- Mr Baggins ¿Podría contestar la pregunta?
Bilbo volvió a la realidad, aun con el miedo recorriendo todo su cuerpo. Smaug seguía observándolo entre la multitud del concurso y con una sonrisa de medio lado en el rostro, no parecía que quisiera desviar la mirada de donde se encontraba Bilbo.
Podía sentir la maldad en esa mirada, no había prestado atención en lo absoluto a la mitad de esa sesión del concurso desde que sintió que alguien lo observaba de manera extraña y luego de darse cuenta de que era Smaug perdió la concentración por completo.
- ¿Qué?… ¿Qué dijo? – Balbuceó perdido y aun nervioso.
- La pregunta, le hicieron una pregunta Mr Baggins ¿Cuál es la respuesta?
El estar de pie en frente de todo ese público no ayudaba demasiado… ¿Cuál pregunta? ¿De qué trataba el tema? ¿De qué hablaban todos los demás concursantes que estaban parados a unos metros detrás de él? ¿Se estarían burlando de él? No sabía, cada vez más nervioso y Smaug continuaba con la mirada clavada en su ser.
La tensión subía. ¿Qué? ¿Acaso Smaug iba a hacerle algo hoy? Tenía nauseas, tenía calor ¡Tenía que controlarse! ¡¿Calor?! ¡¿Calor en un lugar con aire acondicionado?! Smaug seguía observándolo.
Quería gritar y salir de la sala corriendo. Los nervios, nunca había estado más nervioso en su vida, aun le dolía el cuerpo por todos los golpes del día anterior, lo recordó, volvieron todas las memorias, todo lo que le había hecho Smaug y a todo eso… ¿Qué no era la sesión de Matemáticas? Nadie más podía pasar ¡¿Qué coño hacía su maestro ahí?! , sí, lo más seguro era que se las había arreglado para poder entrar sin ninguna objeción. La sonrisa de su profesor había desaparecido pero aun así Smaug seguía viéndolo.
- Bilbo ¿Te orinaste? – El encargado se había acercado hasta donde él estaba.
El público le miraba preocupado y horrorizado, varios de los demás concursantes comenzaron a reír en voz baja. Bilbo observó su pantalón y era cierto, regresó la mirada al público encontrándose con Smaug sonriendo igual que hacía unos instantes. Su estado emocional decayó por completo y ahora estaba totalmente triste, las lágrimas empezaron a salir mientras reaccionaba y bajaba corriendo del escenario, pasó hacía un lado del público y abrió rápido la puerta dejando atónitos a todos en el salón.
La sesión se encontraba en unos de los salones de reuniones del Hotel. Corrió por los pasillos ignorando todo, odiando todo e igual ignoraba a cualquiera que pasara a un lado de él. Iría a su habitación y se encerraría, y no, no dejaría que Smaug pasara si es que iba. No podía dejar de llorar y el camino se la estaba haciendo eterno, su brazo derecho chocó con algo y la fuerza producida por el impacto le obligó a tambalearse hacia atrás.
- ¿Bilbo? – El menor solo se quedó estático sin pronunciar ni una palabra - ¿Bilbo que sucede? – Era Thorin, que de inmediato observó de arriba hacia abajo a Bilbo y paró un momento viendo el pantalón del castaño - ¿Eso?… ¿Eso es orín?
Bilbo ni se inmuto, siguió en la misma posición sin observar a Thorin.
- ¡Bilbo! – Lo obligó a que le observara tomándolo de los de los hombros. El pelinegro pudo apreciar la cara de Bilbo mojada por las lágrimas que aun escurrían - ¿Qué pasa? – Dijo preocupado y aun sosteniéndolo.
- No pasa nada – Habló en tono molesto e intentó zafarse de las manos de Oakenshield.
- Bilbo…
- ¡No me pasa nada! ¡¿Qué no lo entiendes?! – Exclamó quitando bruscamente uno de las manos de Thorin de su hombro para poder irse, sin embargo el pelinegro reforzó el agarre de su otra mano - ¡Suéltame! – Gritaba moviéndose bruscamente todavía llorando.
- No Bilbo, no te soltaré hasta que me digas que te pasa – Thorin lo acercó más agarrándolo del brazo y Bilbo le miró con rabia.
- ¡Déjame en paz! – Gritó entre lágrimas y más lágrimas - ¡Suéltame! ¡Te odio!
- ¿Bilbo por qué dices eso? – Cuestionó triste.
- ¡No quiero verte! ¡No quiero ver a nadie! – El castaño aprovechó que Thorin había aflojado el agarre para poder quitárselo de encima y salir corriendo sin que Thorin pudiese hacer algo al respecto.
- Bilbo…
#Ese mismo día un poco más tarde.
Te odio… ¿Enserio le había dicho te odio? Tal vez solo había sido porque estaba molesto pero las cosas que le había dicho Smaug no salían de su cabeza y todo se le hacía tan confuso, tenía tantas preguntas y ni una sola respuesta.
La imagen de Bilbo y Smaug venía a su mente, millones de cosas de ese tipo venían a su mente ¡La maldita preocupación le consumía la mente! ¡Le valía mierda! ¡Iría a golpear a Smaug en este mismo momento! Pero... ¿Y si todo es cierto? Si Bilbo no lo quiere a él de verdad, si solo jugó con él… ¿Si él en verdad quería a Smaug y por eso le había gritado todas esas cosas? No, debía pensar más las cosas y olvidar a Smaug por un momento.
………….....................................
- ¿En verdad te orinaste? ¿No es así Bilbo? – Se burló Smaug ubicado encima del más pequeño - ¿Acaso no ya estás muy grande para esas cosas?
- No… - Se quejó intentando que Smaug dejara de tocarlo, pero desde su posición era imposible. El más grande se acercó más a su rostro y comenzó a mover una de sus manos a lo largo del cuerpo de Bilbo.
- Te voy a hacer mío hoy Bilbo… - El menor se tensó por completo al escuchar eso, su cara estaba llena de preocupación y Smaug le miraba deleitado - Quiero escucharte gritar… y no me importa si te lastimas – Comenzó a desabrochar la camisa que llevaba puesta Bilbo, mientras que el castaño miraba preocupado lo que iba a suceder.
Una vez desabrochada no quedo libre por completo su pecho a que llevaba puesta una camisa debajo de la otra, Smaug solo se limito a tocarle por encima de la ropa. Solo jugaba con él, no iba más allá pero eso era suficiente como para que Bilbo comenzara a temblar y a quejarse en voz baja, el mayor aun seguía debajo de él y había comenzado a morder varias partes del pecho de Bilbo por sobre la ropa.
- No… me duele… - Alejó la cabeza del mayor de su pecho intentando que dejase de morderlo.
- Hoy acabaré con todo – Susurró Smaug acercándose a la cara del más pequeño. Cada vez más cerca hasta que junto sus labios con los del otro - Hoy lo destrozaré...
Continuó así varios minutos más, solo concentrándose en el cuello y rostro del castaño, besándolo y lamiendo en algunas ocasiones. Sonrió por saber lo que iba a pasar y subió al rostro del menor una vez más para volver a besarlo.
- Di que me amas y no te haré nada más – Bilbo trató de tranquilizarse y entender lo que decía - Di que me amas, dilo en voz alta y no lo digas de usted, dilo de tú – Smaug mordió el cuello del castaño.
- Ahhh… - Se quejó al sentir los dientes de Smaug en su cuello, no quería que le hiciera algo más, no lo quería en lo absoluto - Te amo – Susurró inseguro, el más grande se acercó hasta su oído.
- Dije en voz alta – Habló en el tono más bajo que pudo luego mordió suavemente la oreja de Bilbo.
- ¡Ah! Te amo – Gritó y Smaug se dirigió directo a su boca para poder besarlo salvajemente sin su consentimiento.
- Yo también te amo amor – Se separó sonriendo.
- Bilbo.
El menor quedó desconcertado ante esa voz, rápidamente volteó su cabeza hacia la entrada de la habitación para encontrarse con alguien que definitivamente había escuchado la que anteriormente había gritado.
- ¡Thorin! Tu… Ehhh – Intentó de debajo de Smaug moverse pero Smaug lo impidió.
- T-tú… ¿Qué ha-haces? – Se le quebró la voz en el último momento, esto no podía estar sucediendo.
- E- es que yo… Esto no es…
- No le des escusas Bilbo, dile la verdad. Obviamente, está con la persona que en verdad QUIERE, Oakenshield ¿Podrías salir y dejarnos solos? – Habló Smaug aun sobre Bilbo - ¿Lo escuchaste hace un momento no? Bilbo me ama y quiere estar conmigo. Lárgate.
El gesto de Thorin cambió de uno triste y confundido, a uno enojado y triste, sentía que las lágrimas querían salir pero no dejaría que ellos las vieran, esto le dolía demasiado, deseaba que no fuera cierto.
- Bien – Miró fulminante a Bilbo - Váyanse al carajo ambos – Se dio la media vuelta saliendo de la habitación y cerrándola de un portazo. Se sentía herido, triste, enojado y destrozado completamente.
Continuara…