Jellal camina de un lado a otro con el teléfono móvil pegado a su oído, escuchaba a un loco mientras pensaba en que hacer; no podía dejar a su Natsu solo en casa, sabía que Zeref no se había rendido, que volvería por el peli rosa en la más mínima oportunidad.
–Jellal ¿sigues allí?— pregunto el chico al otro lado de la línea telefónica –¿Ya sabes qué hacer con Natsu?— volvió a preguntar aunque ya intuía la respuesta. Un pequeño silencio se hizo presente.
–Saizou ¿No podrías faltar tú?— pregunto. Se sentía nervioso, hoy vendría uno de los tres generales que controlaban casi todo el país (vale seguro que esto no existe XD) ya tenían suficientes quejas en la estación porque el “mejor” grupo tenía demasiadas faltas. Loke se quedaba con Gray más de dos semanas seguidas, Rouge y Sting… ¿acaso es necesario decir porque no van a trabajar? , Saizou siempre solía faltar y ¿el? Pues estaba demasiado encariñado con su lindo peli rosa como para querer ir a trabajar.
–¿acaso quieres que me despidan? ¿sabes cuantas faltas tuve este mes? ¡Tuve 28! Esta vez me colgaran de rabo— se escuchó un pequeño sollozo al otro lado de la línea. Sabía que no podía obligarlo pero ya no tenía ideas –¿Por qué no lo traes y le pides a una de las secretarias que lo cuide en lo que termina la junta?— pregunto.
El peli azulado suspiro –Mira descansa hoy y no me digas que Nya lo cuide, es peor que tu— envasó, Nya era la mejor informista de la agencia, sin embargo… es verdad que abecés era peor que tener a dos Saizou.
Antes que Saizou pudiera hablar uno pasoso se oyeron por el corredor, no había que ser un genio para saber que se trataba de Natsu, llego con ritmo tranquilo; paso sus brazos por la ancha espalada de su ahora novio. –¿con quién hablas?— en su pequeña voz se oía un poco apagada debido al cansancio aun presente de la noche anterior, sumado eso que recién se levantó.
–¡Hola Nat-chan!— la voz preveniente del aparato hizo que la pregunta de Natsu fuera contestada.
Natsu saludo con una gran sonrisa a pesar que no se mostraba una imagen. Después que Jellal se despidió volvió su vista a Natsu –despertaste temprano— Natsu se apeno, se mostraba por sus mejillas coloradas. No quería decirle que al no encontrarlo salió a buscarlo .
–n-no es que te estuviera buscando… por si te preguntas eso— contesto nervioso y a penado. Jellal rio levemente ante las malas mentiras de Natsu. –¡como sea!— grito al sentirse descubierto. –¿De qué hablabas con Saizou?— pregunto tratando de desviar el tema.
Jellal suspiro pesadamente ante la pegunta de menor –un señor muy influyente vendrá a visitar y juzgar el departamento, hemos faltado mucho últimamente y no sé quién te pueda cuidar hoy— miro a Natsu, parecía que estaba pensando; sabía que Gray no era una opción ya que cuando estuvo en aquella clínica no pidió un cambio; solo faltaba al trabajo por lo que ahora tenía que hacer tiempos extra y algunas semanas sin días libres.
–y ¿Por qué no me quedo solo?— pregunto con una gran sonrisa.
Jellal no se lo pensó dos veces –no puedes— le dijo; no quería arriesgar a Natsu, la sola idea que algo le pasara a su lindo revoltoso le daba ansiedad –no quiero que te pase algo— hablo el mayor y miro de nuevo al peli rosado.
Natsu suspiro, sabía que Jellal se preocupaba pero no quería que lo trataran como a un niño –Jellal no soy un niño— habló firme. Notó que Jellal hablaría pero le gano la palabra –Jellal déjame hacerlo, te demostrare que puedo hacerlo— le sonrió, sus sonrisa era grande y de lo más linda.
Jellal lo miró serio; no quería lastimar a Natsu –de acuerdo— dijo resignado, sabía que no convencería a Natsu. Ahora mismo preferiría haberlo llevado con Nya.
Jellal era empujado por un pequeño de cabellera rosada, se veía ansioso por su primera vez solo. Le demostraría a Jellal que podía quedarse solo y que podía estar sin él aunque sea por unos breves instantes.
–recuerda que…— las palabras de Jellal fueron arrebatadas antes que pudiera terminarlas.
–sí, sí; hay comida en el refrigerador, llamo si pasa algo y no le abro la puerta a algún desconocido— dijo aun con entusiasmo y una gran sonrisa (:D)
Parecía un niño pequeño que tendrá su primera aventura en algún lugar desconocido, Natsu se veía lindo pero a la vez decidido; su peli rosado lo volvía loco –solo una cosa más— dijo a lo que Natsu lo miro confundido –no te esfuerces demasiado— le dijo para robarle un pequeño beso (vomitare arcoíris si sigo con esto)
Jellal salió a trabajar como pocas veces hacia desde que el pequeño peli rosa llego a vivir con él; amaba a este revoltoso. Después de algunos besos y caricias sin llegar a nada gracias a que se debe continuar la historia, Jellal salió por fin de casa.
EN OTRO LUGAR (estoy desvelado no jodan si me sale feo ¬¬)
Un señor de procedencia dudosa, vestido de negro, con lentes y zapatos limpios (los zapatos limpios son raros en la vida de Pancho). Llegaba a una habitación muy bien arreglada, paro su caminar silencioso y formal justo al lado de una silla de madera café obscuro –señor ya es momento— dijo el sujeto para después dar una reverencia y salir del lugar.
El otro sujeto que estaba cubierto por las sobras embozo una sonrisa –así que por fin llego momento— su gran sonrisa no desapareció, por el contrario, se volvió más grande –haz tardado mucho Natsu—
(con cof – supongo que ya saben que pasara, pero me gusta joder- cof coff)