Había algo que Edward no planeaba decirle nunca a su hijo, algo que algunas veces no podía evitar, algo que es tan solo parte de su instinto y no lo ha podido controlar bien desde que Jake era bebe.
Sed.
Había días, únicamente por las noches u ocasionales tardes, incluso cuando regresaba de cazar, inexplicablemente, tenia sed, le ardía la garganta con el mas ligero olor de su hijo.
Quería morderlo, beber de su cuerpo, tener su dulzor recorriendo su garganta, olerlo hasta hartarse, lo quería a pesar de lo bien que siempre se controlaba.
Esas noches se encerraba, hasta que su inquietud se detuviera.
Algunas veces lo deseaba tanto que ni siquiera podía llegar a casa, pasaba las noches entre los árboles hasta que amanecía.
A Jacob le enfadaba un poco este comportamiento tan extraño y repentino de su padre, las noches que no lo dejaba acercarse bajo ninguna circunstancia, o aun peor las que pasaba preocupado hasta dormir porque no llegaba, ni llamaba.
Edward algún tiempo atrás llamó a casa, la primera vez que fue tan difícil soportar el olor mucho antes de llegar si quiera a la puerta, lo que aprendió de esa vez fue que:
Nunca, jamas, debía volver a llamar en esa situación.
Principalmente porque la voz de Jacob solo hizo un efecto mas obsceno de deseo al escucharlo, por suerte ahí estaba Emmett para tomar el control junto con Rosalie.
Hubo una muy especial, Jacob tenia solo 7, sucedió una noche en la que el niño tenia que tomar una ducha, la suave piel joven se relajaba contra el pecho frío de su padre.
Entonces del niño se desprendió un suave y dulce olor, atacando sus sentidos, de alguna forma extraordinaria logro salir del baño sin hacerle el mas mínimo daño a su niño.
Jamás se lo permitirá a si mismo.
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Jacob actualmente era delgado, con el cabello largo en una coleta baja, estudiando en el instituto de la reserva.
A decir verdad para él pequeño "Solecito" fue muy fácil adaptarse y encontrar amigos, a gran diferencia de sus familiares.
Para muchos de la escuela también fue confuso la aparición de vampiros en la reserva, ya que Jacob siempre era llevado y traído por alguno de su familia.
Jake se bajo del auto de su padre, despidiéndose de él y de su tío Emmett quien los acompañaba ocasionalmente.
Una vez que el joven ya no se encontraba a su visita y Edward retornaba a casa Emmett "el mal bromista" atacó un poco.
-Hey ¿No estás nervioso?- le pregunto con una sonrisa en el rostro.
-No voy a caer Emmett...No me dejo llevar como tú- Edward tuvo mucho tiempo para aprender de su hermano.
-Seguro Eddie, es solo que, no lo se, imaginar tantos adolescentes lobo dentro de casa ¿No te hace sentir extraño?- Insistió.
-Me hace sentir un buen padre- Respondió sin mirarle, muy seguro de cada palabra - aunque espero que Alice no se sobrepase tanto-.
-¿Alice? Por favor, seguro se esta poniendo mas loca con la fiesta, y no me vengas con eso del buen padre, anoche tuve que pasar contigo horas fuera de casa para que se te quitara lo caliente- Le recordó burlón mirándole divertido.
-No es calentura, es sed, lo tenia con Bella y me pasa con muchos humanos - Trató de defenderse con algo de lógica sanguínea pero Emmett no lo dejaría pasar solo así.
-Mientes mucho para ser tan viejo, jamas te vi así, ni cuando eras joven y no sabías controlar te, tampoco con Bella...no es posible- hizo una pausa llamando la atención de su compañero - si sabes que eso es pedofilia ¿verdad?-seguido se hecho a reír.
-Ya basta Emmett, es mi hijo-.
-Pero también es de Bella, admite que él es mas lindo, mas que ella- Alegó.
-Emmett no te acerques mas a él, no puedo prometer no atacarte- Advirtió con una pequeña sonrisa formándose en su cara.
-Yo no soy el que se sobre calienta solo por olerlo un poco- Esto iba para rato - Digo es lindo y todo...- Eso lo dijo mas que nada para fastidiar y en cierto punto lo logro.
-Emmett - Estaba disfrutando el efecto que tenían los comentarios acerca de su niño que pasaría a la adolescencia.
-Solo decía- hizo una pequeña pausa.
Los ojos de Edward se encontrar con los de su hermano en un instante a través del retrovisor, freno en seco, haciendo que Emmett golpeara sutilmente contra el asiento.
-Al menos me hubieras dejado decirlo en voz alta, es trampa si lees mi mente- Con toda la normalidad del mundo el vampiro siguió conduciendo, colocando una sonrisa traviesa de nuevo en su rostro.
Lo que había pensado Emmett en esa pequeña fracción de segundo, ademas de planear decirlo fue; "Que él no es mi tipo".