Martín sonreía cada vez que se encontraba con la mirada del mayor, Richard lo notaba y reía con un sonido casi imperceptible.
Tal vez no era mucho, pero ambos sufrieron de una serendipia. Si, su relación había avanzado un punto.
Dos meses después...
-Acompañame a una junta- Dijo el azabache seguido del rubio-
-Claro. Es la junta de los socios ¿Verdad?- pregunto mientras intentaba acomodar los papales que traía en las manos-.
-Exacto. Necesito que estés ahí. Tengo algo importante que decirte.-
-Esta bien- ambos se dirigieron hasta la puerta de la sala de juntas. El mayor notó la dificultad que le resultaba al rubio cargar con tantos papeles y ordenarlos al mismo tiempo.
-Dame eso- dijo mientras le quitaba los papeles de las manos y los sostenia para que el otro pudiera acomodarlos.
-Gracias- El rubio ya se había acoplado a su tipo de humor. Ese humor en el que le ayudaba con arrogancia, siempre finjiendo que era una molestia aunque cada vez que lo requería le auxiliaba.
Algunos empleados habían comenzado a expandir rumores, tales como: Que eran pareja y que por ello, Martín había logrado conseguir ese puesto con nada de experiencia. Pero claro,¿Quién no sospecharía en ver a dos hombres tan juntos todo el tiempo?¿Quién nosospecharia del jefe arrogante al cual jamás se le ha conocido una novia y ahora tiene un Adlátere de un momento a otro?.
Para suerte de ambos, varios de esos empleados observaron esa escena mientras murmuraban mas cosas sobre ellos, algunas no muy decentes. Parecia que todos habían notado el sonrojo del escritor y el desvío de mirada de el empresario cada vez que tenían contacto físico, por mas mínimo que fuera.
Al ingresar a esa sala de juntas, Martín entro de tras de Richard, quien se disculpo por el atraso. Al rededor de la larga mesa se encontraban los otros 13 miembros, a los cuales, Richard los presento como: Ken y Graham Scott(Balin y Dwalin), John y Peter Callen( Óin y Glòin) James y Stephen Nesbitt(Bofur y Bombur), William Kircher(Bifur), Deán y Aidan O'Gorman(Fili y Kili) y los hermanos Mark, Jed y Adam Hadlow(Dori, Nori y Ori). No presentó a Ian, ya que Martín sabia quien era. Todos los presentes dejaron libre la silla de la cabeza y la del lado derecha de esta. El ojizarco y el ojigris se sentaron en ambas sillas. Todos miraban con atención al escritor.
-Comencemos con esta junta-Dijo Richard-
-¿Es el?- pregunto Graham(Dwalin) escéptico-
-Si, lo es- Contesto Ian-
Toda la mesa se lleno de risas y conversaciones. Martín no captó el chiste. Inconscientemente volteo hacia Richard en busca de ayuda. Con una sola mirada el mayor le dijo que no importaba.
-¿De verdad podrá ayudarnos con este trabajo?- pregunto William(Bifur)
-¡Claro que si!- afirmo Ian- Yo mismo lo elegí- al ver las caras de duda de los demás miembros cambio su semblante a uno mas serio- ¡Si yo les digo que Martín Freeman es un estafador es porque es un estafador!.
-¿Qué soy que?- pregunto sorprendido el escritor.-
-¡Escucharon!¡Dijo que es un estafador!- Exclamó William haciendo que toda la mesa gritara y se alegrará.-
-¡Basta!- ordeno con voz firme Richard. La mesa entera guardo silencio- No estamos aquí para discutir cosas que ya están hechas. Estamos aquí para discutir las que se haran.
-¿Qué dijeron en las industrias de textiles?¿nos ayudaran?- preguntó Graham(Dwalin)
- Dijo que esta lucha es solo nuestra- respondió Richard
-Entonces solo seremos somos 14.-añadió Ken(Balin)
-Prefiero que sean ustedes los que me ayuden antes que cualquier ejercito, porque cuando los llame ustedes acudieron.-Declaró Richard-.
-No importa estoy listo. Le haré probar a ese "Dragón" duro aceró del que estamos hechos- Grito Adam(Ori) ante todos, siendo cayado y sentado por su hermano Mark(Dori).
-¿Es por eso que necesitamos un estafador?- preguntó Aidan(Kili)
-¡Claro!. Necesitamos engañarlo. Y que mejor que este secretario lampiño para el trabajo.-Las risas volvieros, esta vez fueron acalladas por Ian-.
-Necesitamos hacer esto rapido. Tenemos dos semanas para hacerlo. Sí no lo hacemos ahora jamás podemos recuperar Arkenstrone. Y necesitaremos tiempo para explicarle el plan a Martín.- La mesa volteo hacia Martín, quien a pesar de su intento de seguir la conversación no pudo captar mucho-.
-Necesitaremos tu ayuda para un trabajo- Comenzó Richard- Como sabes, mi familia es dueña de varias empresas. Todos los presentes están encargados de una empresa. Cada uno es un socio igualitario. Deán y Aidan(Fili y Kili) son mis sobrinos, hijos de mi hermana Erin(Dis)*. Dean esta en representación de Thomas(Ferrin)*, mi hermano, y Aidan en representación de mi hermana. En total deberían ser 16 empresas, pero solo tenemos legalmente 15. La quinceava nos fue arrebatada por alguien a quien se le conoce como "el dragón", quien es la persona mas asquerosa y traicionera que EH conocido en mi vida. Su nombre es Benedict Cumberbatch(Samaug). Te necesitamos para quitarle la empresa que nos robo, y necesitamos que sea antes de que el periodo de recuperación pase.
-¿Qué es lo que tengo que hacer?- Se atrevió a preguntar el rubio-.
-Necesitamos que lo estafes. Lo engañadas y te infiltradas en su empresa. Cuando ya hayas ganado su confianza, tendrás que quitarles las escrituras de la empresa.- Informó Dean(Fili), seguido de su hermano.
-Lo malo es que, no sera fácil. Ese hombre no confía en nadie y duerme con las escrituras amarradas al cuello.
-Entonces ¿Cómo esperan que se las quite?.- cuestiono el rubio-.
-Tendrás que dormir con el.- Dijo James(Bofur) recibiendo un enorme ¿Qué? Por respuesta-.
Al contrario de lo que se creería, al final el rubio cedió y acepto hacer el trabajo ( el que le prometieran que iba a ser socio no influyó mucho). Acepto despues de la ultima pregunta.
-¿Porqué no tienen la ultima empresa?¿A quien pertenecía?.- preguntó el ojigris-.
-¿Puedo?- Cuestionó Ken, a lo que el ojizarco contesto con un Respingo.- El Hermano de Richard, Thomas, tenia como amigo a ese hombre. Michael(Thrain), su padre, le dijo que ese hombre no era buena influencia para él, Thomas comenzó a caer en un segundo, comenzó a beber y fumar, después vino la adicción al juego. No sabíamos que se drogaba hasta que murió de una sobre-dosis. Poco tiempo después nos enteramos que la empresa que le correspondía había sido vendía, por menos de una décima parte de lo que valía. Ahí supimos que Michael tenia razón. Ese hombre es muy mala influencia, le quito la vida con tal de tener la empresa.
Las palabras hicieron sentir mal al escritor. Sin dudar ni un segundo más aceptó. Haría lo que fuera por honrar la memoria de Thomas, aunque ni siquiera lo hubiera conocido. Al mirar a Richard, pudo notar la tristeza que se reflejaba en sus ojos. Sí los ojos son la ventana del alma, su alma debe de estar muy rota, penso volviendo su vista al frente.
Al salir de la junta todos se despidieron en tanto Richard y Martín se fueron a sus oficinas. Martín pregunto donde estaba la empresa.
-En Zurich.
¿En dónde?
-En Suiza.
-¿Ire solo hasta alli?
-¿A caso te da miedo?
-No. Es que nunca he viajado solo.
- Pues esta no sera tu primera vez. Estoy obligado a ir contigo por que todos creerán que es un viaje de negocios.
Para Richard tal vez seria solo un viaje común ó algo rutinario, pero para Martín seria una nueva experiencia, ya que tampoco había viajado fuera de Londres
El viaje seria dentro de dos dias. Ninguno le aviso a sus padres. La oficina estaría calmada y en paz. Las maletas estaban hechas con cautela. Dinero guardado en sus bolsillos ( a pesar de que el ojizarco le dijo que todo lo pagaría el). Las reservaciones de los hoteles, los autos rentados y la entrevista que el ojigris tendría que hacer. Todo estaba listo. Sólo faltaba jn pequeño detalle. ¿Que harían hambos encerrados en una habitación doble por tiempo indefinido?.
Justo una hora antes de abordar ambos entraron por la puerta principal del aeropuerto. Por insistencia de Richard, él pasaría por el escritor y abordarian en primera clase. Los dos llevaban maletas en mano (2 cada uno) y una pequeña mochila. El ojizarco iba vestido de traje negro mientras el ojigris con uno gris, puesto que tenían que guardar las apariencias.
Los asientos eran han cómodos que Martín se estaba quedando dormido en ellos, en tanto Richard tecleaba en su laptop. El rubio se cayo en los brazos de morfeo con el ritmo de las teclas. Al voltear hacia el para pedir datos para llenar la "solicitud de empleo", el azabache sonrió al verle dormido y con un puchero en los labios. Fue sólo un rose, pero el empresario pido una manta a la azafata y lo cubrió con cuidado antes de continuar su trabajo.
Cuando despertó, justo al aterizar, se dio cuenta de que su jefe esta recostado en su hombro. Le llamo y evito tocarlo.
-Richard. Richard.
-¿Qué sucede?- sus ojos se abrieron, mas no se movió-
-Hemos llegado.
-Esta bien-se levanto pesadamente, aunque no había conseguido dormir no le había importado estar en esa posición. Maldita sea la colonia de Martín Freeman.
En el hotel, para ser mas especifico, en la recepción una señorita muy amable los atendió, quien parecía estar intentando coquetear con el rubio, antes de que el azabache llegara y le lanzara una mirada como..."¿Alejate de él?.
-Parece que le gustas a las mujeres.- comento en el elevador-
-No, es decir, no creo. ¿Por qué lo dices?
-Parece que eres una persona muy distraída en ese aspecto. La recepcionista estaba intentando tener sexo contigo.- El escritor casi se atraganta con esa declaración-
-No... No me di cuenta. Creo que tienes razón, pero no estoy acostumbrado a recibir cumplidos o a que las personas se interesen romántica mente en mi.-El azabache ladeo nos ojos hacia él-.
-¿Por qué?. En este mundo debe haber mucha gente a la que le gustes. Eres amable y trabajador, sobre todo te preocupas demasiado por la gente.- estos comentarios lo hicieron incomodar, no solamente por que fuera un cumplido, si no por la perdona que se lo daba-.
-No es cierto. No me preocupo demasiado- replico frunciendo el ceño-.
-"Son las diez de la mañana. ¿Estas bien? ¿Te enfermaste?"- dijo fingiendo su voz- " Has faltado 4 y llegado tarde 10 veces en este mes.¿A caso pasó algo?¿Necesitas ayuda?".
Y es que era la verdad. Durante el poco tiempo que llevaban trabando juntos, había recibido más regalos de él que de su padre. Pero no podía pedirle ayuda, por que era la única persona que no se había dado cuenta de que hacia esos días en los que no iba. Para drogarse no se necesitaba ayuda, pero tenia que hacerlo antes de medio día, pues el rubio siempre llegaba a la una para sacarlo de su departamento ( al cual nunca había entrado) y llevarlo a comer al mismo restaurante frances. No podía dejar que lo viera como realmente era. No quería perder la creciente relación entre los dos.
-Sí no faltaras o llegarás tarde no habría la necesidad.
-Pero sabes que eso jamas lo dejare de hacer ¿no?- el ojigris asintio- Y volvemos al mismo punto. Por esas razones le gustas a la gente, por esas razones quise venir contigo aquí y por esas razones eres la única persona con la que voy a comer.- ahí estaba otra vez, intentando ocultar su sonrojo volteando la cara. Malditos sean esos cajones de metal.
208. Penthouse. Jacuzzi. Dos camas proporcionales a la habitación. Dos jóvenes hombres parados y mirando hacia las camas. Esto seria incomodo, más para uno que otro.
El balcón tenia una hermosa vista hacia la ciudad. El sol iluminaba el cielo, perecía que llovería. El rubio tenia sus manos en el barandal mientras respiraba el aroma que la altura le proporcionaba. Con los ojos cerrados y la cara inclinada hacia atrás no notó como el azabache se recarjo junto a el.
-¿Te gusta?- preguntó haciéndolo saltar.-
-Eh. Si, si me gusta, me encanta mirar la ciudad desde un lugar asi, pero pienso que se ve mejor de noche.- comento abriendo sus ojos-.
- Faltan mas de cuatro horas para que eso pase. Son las tres de la tarde. ¿Quieres ir a comer?- pregunto apoyando su codo en en barandal y su cara en su mano-
-Si. Me encantaría.- Una mirada fugaz se presento como acuerdo y ambos salieron hacia el elevador. A diferencia de antes, esta vez ninguno hablo. La recepcionista no intento ligar con alguno y no llevaban trajes, una ropa mas informal los sustituía.
El restaurante era tan elegante que dolía. Las mesas, los meseros, la música en vivo y las joyas por todos lados creaban ese ambiente. Richard le informó que ese local pertenecía a un club, uno al que el estaba inscrito.
Sabia que el restaurante era caro y elegante, mas no sabia como sus empleados no hablaban ingles. El alemán fluido confundía al azabache quien solo quería una mesa. Gracias a Ford por Martín Freeman
-Guten Morgen. Wir wollen eine Tabelle . Er ist Mitglied des Clubs(Buenos días. Queremos una mesa. El es miembro del club)- dijo señalando al azabache-
-Es erlaubt mir Ihren Ausweis? ( me permite su credencial)- dijo en empleado extendiendo la mano-
-Quiere tu credencial- indico el escritor, el empresario se la dio.
-No sabía que hablabas alemán- dijo en un susurro.
-Es una cualidad especial. Pensé que tu sabrías hacerlo- contestó con el mismo volumen-
-Se hablar francés e italiano fluidamente. Nunca he sido bueno con el alemán.
-Pues bien. Tienes que agradecerle por hablar alemán y japonés- ambos soltaron un... Intento de risa que fue interrumpido por el empleado-.
-Sie können eingeben. der Tisch durch das Fenster( pueden entrar. La mesa junto a la ventana)- dijo el hombre siendo contestado con un simple danke( gracias) por Martín.
¿Dos hombres sentados en una mesa con velas y sosteniendo una intensa mirada? Es normal, ya que ninguno tiene interés amoroso el otro ¿Ó si?. Que un mesero les sirviera champán era de lo más común. Que las personas los vieran, rieran, sintieran y fruncieran el ceño también lo era. Pero había algo que no era normal.
El suave recorrido de electricidad por el cuerpo del rubio cada vez que su pierna se topaba con la de el azabache. Maldita sea la mesa por ser tan pequeña.El no poder evitar alzar la vista y observar cada expresión del ojigris cada vez que comia, bebía o hacia cualquier cosa. Maldita sea la luz del sol que los iluminaba. El murmullo de la gente hablando alrededor y ellos sin poder hacerlo por que su garganta estaba seca. El leve pero intenso contacto que se mantenía. La sensación que a ambos estremecía y el simple respirar del otro que un minuto más y no aguantaría la tentación y ... ¿En qué estaba pensando?. Malditos sean los restaurantes de zurich, pensaron ambos.
Maldito sea Richard Armitage y sus ojos azules/Maldito sea Martín Freeman y sus gestos al comer