En cuanto el telón se cerró, Bakura y Akefia vieron e reojo a Ryou salir lo más aprisa que podía, ambos quisieron ir de tras e él, en la entrada, había mucho tumulto de gente y lo perdieron completamente de vista. Así que Bakura propuso separarse para ir a buscarlo. Akefia iría a su habitación y Bakura lo buscaría en los alrededores. Ambos querían que Ryou no se sintiera incómodo con sus discusiones ni sus problemas de “pareja” que ahora se hacía problema de tres.
Ryou estaba disperso, n si quiera, se dio cuenta que ambos mayores habían salido detrás de él. Pasó por varias callecitas del hotel que lo llevaba a muchos lugares, al bar, al teatro, a la playa, al restaurante etc.
Abrazado de sí mismo, con los hombros encogidos caminó hasta la playa, la marea estaba bastante alta y la luna estaba en su mejor punto, Ryou se balanceaba suavemente e el mismo trayecto.
Cuando llegó a la orilla del mar, se quitó los zapatos que traía y dejó que se mojaran con el vaivén de las olas, caminó un poco sobre la arena húmeda miró nuevamente hacia arriba apreciando la luna, unas pequeñas lágrimas rodaron por sus mejillas, volvió a sentirse solo, ahora no quería que nadie lo buscara y deseaba desaparecer.
Bakura por alguna razón sabía para dónde iría Ryou, dejó unos minutos para que estuviera solo, pero no quiso esperar tanto como para dejarlo solo toda la noche en la playa. Caminó un poco a prisa para llevar ventaja de tiempo y no fuese tan obvio su desesperación por alcanzarlo.
Ryou miró hasta lo más oscuro del océano, la luz nocturna ayudaba un poco para ver el brillo del mar que parecía de un color negruzco, Bakura distinguía muy bien a Ryou y su tono capilar era más que inconfundible, brillaba como un diamante a la luz y se alborotaba suavemente con la brisa, Bakura ahora actuaria natural. Se acercó al muchacho peli-blanco y metió sus manos a los bolsillos del pantalón.
-¿qué haces aquí?-Bakura interrumpe el silencio-Pensé que no vendrías- dice en un tono sereno, aunque Ryou lo sitió como reproche.
-¿Bakura?- sorprendido contestó-¿me estabas siguiendo?- reveló las verdaderas intenciones de ambos mayores. Pero Bakura guardó la calma y repuso.
-¿qué te hace creer eso?- en un tono indiferente, luego cambió de tema para no parecer un verdadero fastidio- No realmente había venido a ver el océano, me parece muy especial mirarlo de noche.
-No te creo- Ryou dice con un tono severo.
-No lo hagas, pero es la verdad- siente pesadez en el estómago pero aún permaneció neutral exteriormente.-Parece que conocer el mar no ha llenado tus expectativas- comentó.
Las olas seguían en su movimiento constante y los pies de Ryou ya estaban fríos.
-No es eso, ha sido lo más hermoso que he visto en la vida, la naturaleza no deja de impresionarme, pero las personas dejan muchas más cosas qué decir- hace un tono molesto.
-¿qué? Ahora de qué estás hablando- Bakura se cruzó de brazos, alzó una ceja y pidió una explicación.
-De nada- esconde la cara entre e cabello caído y a sombra que le hace, se da media vuelta y camina sobre la orilla alejándose de Bakura, Bakura sin darlo, va detrás de él.
-Espera, ¿a dónde vas?- cerca de él camina con pasos largos.
-Lejos de ti- suena su voz lo bastante gruesa para decir que definitivamente no quería estar con alguien.- lejos de Akefia, lejos de todo…
-¿por qué dices eso?- Bakura ahora se pone con más seriedad.
-Porque nunca quisiste tenerme a tu lado, reprochabas con Akefia sobre sus sentimientos y sobre los míos, yo de verdad me enamoré, pero ¿de qué clase de personas me enamoré? Siempre estoy como un impertinente en la vida de los demás, nadie me necesita, y no creo que nadie me haga el favor.
-Es verdad- guardó un momento silencio, ladeó la cara un poco y Ryou apretó los ojos y volvió a darse media vuelta para seguir avanzando a una distancia considerable; Bakura ahora se armó de valor y lo tomó de la mano.- espera, no he terminado- Ryou no lo miró pero sentía como la mano del mayor apretaba fuerte la suya.-Ryou, desde que te conocí, me has hecho pesar en muchas cosas, claro que nunca te quise a nuestro lado, pero temía muchas cosas, principalmente perder el amor de Akefia, que serías una pérdida de tiempo, que acabarías con nuestra tranquilidad; al contrario, nos hiciste personas diferentes, cuando estábamos en la reunión de Kuriboh’s coffee y te besé, comprobé que debíamos estar juntos, me mostraste mucho de ti, tu valentía y tus buenos sentimientos que jamás había visto en alguien. La carta que escribiste en casa de Raphael me dijo mucho, y ahora me lo confirmas, te estás rindiendo…
Ryou abrió los ojos grandes y miró de reojo a Bakura- Parece que ya lo entendiste, pero ya es algo tarde para eso, Akefia y tú se están separando, eso me duele porque probablemente sea por mi causa….
-Pero no es así tonto, tanto él como yo te amamos como nunca habíamos amado a alguien y me lo dijo en la tarde.- repuso él un poco frustrado.
-No digas que me tienes un sentimiento porque sé que no es cierto, ya hemos estado un tiempo viviendo juntos y solo siento frialdad e indiferencia contigo, me quieres lejos de tu vida, Akefia me quiere pero ese cariño solo es temporal y mis amigos no me entienden o no me apoyan como quisiera porque sus hermanos cabrones me tienen amenazado. ¿Qué más quieres?, por eso solo debo desaparecer.- Se suelta de la mano e Bakura violentamente y avanza unos dos metros y medio hasta que Bakura lo jaló y lo atrajo a él.
-Si te sirve de consuelo, me siento muy arrepentido de haberte tratado así, tenía inseguridad de lo que sentía por ti, no soy de esas personas que se abren tan rápido a un amor verdadero, así pasó con Akefia. Pero tú hiciste como una especie de catalizador para que por fin me diera cuenta lo mucho que te amo.- Bakura tomó de la cintura a Ryou y lo apega a él.
-Bakura…- Ryou se puso nervioso.
-quiero demostrarte que estoy diciendo la verdad, Ryou, mi precioso Ryou…-Bakura pegó sus rostros y sus narices chocaron ligeramente, Bakura pasó su pulgar cerca del mentón y del pómulo de Ryou, el menor de los albinos se estremeció y su pulsación se aceleró.
Entonces, Bakura, no dudó nada para tomar completamente a Ryou y besarlo tan apasionadamente que en seguida Ryou se coloró. Bakura comenzó a juguetear dentro de la boca del menor y sus lenguas se encontraban repetidamente, Bakura pasó una de sus manos por la nuca de Ryou y comenzó a recorrerle la espina dorsal. Ryou no sabía qué hacer como tal, si apartarse de él o continuar hasta el final.
A fin de cuentas, él quería con todas sus fuerzas que Bakura lo hiciera suyo de la manera más sensual y provocativa. Bakura sentía una excitación y su miembro empezó a punzar con pequeños toques eléctricos. Ambas respiraciones no llevaban un orden pero el sonido iba aumentando su intensidad.
Akefia había buscado en la habitación pero con obvias razones no tuvo éxito, como Bakura se encargaría de buscar en los alrededores, decide esperarlo en su habitación, entró algo agotado y se retiró la ropa quedando únicamente en bóxer y se recostó en la cama, miró el techo un momento y se acomodó para por fin quedarse dormido.
Bakura y Ryou llegaron a la habitación de Ryou rozando las yemas de los dedos en algunas partes del cuerpo, como la cintura, los hombros, el rostro, casi sus labios no se separaban en ese momento, entonces Bakura arroja a la cama a Ryou todo enrojecido y controlando su respiración se va quitando las prendas del cuerpo empezando por la camisa blanca a medio abrochar, así, dejó a la vista del menor su figura definida y casi perfecta, Bakura se puso sobre Ryou y comenzó a besarle el cuello, aprovechó, para desabrochar la camisa de Ryou, desfajándolo primero e introduciendo sus manos sobre esa prenda, acariciando todo el torso de Ryou.
La piel del menor, se erizó cuando sintió la lengua de Bakura en uno de sus pezones y que una de sus manos recorría el centro de su cuerpo y pasando por el vientre, Bakura se atreve a meter la mano dentro de los pantalones de Ryou, Ryou se arqueó y se dio más libertad a sentir la mano del mayor tocado su miembro. Bakura con la otra mano desocupada, la utiliza para desabrochar el botó y el cierre del pantalón e irlo bajando poco a poco disfrutando mucho el placer que le hacía sentir a Ryou.
Las piernas de Ryou estaban enrolladas en la cintura de Bakura, más pronto, las dejó caer sobre la cama y ahora ayuda al mayor a quitarse el pantalón. Se arrojó hacia él y sus brazos rodearon el cuello de Bakura.
Bakura recargó una de las manos en la pared delante de la cama, mientras que Ryou soltaba jadeos sencillos del inicio de su excitación. Bakura recostó a Ryou sobre la almohada y se dejó caer sobre él provocando rozaduras muy estremecedoras sobre ambas partes nobles, Bakura lame el lóbulo de Ryou causándole un escalofrío nada leve e todo su cuerpo y su piel estaba más erizada que nada.
Bakura tomó los genitales de Ryou masajeando primero los testículos recorriendo su dedo hasta el glande, el pene estaba en las manos de Bakura y moviéndolo de arriba hacia abajo, su masturbación cambiaba constantemente de ritmo, Ryou chocó varias veces su pecho contra el de Bakura con la necesidad de sentir más y más placer hasta llegar a su orgasmo. Bakura estaba manchado del éxtasis de Ryou, Ryou acomodó entonces a Bakura ahora colocándose él encima del mayor, se sentó lo bastante cerca del pene de Bakura como para que soltara un gemido sonoramente excitante.
Ryou ahora recorre el pecho del mayor con pequeños besos, y a partir de que llega al ombligo, comienza a lamerlo, ahora le haría a Bakura sentir un poco más de placer colocado su miembro entre sus labios y empezar a lamer el glande de manera circular. Bakura tomó del cabello a Ryou y lo acarició mientras Ryou se entretenía con el miembro en la boca.
-Mmmm así Ryou, no te detengas- rogó Bakura
Ryou obedeció y aceleró el proceso, luego Bakura lo hace detenerse y recostándolo en su peco pone su mano en el miembro de Ryou excitándolo de nuevo, mientras intentaba penetrarlo. Ryou estaba cooperando bastante bien, sus pensamientos de estar teniendo sexo con Bakura eran casi impredecibles, de hecho no esperó que de su tristeza lo llevara a tanto placer.
Cotinuará…