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La verdadera Historia de Harry por IruchiSlytherin

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Notas del capitulo:

Aclaraciones:
''...'' pensamientos
-...- dialogo
lo que vaya asi parsel.
Todos los personajes son tomados de la obra de J.K. rowling sin animo de lucro.
 

Se levantaron pronto, desayunaron y Abigail empezó a ayudar a Harry con los materiales para guardarlos en el baúl nuevo, mirándole las salidas a Hogsmeade y firmándoselas, escondiendo las pociones en el baúl para que los profesores y aliados de Dumbledore no supieran nada, vamos colocando todo.


-Harry ¿ya estas listo?-Preguntó Abigail preparada y este asintió.


-Bien, ¿ya sabes que libreta me vas a dejar?, si necesitas cualquier cosa me escribes a través de ella, aunque quiero una carta extensa a la semana o atosigaré a todos tus amigos.-Dijo infantilmente ella. Harry se rió por su actuación de niña pequeña, y cogió una libreta que había dejado fuera, y  se la dió, era una azul, parecía un cuaderno totalmente muggle.


-Si necesito algo, te escribiré a través de ella, sino tendré que ir a hablar con el profesor Snape. Aunque no quiera verlo en pintura, y esperó a que Remus vuelva como profesor de defensa. Y así podré ir a él en vez de a ir tanto al profesor Snape... Y te enviare una mega extensa carta todas las semanas.-Dijo enumerando todo riéndose, para que viese que no se le había olvidado nada.


-Exacto. Aunque no entiendo bien como Severus y tú, no os lleváis bien...-Dijo pero al ver la mirada de Harry se carcajeo.


-Vale, vale lo entiendo.-Añadió rindiéndose ella.


-Bueno, dentro de algunos fines de semana. Cuando os dejen ir a Hogsmeade te estaré esperando cerca de la casa de los gritos, nos esconderemos en algún callejón para traerte aquí, y así pueda el señor Akira revisarte y ver que solución damos a ese hechizo mágico...-Comentó gruñendo con rabia lo último.


-¿Les has puesto los collares a tus familiares?-Recordó antes de que Harry añadiese algo más a lo que dijo o que se deprimiese, Harry abrió los ojos con sorpresa.


-¡Me olvide!-Dijo, y con eso fue corriendo hacía Neftis y Nua.


-Neftis... Me dejarías ponerte este precioso collar, que sirve para que podáis ir conmigo a Hogwarts y además estarás preciosa con él.-dijo Harry a la serpiente que miraba el collar de forma recelosa, igual que la pantera que yacía tumbada al lado de esta.


“Espero que utilizando que el collar sea bonito, y que Neftis tenga un ego que no cabe ni siquiera en mi habitación. La convenzca de ponérselo, aunque si lo consigo Nua no se quejara.” Pensó dudoso y con incertidumbre Harry.


-Es precioso ese collar y veo que ha sido muy astuto, intentando la adulación. Como forma para convencerme, así que me lo pondré y también Nua, solo porque así podremos estar contigo.-siseo Neftis decidiendo por el otro familiar. La pantera pareció bufar pero no se negó.


Harry sonrió y soltó el aire que había retenido, le puso el collar plateado con el grabado a la serpiente que le quedó como un guante, tenía apariencia de ser más un brazalete. Se acercó a Nua y le puso el suyo que no se movió, hasta que Harry se apartó para que pudiese colocarlo y no hacerse daño, por lo que el collar se amoldó a Nua. Y cogió la anilla, que parecía más bien una pulserita y Hedwig se acercó enseñando una de sus patas, así que Harry dudoso se lo puso en la pata que le enseñaba y vio asombrado como se amoldaba.


Ya hecho eso, Harry metió a Hedwig en su jaula. Cogió a Neftis que se subió a sus hombros escondiéndose entre la ropa y a su lado Nua le empezó a seguir. Abigail le esperaba en el salón con todo el equipaje, se agarró a ella y se aparecieron todos cerca de la estación, en ese momento se activaron los hechizos de invisibilidad en Neftis y Nua, así pasando lo más inadvertidos que podían hasta llegar a la estación 9 3/4.


Al llegar allí, nada más que escucharon gritos y muchas personas hablando alto despidiéndose de sus hijos o familiares que se tenían que subir al tren para ir a Hogwarts. Abigail, cogió con fuerza a Harry, acercándolo a ella y con el otro ayudando a Harry a llevar todo a la parte del tren donde se dejaban el equipaje.


Cuando lo dejaron y se alejaban ahí escucharon unas voces que les eran familiares.


-¡Harry!-Gritó una voz, el nombrado se giró y solo le dió tiempo a ver unas cabezas, uno con el pelo rojo, otra con el pelo castaño y rizada, otra con el pelo rubio albino y por último otro rubio oscuro.


Abigail se rió alegre al ver a Harry sepultado por los abrazos de Ron, Hermione, Luna y Neville. Los gemelos se acercaron con su padre, y le saludaron respetuosos. Al parecer Luna y Neville se juntaron con los Weasleys, ya que se despidieron mucho antes de sus parientes, su abuela y su padre.


-Chicos, me axfisio...-Se quejó Harry con claustrofobia, en ese momento los chicos se levantaron y se soltaron de Harry un poco avergonzados pero muy contentos. Justo sonó el pitido del tren, que alertaba que los alumnos tendrían que subir, todos se despidieron con prisas. A Harry le costó deshacerse del abrazo oso de Abigail y el del Arthur Weasley, más que nada porque estaba rojo de vergüenza por todos los besos ruidosos de Abigail y las risas desvergonzadas de los gemelos.


Después de esas afectuosas despedidas, subieron al tren y empezaron a buscar un compartimento en el que pudiesen estar a solas. Fueron mirando compartimentos viendo que estaban la gran mayoría ocupados, y la verdad no querían encontrarse con nadie que no quisieran. Aunque la intuición de Harry le decía que no lo iba a conseguir.


-¡Harry!-Dijo una voz chillona que se escuchó cerca de ellos. Escucharon unos pasos rápido y al darse la vuelta, el grupo, en el pasillo se encontraron a nada más ni nada menos que a Ginevra Prewett. (NA: La zanahoria de bote...)


Antes de que Harry dijera nada, ella se lanzó a abrazarle pero le impidió el paso, tres varitas cuyos dueños tenían una cara de enfado, considerable, vamos daban tanto miedo que el mismísimo ángel negro huiría. (NA: esa rima darle la culpa al grupo la Oreja de Van Gogh y su canción Muñeca de trapo.)


-Ginevra yo que tú...-Empezó a advertir Fred, con una mirada bastante agresiva.


-No daría un paso más...-Continuó la frase George, con la misma mirada.


-Hacía Harry.-Acabó la frase Ron.


La chica miró a sus ex-hermanos con rencor, pero al segundo miró con tristeza fingida a Harry.


-¡Harry! Diles que no voy hacerte nada. ¡Nada más, que abrazarte! ¡Te he echado de menos! ¡Por favor!-Suplicó con falsas lágrimas de cocodrilo. Los chicos apretaron fuertemente las varitas, pero no vieron que otro grupo se acercaba.


-¡Vaya, vaya…! Pero mira que tenemos aquí.-Siseó Pansy Parkinson mirando con cara de asco a Ginevra, está miró con odio a Pansy.


-¡Lárgate de aquí serpiente rastrera!-Escupió Ginevra con desprecio levantando y apuntando con su varita  la slytherin. Nadie se dió cuenta, menos Draco, de como Harry mantenía la cabeza baja con los brazos pegados a su cuerpo y agarraba fuertemente su varita expulsando esa extraña y peligrosa “aura”. Alzó un poco la mirada.


-Prewett baja la varita y deja de apuntar a Pansy.-Gruñó Harry mirándola con sus dos verdes ojos como témpanos de hielo, fríos y peligrosos mientras le apuntaba con la varita. Ginevra se giró mirando sorprendida a Harry, ante como le hablaba y al defender a un slytherin.


-¡Harry!-Exclamó con lágrimas en sus ojos, bajando un poco pero no del todo la varita. Estaba bastante sorprendida ante lo que estaba sucediendo.


-¡Son serpientes! ¡Es Parkinson! ¡Es parte del grupo de Malfoy!-Exclamó diciendo lo obvio, con rabia y rencor, aunque seguía aguantando la actuación de llorar a moco tendido.


-Se perfectamente quienes son, son compañeros de la casa Slytherin, y nosotros compañeros de la casa Gryffindor, mantenemos una tregua. Por lo que hay paz entre las casas. Además de que estamos formando amistad con ellos.-Siseó Harry, mirando la varita de Ginevra y analizaba todas sus acciones.


-¡QUÉ!¡Son Mortífagos de mierda! ¡¿Te estás uniendo a ellos?! ¡¡ Dumbledore, se sentirá muy dolido por lo que estás haciendo igual que tus padres y Sirius!!-Clamó histérica Ginevra. Lo extraño es que ninguna puerta del pasillo se abrió, o tan siquiera alguien se asomó. Al parecer, los que estaban tenían instintos de supervivencia.


-¡No nombres a mis padres y tan siquiera a Sirius! ¡No son mortífagos! ¡Y por ahora me han ayudado más que el “gran” Albus Dumbledore!-Gritó Harry, acercándose rápidamente poniéndole la varita en el cuello, sorprendiéndola y haciendo que se cayese la varita de ella. Hermione se acercó a él a su lado izquierdo, sujetando su brazo.


El pasillo se hundió en un silencio pesado, en el que se sentía la magia de Harry en el ambiente danzando peligrosamente.


-Harry, no merece la pena...-Dijo Hermione, para así sacar a su hermano de ese lío que se formaría por culpa de la imbécil.


-Harry, haz caso a la leona… Déjala irse, aunque te lo agradezco.-Dijo Pansy enviándole una sonrisa fugaz, para mirarla fría. Harry se apartó respirando agitadamente y con furia en sus ojos, Ginevra recogió rápidamente la varita del suelo y antes de salir huyendo, se giró mirando a Harry a los ojos.


-Ya veo de qué lado estás...Espero que los demás de Gryffindor estén más de acuerdo conmigo, Héroe.-Añadió con desprecio y burla, después de eso salió corriendo. Ron agarró el brazo derecho de Harry, tirando hacia atrás para que no fuese a por ella ni nada por el estilo. Estuvieron quietos durante unos segundos, escuchando que los pasos se alejaban con el sonido de una puerta abrirse y cerrarse a lo lejos con un sonoro portazo.


-Vayamos a buscar un compartimento.-Comentó Luna susurrando, aunque parecía que lo hubiese gritado por el silencio que había, con eso se encaminaron. El grupo de Slytherins iban detrás de ellos, hasta llegar al último compartimento, que era bastante grande y estaba vacío, por lo que entraron.


Se sentaron y se acomodaron. Después de un tenso silencio, Pansy empezó a hablarle a Hermione, provocando que entre todos se empezaran hablar, menos Harry y Draco que seguían manteniendo el silencio. El primero, miraba por la ventana los paisajes que pasaban de largo mientras que el segundo le miraba a él, pensando lo que acababa de suceder.


Pasó una hora y Hermione y Pansy estaban sentadas juntas hablando de cosas que les gustaban, que habían descubierto que tenían en común. Los gemelos estaban sentados entre Neville y los tres hablaban con Theo, sospechando de su animosidad hacía el tímido león amigo de ellos. Mientras ignoraban los acercamientos de Lucian y Terence que intentaban hacía ellos. Ron escuchaba las locuras que decía Adrián mientras aguantaba por no ponerse más rojo por la mirada intensa y sonrisa lasciva que le dirigía Blaise. Luna estaba sentada al lado de Harry y viendo que estaba en su mundo, así que decidió sacarle de él, de una manera no muy recomendable. En silencio  mientras todos estaban a lo suyo, se levantó, cogió su bolso y sacó sus mangas yaois, eligiendo uno de ellos. Se sentó al lado de Harry y se acercó al oído de él, abrió el manga por una parte al azar y comenzó a leerle susurrando.


-¡Suéltame no toques ahí! Decía Misaki mientras Usagi le cogía en volandas y le dejaba en la cama desnudándole, recorriendo con sus manos todo el cuerpo.-Leyó susurro Luna con sentimiento, para que solo Harry le escuchara. Cuando se dio cuenta de lo que estaba oyendo, se empezó a sonrojar.


-¡Luna! ¡Pervertida!-Gritó Harry saltando de su asiento, levantándose y alejándose lo más rápido que podía. Esto provocó que todo el mundo les mirasen.


-Harry si solo te leía mi manga.-Comentó inocente Luna, como si no supiese que le había pasado  Harry.


Harry se puso más rojo por la propia vergüenza e intentó hablar pero solo boqueaba. Los gemelos extrañados, les miraron, así que se acercaron y le quitaron rápidamente el manga a Luna. Para poder saber que había causado esa reacción en su hermanito, así que lo miraron y leyeron la página que estaba. Rápidamente se sonrojaron compitiendo con su propio color de pelo, al parecer los tres estaban en sus récords.


-¡Luna!-Exclamó Fred.


-¡Qué es esto,pedazo de pervertida!-Gritó George, sin saber que hacer con el libro.


En ese momento, los gemelos  tiraron el manga lejos de ellos. Ron y Neville curiosos, lo cogieron para poder mirar y leyeron la página, actuando igual que los gemelos, sonrojándose más si cabe. Pero no pudieron ni decir ni una palabra, Hermione se acercó y les quitó el manga, al ver como Ron y Neville ni siquiera pudieron cerrar el libro estaba congelado.


Se sonrojó por la vergüenza y la culpabilidad e intentó guardarlo. Extrañados los slytherins le quitaron el libro a Hermione y miraron por encima, para ver el porqué de tanta conmoción. Quedándose bastante impresionados pero sin sonrojarse de vergüenza como los demás de Gryffindors. Dándose cuenta de que ellos tenían mentes más sucias que esos libros.


-Estáis haciendo tanto drama, ¿por esto?-Preguntó Terence mirando divertido a los leones, que se sonrojaron más.


-¡Luna! -Exclamó regañándola Hermione, mientras Luna ignoraba el alboroto y volvía a coger su libro de vuelta.


-¡Oh, vamos! Mione, a ti también te gustan. Además sólo quería introducir el yaoi en el mundo del pensamiento de nuestro pequeño Harry.-Comentó sin anestesia, provocando que algunos mirasen alucinados a Hermione y ella se sonrojasé más.


-¿Cómo que introducirme a “eso”?-Preguntó Harry algo alterado, apartándose de Luna prefiriendo sentarse al lado de los slytherins para su propia protección, o más bien para resguardar su propia inocencia.


-Harry si ya...-Empezó a añadir, pero antes de que dijese más Hermione tapó la boca de Luna, impidiendolo.


-¡Luna! ¡Por favor basta!-Suplicó Hermione al ver a Harry casi catatónico por lo que iba a decir, que sería que ya leyó un manga de esos por error y le gusto.


El resto del viaje pasó con los leones totalmente apartados de Luna, sentados entre los slytherins para protegerse su poca inocencia de esa pervertida.


 

Notas finales:

Repeti el cap por el numero de palabras bla bla bla

Gracias por leer besos a los lectores :)  


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