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¿Hermanos? por Fullbuster

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Notas del capitulo:

Nota: En la biografía de mi  facebook ya está la votación para elegir los siguientes fics que van a salir, portadas y resumenes están en las fotografías por si alguien quiere elegir de entre ellos. Los que vayan a votar, leed bien los resúmenes y las advertencias para no llevarse desilusiones. Saludos.


FacebookFullbuster Fic


Atte: Fullbuster

Naruto Uzumaki POV

 

 

 

Dos años habían pasado desde el entierro de mis padres y aunque a veces aún les recordaba, ya había vuelto a ser el chico de siempre. A mis nueve años, seguía viendo a Sasuke Uchiha como mi mejor amigo y mi hermano, le adoraba y me encantaba estar con él aunque seguíamos peleándonos constantemente y discutiendo, pero con su familia todo era agradable… excepto Karin, su tía siempre estaba detrás de mí metiéndose conmigo, haciéndome la vida imposible, pero yo no quería decirles nada, sabía que todo pasaría y no quería meter problemas en la familia, más que nada porque encima de que me habían acogido, no podía hacerles algo así de darles problemas.

 

Me callaba todas las cosas que me hacía o me decía Karin para no preocuparles, pero ella siempre se metía con mi madre y me cabreaba, decía que mi madre era una cualquiera, que mi padre la había engañado muchas veces y seguramente yo ni siquiera era hijo de ella, que por eso no me parecía y me dolían sus palabras, sólo tenía nueve años y me cabreaba. Odiaba a Karin y siempre me metía en problemas con ella porque defendía a mi madre frente a ella y sus amigas, pero ella seguía metiéndose conmigo, disfrutaba haciéndome sufrir.

 

¿Era cierto lo que decía? Yo no quería creerlo, había visto a mi madre con esa sonrisa que sólo da la verdadera felicidad, era feliz con mi padre y yo amaba a mi padre, no podía creerme todo lo que decía de ellos, pero lo repetía tantas veces, lo difundía por el pueblo y ahora casi todos creían que mi madre era una cualquiera que engañaba a mi padre y que mi padre tenía que buscarse otras mujeres. Mikoto muchas veces me veía llorar por todo lo que decían de mí y se sentaba conmigo desmintiendo todo lo que decían, comentándome que mis padres eran dos personas que se amaron con locura y que yo nací de esa feliz relación, que no debía hacer caso a los rumores… pero yo jamás pude contarle que era su propia hermana la que infundía ese rumor, no pude contarle nada porque sé que le dolería que su propia hermana hiciera algo tan bajo.

 

Fugaku siempre estaba ocupado llevando la hacienda, vendiendo ganado, llevando el rancho, los viñedos, la empresa y es que era mucho trabajo para él solo. Solía llegar tarde a casa por la cantidad de trabajo pero cuando venía, nos saludaba a todos con dulzura y una sonrisa, cenaba en familia y trataba de estar con nosotros cada segundo libre que tenía, me trataba como si fuera su propio hijo y yo ya casi me sentía parte de esta familia, sentía a Mikoto como a una madre, a Fugaku como a mi padre y tenía dos grandes hermanos a los que adoraba, porque Itachi siempre estaba muy pendiente de mí y Sasuke me seguía a todos los lados tratando de hacerme sonreír.

 

Hoy había bajado a desayunar cuando escuché voces en el despacho de Fugaku. La puerta estaba entreabierta y me acerqué un poco para ver como Fugaku discutía con Karin y es que para mí era algo normal, Karin sólo traía problemas a la familia, pero había tenido problemas económicos y Mikoto al ser su hermana, la había acogido en esta casa hasta que se recuperase, pero se había asentado tanto en esta casa, que no se movería de aquí ni con aceite hirviendo.

 

Estaban hablando de algo de la empresa y Fugaku le insistía una y otra vez en que esa parte de la empresa en la que Karin quería participar y administrar, formaba parte de mi herencia, Minato era el dueño y me lo habían dejado a mí, así que él iba a administrarlo todo hasta que yo cumpliera la mayoría de edad para poder dármelo tal y como deseaba mi padre.

 

- Vamos Fugaku, ese niño tardará años en poder administrar todo eso, en poder heredar. Yo podría administrar todo eso hasta que él pueda hacerlo – le insistía Karin.

 

- No Karin, nadie va a tocar esa parte de la empresa, pertenece a Naruto y hasta que él pueda heredarlo, yo me ocuparé de ella.

 

- ¿Cómo puedes seguir negándote Fugaku? Te quitarías mucho trabajo de encima si me pasarás su parte para administrarla.

 

- He dicho que no – le contestó – nadie tocará lo que le corresponde a ese chico y ahora retírate, no tenemos más de qué hablar.

 

Karin salió enfadada de la oficina y en su camino hacia la cocina, se cruzó conmigo y me apartó de un empujón tirándome al suelo llamándome “bastardo” y es que siempre encontraba el momento para recordarme una y otra vez que mi madre era una cualquiera que se acostaría con quien fuera, que engañaba a mi padre pero yo sabía que no era cierto, yo no era un bastardo, era medio Namikaze medio Uzumaki, era hijo legítimo de Minato y Kushina y lo sabía, no debía dejarme llevar por sus palabras.

 

- ¿Naruto? ¿Qué haces en el suelo? – me preguntó Fugaku al salir de la oficina y me ayudó con rapidez a levantarme.

 

- Lo siento – me disculpé – me tropecé.

 

- Hay que tener más cuidado pequeño – me dijo sonriendo – ven, vamos a curar esa rodilla.

 

Me miré la rodilla que estaba sangrando por el golpe y Fugaku muy amable, me cogió a caballito y me llevó hacia la cocina haciendo el tonto, por lo que no pude evitar sonreír y es que era la familia perfecta, con ellos siempre me lo pasaba en grande.

 

- Cuidado con la cabeza – escuché a Mikoto sonriendo avisando a su esposo de que no me diera contra la puerta cuando entramos – de verdad que no hay remedio con vosotros dos.

 

- Se ha hecho daño en la rodilla – le dijo Fugaku sonriendo dándole un beso a su esposa y sentándome en la encimera de la cocina.

 

- Ahora mismo lo curamos, ya verás que rápido se pasará esto.

 

- ¿Aún no se han levantado los otros dos dormilones? – preguntó Fugaku.

 

- Itachi estaba ayudando en los establos – le comentó Mikoto – Sasuke aún no se ha despertado, pero no tardará. En cuando cure esta rodilla, seguro que Naruto puede ir a buscarle ¿Verdad? – me preguntó sonriendo y yo sonreí.

 

- Sí, iré a buscarle – le sonreí a Mikoto.

 

Mikoto me ayudó a bajar de la encimera y corrí por la casa sonriendo en busca de Sasuke. Abrí la puerta de su habitación sin siquiera tocar pero es que ya era como mi hermano, no hacía falta esas formalidades. Su habitación estaba a oscuras por completo y al cerrar la puerta, la poca luz que entró se apagó completamente y caminé a ciegas tropezando contra la cama y cayendo encima de él.

 

- ¿Pero qué? – escuché que preguntaba

 

- Lo siento Sasuke – le dije sonriendo – he tropezado.

 

- ¿Naruto? Dios ¿Qué hora es?

 

- La hora de desayunar, vamos, ven a desayunar con todos – le dije.

 

- De verdad que energía tienes por las mañanas – me dijo.

 

- Tu eres muy serio – le dije y él se incorporó levemente en la cama encendiendo la luz de su mesilla mientras me miraba sentado encima de sus piernas.

 

- ¿Así que soy serio? Ven aquí – me dijo cogiéndome para lanzarme a su lado mientras me hacía cosquillas colocándose encima de mí y yo trataba de quitármelo de encima riendo sin parar.

 

- Basta Sasuke, tengo muchas cosquillas –le dije riendo.

 

- Ya lo sé – me dijo parando y me fijé entonces en sus ojos, tan oscuros y misteriosos como siempre. No puede evitar sonrojarme, todas las chicas del colegio iban detrás de él y lo entendía, era guapo, serio e inteligente, lo tenía todo.

 

Nos levantamos tras reírnos y jugar un rato y bajamos a desayunar. Todos estaban ya allí excepto Karin que dijo que se iba a desayunar con unas amigas y nuestro hermano Itachi, que al parecer, había salido a ocuparse del establo y aún no había vuelto, pero cuando entró por la puerta… Sasuke y yo empezamos a reírnos al verlo lleno de barro.

 

- Cielo ¿Qué te ha sucedido? – preguntó Mikoto preocupada.

 

- ¿Otra vez Deidara? – le preguntó Sasuke sin poder parar de reír – ese crío no tiene remedio, siempre está en todas las travesuras.

 

- Es irritante – dijo Itachi enfadado - ¿Por qué teníamos que tener al peor vecino del mundo? – preguntó.

 

- Ve a cambiarte y baja a desayunar cielo – le insistió su madre sonriendo.

 

La verdad es que tenía razón en algo, Deidara siempre estaba metido en todos los problemas y le encantaba hacer rabiar a Itachi, los dos se pegaban siempre y por la pinta que tenía Itachi, estaba claro que Deidara había cogido una buena bola de barro y se la había lanzado en toda la cara, menuda puntería tenía ese chico. Itachi siempre decía que era culpa de Deidara y que era odioso, pero cuando Deidara estaba tranquilo, Itachi empezaba a fastidiarle a él, eran tal para cual, siempre estaban buscándose el uno al otro en la valla de ambas haciendas para hacerse de las suyas.

 

Sasuke y yo nos reíamos mucho con todo esto y es que sus discusiones eran memorables. Itachi solía salir bastante más malparado que Deidara, pero es que ese chico tenía una imaginación de oro, se inventaba una tras otra, como la vez que le lanzó los huevos podridos, o cuando le tiró al barrizal de los cerdos de la familia de Deidara, al final Itachi siempre venía sucio y asqueroso, aunque Deidara también se llevaba muchas veces su buen merecido, porque Itachi no se quedaba atrás en las travesuras. Yo creo que en el fondo, eran buenos amigos, no podían estar el uno sin el otro.

 

Desayunamos y nos fuimos a clase. Itachi iba tres años más adelantado que nosotros, pero al menos iba con Sasuke a clase, eso era un alivio para mí, porque era un infierno todo en este pueblo, mi único momento de tranquilidad era en casa y cuando Karin no estaba por allí. Todo el pueblo me trataba mal, decían que mi madre había sido una cualquiera, que mi padre la engañaba, que yo no era hijo de ellos, me decían que sería igual que ellos, alguien que se iría con cualquier persona y me dolía todo lo que decían, no era una o dos personas ni los niños del colegio… era todo el pueblo.

 

No sé quien había infundado ese rumor, pero imaginaba que había sido Karin, me odiaba y no sabía por qué me odiaba tanto como para hacerme algo así. ¿Había tenido algo contra mi familia? Pues seguramente, porque sino no podía entender por qué me la había jurado solamente a mí.

 

Había ido al baño y ya volvía hacia clase cuando unos compañeros de clase me cogieron por el pasillo y de un empujón me empotraron contra la pared llamándome “bastardo” y esa palabra la conocía muy bien por Karin, sé que ella lanzaba ese estúpido rumor.

 

- Dejadme en paz – les dije enfadándome.

 

- ¿Qué pasa bastardo? Dicen que traes las desgracias a todo el mundo, por eso tus padres murieron, das mala suerte.

 

- No es cierto – les dije – no digas nada de mis padres.

 

- ¿Vas a llorar niño huérfano? – me preguntó riéndose – tus padres sólo eran unos golfos y tú también lo serás – dijo tocándome la mejilla y yo la aparté de golpe golpeándosela.

 

El chico trató de golpearme entonces y cerré los ojos para recibir el golpe, total… ya estaba acostumbrado a que me pegasen, pero lo único que escuché es como caía al suelo el que intentó golpearme e Itachi golpeaba a un segundo haciendo que se largasen corriendo.

 

- ¿Estás bien? – me preguntó Itachi.

 

- Sí – le dije – gracias.

 

- No les hagas caso Naruto, no es cierto nada de lo que te han dicho.

 

- Lo sé pero… Yo no quiero que se metan con mis padres, ellos no eran como dicen, eran personas buenas y respetables, yo lo sé.

 

- Sí Naruto, quédate con eso. Nosotros te queremos y no eres un niño huérfano, siempre nos tendrás a nosotros.

 

- Gracias Itachi – le agradecí abrazándole y es que… él siempre era así de bueno.

 

Vi a Deidara en uno de los pasillos del fondo mirándonos con algo de tristeza y no le entendí, ellos dos siempre se llevaban mal así que no sé por qué tenía esos ojos. Le vi marcharse sin decir nada y supongo… que se quedó con las ganas de decirle o ayudar a Itachi, porque sé que Deidara en el fondo, sentía un gran aprecio por ese chico con el que no paraba de meterse.

 

 


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