Dios, ¿por qué me tenía que tocar a mí hacer los preparativos de la cena de año nuevo?. Es decir, el hombre de negocios, que esta al frente de una empresa, el que sale tarde del trabajo, el que tiene que mantener a la familia... aunque Martin se dedique a publicar libros. Parece que a la familia no le bastó con que la cena de navidad se hiciera aquí, normalmente era en la casa de Erin y yo nunca iba. pero debo admitir que la navidad fue divertida, no sólo vino la familia cercana, sino también Lee, Luke y los hijos de estos, sin contar la presencia de Ian, el cual fue responsable de la mayor, ¿Cómo llamara?, la mayor tragedia de la noche.
Después de que la cena estuviera hecha, todos contribuyeron con algo, y que estuviera en la mesa servid, Ian tuvo la magnifica idea de decirle a Elijah que intentara meter la lengua en el pastel. Ellijah termino con la cabeza llena de bizcocho y nosotros sin pastel. Lo demás fue tranquilo, pues seguimos comiendo, así es, todos juntos, ¿Cómo lo hicimos siendo más de veinte?, reunimos tres mesas enormes y listo. Yo estaba en la cabecera, es mi casa y hago lo que yo quiero, así que me puse en la cabecera, Martin estaba a mi derecha y Elijah a mi izquierda, en la otra cabecera estaba mi primo, y su familia a los lados. Cuando terminamos de cenar, debo admitir que subí cinco kilos esa noche, nos quedamos conversando en la mesa. Por un momento me quede callado, y por primera vez en una navidad no hubo solo silencia, había risas y pequeñas discusiones, principalmente entre Orlando y Aidan, quienes no dejaron de mirarse retadoramente toda la noche. Me gusto esta navidad, creo que se a convertido en mi favorita, a pesar de que la primera me encantaba, estaba manchada de recuerdos tristes y nostalgia por mi madre. Estoy seguro de que ella hubiera sido sumamente feliz, habria amado a Elijah, por el simple hecho de que yo o quiero.
Elijah, Elijah es como... Nunca desee tener hijos, la idea se me hacia aterradora, y nunca encontré a ninguna chica que me hiciera desearlos, sé que con Martin jamas podre tener un hijo, a menos que la ciencia avance mucho en los próximos años. Elijah vino a cambiar mi vida. Justo después del huracán Marin llegó el tornado Elijah. En menos de un año pase de ser un solitario drogadicto a un esposo y padre.
Hicimos un intercambio en navidad, uno bastante grande. Me toco darle a Dean, y a mí me dio Lee... Eso se escuchó mal y de muchas formas. Cambiando de tema. A Aidan y Orlando les tocó el otro. Creo que hay algo entre esos dos, ser oficialmente bisexual y estar demasiado con Ian me esta afectando a tal punto que ahora veo parejas hasta en mi sobrino y el hijo de Lee. Pero eso no evita que vea algo extraño entre ellos y tampoco evita que me muera de risa e intente simularla por ver a Dean un poco celoso... Demasiado tiempo solo me hace daño.
Llevo dos horas solo en un supermercado, todo por olvidar vino o champaña para brindar en año nuevo. Martin no esta, no sé donde ha estado todo el día y eso me preocupa. Los celos de Dean son heredados, la diferencia es que yo no le herede la paranoia. Me he estado encontrando pensando en que Martin me esta engañando solo por no habernos visto un día, aunque lo vi en la mañana. Una aventura no se crea en un día... ¿o sí?, a menos que hayan estado hablando y viéndose mientras yo estaba en el trabajo y Elijah en el colegio. Estoy volviéndome más paranoico.
No he estado con mi... hijo/sobrino tampoco. Los adolescentes llenos de mierda en la cabeza, de los cuales a veces me avergüenzan y a veces me enorgullecen, o como Erin los llama, mis sobrinos e hijos de amigos, y el inmaduro de Ian, salieron a divertirse en un parque de atracciones y se lo llevaron con ellos. Mi familia y/o amigos han estado en Alemania desde el 20 de diciembre. Lo mejor de todo fue ver a Aidan demostrándonos el alemán que había aprendido, su cara fue un poema cuando la chica a la que intentaba ligar le dijo que no le entendía en lo absoluto y que mejor hablaran en ingles.
Acabó de caer en la cuenta de que estoy hablando como narrador. Necesito volver a mi casa.
-¿Eso es todo?- pregunto la cajera. Tal vez no se da cuenta de que es normal llevar mucho alcohol cuando es año nuevo.
-Sí, eso es todo-. Saque mi tarjeta de crédito para dársela mientras ella me miraba extraño. Su mirada no era la de cualquier chica- ¿Qué?, ¿Tengo algo en la cara?-. Le pregunte sin preocuparme en el tono que ocupe.
- ¿Es mayor de edad?-. ¿Esta chica es tonta o qué?, ¿No nota las ojeras bajo mis ojos?, ¿Cuantos chicos visten de traje para ir al supermercado?.
-Claro que lo soy, ¿Quieres ver mi identificación?- Estoy intentando ser lo más encantador posible y no darle de hostias en la cabeza. Debo calmarme, desde que deje las drogas estoy más tenso que nunca.
-No. Esta bien de esta forma- Dijo con cara de duda. La chica no era fea, tendría más de la edad de Dean, tal vez mi edad. Como dije, no era fea, pero seguro era tan tonta como el culo y de alguna forma me parecía conocida... -. ¿El monto es el correcto?-. Verifique el precio, ambos números eran correctos así que asentí-. Eso seria todo-.Me regresó mi tarjeta. Salí con un carrito con cinco botellas.
A diferencia de lo que se piensa, o pensaba, no soy alcohólico, me gusta el sabor de los vinos suaves, no tolero mucho la cerveza, me emborracho muy rápido con ella, pero aun así la tomaba, mínimo una diario, ahora no, no quiero que Elijah tenga ese ejemplo, él y Martin me impulsan a eso y a dejar las drogas por completo. Ahora entiendo el porque los hijos salen como salen, aunque también influye el hijo.
De cierta forma le sigo reprochando al recuerdo de mi madre el que me haya dejado porque pienso que si ella hubiera estado conmigo nunca habría conocido a Karla. Karla fue mi primera novia, la cual me metió en eso, no puedo recordarla muy bien físicamente, pero recuerdo su cara mientras alucinábamos con todo lo que tomábamos o fumábamos, ya que en ese tiempo ninguno se atrevía a inyectarse. Sin embargo también pienso que si mi madre no hubiera muerto nunca habría conocido a Martin, ya que ella no habría permitido que Michael tratara así a Thomas. Todo tiene un porque. Cada quien nace con su destino amarrado al cuello.
No puedo meter las botellas en la cajuela, posiblemente se rompan. Las llevare en el asiento trasero, seguro allí estarán a salvo, o eso espero.
Puedo decir que estoy muy conforme con mi vida. Tengo una casa muy bonita, llena de juguetes, películas y libros perfectos para un niño de nueve años, tengo a mi escritor favorito como amante, una familia y amigos unidos que seguramente estarán destruyendo parte de mi casa. He conseguido varias metas que me propuse. Estoy más que conforme, estoy feliz con mi vida y eso es algo que muy pocas personas pueden decir con total seguridad.
Las calles están bastante transitadas a esta hora, y apenas son las diez. Según lo acordado todos nos reuniremos a las once, cenaremos y brindaremos a las doce, fuera de casa ya que todo se hará en el patio. Lo haremos así ya que los fuegos artificiales son fantásticos según algunos empleados.
Oh, sí, no lo había mencionado, pero ahora soy más sociable y no le causo tanto miedo a los empleados como antes, de hecho para algunos soy gracioso, pero creo que lo hacen para obtener un aumento. Todo lo debo a mi maestro de alemán, Martin. A pesar de que los tres hablamos alemán solo hablamos fuera de casa, adentro se habla inglés.
Las luces navideñas de algunos puestos iluminan más que la luna. El rojo y verde se apropia de la calle. Varias parejas están paseando. Me detengo en un semáforo, que curiosamente también es verde y rojo.
Un par mas de carros adelante veo a un chico que se cayo de bruces, su al parecer novia, se esta burlando de él. No pude evitar reír.
Término llegando a mi casa después de cinco minutos de pensamientos banales y recuerdos vagos. La noche esta muy oscura.
Entre a mi casa y encendí las luces, falta sacar las cosas para la parilla. Justo ahora sigo estando solo pues no hay nadie aquí ni lo habrá hasta dentro de cuarenta minutos. En fin, debo concentrarme o provocare un incendio. Basta de pensar con voz de narrador.
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-Richard-. Dijeron varias voces al unísono cuando abrí la puerta. Lee, Luke, sus hijas, ya que Orlando y Bell(Bain) estan con los demás chicos, Graham (Dwalin) y Adam(Ori)(los cuales son oficialmente pareja, aunque a Jed y a Mark [Nori y Dori] no les guste). Traen comida en las manos. Graban y Adam traen carne, mientras Luke y Lee, como el más joven de los Hadlow las llama, traían plantas. Me corrí hacia un lado para dejarlos pasar.
-Pueden llevarlo todo atrás. Hay una mesa junto a la parrila-. Espere a que terminaran de entrar para cerrar la puerta. Me había alejado unos escasos centímetros cuando sonó el timbre. Al abrir la puerta cayeron: Ken(Balin), John(Oin), Peter(Gloin), James(Bofur), William(Bifur), Mark, Jed y sobre todos ellos: Stephen(Bombur); mientras la familia de algunos (ya que no todos tienen), Billy, su esposa y Richard III (Me cuesta trabajo decir su nombre. No entiendo por que Billy le puso así, basta con dos Richard en el árbol genealógico. Falta de creatividad supongo). La risa de Ian se hizo sonar desde afuera... Espera. ¡¿Ian?!. Se supone que deje ir a los chicos al parque porque se suponía que él los cuidaría.
La cara de Ian cambió en cuanto vio la mía. Sabe que estoy enojado y ansioso por respuestas.
-Richard, amigo mío-. Dijo con un tono fingido. Seguramente busca hacer tiempo.
-Ian, amigo mío-. Le regresé el saludo-. ¿Me podrías decir dónde estan Elijah y los cabezas huecas de Dean y Aidan?. Si quieres hacerlo.
-Bueno-. Hizo una pausa mientras miraba a los lados-. Siguen en el parque.
-Oh, que bien-. Le sonreí-. ¿Y por qué demonios ellos están allí mientras tú estas aquí?-. Estoy intentando mantener la calma.
Mis sobrinos pueden ser bastante inteligentes y responsables, me lo han demostrado, pero a veces son los más idiotas.
-Decidí dejar que se divirtieran solos. Son chicos, Richard. Yo ya estoy muy viejo como para seguirles el paso-. Justo ahora tiene que sacar la excusa de la vejez cuando el viejo... Ian se pone a bailar de la nada.
-¿Cómo carajos regresaran?-.
-Les dejé el auto rentado. Regrese en un taxi, el conductor fue amable y hablaba ingles de hecho...
-¡No me importa como fue tu viaje en taxi, Ian!-. Sentí la mirada de alguien y al voltear pude ver a Lee con su cara de princesa fina-. Escucha, si Elijah no regresa sano, salvo y feliz me las pagaras-. Le amenace antes de darme la vuelta y caminar al patio, atravesando la puerta de vidrio.
De repente me di cuenta de que Erin no estaba. Son demasiadas cosas de las cuales preocuparme, mejor me concentro en la cocción de la carne.
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Ahora estábamos todos reunidos en la mesa, excepto Martin y Erin, quien estarán en quien sabe donde. Mis sobrinos ya llegaron. Aidan y Orlando cubiertos de lodo, bueno, Dean, Bell y Elijah también, porque los dos primeros se pelearon al salir del parque y cayeron a un charco de lodo. Dean y Belleza intentaron separarlos, y... Bueno... Elijah sólo quiso aventarse y divertirse. Los primeros cuatro están cenando bastante sucios, Elijah se subió a cambiar.
-¿Cuando comeremos?- pidió, o más bien reclamo Peter (Gloin).
-Cenaremos cuando Martin y Erin se dignen a aparecer-. Me estoy comenzando a frustrar. No se donde esta Martin, y no es que deba de saber en donde esta cada segundo del día, pero por lo menos me hubiera dicho a que hora regresaría.
-Tío, ¿Donde están mamá y Martin?-. Preguntó Aidan.
-Así es, tío. ¿Donde esta Martin?. No lo has visto en todo el día, ¿cierto?-. Complementó Dean. Sé que esos estúpidos sólo están molestándome.
-Seguramente esta buscando sus cerebros, par de idiotas-. El pequeño azabache a mi lado rió.
-Oh, Richard, te he dicho muchas veces que no insultes a tus sobrinos ni a nadie enfrente de Elijah; y sinceramente no creo que a Erin le guste que insultes a sus hijos-. Dijo una voz a mis espaldas. Una voz que podría reconocer en cualquier lugar y en cualquier momento-. Vamos, cambia esa cara. Lamento no haber estado todo el día pero estoy seguro que me perdonaras cuando veas lo que Erin y yo te trajimos-. Me sonrió tan amable y paciente como siempre. Y es obvio que la persona que quiere vivir conmigo y me ama tiene que ser lo contrario a mí, si fuera como yo Alemania terminaría siendo quemada y atacada con bombas.
-Pues entonces quiero ver eso que trajeron-.Erin sonrió con suficiencia.
-Salgan todos al patio delantero-. Dijo Erin. Parece que los demás igual sentían curiosidad igual que yo pues se levantaron inmediatamente.
Salí detrás de ellos. Martin y Erin se adelantaron hasta quedar enfrente. Los otros no me dejaban ver que estaba pasando, así que tuve que abrirme paso entre ellos. Al llegar al frente pude ver a Martin sujetando un gran objeto cuadrado cubierto con una tela blanca. Me miraba fijamente y no paraba de sonreír. Normalmente sonríe todo el tiempo (excepto cuando maldigo con Elijah presente), pero ahora esta comenzando a asustarme. Parece un niño de las películas de terror, y no es por la estatura que tiene.
-Bueno, Richard, esto es un regalo para ti, el cual podrás ver al levantarte todos los días. Es algo que nadie más tendrá en todo el mundo-. Esta esperando que diga algo, pero no puedo decir nada, estoy muy emocionado como para hablar-. Ya que no te ves muy hablador te mostrare lo que hay aquí-. Tiró de la tela Y...
Dios. Me estoy tapando la boca de la emoción, estoy intentando con todas mis fuerzas no llorar. detrás de esa tela esta un cuadro con una fotografía enorme de mi madre tocando el violonchelo mientras que un muy joven yo de cuatro años esta atrás de ella. La foto fue tomada en el mismo lugar donde el dragón citó a Martin, quien no debería estar ahora en mi cabeza. Fue la época en la que intentó separarse de Michael y fuimos a vivir a un hotel mientras Erin estaba con la abuela. Pase una mano por mi cabello antes de ir hacia Martin, tomarlo del brazo y besarlo, no me importa que todos nos vieran.
-Richard-. Me reclamo al separarnos ya que todavía no se acostumbra a este tipo de cosas-.
-Gracias-. Estoy siendo lo más sincero posible-. Es el mejor regalo que he recibido en mi vida. ¿Donde conseguiste la fotografia?.
-El edificio, volvi a el, despues fui a ampliarla y enmarcarla. Espero que no te molestes.
-Creo que no podre molestarme en mucho tiempo contigo-.
- Oye, tío. Creo que ya fue demasiado coqueteo homosexual-. Comento Aidan.
-Entonces debieras dejar de coquetear con Orlando, que no son muy discretos.-
-¡no coquetean!-. Gritó Dean mientras Aidan se sonrojaba y Lee miraba sorprendido a Orlando, este último actúa como si nada pasara.
-Bueno, bueno. Creo que es hora de comer-. Declaró Ian y como ovejas todos entraron a la casa, menos Martin y yo.
-Enserio, muchas gracias. Fue... maravilloso-. Cogí el cuadro. Elijah apareció.
-¿Es tu madre?-. Miraba al cuadro-. Es hermosa, y es igual a ti-. Sonreí por aquel comentario.
-Lo sé-. Dije antes de cargarlo con un brazo y sostener el cuadro con el otro. Martin tomó el cuadro, y entramos a la casa. Y puedo jurar que es el primer año nuevo en el que espero que todo se quede exactamente como esta. Soy total y plenamente feliz, y nada hará que cambie de opinión.