Me imagino a mí y a ti
Lo hago
Pienso en ti día y noche
Solo está bien
Pensar en el chico que amas
Y abrazarlo fuerte
Tan felices juntos
…………………………………
Estaba molesto, en extremo molesto. Se había estado aguantando por tres días el hacer algo, pero ya no podía más, tenía que ir con él y eliminar sus frustraciones, sino nunca estaría tranquilo y esos pensamientos permanecerían por siempre en su cabeza. Estaba buscando el momento perfecto en donde nadie se interpusiera, claro, corría bastantes riesgos pero mientras fuera por el bien de su pequeño nada de eso le importaba en lo absoluto.
Le encontró, la suerte estuvo de su lado ya que el pasillo estaba desolado y al parecer nadie pasaría por ahí en un buen rato. Smaug al parecer no tenía la menor idea de la presencia de Thorin, todo iba bien. Caminó aun más rápido conteniendo la ira ni por un segundo, lo tomó del hombro y le jalo hasta que chocó contra la pared, fue un golpe bastante fuerte al impactar contra ella, exactamente lo que el pelinegro quería.
- Si es que le hiciste algo juro que soy capaz de matarte en este pasillo ahora mismo – Exclamó tomando a Smaug de su ropa con un brazo mientras lo presionaba contra la pared.
- Me gustaría que fueras un poco más específico – Thorin volvió a arremeter contra él hacia la pared.
- Sabes de qué estoy hablando.
- Ummm… ¡Ah ya se! ¿Es de Bilbo verdad?
- Eres un maldito sínico – Dijo soltándolo y Smaug se arregló la camisa que llevaba puesta – Deja en paz a Bilbo.
- Bueno ahora no puedes negar que tienes una relación con él – Se encogió de hombros.
- No quiero hacerlo pero si continuas diciendo estupideces te golpearé – A quién engañaba en verdad quería golpearlo.
- No te tengo miedo. No he hecho nada, dejame en paz – Iba a irse pero Oakenshield lo detuvo bruscamente - ¿No entiendes verdad?
- Tú no te mueves de aquí hasta que yo termine de hablar, ahora, ¿Acaso piensas que te voy a creer?
- Entonces si no me vas a creer esta conversación es una total pérdida de tiempo. Dejame en paz, si no quieres que yo te golpee a ti…o mejor… a Bilbo – El pelinegro le miró con demasiado enojo dispuesto a golpearlo – ¡Tranquilo! ¡Tranquilo! No te preocupes, yo nunca le haría algo malo a MI pequeño.
- Es MI pequeño – Dijo empujándolo.
- ¿Cómo es que estas tan seguro de eso?
- ¿A qué te refieres? – Frunció aun más ceño y dejo de mantener sus manos en forma de puño.
- ¿Y qué tal si ya no es tuyo? Si desde hace ya bastante tiempo dejo de ser tuyo.
- Por supuesto que no.
- No me refiero a mí cuando lo digo ¿Y si le gusta acostarse con cualquier maestro que le parezca atractivo?
- Me largo de aquí, no sabes ni que estás diciendo – Se dio la media vuelta pero Smaug continúo hablando.
- ¿Te duele no es así? El tan solo pensar que tal vez tu pequeño te ha estado mintiendo – Thorin lo miró dudoso - Hasta las ganas de golpearme se te quitaron ¿Verdad? – Smaug rió.
- No creo nada de lo que dices.
- En el fondo sabes que si, aunque sea en un pequeño porcentaje – Dio media vuelta - ¿Por qué sigues aquí? “Tu pequeño” que no creo que sea tan tuyo te está esperando.
Smaug se fue, implantando la terrible duda en la mente de Thorin y dejándolo completamente desarmado con tan solo hablarle, solo con palabras, había hecho que se sintiera peor que al haber recibido un golpe.
No puedo verme amando a alguien más
Que no seas tú
Para toda mi vida
Cuando estés conmigo bebé
El cielo se tornará azul
Para toda mi vida
#En la tarde el mismo día…
El día había sido agitado en lo absoluto, toda la mañana se la pasó de aquí para allá y en todos los lugares que los maestros encargados le habían dicho, aparte de haber hecho la primera prueba y soportar la agotadora platica de Kili durante una hora.
Creyó que todo estaría bien durante todo el día como había sucedido con todos los demás, pero no, a las 5:30 había recibido dos mensajes, algo tan simple como eso le había arruinado el día, porque claro, las mensajes eran de Smaug. El mensaje decía que no saliera de su habitación, que esperara ahí porque iría a verlo y hacer quien sabe que otras cosas más.
Dejo la puerta con seguro y se fue a sentar a la cama, fueron pocos los minutos y escuchó como la puerta se abría, sabía que era él. Al abrirse la puerta pudo apreciarse claramente a su profesor de Química, lucía molesto, él no entendía el por qué. Cuando entró por completo cerró la puerta y colocó el seguro, no hablo tan solo se dirigió hasta Bilbo, el menor estaba demasiado nervioso y también tenía miedo.
- Te dije que pasaría si mencionabas algo – Le susurró al oído Smaug - ¡¿Por qué no me obedeces?! – Tomó a Bilbo con bastante fuerza y lo alzó para luego empujarlo haciendo que cayera en el suelo.
Una vez en el piso se aproximó a él, Bilbo estaba lleno de miedo ahora. Smaug rápidamente deposito un golpe cerca del estomago del menor, lo hizo de nuevo y continúo así mientras que Bilbo intentaba zafarse e impedir los golpes. El mayor evitaba darle en la cara pero en su desespero algunos golpes se le escaparon y fueron a parar cerca de la mejilla del menor.
Tenía agarrada las manos de Bilbo con una mano para poder utilizar bien la otra, detuvo sus piernas y sin embargo no le tapo la boca. Continuó, Bilbo aun intentaba detenerlo, pero lamentablemente eso era imposible.
- ¡Por favor deténgase! Por favor... – Susurró a lo ultimó Bilbo pero Smaug hizo caso omiso a sus palabras.
Smaug lanzó los últimos golpes y se detuvo agitado, soltó al menor y se levanto del suelo. Bilbo quería levantarse pero el dolor se lo impedía, tenía sangre en el lado derecho de su labio inferior, varias lágrimas bajaban por sus mejillas, se encontraba completamente rojo de la cara y no solo por llorar.
- Levántate… - Bilbo ni siquiera lo intentó, lo ignoró y continúo llorando - ¡Dije que te levantes! – Smaug lo tomó por los brazos y lo jaló bruscamente para tirarlo a la cama. El mayor le miraba molesto y Bilbo no podía estar más lleno de miedo.
- P-por favor… no me vuelva a golpear.
Bilbo vio como su maestro se sentaba en la orilla de la cama a tan solo unos centímetros de él, le seguía observando, su mirada ahora era diferente. Se colocó encima de Bilbo mirándolo directamente a los ojos, acercando su rostro hasta el oído del más pequeño.
- Tú eres solo mío… ¿Verdad que sí Bilbo?
- …N-no… yo no… - El más grande agarró uno de sus brazos y lo haló, lastimándolo - Ahhh…
- ¡Dilo! ¡Dí que solo me amas a mí! – Bilbo comenzó a llorar aun más y cerró los ojos dejando escapar sollozos - Dilo…
- So-soy solo suyo… - Dijo con los ojos aun cerrados. Smaug volvió inclinar su rostro y empezó a besar el cuello del menor, primero empezó por sus mejillas y luego fue descendiendo.
- Si… eso es… dilo, solo dime que me amas… - No tenía otra opción si quería que Smaug lo dejará en paz y sin más golpes.
- L-lo amo – Las lagrimas seguían escurriendo y el cuerpo le seguía doliendo.
El mayor rió extrañamente - Te amo Bilbo, terminaré todo seremos felices, felices juntos… Tan felices juntos – Continúo besándolo y Bilbo solo cerró los ojos para imaginar cualquier otra cosa.
Imaginar que no era Smaug el que hacía las caricias, imaginar que todo estaba bien y pensar en lo único que sentía era su verdadera protección; Thorin. No duró mucho y Smaug no intentó nada más pero lo que le había preocupado era la frase de “terminaré todo”, no sabía a qué se refería con eso.
Yo y tú
Y tú y yo
No importa cómo es que se tiren los dados
Tiene que ser
Lo único para mi eres tu
Y tú para mí
Tan felices juntos…