Después de que pasaron unos días desde que la policía había atrapado a Smaug, una sesión fue abierta y Bilbo tuvo que declarar. Smaug había intentado inculpar a Thorin comenzando a decir sus miles de mentiras para enredar al juez, no obstante, nada de lo que dijo concordaba con lo que Bilbo decía. Nadie del jurado le creyó.
Fueron tres días en los que tuvieron sesión, Thorin fue testigo y terminó de confirmar la culpabilidad de Smaug. Luego de ello el juez dio por cerrado el caso.
Fueron 30 años los que asignó el juez a Smaug. Durante todas las sesiones se denotaba en su rostro la ira y el odio hacia Thorin. Mientras que en el rostro de Oakenshield irradiaba felicidad y satisfacción, en los momentos en los que le tocaba testificar intentaba ocultar su expresión.
Bilbo mantenía una expresión neutral e inocente, en verdad quería que Smaug estuviera encerrado y los dejara en paz de una vez por todas.
Al final de todo Smaug fue escoltado y miró a ambos, Thorin y Bilbo, con una expresión llena de odio, pero ya nada podía hacer, él había salido perdiendo. Thorin se sentía aliviado de que todo había salido bien. Unos cuantos días y podía retomar de nuevo su relación con Bilbo como se debía, y esta vez, aún más fuerte que la anterior.
#Una semana después.
Bilbo no asistió tres días a la escuela, aun así, se mantenía comunicado con Thorin. Le había explicado que por algunas razones, sus padres no le permitían ir, querían llevarlo con algún terapeuta por lo que había pasado.
Solo faltaba un mes para que el ciclo escolar terminara, Bilbo pasaría a noveno grado y vaya que se sentía bien porque no quería saber nada más que tuviera que ver con Química.
Su relación iba mejorando y trataban de que se mantuviera así. De vez en cuando Bilbo se quedaba un rato después de la clase para estar con Thorin y se quedaba más tiempo si es que la clase la tenía a la última hora. Thorin lucía muy feliz con ello.
Fue un día de esos en el que Bilbo parecía querer decir algo, Thorin lo había notado, el más joven estaba algo distraído durante la clase. Esto le preocupó al mayor, que decidió que al final de la clase hablaría con él. No entendía qué era lo que estaba mal, todo había ido tan bien esos días.
Sin embargo, no fue necesario que Thorin le preguntara a Bilbo sobre qué era lo que le pasaba que lo tenía así, él mismo fue quien quiso hablar con Thorin ese día, lucía algo decaído conforme empezaba a hablar.
- Thorin… quiero hablar contigo – dijo sin mirarlo y en voz muy baja.
Ahora a Thorin en verdad comenzaba a preocuparle esto, pero trató de mantener un semblante tranquilo por Bilbo. Asintió y le dijo que podía decirle lo que fuera, entonces Bilbo continuó.
- Mis padres me van a cambiar de escuela –habló esta vez más alto.
Thorin tardó en procesarlo, abría la boca más no salía nada coherente de ella, ni una palabra. De nuevo querían alejar a Bilbo de él.
- ¿Para el siguiente curso? – disimuló su tristeza.
De pronto un pensamiento cruzó por la mente de Thorin, la idea de que tal vez lo padres de Bilbo sospecharan de su relación.
- Sí, al final de este mes solicitaran mis papeles – Bilbo suspiró – No quiero irme.
- ¿Tus padres sospechan de… nosotros? – titubeó un poco.
- No, pero ya no quieren que estudie en esta escuela por lo que sucedió – A pesar de todo Bilbo trataba de mantenerse tranquilo.
- Entiendo.
Hubo un gran silencio después de ello.
- ¿Aun nos seguiremos viendo? – Bilbo ahora si lucía triste, su expresión era demasiado clara.
Thorin no entendía por qué Bilbo decía eso, claramente haría lo que fuera para verlo. Lo que fuera. Siempre.
- Sí, por supuesto que sí. No importa que no estudies aquí, haré lo que pueda para verte, lo que sea – En ese momento Bilbo se acercó y junto sus labios unos segundos con los de Thorin, primeramente poniéndose de puntillas y se percató de que ahora ya no tenía que estirarse tanto, Thorin por igual se dio cuenta. Bilbo había crecido algunos centímetros.
- ¿No me vas a dejar? – dijo Bilbo abrazado de Thorin.
- Jamás.
(…)
El último mes de clase paso demasiado rápido, pero unos días antes de que terminaran las clases había sido el cumpleaños de Bilbo.
Bilbo había cumplido quince años, Thorin estaba contento, al igual que sus padres. No organizaron nada, Bilbo solo pasó una cenar familiar y durante la tarde se había ido con Thorin. Le tenía una sorpresa.
- Toma tus cosas Bilbo – dijo Thorin mientras recogía su mochila al final de su clase.
- ¿Por qué? ¿A dónde vamos? – preguntó el menor.
- Vamos a celebrar tu cumpleaños – contestó con una sonrisa.
- Pero tengo que llegar a mi casa – se detuvo un momento.
- Diles que saliste con unos amigos por tu cumpleaños. Vamos.
Así se dirigieron hasta el auto de Thorin. Bilbo texteaba con su celular a sus padres para que no se preocuparan por su ausencia.
Una vez estando ya de camino a donde fuera que Thorin lo estuviera llevando, Bilbo quiso preguntar acerca de cómo es que celebrarían y a donde irían.
- ¿Qué haremos? ¿A dónde vamos?
Thorin solo sonrió y contestó que sería una sorpresa, eso dejó más intrigado a Bilbo.
Fueron varias vueltas las que dio el mayor a la largo de la ciudad y alrededor de 15 minutos se encontraron en el auto. A medida que avanzaban a Bilbo se le hizo conocido el camino y pudo saber que ya había seguido esa ruta antes.
Cuando llegaron a los límites de la ciudad, Bilbo se dio cuenta por completo hacia dónde es que iban, por igual, en ese instante Oakenshield observó a Bilbo para apreciar su expresión. El menor tan solo le sonrió.
Llegaron al lugar en donde Thorin le había pedido que fueran novios. A Bilbo le invadía la expectación y la anticipación.
Bajaron del auto una vez llegaron hasta ahí y se aproximaron hasta la casa en donde habían tenido su primera cita. Al entrar, Thorin encendió las luces dejando ver el hermoso aspecto de la propiedad.
Luego de acomodarse sentándose en uno de los sofás y de que Thorin solo encendiera la televisión en cualquier canal aleatorio bajándole un tanto el volumen. El mayor comenzó a explicar por qué había llevado a Bilbo de nuevo a ese lugar.
- Quiero que… pasemos un tiempo juntos, sé que te irás de la escuela y eso nos tiene algo deprimidos a ambos pero ahora quiero que nos olvidemos de todo, de todo lo que pasó… - No sabía realmente cómo expresarse, el tierno rostro de Bilbo lo dejaba sin palabras siempre.
Bilbo fue acercándose más a un lado de donde Thorin estaba sentado, tomó su mano y esbozó una sonrisa dulcemente, Thorin le miró directamente a los ojos y entonces el menor le dio un pequeño beso en su mejilla. En un lento movimiento se acercó hasta el oído de Thorin.
- Gracias… - Fue tan solo un susurro – Te amo.
Después, solamente se dedicaron a disfrutar del principio de la tarde, olvidando todas las cosas malas que habían sucedido. Cada uno degustando los labios del otro como si el momento fuera infinito. Celebrando magníficamente el cumpleaños número quince de Bilbo.
(…)
Bilbo pasó a noveno grado en tan solo un mes. Ambos se acostumbraron a una nueva rutina dado a que ya no podían verse al final de las clases en la escuela, ni tampoco entre clases. El mayor tiempo que podían verse era tres veces por semana, Bilbo daba la excusa de que saldría con unos amigos.
No era tan complicado como les había parecido en un principio. Bilbo le contaba todo y no dejaba pasar nada, confiaba completamente en Thorin.
El menor iba de lo mejor en la escuela y Thorin lo felicitaba, ya no necesitaba más las asesorías. Cada anécdota que Bilbo contaba sobre sus sobresalientes notas hacía sentir a Thorin orgulloso de su pequeño.
Todo fue tan rápido durante el noveno grado mientras aun trabajaban para llevar su relación. Enterraron lo que sucedió el año pasado de clases y ninguno de los dos hablaba al respecto, ninguno quería, lo habían superado, juntos.
Cuando te las pasas bien y disfrutas de las cosas el tiempo siempre pasa de los más veloz ante los ojos de la persona. Y así fue como pasó ante los ojos de ambos, cuando se dieron cuenta Bilbo estaba recibiendo sus papeles de noveno grado y ya tenía 16 años. Ahora pasaría a estudiar el sixth form en otra escuela y tendría más libertades al igual que responsabilidades. También había crecido, unos tres o cuatro centímetros pero había crecido, aunque para Thorin siempre sería su pequeño.
Por igual, cumplía dos años de que él y Thorin tenían una relación. Ambos estaban felices de ello.
Uno de los mejores aspectos de salir de esa escuela es que ahora podría escoger el colegio en el que estudiaría el sixth form, y sabía exactamente en donde deseaba hacerlo.
Thorin le había dicho que no era necesario que estudiara ahí pero de todas formas Bilbo siempre había considerado ese lugar. Daba la casualidad de que cierto maestro de Historia daba clases ahí y Bilbo no quería perderse de eso si tenía la oportunidad de poder estudiar ahí.
Fue así como Bilbo comenzó a estudiar en la escuela en donde impartía clases su novio. Ambos felices por igual, no había nada que perturbara el ambiente y les gustaba que todo fuera así.
De vez en cuando para el segundo año del sixth form, Bilbo ya tenía más libertad de poder salir con Thorin, salían más seguido y compartían todas las caricias que querían, en privado, siempre y aun tratando de no levantar sospechas de su relación.
Bilbo le había mencionado a Thorin que deseaba estudiar Literatura cuando pasara a la universidad, Thorin estaba de acuerdo, Bilbo podía estudiar lo que quisiera y él lo apoyaría. Eso había sido cuando el segundo año del sixth form estaba terminando y el pequeño de Thorin ahora cumplía 17 años de edad.
En algunas ocasiones, Bilbo tenía dudas sobre algunas otras materias y así fue como Thorin volvió a darle pequeñas clases extra para que entendiera algunos temas. Menos en Química, ambos odiaban esa materia.
Porque Bilbo de vez en cuando necesitaría “clases extra” con su maestro favorito y el único hombre al que podrá amar.
Fin.