“No lo mires con detenimiento, no, así menos lento, que no se note que lo estas observando” Thorin observaba a Bilbo desde el escritorio de ocasión en ocasión. Lo más probable era que Bilbo ya lo hubiese atrapado observándolo, pero no podía evitarlo, quería mirarle a cada segundo, lo quería tener cerca de él, lo quería a él. No lo quería como un pasatiempo, lo quería a él, no por alguna fantasía morbosa, lo quería como su pareja y más si él se lo permitía.
Oakenshield suspiró, recordó la conversación que había tenido con Bilbo por medio del chat el viernes pasado. Qué suerte que había sido viernes, ya que Thorin no creí tener la fuerza suficiente como para tener al castaño frente a él después de tan incómoda conversación. Pero el fin de semana había terminado y como era lunes tenía que ir a la escuela y dar sus clases, aun si eso representaba contenerse las ganas de correr hacia Bilbo y abrazarlo con todas sus fuerzas “¡Dios niño, me estás haciendo perder la cabeza!”.
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Bueno mientras Thorin era todo un lio dentro de su cabeza, Bilbo ya no sabía qué hacer con ninguno de sus dos maestros. ¿Y por qué los dos? Pues porque el profesor Smaug lo había puesto más que nervioso en la clase de hoy como nunca antes lo había hecho y aparte había pasado un pequeño ridículo frente a Fili.
#Flashback…
“No quiero entregar la tarea, no quiero entregar la tarea, no quiero, no quiero, ¡No! ¡No!” El castaño se encontraba apoyado en la paleta de la silla, con la cabeza hundida entre sus brazos. No quería ir hasta el escritorio de su profesor porque en verdad sentía que lo trataba algo diferente del resto y eso enserio lo ponía en una situación muy horrible. Sacó la cabeza de entre sus brazos, ¿Entregaría la tarea o no?, justo en ese momento, por su lado izquierdo se levanto de su lugar Kili con su cuaderno en la mano dispuesto a entregar. A Bilbo se le ocurrió una idea y rápidamente habló a Kili.
- ¡Oye Kili, espera! – Kili se detuvo de inmediato y observó a Bilbo.
-¿Qué sucede? – Dijo amablemente.
- Ahh… ¿Podrías llevar mi libreta hasta el escritorio del maestro?
- Sí, claro – El castaño le entregó su cuaderno y Kili se encaminó hasta donde se encontraba el maestro.
Kili llegó hasta el escritorio y dejo las libretas ahí, regreso rápidamente a su lugar y cuando pasó junto a Bilbo le sonrió amigablemente. El profesor Smaug comenzó a revisar todas las libretas acumuladas en su mesa, una por una de vez en cuando hablaba a algún alumno para corregir. Bilbo no presta atención a ello, de hecho se estaba durmiendo en su lugar, olvidando completamente la clase.
- ¡Bilbo ven aquí! – Exclamó Smaug sin observar a su alumno.
Bilbo ni se inmutó, el castaño continuo con la cabeza sobre sus brazos, recostado en la paleta de su silla. Fili observó a Bilbo que se encontraba a su derecha y al ver que no se movió para ver que quería el maestro, lo miró extrañado.
- Bilbo – Volvió a decir el maestro aun sin voltear.
Fili al ver que Bilbo todavía no reaccionaba, se acercó hasta la silla de Bilbo y le comenzó a hablar.
- Bilbo… – Susurró el rubio – Bilbo te habla el maestro… - Lo sacudió un poco – Bilbo despierta.
- Si… si señor Oakenshield si quiero casarme con usted… - Susurró dormido el castaño.
- Bilbo deja de dormir – Lo movió un poco más.
- Si, hay que arreglar la boda…
- ¡Bilbo despierta! – Le gritó Fili zamarreándolo.
- ¡Ya le dije que sí quiero casarme con usted! – Bilbo se levantó exclamando esa frase a Fili, algo adormilado.
- ¡Si Bilbo, luego te casas con el profesor Oakenshield cuantas veces quieras! ¡Ahora mejor apúrate, que el Maestro Smaug te está hablando desde hace horas! – Exclamó Fili y Bilbo se ruborizo ante la primera frase.
- Jejeje – Rió nervioso - ¿Y-yo dije eso?
- Si, lo dijiste tres veces.
- Jajajja, pues ha de haber sido una pesadilla – Le mintió nervioso.
- Bilbo…
- ¿Qué sucede?
- Amm… el señor Smaug nos está observando, mejor dicho a ti. Tiene ya buen rato que te está llamando.
- ¿Ya puedes venir Bilbo? – Habló sarcástico Smaug.
“¡No! ¡De nada sirvió haberle pedido a Kili que entregara mi libreta! – S-si, ahora voy – Se levantó de la silla y se dirigió al escritorio.
Smaug observó a Bilbo de pies a cabeza y se le dibujo una sonrisa en el rostro – Mira Bilbo la respuesta de la pregunta n° 12 y 23 están mal.
“¿Están mal? ¿Eh?” – Oh, ¿enserio? – Fingió asombro ante eso, ya que había checado las respuestas dos veces.
- Si mira, acércate – Dijo tranquilo haciéndole una seña con la mano para que se acercara.
“N-no aquí estoy bien” pensó - Ahhh…
- Ven Bilbo, si no te acercas no te lo voy a poder mostrar – Indicó. Bilbo se acercó lentamente hasta quedar a unos escasos centímetros de su profesor de Química del lado izquierdo – Bien, mira – Señaló con la mano derecha la respuesta de Bilbo, luego comenzó a decir algunas cosas que la verdad, Bilbo no les prestaba para nada atención.
“Juraría que si puse eso, no, no juraría, yo puse esa respuesta” pensaba Bilbo tranquilamente ignorando a su profesor. Cuando de pronto esa tranquilidad se esfumo cuando sintió la mano izquierda del maestro Smaug en sus caderas y lentamente comenzó a acariciarlo. El castaño trago saliva rápidamente.
La cierto era que Bilbo si había puesto las respuestas correctas, Smaug se aprovecho de que el castaño las había puesto con lápiz y las borro poniendo otras, falsificando la letra Bilbo. Lo había hecho para que Bilbo fuera hasta el escritorio y pudiera tenerle cerca.
La mano de Smaug viajó hasta el lado derecho de la espalda baja del menor, acariciándola descaradamente, mientras aun daba explicaciones a Bilbo. El castaño no sabía qué hacer, estaba entre darle un puñetazo y arriesgarse a ser expulsado o solo alejarse. Lo segundo sonaba mejor, así que decidió a hacerlo.
- Ahhh… Señor Smaug… - El menor dio dos pasos hacia atrás y Smaug alejó rápidamente su mano.
- ¿Qué pasa Bilbo? – Preguntó sínicamente.
- Cre-creo que ya entendí ¿Me puede dar mi libreta por favor?
- Ten agárrala – Rodó los ojos y se la entregó de mala gana.
Bilbo tomó rápidamente el cuaderno y sin decir nada más se fue a su lugar rápidamente. Estaba completamente ruborizado, ahora no tenía duda de que el señor Smaug quería que fuera para el más que un simple alumno.
- Ay por dios... – Susurró hundiendo de nuevo su cabeza en sus brazos.
#Fin del Flashback
Thorin seguía observando a Bilbo desde lo lejos, ansioso de que ya fuera de tarde para poder ir a casa del menor, ansioso de poder estar a solas con Bilbo. En una de esas ocasiones cuando Oakenshield observaba a Bilbo, el menor alzo la vista y su mirada y la del mayor su cruzaron. Bilbo sintió que su corazón iba tan rápido que creería que explotaría mientras que Thorin estaba en una situación muy parecida, muy feliz de que el castaño no apartara la vista y lo siguiera observando con esos ojos verdes que tanto le encantaban.
Apartar lo vista o no apartarla, esa era la pregunta que se hacía mentalmente Bilbo, pero la verdad se le hacía muy difícil pensar con esos ojos azules observándolo detenidamente, así que hizo algo fácil o tal vez solo había sido un acto reflejo. El castaño le sonrió justamente en el mismo instante en que Thorin también lo había hecho, una sonrisa sincera por parte de ambos, llena de demasiados sentimientos ocultos que ambos querían sacar a relucir el uno con el otro.
Después de sonreírle, Bilbo bajo la mirada continuando con lo que estaba haciendo y después de unos cuentos segundos Thorin dejo de observar a Bilbo y también continúo con su trabajo. “Tal vez si tenga alguna oportunidad con él” fue lo que cruzó por la mente de ambos, minutos después de aquel suceso.
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Ya eran las 6:15, faltaban 15 minutos para que Thorin llegara y cierto castaño estaba más que ansioso por ello. A parte de estar contento por la llegada de Oakenshield, estaba feliz porque desde las tres de la tarde se encontraba chateando con él por medio de su celular. Aunque solo conversaban de banalidades, a ambos les hacía felices poder conversar el uno con el otro.
Bilbo bajo a la sala de su casa y se recostó en el sofá con su celular en las manos, este tenía tres nuevos mensajes.
- Tal vez te pueda ayudar en alguna otra materia
- ¿Dices que Química no te gusta tanto?
- Bueno pues creo que es otra cosa más que tenemos en común jajaja – Había enviado el pelinegro.
Bilbo leyó los mensajes y comenzó a escribir.
- Si, no me gusta tanto Química.
- Mejor dicho, es el maestro el que no me gusta para nada – Contestó.
La verdad es que no le había gustado para nada que el profesor Smaug lo tratara así, se sentía demasiado incomodo. El mensaje de Thorin llegó, decía así.
- Smaug es así, no dejes que te incomode.
- Veamos, si se sigue comportando como imbécil dímelo y le parto toda la cara.
- De hecho se la partiría aunque no me dijeras Jejeje.
Bilbo sonrió ante ese comentario y se sintió más tranquilo, al menos tenía alguien con quien contar, en caso de que algo malo le pasara. Después de unos segundos otro mensaje llegó.
- ¿Podrías abrir la puerta Bilbo? Creo que va a comenzar a llover.
El castaño se levantó de golpe del sofá, observó por la ventana y efectivamente su maestro se encontraba en la puerta de su casa y también se percató de que el cielo estaba nublado, al parecer si comenzaría a llover. Fue hasta la puerta y la abrió rápidamente aun más ansioso que hace unos minutos.
- Buenas tardes – Dijo cortésmente el pelinegro.
- Si, buenas tardes. Pase – Indicó el menor.
Luego de ello ambos subieron hasta la habitación de Bilbo, acomodaron todo y Thorin se dispuso a comenzar con su clase. Esta vez Bilbo no se puso del lado contrario al de Thorin, se había puesto justo a un lado para así poder estar más cerca de él.
El mayor comenzó con sus explicaciones y Bilbo prestaba suma atención a todo lo que decía. Los minutos trascurrieron rápidamente y ya eran las 7:15 pm, todavía faltaba varias cosas por explicar, de las cuales seguro les daría tiempo, Thorin se iría por ahí de las 8:00 pm así que tenían tiempo suficiente, y no es como si el pelinegro le importara quedarse un rato más explicando. Para ambos era, entre mucho más tiempo mejor.
Bilbo estaba resolviendo algunos ejercicios que había le había puesto Oakenshield, el pelinegro lo observaba desde su lugar con un sonrisa. El castaño tenía la mano izquierda sin utilizar, la vista fija en su cuaderno y su mano derecha escribía rápidamente, Oakenshield estaba ubicado del lado izquierdo del menor y pudo observar la mano libre de Bilbo. No supo por qué lo hizo pero lentamente fue acercando su mano a la del castaño hasta que estuvo a tan solo unos milímetros y fue así como lentamente posó su mano encima de la de Bilbo.
Después de colocarla, comenzó a acariciar la mano del menor suavemente con su pulgar, Bilbo no alzo la vista tan solo continúo escribiendo. El castaño no podía creer que su maestro le había tomado de la mano y ahora la estaba acariciando, no quería voltear, no quería que Thorin viera su cara tan sonrojada y tan apenada, no le incomodaba en lo absoluto, quería aun más de ese toque.
El menor movió un poco su mano y el pelinegro la alejo un poco, Bilbo movió su mano hacia donde estaba la del mayor y la volvió a tomar, esta vez entrelazando sus dedos con los del otro. Oakenshield correspondió al gesto y lentamente entrelazo sus dedos con los de Bilbo, volviendo a acariciar su mano. Era increíble, Thorin rió por lo bajo y luego lo hizó también Bilbo, después de unos cuantos segundos el castaño al fin se animó a alzar la vista y se encontró con su maestro sonriéndole dulcemente y el también hizo lo mismo. Ambos estaban demasiado felices, las palabras sobraban ahora.
Continuara…