-Seamus y yo somos pareja. ¿Tenéis algún problema con eso?-Dijo y preguntó Dean rápidamente, provocando un silencio de segundos.
-No hay problema alguno.-Contestó Hermione con una suave y pequeña sonrisa a ambos apoyándoles.
Dean se tensó al notar que Seamus se estaba entristeciendo y él cabreandose, al ver que los chicos no habían dicho nada.
-¿Y vais a decir algo?-Espetó bruscamente Dean mirando a los chicos.
-¡Oh! Por supuesto que no tenemos ningún problema.-Añadió tímido y nervioso Neville, por cómo se veía Dean.
-Ninguno.-Añadieron a la vez Harry y Ron, el primero con algo de vergüenza por el tardar de responder y Ron un tanto sorprendido.
Dean consiguió calmarse al escuchar las respuestas, Seamus les miró con una mezcla de sentimientos.
-¿Por qué habéis tardado tanto en responder? Menos tu Mione.-Preguntó Seamus inseguro.
-Soy de efecto retardado...-Comentó Harry tímido avergonzado y sonrojado.
-Me cuesta procesar la información, hace dos días me enteré de que mione era bi...-Dijo Ron rascándose el cuello con vergüenza.
-La cara de Dean daba miedo.-Añadió Neville con una mueca en sus facciones. Seamus al escuchar eso se giró a mirar a Dean enfadado y le dio un zape.
-¡Eh! ¿Pero a qué ha venido?-Preguntó Dean confundido.
-¡Ni eh ni ah! Tu cara de cabreo ha hecho que no dijeran nada. -Dijo enfurruñado Seamus, Dean se sintió mal al saberlo.
-Chicos, bueno… Lo siento.-Dijo Dean arrepentido y avergonzado.
-No es nada.-dijo Harry sonriéndole.
-Bueno ya hecha la confesión.-Empezó a decir Ron pero fue interrumpido por Neville.
-Creo que soy gay y creo que me gusta alguien.-Dijo sin mirar a nadie ni levantar la cabeza de mirar al suelo o sus manos.
-Bueno no hay problema alguno.-Añadió Ron algo confuso, Hermione se rió y abrazó a Neville.
-Creo que ya a Ron no le costará asumir nada ¿no?-Dijo riéndose Hermione, Ron se encogió de hombros divertido y todos se unieron a las risas.
Con eso, se levantaron y volvieron a la sala común justo a tiempo, ya no había casi nadie solo algún alumno más dormido que despierto. Se despidieron y se subieron a las habitaciones, yendo a las camas para dormirse al instante que apoyaban la cabeza.
Mientras que el sol ya había salido hacía tiempo y algunos pájaros cantaban, la mayoría de los alumnos estaban desayunando. La habitación de ellos estaba con un silencio, omitiendo los pequeños ronquidos de Ron, palabras dichas por un Harry dormido y algún que otro sonido que salía por los otros chicos dormidos. En ese momento alguien abrió la puerta veloz y fuertemente, provocando un sonido estridente al golpearla puerta la pared.
-¡Arriba malditos lirones! ¡Sois unas marmotas! ¡Llevo más de media hora esperando en la sala común!-Bramó la voz de Hermione cargada de enfado.
Seamus se levanto super rápido con los ojos ahora abiertos mientras pegaba un grito del mismo susto, Dean se movió para ponerse la almohada en la cabeza, oyendose quejidos ahogados por la propia almohada. Neville se cayó de la cama mientras se tapaba con las sábanas, Ron se levantó con los ojos cerrados y recogió su ropa para meterse inmediatamente al baño. Harry se intentó levantar pero se cayó de la cama al enredarse con las sábanas y el dosel.
-¡Por dios que no son horas de gritar!-Gruño Dean sin que se le entendiese mucho, ya que estaba boca abajo tapándose la cabeza con la almohada.
-¡¿Cómo que nos son horas?! Dentro de veinte minutos empiezan las clases.-Gritó Hermione alterada y mirándoles enfadada. Al escuchar eso, consiguió que todos saliesen de las posiciones de estatuas y el caos empezase.
Hermione viendo que estaban todos peleando por vestirse rápidamente, por utilizar el baño e incluso por encontrar sus cosas, negó con la cabeza mientras bajaba a la sala común. Metió el libro que estaba leyendo antes en su mochila, intentando hacer tiempo para que esa panda pudiese organizarse.
-¿Ya se han despertado?-Preguntó Fred apareciendo a un lado de ella asustándola.
-¿O nuestro Ronecito está durmiendo la mona?-Dijo George apareciendo en el otro lado.
-Ja ja ja, que divertidos sois...-Comentó con burla, enfurruñado Ron mientras los demás bajaban con él.
-Oh vamos Ronencito...-Empezó a decir Fred, con una amplia sonrisa.
-Solo nos estamos divirtiendo...-Acabó la frase George, con otra amplia sonrisa.
-Sabes que somos divertidos.-Dijeron al final los dos a la vez mientras que Ron les miraba mal y ponía los ojos en blanco.
-yo también soy divertido, ya verás, os lo demostraré. -Dijo Ron frustrado por no poder colocarse bien la corbata, los gemelos se rieron ante lo dicho. Mientras pensaba algo gracioso, se dirigieron hacia el gran comedor. Entonces Ron sin darse cuenta de que el grupo de los slytherin estaban allí con ellos, porque seguía mirando la corbata e intentando colocársela.
-Era un troll tan, pero tan sucio, que un día se rascó la muñeca y se encontró un reloj.-Dijo Ron de pronto, un silencio acompañó lo dicho por él, harto de la corbata levantó la vista encontrándose nada y nada menos, que sus amigos que trataban de no reírse y al grupo de los slytherin estaban mirándole perplejos sin saber a que había venido lo dicho.
-Bien, vale...-Contestó Pansy sin saber que decir, Ron se empezó a sonrojar de la misma vergüenza. Provocando que todos sus amigos estallarán en risas.
El grupo de los slytherin estaban más extrañados si cabía.
-¿Nos hemos perdido algo?-Preguntó Terence mirando a todos por igual, Hermione fue la primera en recuperarse de la risa.
-Sólo, que los gemelos estaban molestando a Ron sobre que ellos eran divertidos y como Ron estaba centrado en su corbata, no se ha dado cuenta de que habíamos dejado el tema ni de que ya estábamos en la puerta del gran comedor. Y al final ha soltado lo que les quería demostrar a su hermanos...-Explicaba ella mientras intentaba dejar de reír.
-¡Oh, Ronecito! ¡Eres el mejor! ¡Mucho mejor que nosotros!-Se burlaron los gemelos mientras se abrazaban y reían a carcajadas. Ron al ver que el grupo de los slytherin también habían escuchado el apodo se sonrojó más si cabía.
-Bueno... Estáis locos, así que vayamos a desayunar.-Comentó Pansy bufando y riendo divertida.
-Oye, ayer dijisteis que teníais pensado algo para sorprender en el gran comedor.-Recordó algo risueña Hermione.
-Oh claro, pues teníamos pensado que vosotros leones os vais a sentar en la mesa de las serpientes con nosotros.-Explicó Pansy tranquila sin hacer caso a algunas caras de los leones.
-Pero...-Dijo Ron como en Shock.
-No se admiten peros...-Añadió decidida Pansy.
-Por qué no mejor, que las serpientes se sienten donde los leones.-Dijeron los gemelos con una sonrisilla y los slytherin les miraron con el ceño fruncido .
-Una cosa es que queramos darles un pequeño susto, no un ataque al corazón y empiecen a creer cosas raras.-Añadió Theodore, con tranquilidad como si eso fuese un hecho obvio.
Los leones negaban bufando y suspirando, aceptaron. Cogiendo fuerzas entraron por la puerta del gran comedor mientras hablaban de cualquier cosa entre los dos grupos ignorando el silencio de sus compañeros y sus profesores.
En el momento que se sentaron en la mesa, el silencio se rompió, y los murmullos y exclamaciones de sus compañeros se propagaron por toda la sala e incluso la mayoría de los profesores estaban sorprendidos. Una alumna ignorando los murmullos y exageraciones de sus compañeros, se levantó de su asiento y fue hacía la mesa de las serpientes.
-¡Buenos días chicos!-Exclamó Luna con un manga mientras se sentaba como si fuese su propia mesa, al lado de Harry apartando a Ron, ya que se sentó abruptamente haciendo que Ron se apartase o si no acabaría como una silla para ella.
-Hola Luna.-Saludó y sonrió divertido Harry mientras tomaba zumo de calabaza, ella levantó la vista de su manga y sonrió de forma extraña a Harry. Él sin darse cuenta de lo que iba a ocurrir Luna le puso el manga delante suya haciendo que leyese sin darse cuenta esa página, provocando que parte de su bebida fuese por el otro lado, consiguiendo que se atragantase.
-¡Luna!¡Qué me acabo de levantar!-Se quejó Harry apartando el libro, mientras Luna se reía.
-Vale, vale, tranquilizaos que viene hacia aquí el profesor Snape y la profesora Mcgonagall. -Dijo Hermione un tanto preocupada.
-Señores Potter, Weasley, Thomas, Finnigan y Señorita Granger, ¿se puede saber qué hacéis en la mesa de Slytherin?-Preguntó Mcgonagall seria omitiendo a Luna claramente.
-Profesora, estamos aquí porque hemos decidido madurar. Hemos hecho una tregua entre casas e intentamos propagar la unión entre ellas.-Explicó Hermione rápida y decidida, haciendo que la tensión de la profesora Mcgonagall se relajase y sonriese ante lo que acaba de escuchar, orgullosa de los alumnos de su casa. El profesor Snape en cambio levantó una ceja, y miró a sus alumnos de su casa.
-Ya veremos si es cierto.-Comentó el profesor Snape dándole los horarios a sus alumnos de su casa.
-Aquí tenéis vuestros horarios, queridos.-Añadió Mcgonagall dándoselo a sus alumnos de su casa, especialmente dandole una mirada de advertencia a los gemelos. Con los horarios dados los profesores se fueron para ir a preparar sus clases.