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Si Thorin no hubiera muerto. por Brauneaugen

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Pov Aidan.


Una tarde de videojuegos, dijeron. Te divertiras mucho, dijeron. Lo que no dijeron fue que me encerrarían en el baño de mi propia casa.


Desde año nuevo regresamos a casa. Richard, Martin y Elijah fueron los únicos que se quedaron allí, todos los demás regresamos a casa. Apesar de que Dean y yo somos responsables de empresas, no estamos tan ocupados pues tenemos asistentes que hacen casi la mitad del trabajo, aparte de que son las empresas más pequeñas. Richard III, o R3 como nosotros lo llamamos, tiene que estar más comprometido y entregado, pues es el segundo al mando. Como decía, debido a que somos menos importantes, ambos tenemos tiempo de divertirnos los fines de semana. Hoy decidimos (Dean lo decidió yo no) invitar a los demás chicos a jugar en nuestra casa. Orlando (Legolas), Bell (Bain) y John (Gimli) fueron a los que invitamos, pues sí , no tuvimos más amigos a los cuales invitar.


Okey, John(Gimli) es nuestro primo, Bell(Bain) es divertido y simpático, pero Orlando, ¿Por qué teníamos que invitarlo a él?. Se cree tan delicado y elegante, como si fuera una especie de barbie. Sólo por tener el cabellos tan rubio como puré de papa y ojos azules como la menta-anfetamina de Heinsenberg no significa que sea atractivo. Aunque pensándolo bien, mientras el está sentado en el escusado con las piernas cruzadas (obvio bajo la tapa) podría jurar que es una chica. Tiene un mentón delgado y fino como sus demás expresiones y su cabello rubio hasta la barbilla lo hace parecer más delicado. Tal vez por eso la gente de donde él viene son llamados elfos.


Dios, ¿Qué demonios estoy pensando?. Entre él y yo hay una gran rivalidad. Desde hace mucho tiempo los elfos y los enanos (Como nos llaman a nosotros, lo cual no suena muy bonito) han tenido una gran rivalidad. Y es que es imposible no hacerlo, son tan fastidiosos, engreídos, narcisistas y muchas otras cosas más.


Pov Orlando.


¿Cómo demonios me metí en esto?. No sé como pude terminar encerrado en un cuarto de baño con un enano. Esto es lo más humillante que me pudo haber pasado. Dean es diferente, más educado, no como el idiota de su hermano. Se suponía que venía a jugar videojuegos. Al principio no iba a venir, pero padre me obligo a hacerlo para acompañar a Bell, como si él no se pudiera cuidar solo. Estoy sentado en una taza de baño junto a la puerta en la que está recargado Aidan.


 


Maravillosos sean los demás a quienes se les ocurrió meterme aquí con Aidan. Sólo nos empujaron y cerraron la puerta, con llave. Intente que nos abrieran con palabras, para pronto Aidan lo intento con ese estilo de troglodita que lo caracteriza. Por lo menos no ha sido peor que cuando nos peleamos afuera del parque de diversiones y caímos en el lodo. Me rebaje a su nivel y me arrepiento.


Justo ahora me esta mirando fijamente como si tratara de analizarme. ¿pero qué le pasa?. Si cree que con esa cara cuadrada y ojos medio rasgados me va a intimidar debería saber que no lo hará. Es extraño, Aidan no tiene mucha barba, ninguna diría, a pesar de que los enanos tienen mucha, notese a su hermano, tíos y otros. Parece que el no ha heredado esos genes. Según lo que sé su padre también era un enano.


No sé qué hacer para salir de aquí.


Maldito sea Bell, el sabe perfectamente que Aidan no me agrada y aún así se atrevió a encerrarme en este baño. Aidan aun me sigue mirando, ¿Qué tengo en la cara para que me mire así?. Tal vez también debería mirarlo fijamente como él lo hace, aunque es incómodo hacerlo.


 


Pov BrauneAugen.


-¿Por qué me miras tanto?- preguntó Orlando cruzándose de brazos, «Toda una diva», pensó Aidan al verlo hacer su movimiento. Esa era la principal razón de porque no le agradaba Orlando, siempre tenia que ser tan delicado y nena. Siempre tenía que comportarse como una muñeca de porcelana que se iba a romper, pero era entendible teniendo en cuenta como se comportaba su padre, como la Barbie mayor. Aidan entendía que fuera homosexuales, después de todo su tío tenia a Martin y Graham a Adam, pero lo que no entendía era porque tener que comportarse como mujer, sinceramente a veces le molestaba. Y sobre todo, ¿por qué Orlando también se comportaba así si él no era gay?, ¿o sí?


-¿Eres gay?-. Contestó con una pregunta y evadiendo la anterior. A Orlando no le gustaba que la gente evadiera o ignorara sus preguntas. Y ¿por qué preguntarle si era gay?. Eso no tenia que ver nada con lo que había preguntado. Orlando estaba recapacitando sobre lo que se le había cuestionado. ¿Era gay?, es decir, para el no sería malo admitirlo, tenia prácticamente dos padres, pero, ¿Lo era?. La verdad es que en ese momento no supo contestar. Nunca había tenido una novia, la única chica por la que se interesó fue hace mucho, pero los chicos. Los chicos siempre fueron su especialidad, había algo en el cuerpo de los chicos que le gustaba y atraía. La anatomía masculina le resultaba más atrayente que la femenina. Aunque la femenina era bastante delicada, con curvas en todos lados, con rasgos finos y elegantes, la mayoría de las veces, él no se sentía tan atraído por eso; él se sentía atraído por las rasgos fuertes, por las caras cuadradas, espaldas prominentes, hombros rectos y menos curvas a lo largo de un cuerpo, pero eso no significaba que era homosexual, tal vez que debería dedicarse a ser urólogo, pero no a que le gustaran los hombres. ¿Y Aidan?.


-¿Tú lo eres?-. Hablo después de tanto tiempo que Aidan pensó que no le contestaría. Ahora estaban comenzando a evadir cada pregunta rodeada de mucho silencio incomodo. Pero tal vez Orlando quería saber si Aidan lo era, muy en el fondo estaba esa duda, junto a la de si era gay o no. Tal vez Aidan lo había preguntado porque había dejado crecer su rubio cabello hasta los hombros . Quizá si Aidan decía que sí él también lo haría, porque la descripción que acababa de darse sobre la anatomía humana casi describía a Aidan por completo.


-No. No lo soy-. Dijo Aidan con voz firme


Y con esto sello aquel sentimiento extraño que apareció en el pecho de Orlando, a ese sentimiento que llamamos esperanza. Tal vez si Orlando hubiera dicho que sí Aidan lo habría hecho, o tal vez habría hecho lo contrario. No sabia como reaccionar a esto, a una ilusión muy tonta y rápida que se formo en el fondo de su ser. No quería huir y salir de ese baño corriendo decepcionado, quería quedarse y enfrentarse a esto para que así desapareciera.


-Yo tampoco-. Estaba engañándose a sí mismo, lo sabia y aun así continuaba no podía parar de hacerlo. ¿Por qué?, ¿Por qué evitar decir que era gay?. Nadie lo juzgaría, no habría discriminación o algo así para atormentarlo. Tenia miedo de que Aidan lo mirara de mala manera, un miedo pequeño.


-¿A no?. Siempre pensé que lo eras-. Aidan parecía ahora ya desinteresado, como si la respuesta que quería no hubiera aparecido, ¿Por qué quería que le contestará: «sí, soy gay»?. Estaba comenzando a confundirse y a querer salir de allí con desesperación.


-¿por que lo pensabas?-. Orlando se había inclinado hacia Aidan para poder verlo mas de cerca. Un mechón de su cabello resbaló de su oreja y colgó junto a sus ojos azules. Aidan se sonrojó instintivamente sin saber si era por la cercanía de Orlando o porque en realidad era muy atractivo.


-Eres hermoso-.Aidan abrió los ojos al igual que orlando, éste se inclino hacia atrás. Aidan comenzó a balbucear intentando buscar una justificación a lo que había dicho-. Quiero decir... Pareces muy hermo... Eres muy femenino... delicado...-. estaba perdido y jodido-. Eres muy atractivo-. Declaró al final. Orlando tenia la cara y las puntan de las orejas rojas, las cuales en realidad eran bastantes puntiagudas, como las de cualquier elfo.


-Bueno, tú también lo eres-. Parece que a Orlando no le cuesta tanto trabajo aceptar sus sentimientos como a Aidan. Los enanos tienden a ser más tercos y obstinados que los elfos en casi todo.


-Oh, está bien que pienses eso-. Aidan se estaba quedando sin ideas de que decir. Estaba agradeciendo por un cumplido. Orlando se había acercado otra vez. Ambos se miraban fijamente a los ojos. Orlando quería besar a Aidan a pesar de que hace tan solo unos momentos quería golpearlo, el inconveniente sería Aidan quien pensaba hasta en como funciona una cerradura. Tomó a Aidan por lo hombros y se aproximó, pero Aidan se inclinó bruscamente hacia atrás.


-Relájate, sólo es un beso-. Orlando junto sus labios con los de Aidan. Cerró los ojos, pero Aidan no, él quería memorizar el rostro del rubio. Se veía tan diferente desde ese angulo, teniéndolo tan cerca que podía sentir su respiración. Ese beso duró lo suficiente como para que Aidan sintiera cosas que nunca había sentido con nadie. Orlando comenzó a bajar las manos al abdomen de Aidan, mientras este se estaba recostando. Las manos de Aidan se posaron debajo de la camiseta de Orlando y acariciaron su piel al ritmo de una canción e cuna. Ellos estaban escotados en el suelo del baño sin camisas hasta que alguien tocó la puerta.


-¿Chicos?. ¿Están bien?-. La voz de Dean se hizo escuchar. Ambos se separaron de un salto y mientras se ponían la ropa Aidan contestó.


-Sácanos ahora mismo de aquí-. Dean obedeció casi instantáneamente y la puerta se abrió. Las caras de los demás chicos parecían arrepentidas y burlonas al mismo tiempo.Aidan simplemente los ignoro y paso entre ellos empujándolos.


 -¿Qué pasó allí?-. Preguntó Bell a Orlando, quien se quedó mirando la espalda de el castaño.


 -Me voy a casa-. Dijo y caminó hacía la salida.


  -¿Por qué?. Nos iremos juntos-. Tomó a Orlando de la mano pero este siguió caminando-. Si no llegamos juntos papá nos matará.


 -¿Cual de los dos?. Yo sólo tengo un padre y ese padre tiene un esposo con tres hijos y uno de esos eres tú-. Orlando puso todo el enojo que sentía al ver que Aidan se había marchado sin más. Sólo caminó y no se detuvo. El rubio pensó que tal vez las cosas estarían mejor. Que estúpido fue al besarlo. Que estúpido fue al creer que todo cambiaría entre ellos-. Ahora, me iré a casa. 


Los chicos sobrantes se quedaron perplejos. No sabían que había pasado allí adentro, pero no debió de ser nada bueno.


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Dos semanas. Pasaron dos semanas hasta que Aidan le mandó un mensaje a Orlando, donde decía que debían verse, se verían en un parque cerca de la empresa de Aidan ese mismo día, después de que Orlando terminara su practica de arco. Orlando no tenía ni idea de que hablarían. No sabía que tenía pensado hacer Aidan, pero él lo afrontaría.


Aidan estaba sentado en la mesa junto a la ventana mientras sostenía un vaso de jugo con la mano. Orlando creyó que sólo le había parecido atractivo mientras estaban encerrados en ese baño, pero con ese traje negro se veía sumamente guapo. Orlando caminó hacía Aidan en su ropa deportiva que utilizaba siempre para entrenar y se sentó enfrente de él.


-Hola-. Dijo Aidan intentando parecer lo más casual que podía. No quería que esto fuera más incomodo de lo que ya era.


-Hola-. Contestó con el mismo tono. Intentaba ser indiferente ante la situación, pues no quería que sus sentimientos se salieran de control.


-Sé que no es normal que después de dos semanas te hable y te cite el mismo día,pero tenenmos que aclarar lo que pasó en el baño. Tenemos que aclararlo de una vez por todas-. aidan miró a su vaso de zumo de naranja.


-Has lo que debas. Para mí no hay nada que aclarar-. Aidan alzo la vista hacía Orlando-. Para mí todo está claro. Te besé porque me gustas. Tal vez si soy gay o tal vez soy bisexual, pero eso no importa, porque yo  si tengo en claro mis sentimientos hacía ti. Así que espero que lo siguiente que digas sea lo que de verdad sientes y no te arrepientas después.


Sorpresivamente, Aidan tomó la mano de Orlando y lo jaló hasta el baño. Una vez dentro Aidan arrinconó a Orlando contra la pared y lo besó, agradeciendo por la falta de gente en aquel lugar.


-.Quiero besarte. Quiero tocarte. Quiero sentirte-. Aidan pasó las manos por debajo de la sudadera de Orlando y acarició su abdomen-. Pero a la vez quiero alejarme de ti y romperte la cara, acaso tienes ese efecto en todos?-. La voz y cara de Aidan se notaban confundidas. 


-No lo sé. Pero sólo quiero tener este efecto en ti-. Orlando puso las manos en cada lado de la cara de Aidan. Su voz era suave.


-Debes saber que esto no podrá funcionar. No podre tener el suficiente autocontrol como para ser estable contigo-. Le apartó las manos.


-entonces, ¿por qué me besaste?.


-Porque eso es lo que quiero hacer, antes de decirte adiós definitivamente-. Aidan y Orlando mantuvieron la vista en la del otro, hasta que llegó el momento de separarse.

Notas finales:

Si tienen algún comentario, critica, sugerencia, amenaza de muerte o insulto no duden en dejarlo en los comentarios,si les gustó y si no, también.


Nos leemos luego. Bis bald


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