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Dèjá Vú (5927) por Mahiko

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Notas del capitulo:

Y por fin traigo actualización de esta cosa! :'D Para bien de mi salud mental (? los planetas se alinearon para que no me dieran demasiadas cosas que estudiar en la uni durante este finde largo así que pude escribir en relativa paz (? Y bueh, hay bastantes cosas que me hubiese gustado que salieran mejor pero dentro de todo me quedo bastante tranquila con este cap =u= 

En fin, los dejo para que lean en paz (? no sin antes enviar las dedicatorias pertinentes a mi Beta Ricchan y a la gente del grupo 5927 Fans Unite en FB! <3

— ¿¡No me digas que pretendes...!?—Musitó Reborn en un tono de voz que dejaba entrever un leve rastro de miedo, algo sumamente inusual en él.

—Justamente lo que estás pensando—Afirmó Tsuna en el tono de voz más firme del que fue capaz— ¡Usaré esta máquina para viajar al pasado, hasta antes de que empezara todo esto!—

— ¡Definitivamente te volviste loco!—Exclamó el tutor al tiempo que la gran molestia que comenzaba a experimentar en aquel instante se hacía evidente en su tono de voz— ¡¿Cómo pretendes hacer eso si no sabes nada acerca de viajes en el tiempo, ni mucho menos sabes cómo funciona esa cosa!?—

—En eso te equivocas, Reborn—Declaró el castaño en un tono de voz que intentaba parecer firme y tranquilizador al mismo tiempo mientras  escribía unas cosas con el teclado de la máquina. Al finalizar, presionó el botón enter y el extenso texto que hasta entonces había cubierto por completo la pantalla fue reemplazado por un único mensaje de confirmación—Desde que entré a esta habitación, he sabido que esta  me guiará hacia la respuesta que busco, y eso es todo lo que necesito saber—

— ¡Eso no es suficiente! ¡Para nada!—Insistió el pelinegro, hablando aceleradamente y haciendo enormes esfuerzos para no alzar la voz hasta el punto en que sus anfitriones pudiesen escucharle— ¡¿Acaso no te has puesto a pensar en lo que los Scaglietti harán cuando descubran que usaste esa cosa!? ¡Y eso no es todo! ¡Nadie sabe con qué clase de mundo paralelo te encontrarás! ¿Y si no encuentras lo que buscas? ¿Qué harías? ¿Cómo volverías?— se vio obligado a hacer una breve pausa para tomar aire antes de finalizar— ¡Bianchi, tú también dile algo!—

—Sé que cuando vi la máquina del tiempo por primera vez dije que no era tan impresionante como me la imaginaba, pero…—musitó la aludida en un tono de voz que ponía en evidencia su confusión mientras intentaba ordenar sus ideas—Aunque es muy difícil de expresar con palabras y puede que parezca una locura, ahora que he podido ver la máquina con más detalle, tengo el mal presentimiento de que si Tsuna no encuentra lo que busca pronto, esto podría terminar convirtiéndose en una horrible tragedia, así que…— Hizo una pequeña pausa antes de continuar—Lo siento mucho Reborn, pero esta vez estoy del lado de Tsuna—Declaró en el tono de voz más firme del que fue capaz—Así que si me pides que le diga algo, lo único que tengo para decirle es que espero que encuentre las respuestas que busca lo más pronto posible y que vuelva sano y salvo después de eso—

— ¡Muchas gracias, Bianchi!—Exclamó alegremente el ojimiel al tiempo que presionaba nuevamente el botón de enter en el teclado de la misteriosa máquina y el mensaje de confirmación en la pantalla desaparecía para dar paso a otro mensaje de advertencia

— ¿Tú también?— Inquirió el tutor, dejando escapar un suspiro al tiempo que sentía que estaba a punto de perder la paciencia por completo.

—Escucha, Reborn—Dijo el castaño en un tono de voz que demostraba una gran serenidad y confianza en sí mismo—Sé que tienes razones de sobra para preocuparte por mí y por las consecuencias de lo que estoy a punto de hacer, pero créeme que jamás lo haría si no estuviese seguro de que es absolutamente necesario, así que tengo que pedirte que confíes en mí sólo por esta vez—

— ¡Está bien, pero luego no digas que no te lo advertí!—Exclamó el aludido de mala gana, desviando la mirada.

El castaño sonrió ampliamente a modo de respuesta. Acto seguido, cubrió sus oídos con los audífonos que descansaban sobre el escritorio y se concentró durante breves instantes hasta que una llama anaranjada cubrió su anillo Vongola. Luego, introdujo dicho anillo en una ranura en la torre de CPU de la máquina, de cuya existencia ni Reborn ni Bianchi se habían percatado hasta aquel entonces debido a la deficiente iluminación del lugar y a la distancia del extraño artefacto a la cual se encontraban.

El mensaje de advertencia desapareció de manera instantánea de la pantalla.

Acto seguido, Tsuna se sintió como si estuviese atrapado en el centro de un huracán.

De pronto, la habitación comenzó a girar a su alrededor a una velocidad tal que parecía perder su forma por completo. El piso se desvaneció bajo sus pies repentinamente, con lo que el castaño tenía la impresión de estar flotando en el aire. Imágenes de pasados olvidados, presentes alternativos y futuros posibles pasaban frente a él a gran velocidad y se sobreponían entre sí en una vertiginosa y confusa mezcla de colores.

Luego de lo que se le antojó una eternidad, el paisaje a su alrededor comenzó a cobrar formas definidas nuevamente  de manera gradual. La luz del sol impactaba de lleno en sus ojos. El rugir de los motores de los automóviles se mezclaba con las voces y los apresurados pasos de los transeúntes al llegar a sus oídos. A través de su visión aún borrosa, pudo distinguir vagamente una de las céntricas calles de Namimori por las que transitaba a diario en su camino entre la escuela y su casa.

Había funcionado.

Sólo se percató de lo mareado que se encontraba cuando intentó dar un par de pasos y se vio obligado a detenerse y apoyar su mano sobre una pared cercana para no caer al piso.

— ¿Está bien, Décimo?— Inquirió repentinamente una voz masculina que le resultaba extrañamente familiar a pesar de que no lograba recordar a quién pertenecía—De pronto, su rostro se puso tan pálido que por un momento temí que iba a desmayarse…—

El aludido dirigió su mirada hacia el lugar desde el que provenía aquella voz y logró distinguir la silueta de un chico de cabello plateado cuyos ojos color esmeralda lo observaban fijamente con gran preocupación. En cuanto las miradas de ambos se encontraron, el tiempo pareció disminuir su ritmo hasta prácticamente detenerse mientras  recuerdos de toda clase llenaron de golpe todos y cada uno de los espacios en blanco en la memoria del ojimiel.  

— ¿Gokudera-kun…?—Balbuceó el castaño en un tembloroso tono de voz al tiempo que una tranquilizadora sensación de calidez crecía en su interior y hacía que tanto el miedo que amenazaba con apoderarse de él en cualquier instante como el sinfín de preguntas sin respuesta que se agolpaban en su mente pasaran a un segundo plano en comparación a la enorme felicidad que significaba el poder estar juntos nuevamente.

— ¿Sí?—Respondió el aludido con un leve rastro de confusión en su voz.

Sin embargo, Tsuna no respondió. En lugar de eso, atrajo al peliplateado hacia él y lo besó, presa de un poderoso e incontrolable impulso, sin detenerse a pensar en nada.  El cálido y dulce contacto de sus labios con los del ojiverde hizo que la pesadilla en la que había estado inmerso durante el último tiempo pareciese tan lejana que carecía de cualquier importancia, y le otorgó la firme y reconfortante certeza de que podrían superar cualquier obstáculo que el caprichoso destino pusiese en su camino en el siempre misterioso e impredecible futuro mientras permanecieran juntos.

— ¿¡Q-q-qué fue eso, Décimo!? ¿¡P-porqué lo hizo!?— Logró exclamar entre balbuceos Gokudera una vez fue capaz de reaccionar y separarse del castaño, retrocediendo con pasos cortos y torpes al tiempo que hacía grandes esfuerzos por recobrar la compostura. Su corazón latía a gran velocidad, mientras que su respiración se había vuelto agitada y su rostro había adquirido marcadas tonalidades rojizas sin que pudiese hacer nada para evitarlo— ¿¡Está seguro de que se encuentra bien!?—

—Estoy perfectamente bien—Se apresuró a responder el aludido al tiempo que reía por lo bajo, divertido y sorprendido por la reacción de Gokudera—Eres tú el que está actuando raro—Sentenció en un tono de falsa molestia— ¿A qué vino esa reacción? Estamos saliendo desde hace meses, así que, ¿no es acaso normal que nos besemos?—

— ¿¡S-saliendo!?— Repitió el peliplateado, sumamente confundido e incapaz de dar crédito a lo que oía— ¿¡De qué está hablando!? ¡Sabía que le sucedía algo extraño!—

—Pero si…—El ojimiel iba a replicar algo, más se detuvo de golpe cuando una idea cruzó su mente como un rayo—Espera…no estamos saliendo, ¿verdad?—

— ¡P-por supuesto que no!—Afirmó el ojiverde sin poder evitar que sus mejillas adquirieran leves tonalidades rojizas

—E-entonces supongo que te debo una disculpa—Musitó Tsuna en un apenado tono de voz al tiempo que desviaba la mirada—Pero gracias a eso, por fin entendí todo—

— ¿Entender qué?—

—Que Reborn tenía razón—Explicó el castaño con un rastro de melancolía en su voz—Porque en este mundo, tú no…—Dejó aquella frase sin finalizar mientras su mirada se perdía en algún punto lejano del horizonte

— ¿Que Reborn-san tenía razón? ¿En este mundo?—Inquirió el ojiverde mientras su voz dejaba entrever el miedo que comenzaba a crecer gradualmente en su interior, mezclándose con la enorme confusión que ya experimentaba— ¡No entiendo nada!—

—Descuida, Gokudera-kun, te explicaré todo—Aseguró el ojimiel en un tono de voz que pretendía resultar tranquilizador—Pero es una historia bastante larga, así que, ¿Me acompañas a mi casa para que podamos hablar ahí con más calma?—

 

 

 

Notas finales:

Los cliffhangers no son lo mío, lo sé y aún así dejé uno al final de este cap...nunca aprenderé OTL

En fin, el cap del próximo mes quedará más largo e interesante, o eso espero 

/mahiko runs


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