Harry llegó a la sala común de slytherin desorientado y sin saber que pasaba, aunque Pansy seguía sin parar de hablar aturdiendole. Harry se sentó enfrente de la chimenea, pensando ante quien estaría esperándole, mientras Pansy seguía hablando. haciendo de música de fondo de los pensamientos.
-¿Harry qué haces aquí?- preguntó Blaise acercándose a ellos, Harry se sobresaltó al ser sacado de sus pensamientos tan bruscamente.
- Ni idea, Pansy a aparecido de la nada y me ha arrastrado hasta aquí. A dicho algo sobre disfraces y de que alguien me espera en la Mansión Slytherin.-contestó Harry con confusión, una mano se apoyó en el hombro de Harry haciendo que saltara en su sitio, Blaise y Pansy se rieron de la situación, Harry se giro viendo que a quien tenía detrás suyo era Draco. Este le sonrió suave y negó divertido, Harry les miró enfurruñado, levantándose y cruzándose de brazos intentando no reír ante la risa de los demás.
-Anda Harry no te enfades, ha sido sin querer… Además te iba avisar de que el profesor Snape me ha pedido que te acompañe a su despacho.-aclaró Draco haciendo que el enfado de Harry se esfumase y la curiosidad apareciese.
-Entonces vamos no le hagamos esperar más, bastante poco le gusto como para darle más motivos…-murmura Harry rápido mientras pasa por al lado de Draco.
-Luego nos vemos chicos.-Se despidió Harry de Blaise y Pansy, andando hacia la puerta, Draco asintió con la cabeza hacia ellos y con una sonrisa ladina siguió a Harry. En un par de pasos iban a la misma altura, llegando al despacho del profesor.
Llamaron a la puerta y escucharon como dos voces se callaron, y como una les ordenaban que entrase. Al entrar vieron hablando al profesor Snape y al profesor Lupin,Harry no pudo evitar que una sonrisa resplandeciente apareciese al ver a Remus y este le correspondió igual.
-Cuando los gryffindors hayan acabado, les aviso al señor Potter que Abbigail me ha avisado de que se te requiere en la mansión, ya que no puedo por otros asuntos, el profesor Lupin le acompañara dejandole en la mansión.- Explicó Severus calmado y serio, Harry asintió sonriente, al ver esto Severus rodó los ojos.
-Profesor ¿podría preguntarle por que me ha mandado llamar a mi?- preguntó Draco receloso ante tanto secretismo, pero entendiendo que Harry le contara las cosas en su momento.
-Por que acompañará al señor Potter y al profesor Lupin, Abbigail me ha pedido si podrías también venir. Más le vale que no se por tonterías…-Lo último lo murmuro refunfuñando.
-Muchas gracias Severus, ¿te importa que utilicemos tu chimenea?-Contestó Remus, Severus hizo un gesto con la mano, y con eso Remus se acercó a la chimenea entrando con Draco y Harry.
-¡Mansión Potter!-Dijo claro y alto Remus mientras soltaba los polvos flu.
Al llegar, salio primero Remus, después Harry a trompicones con ayuda de Draco, antes de que Remus lo hiciese Harry sacó su varita y con un pase quitó toda la ceniza que podrían haber tenido.
Antes de que pudiesen decir algo, una mancha de color castaño fue lo que vio Harry, porque al segundo estaba abrazándolo.
-¡Harry! ¡Te he echado de menos, mi niño, mi pequeño hoja verde!- Decía Abbigail mientras le daba a Harry un abrazo de oso. Harry se reía, después de ese tratamiento efusivo, uno más suave paso a Draco y Remus.
-Bueno además de para abrazarme y verme para que ¿nos has llamado?-Pregunta Harry sonriente a Abigail, está se ríe traviesa.
-Menos mal que me conoces… Pues están aquí unos amigos míos, entre ellos tu padre, Draco, y hemos descubierto ciertas cosas. Además de que tienes revisión con el medimago. Aunque hay una amigo Harry que me gustaría avisarte que no ha venido para hacer nada más que visitarme…-Dijo Abbigail, Harry asintió confuso y frunciendo el ceño. Nada más entrar en el salón de la Mansión vio quienes estaban sentados tomando el té, siendo al señor Malfoy al primero en ver y al segundo al hombre de su sueño, al hombre del periódico.
-Buenos días hijo, Harry, señor Lupin.-Saludo Lucius sonriendole un poco más al último, haciendo que apartase la mirada Remus por los nervios.
-Buenos días, señores, permítanme presentarme, soy Marvolo Slytherin.-dijo el hombre con una sonrisa encantadora amplia y ladina, Harry le miró sonriendo forzadamente, receloso y precavido, lanzando miraditas para nada sutiles a Abigail que las ignoraba completamente.
El rato pasaba rápido, la mayoría hablaban entre sí menos Harry que de vez en cuando aportaba algo a la conversación, pero lo que más hacía era mirar constantemente a Marvolo, con el ceño ligeramente fruncido.
-Señor Slytherin ¿puedo preguntarle algo?- Preguntó Harry mientras los demás seguían hablando.
-Por supuesto, aunque llámame Marvolo…-Sugirió Marvolo haciendo un gesto con las manos mientras sonreía.
-Usted es hijo de Lord Voldemort, ¿Por que se sabe ahora y no antes?-Soltó de sopetón Harry, provocando que la sonrisa de Marvolo se endureciera pero al instante volvió a estar igual solo que un brillo parecido al que tenía Harry cuando maquinaba apareció en sus ojos.
-Bueno, eso es muy sencillo de contestar, he estado viajando por el mundo mucho, y he estado mucho tiempo en el mundo muggle,al final un amigo hablo de mi con otro amigo en un lugar concurrido y lo demás es historia…-Explico por encima Marvolo Harry frunció un poco más el ceño y asintió dándose algo satisfecho pero con más dudas plagando en su mente.
-¿Y por qué países has estado viajando?-Continuó preguntando Harry ignorando las miradas de advertencia y de pánico de Abigail. Marvolo soltó una pequeña risa y puso una mueca pensativa.
-Pues he estado por varios países del norte de Europa, como Letonia, Estonia, Rusia, etcétera. Además en donde viví de niño en Bari, Italia. También he estado por Túnez, Argelia, Uganda, Laos, Nueva Zelanda, Ontario, Dallas y São Paulo.- Contestó metódicamente y numerando los países con satisfacción, Harry se asombro pero su cara no dijo nada aunque sus ojos lo dijeron todo. Harry continuó con su interrogatorio que contestaba algunas de sus dudas, siendo una batalla por quien podría, dejándose en empate. Draco estuvo observando toda la conversación, confuso ante la actitud de Harry como la de el señor Slytherin, poniéndole celoso, por que de vez en cuando recibía miradas heladoras por parte de él, cuando miraba mucho rato a Harry.
A la media hora se despidió de todos de la misma manera, con las dudas sin resolver dando vueltas por la cabeza, yendo a la habitación de invitados a ver al medimago.
Akira le realizó varias pruebas dando como resultado la mejoría poco a poco de Harry de varios de los hechizos y del collar mágico.
-Harry te tienes que seguir tomando las pociones, aunque tu herencia ha mejorado bastante tu salud hasta ahora lo cual es muy bueno.-dijo Akira mientras le acompañaba a Harry hasta donde estaba la chimenea donde estaban esperándole Draco, Remus y Abigail.
La despedida fue caótica ya que Abigail empezó falsamente a llorar sin querer soltar a Harry provocando sus risas, llegaron al despacho del profesor Snape vía flu, siendo como siempre les hecho de allí llendose Remus por su lado y Draco queriendo acompañar a Harry.
Estando cerca de la torre Gryffindor, mientras hablaban sobre clases se encontraron de frente a Albus Dumbledore, Harry se tenso acercándose un poco más a Draco mientras le hablaba queriendo ignorarle, pero al final Dumbledore se paro enfrente de Harry.
-Harry querido, ¿tienes un momento?-Preguntó Dumbledore, Harry quiso negarse pero apretando la mandíbula asintió, puso su mano en el brazo de Draco y le miró con una sonrisa forzada este asintió alejándose un poco, apoyándose en una pared. Dumbledore vio toda la interacción como un halcón con su pose de abuelo bonachón constantemente.
-Harry querido no es el mejor lugar para hablar de lo que te quiero contar…-empezó a decir Dumbledore pero cambió de tema al ver la cara de Harry con un suspiro falso puso una cara pesarosa.
-Bueno, mi niño lo que quería decirte es que siento mucho haberte estado ignorando durante el año pasado pero ya viste que el ministerio mandó a la señorita Umbridge. Pero lo que quería era decirte es que si quieres continuar con el ED por supuesto que los profesores te dejaran…-dijo como si contase un secreto con una sonrisa traviesa, Harry se tensó y sonrió forzadamente.
-Lo siento Profesor el ED se formó porque no se daban clases de defensa decentes como este año si tenemos un profesor más que decente no creo que se necesite. Pero gracias por advertirme, ahora si no le importa el toque de queda dentro de poco…- empezó a decir entonces la cara de Dumbledore de manera sutil cambio y dijo algo que no se espero escuchar Harry.
-¡Oh se me olvidaba decirte! Como no has estado con tan buena nota en pociones los profesores y yo hemos pensando en que podrías dejar de lado durante un tiempo el quidditch, por supuesto solo hasta que puedas subir de nota , claro está… Y es cierto mi niño es casi el toque de queda asi que mejor te dejo marchar. Hasta mañana.-Con eso dicho Dumbledore se fue dejando a Harry allí. Harry se quedó petrificado entre la furia y la angustia, Draco se acercó habiendo escuchado todo pasó su brazo por el hombro medio abrazándole.
-Tranquilo Harry yo te ayudare a subir de nota, es más en el momento en el que mi padrino sepa que te estoy dando clases dejara de bajarte tantos puntos y tendrá que darte la nota que corresponde… no dejará entre dicho que su ahijado y el mejor estudiante no sepa enseñar…-dijo Draco con una sonrisilla, Harry le miró sonriendo suave con los ojos aguados, se pasó las manos por los ojos y rio.
-Gracias Draco eres muy amable…-susurro Harry recordando como hacía unos días sucedió algo parecido en el mismo pasillo. Continuaron andando así hasta llegar casi a la puerta, entonces Draco suspiró y le miro serio.
-Harry tengo que preguntarte algo y quiero que seas sincero.-Harry asintió confuso haciendo sonreír a Draco por la cara que transmitía.
-Harry me gustas… ¿Yo te gusto?¿Te gusta el nuevo?-dijo Draco sin apartar la mirada haciendo que Harry se sumergiese en ese mar plateado.