importante amigo.
-Vaya volviste-Dijo Noiz mirándolo acusadoramente, mientras ayudaba a poner la mesa para la comida, Theo intento permanecer calmado para no delatarse solo.
-Um si, les ayudo con la mesa? –Sugirió intentando cambiar el tema.
-No gracias, estamos bien Theo –Dijo la abuela Tae mientras aun seguía preparando la comida.
-Saliste temprano, ne? Theo –Comento Aoba despistadamente, mientras el rubio menor se sentaba a la mesa.
-Oh, sí , bueno tenía ganas de salir por mi cuenta –Dijo algo nervioso.
-Bueno eso está bien, pero Theo no es peligroso salir por un lugar que realmente no conoces, y solo? –Cuestiono el peli-azul con buena intención.
-Cierto, a donde fuiste tan temprano y tu solo? –Comenzó a interrogar su hermano ´´oh no´´ pensó Theo.
-Simplemente fui por ahí, anduve deambulando un rato y finalmente fui a una cafetería no muy lejos de aquí –El mayor elevo una ceja.
-Cafetería, cerca de aquí? –Dijo Noiz mas para si mismo
-Si… ya sabes cómo me gustan las cafeterías –Dijo ya un poco más calmado
-Bueno, supongo que no esta tan mal pero intenta reducir tus paseos en solitario de acuerdo? –El menor asintió con una sonrisa y esto de nuevo tranquilizo un poco a su hermano.
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-Parece que Theo está adaptándose bien al lugar eh? Quizá debamos traerlo más seguido –Comento Aoba recostado en su cama mirando al techo, el rubio que jugaba con uno de sus cubos resoplo.
-No lo sé, quizá no sea tan buena idea –Comento en voz baja el menor.
-Noiz… cual es el problema? –Pregunto preocupado el mayor mientras se incorporaba.
-No estoy muy seguro, simplemente tengo esta extraña sensación, como si algo no estuviera bien –Dijo frunciendo el ceño como si estuviera muy concentrado, el peli-azul rio un poco.
-Creo que simplemente te preocupas demasiado, de cualquier manera… es lindo –Dijo murmurando lo ultimo captando de inmediato la atención del rubio
-Lindo? –Dijo enarcando una ceja
-Bueno te preocupas tanto por tu hermano… no lo sé es algo adorable?, supongo –Dijo Aoba comenzando a avergonzarse y arrepentirse de haber hablado, este gesto distrajo un momento al rubio de sus pensamientos pesimistas.
-Entonces soy lindo? –Dijo acercándose mas y mas al mayor, el cual lo intento apartar con las manos.
-Noiz… recuerda que todos están en casa-Dijo casi de modo suplicante.
-Bueno eso se resuelve de manera muy sencilla –Dijo con una sonrisa de lado.
-Ah si? –Cuestiono el mayor, incrédulo de que el rubio se hubiera rendido tan fácilmente
-Claro…solo debes mantener tu voz baja- Gruñio Noiz mientras comenzaba a besar el cuello del peli-azul
-N-no, Noiz, a-alto –Tartamudeo al ser atacado por los labios ajenos, pero realmente aunque quería negarse, estaba comenzando a ceder lentamente ante las caricias del menor
-Solo mantén tu voz baja –Casi ordeno Noiz mientras comenzaba a deslizar su mano hasta la entrepierna del otro, el cual soltó un gemido al sentirlo.
-Si se dan cuenta… te mato –Sentencio Aoba, el rubio rio un poco
-Si, si –Y dando poca importancia a esta declaración continuo con lo suyo
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´´ Asistente número uno, mañana a la misma hora? ´´ Theo miro la pantalla incrédulo de lo que leía, en verdad Koujaku lo estaba invitando de nuevo, a su lugar de trabajo, por alguna razón sonrió algo avergonzado mientras leía el mensaje otra vez, sin saber si contestarlo y cómo hacerlo, se había puesto en bastante peligro hoy al no cumplir la promesa que le había hecho a su hermano, quizá debería ser honesto, confesarle que había salido con Koujaku y que este le estaba pidiendo salir de nuevo, se dirigió la habitación que antes fuera de Aoba, donde ahora compartían el y su hermano, estaba dispuesto a tocar la puerta.
-Oi! , nii-san… -Elevo un poco la voz pero luego se quedo callado.
-A-ah, n-noiz… -Se quedo estático en donde estaba, lo que podía escuchar a través de la puerta era la prueba final de que en verdad su hermano tenia ´´ese tipo de relación ´´ con Aoba, a pesar de saberlo y haber pasado un año nunca lo había asimilado tan bien como en este momento, se alejo de la puerta y fue a la sala de estar, mientras estaba en el sillón pensaba, era estúpido pedirle opinión a Noiz sobre algo como esto, el tenia su propia vida y estaba ocupado, de pronto se sintió como un intruso al haber siquiera ido con ellos en ese viaje, miro con el entrecejo fruncido la pantalla de su coil y entonces escribió con decisión.
´´El asistente numero uno se reportara: )´´
Quizá había sido muy infantil su forma de responder, otra preocupación mas, de pronto se sintió demasiado infantil y eso de algún modo lo hizo sentir mal, se desplomo en el sofá con algo de frustración sin saber ni siquiera porque de pronto se sentía tan frustrado, preocupado por todo y hasta deprimido, el coil vibro segundo después.
´´Te espero, los asistentes deben ser puntuales eh? ; ) ´´
Sonrió estúpidamente y se sintió un poco aliviado, sin darse cuenta cayo dormido en el sofá, ansioso, feliz y de algún modo preocupado, por el día siguiente, por alguna razón ahora tenía un revuelto de emociones dentro de él que no hacían más que confundirlo.
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