Marvolo suspiro mientras miraba el whisky muggle que contenía su vaso, pensando en todo lo que acababa de suceder, mientras estaba sentando en el sillón enfrente de la chimenea de su despacho. La puerta se abrió de golpe y porrazo, le sorprendió y sobresalto aunque no lo dejó notar.
-¡Tommy!-Dijo una voz masculina poniendo una voz falseada y estridente, Marvolo suspiro, cerrando los ojos con algo de irritación y se giró hacía la puerta,viendo a un hombre que su glamour mostraba a un famoso auror pero dado por muerto anteriormente. Pero debajo de su glamour se mostraba aun hombre con el pelo largo, rizado y negro, con los ojos castaños que brillaban con vetas ámbar, unos labios cereza y con una constitución delgada pero fuerte, era de estatura normal, ni demasiado bajo ni demasiado alto.
-James, te dije que no me llames así…-Gruño Marvolo al ver la sonrisa traviesa con los ojos brillantes complementándolo,James sonrió pero su sonrisa estaba algo cargada con tristeza.
-Tom, tenemos que hablar, es lo que me has dicho. Que cuando me viesen tus medimagos y descansase, hablariamos. -Dijo James serio pero Marvolo fue hablar pero este negó testarudo sabiendo que quería posponerlo más si fuera posible.
-Cierto, Yo… Han pasado muchas cosas y no se como decirtelo…-Dijo Marvolo levantándose del sillón sin mirarle, observando solo la chimenea, dejandole sentarse a James en el sillón, este le miraba serio y atento,entonces puso una cara de horror.
-¡¿Me has puestos los cuernos?!-Preguntó horrorizado James, Marvolo dejo de hablar ante esto y se giró ipso facto con una cara muy sorprendida.
-¡No, por supuesto que no! No es eso. Si no que el viejo toca narices nos ha manejado como títeres, y nuestras vidas y las de nuestros “amigos” están igual de patas arribas.-Soltó a bocajarro Marvolo, ofendido por que James pudiese pensar que él le sería infiel. James suspiro medio aliviado al escuchar que su pareja no le había sido infiel y que su parte elfo corícide estaba más aliviada en cierta manera.
-Se que el viejo nos ha manejado, me secuestro y quiso quitarme mi magia para ser más fuerte. Menos mal que madre magia está conmigo y me apoyo para poder seguir viviendo. Se que el viejo nos ha controlado nuestras vidas, nuestros recuerdos nos los ha modificado… Empecé a recordar gracias a sus torturas… y me acordé de Harry… ¡Mi niño ha crecido sin nosotros y creerá que estoy muerto y que lo que vio fue un sueño! -dijo James ya sollozando con pavor, hiperventilando, Marvolo empezó a entrar en pánico sin saber cómo consolar a James entonces recordó lo que le dijo Abigail.
-Harry ya sabe que estás vivo. Bueno lo malo es que Harry no sabe que yo soy su padre, ni que estuvimos juntos ni que estuve controlado por la vieja cabra haciéndome creer cosas que no eran… Cree que le quiero matar.-Dijo susurrando lo último con pesar y una mezcla de sentimientos en los ojos, pero unos brazos le sacaron de sus pensamientos pesimistas y siniestros. Se tensó al notar que era James el que le abrazaba.
-Tranquilo Tommy, ya verás que podremos hacerle ver a Harry la verdad. Los muggles dicen que las mentiras tienen las piernas muy cortas…-dijo con una sonrisa cansada, Marvolo ignoro el diminutivo y sonrió suave, acariciando la mejilla de James.
-Tienes que descansar más.-Afirmó Marvolo a James mientras le dirigía hacía su habitación, con una mano en su cintura.
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Harry se despertó desorientado, miró a su alrededor y se fijó que estaba en la enfermería. Escucho el silencio y calma característico de esta sala y escucho los pasos de los zapatos de la señora Pomfrey moviéndose por el despacho, con un suspiro dejó que la mezcla de sentimientos y pensamientos le arrastraran para poder pensar con claridad.
“Si papá confía en Tom Riddle tendrá que ser porque no es como decían y como dijo Hermione, podría ser que Dumbledore también le controlase y que quisiese que actuase como el “malo de la película” para así ser el héroe. Pero la pregunta es : ¿Por qué está haciendo todo esto? ¿Por qué hacer tanto mal a tantas personas?”Pensó Harry después de aclararse la cabeza.
“Además recuerdo que Hermione, me comento que si te haces una prueba en Gringotts sobre tu herencia, salen quienes son tus progenitores… O también dicen que se puede hacer de manera casera con unos hechizos…
Tengo que saberlo, se que Abigail me esta escondiendo secretos, que no me lo dice por mi propia seguridad pero… No se que hacer, no se si decirle todo lo que se… ¡Decidido Hoy mismo, sábado si no me dan el alta me da igual lo hago, me marcho, así que aprovecho la salida a Hogsmeade de todos, para poder ir a la mansión y encararle todo lo que sé!” Pensó Harry con confianza, se sentó y miró a su alrededor, cuando fue a plantar un pie en el suelo, una alarma empezó a sonar y unos pasos apresurados sonaron hasta llegar hasta él.
-¡Señor Potter! ¡¿A donde cree que va?!-dijo imperativa la señora Pomfrey, Harry se medio encogió sobresaltado y mirándole con los ojos más inocentes posibles, que ablandó un poco la expresión de ella.
-Al baño señora Pomfrey…-Mintió Harry, la señora Pomfrey le miró seria dejandole pasar la mentirijilla y le examinó con su varita.
-Viendo que esta todo bien, ¿y se encuentra mejor?-Preguntó, Harry asintió deprisa entonces la señora Pomfrey le miró seria y atenta.
-Entonces espero que si le doy el alta, no verle a no ser que venga de visita para ver a algún alumno o para saludarme…-Dijo la señora Pomfrey acabando la frase con un sonrisa suave, Harry se relajó y le lanzó un pequeña sonrisa.
Harry se puso su ropa y sus cosas, con la varita incluida y fue directo a la torre Gryffindor fijándose en no querer encontrarse con nadie, no queriendo decirle por ahora sus revueltos pensamientos. Ya en la sala común se dió cuenta de que los demás se acababan de irse así que con prisa se cambió, se guardó el mapa merodeador y se puso la capa de invisibilidad. Cuando se fue a marchar escucho como la puerta se abría, con el mapa en una mano y la varita con la otra mientras era tapado con la capa vio como entraban a escondidas Richard Sky y Jack Sloper, viendo que al parecer a Sloper le habían dejado volver a Hogwarts.
-Ya verás la sorpresa que se llevará el “Héroe” del mundo mágico cuando vea nuestro regalo…Nos lo pidió Ginny… Tiene una obsesión pero nos podemos vengar a la vez que le ayudamos ¡Además por su culpa me expulsaron durante dos meses y mis padres tuvieron que intervenir! -Dijo entre risas al principio pero con rabia hacia el final, Jack Sloper.
-Yo no sé… Ese enano me dejó en la enfermería durante un mes y medio … Se que debería vengarme pero ¿Y si se entera de que nosotros hicimos esto? Creo que es capaz de más de lo que parece... -Dijo con miedo Richard Sky siguiendo de manera asustada y pavorosa a Sloper susurrando lo último. Sloper hizo un gesto con la mano y coloco el jarrón con la flor en la mesilla con la caja de bombones y además añadiendo una copa con algo en su interior en la mesilla. Después de colocar todo esto dejó una nota y se marcharon rápidamente.
Harry con curiosidad y recelo se acercó a la copa, y le lanzó un hechizo de revelación, viendo como este mostraba que había un veneno que le provocaría que todas sus pesadillas las reviviese una y otra vez durante las tres próximas noches, abrió la caja de bombones y los olió, les olía a chocolate, a melaza, a césped recién cortado, a lluvia, a rosas y a la olor natural de Draco, se apartó asombrado y asqueado sabiendo que era lo que había en los bombones.
“¡Amortentia! ¡Prevell se ha atrevido a querer envenenarme con amortentia para estar con ella! Es una pena que no me pueda vengar de ella como de Sloper o de Sky… Si lo hiciese Dumbledore se enteraría… Tengo que hacer que alguien lo haga por mi. Bueno eso lo pensaré en otro momento.”Pensó Harry mientras miraba la flor extrañado de lo que podría hacer también, con la varita encogió todo y echó un hechizo para que no se estropease las pruebas y se las guardó en un bolsillo sabiendo que era lo mejor para que ninguno de sus amigos cayesen en la tentación y sufriesen en las consecuencias.
Con eso hecho se fue de camino hacia Hogsmeade por el camino escondido de Hogwarts al sótano de Zonko, sabiendo que no se encontraría con nadie. En el sótano con cuidado subió a la tienda y salio de ella hacia de los callejones más lejanos, intentando no toparse con nadie, aunque casi se dio de frente con Bulstrode que iba con Terence, Lucian y Blaise que seguían a un grupo de gryffindors, allí vio que el grupo se conformaba por Ron que era seguido por una Lavender demasiado confiada con los gemelos mientras hablaban con Angelina y Jordan. Con sigilo se apartó con una sonrisa al ver los celos notables de las serpientes hacia su destino, que era un callejón. Ya allí se quitó la capa y la guardó con cuidado y se dispuso a llamar a alguien que le podía llevar a la mansión sin avisar a nadie ni hacer que sospechasen.
-¡Winky!-Dijo en voz alta y clara mirando a la salida del callejón atento de que nadie entrase al segundo se escuchó un sonido de cambio de aire y enfrente suyo vio a la elfina doméstica.
-¿Amo Harry me ha llamado?-Dijo la elfina con una sonrisa tímida, Harry correspondió la sonrisa.
-Si Winky ¿Podrías llevarme a la Mansión y dejarme donde esté Abigail?-Preguntó Harry, Winky asintió y le mostró la mano, Harry le dio la suya y la estrecho y al segundo se aparecieron en la mansión, exactamente en el salón. Winky sonrió a Harry.
-Iré a avisar a la señorita Abigail que está en aquí el amo Harry…-Dijo Winky antes de que Harry fuese a darle las gracias desapareció.
A los treinta segundos se escucho unos pasos rápidos y como unas voces de elfos domésticos, incluyendo a Winky, advertían que tuviese cuidado.
Antes de que Harry pudiese moverse se vio rodeado por una brazos en un abrazo fuerte y enérgico.
-¡Mi ángel, estás bien! Acabo de leer una carta de Hermione diciendo que te habías desmayado y otra de la profesora McGonagall del mismo estilo, diciendo que era por el estrés del curso. ¡Por Circe pensaba irme ahora mismo a verte!-Dijo enérgica y alterada Abigail, Harry le sonrió aliviado viendo que seguía siendo su madrina como siempre aunque le dijo que hacía meses que sabía que su padre estaba vivo.
-Madri… Tranquila quería comentarte sobre eso, exactamente.-Dijo Harry mientras se sentaba en el sillón, Abigail hizo lo mismo sentándose a su lado, mirándole atenta sin quitarle el ojo de encima.
-Bueno no me desmaye por el estrés. Yo tuve una visión o viaje astral o como quieras llamarlo…-Dijo Harry escuchando el jadeo de Abigail que le estaba agarrando el brazo con caricias intentando relajarle.
-¿Estás bien? ¿Qué vistes?-Preguntó Abigail preocupada, Harry cogió aire y la miró nervioso con el revuelto de pensamientos en su cabeza yendo y viniendo.
-No se como estoy. Yo vi a papá y a Marvolo Slytherin o también conocido como Tom Riddle…-Dijo Harry mirando serio y algo traicionado a Abigail que puso una cara culpable. No dijeron más vio como Abigail apartó la mirada y como lentamente le soltaba, antes de que le soltase del todo él le cogió la mano. Abigail ante esto jadeo y le miró con los ojos anegados en lágrimas mientras que Harry le miraba con los ojos centelleantes y una sonrisa suave.
-Entiendo por qué lo has hecho, aunque no me guste. Yo llevo tiempo pensando en algo pero no lo he dicho porque me parecía una locura en ese momento, pero ahora. Ahora veo que puede ser real… ¿Tom Riddle es mi otro padre?- Dijo Harry inseguro si querer saber bien la respuesta, Abigail se le quedo mirándole con los ojos en lagrimas seria y sonrió suave, le acariciaba la mejilla y asiente con la cabeza firme sabiendo que Harry necesitaba saberlo.
-Si lo es pero él no quería matarte. Él no era quien fue, estaba siendo controlado y luego a base de unos rituales que hizo la locura se adueñó de todo su ser… Ahora es el hombre que conocí y que tenía otros ideales.-Dijo perdida en sus recuerdos Abigail, Harry la miraba atento y se miró las manos sin saber qué pensar o decir.
-Se que le tendrás que decir que ya se todo pero, podrías esperar un poco más. ¿Por favor?-Dijo Harry sintiéndose como un niño desprotegido al darse cuenta que tenía razón de que toda su vida había sido una estratagema y mentiras del viejo, Abigail le miró sorprendida y le sonrió suave, antes de que pudiese decir nada le abrazo fuertemente.
-Claro que sí Harry. Ya no estás solo mi ángel, hace mucho que no estás solo, no debes de cargar con tanto peso.-Dijo mientras le abrazaba y este sin poder aguantar más rompió a llorar. Después de un rato cuando Harry se pudo calmar le comento por encima como iba los rituales, miento un poco de que todavía no había acabado el del velo.
Poco rato más se pudo quedar, volviendo llamar a Winky para le volviese a dejar en el callejón, ya allí antes de que la elfina se volviese a marchar le pidió un favor.
-Winky me podrías ayudar en vengarme de unas personas que me han querido hacer daño…-Dijo inacabadamente Harry antes de que Winky le interrumpiese.
-!¿Quien se atrevido a hacerle daño?¡ ¿Ha sido el director?- Pregunto Winky rabiosa, Harry parpadeo sorprendido pero sonrió divertido y suave.
-No ha sido el por ahora. Han sido los alumnos Jack Sloper, Richard Sky y Ginevra Prevell…¿Podrías echarles en la bebida esto?-Dijo sacando de su bolsillo la copa y volviéndola a agrandar, dándoselo a la elfina. La elfina lo cogió con cuidado y con una mirada determinada.
-¿Me dejaría el amo darles una sorpresa más?-Pregunto comedida Winky, Harry la miró sorprendida y asintió con una sonrisa muy astuta.
-Eres la mejor Winky, es mejor que me vaya, nadie sabe que me había marchado. Hasta luego Winky.-Dijo despidiéndose Harry mientras se tapaba con la capa yendo hacia su camino secreto.
No tardó mucho a la vuelta viendo a su grupo estando entero acercándose lentamente jardines se marchó hacia la torre para dejar la capa y el mapa.
Cuando llegó a la habitación, guardó los bombones sabiendo que eran un peligro para cualquiera que los comiera y servían como prueba de lo acaba de hacer la pelirroja, y busco el libro de herbología para encontrar que flor era la que le habían dejado en el jarrón en su mesilla.
Busco pero no encontró nada, pero recordó que Neville le dejó un libro sobre flores y sus significados, corriendo lo cogió y pasó las páginas, hasta encontrar la flor exacta.
Peonias: Expresan vergüenza, timidez o resentimiento. Se considera de muy mala suerte arrancar plantas o flores de Peonias.
Harry suspiró y puso los ojos en blanco al saber que seguramente fuese más el resentimiento que los otros dos significados, y que la flor debió de ser elegida por los tres por los tres resentimientos que tenían hacia él.
Cuando escucho pasos que subían por las escaleras decidió quemar y eliminar cualquier muestra de la flor y el jarrón, justo cuando se abrió la puerta.
-¡Harry! ¡Querido, soy yo!-Dijo una voz estridente, Harry levantó la vista del libro que estaba guardando viendo que la persona que había entrado era Ginevra, se tenso y sujeto fuertemente la varita.
-¿Qué haces aquí?-Dijo Harry frío e inexpresivo,dejando helada a la pelirroja, Ginevra tenso su sonrisa y se quedó quieta mirando sutilmente la mesilla, que estaba vacía.
-Pues quería solucionar nuestros problemas y por supuesto ver si te habías liberado de esos pensamientos … tan horribles que antes tenías.-Dijo Ginevra poniendo una pose seductora y sonriendole coqueta, Harry la miro alzando una ceja y mirándola todavía frío e incluso aburrido.
-Te lo doy las gracias pero como ves, no he cambiado de opinión así que te agradecería que te fueras de aquí. Bueno en verdad te vas de aquí por las buenas o por las malas, si no quieres que la profesora McGonagall se entere que me estas acosando en mi propio dormitorio, en el de chicos exactamente…-Dijo Harry calmadamente mientras notaba como la pelirroja se tensaba y su expresión cambiaba a una de enfado y miedo y con eso salio hecha una furia de allí, pero cuando abrió la puerta se encontró con Ron y Neville que estaban quietos después de escuchar la conversación, antes de que ellos la amenazasen se marchó de allí.
Después de esa salida, Ron y Neville pero antes de que pudiesen decir nada, Harry salio de los dormitorios bajando a la sala común,estos corrieron detrás de él.
-Draco y el grupo están en los jardines…-Dijo Neville sin saber qué más decir, mirando preocupado a Harry que seguía seria y frío.
-¿Qué te ha hecho esa arpía?-Preguntó Ron preocupado y cabreado al haber escuchado parte de la discusión.
-Solo lo diré cuando lleguemos con los demás, quiero que esteis atentos por que no quiero que os hagan daño a ninguno…-Dijo Harry mientras entraban a los jardines viendo de lejos al grupo sentado debajo de un roble.