Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Dèjá Vú (5927) por Mahiko

[Reviews - 8]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Y después de 2 largos meses de Hiatus (???? traigo por fin actualización de esta cosa en caso de que aún haya alguien a quién le interese leer como termina todo este asunto xDu si es que hay gente así, aprovecho desde ya de disculparme por la larga espera y agradecer su paciencia y comprensión

En fin, los dejo para que lean de una vez por todas ya que suficiente los he hecho esperar ya xDuuu no sin antes mandar las dedicatorias pertinentes a mi beta, Ricchan, y a la gente de 5927 Fans Untite en FB.

—Como ya saben, el tema a tratar durante esta reunión es la máquina del tiempo en construcción—Continuó el hombre en un solemne tono de voz en el preciso instante en el que, en la estancia contigua, Tsuna presionaba el botón de encendido de una pequeña grabadora que Verde le había dado el día anterior con el fin de registrar cualquier conversación que más tarde pusiese serles útil como prueba— ¿Quién de ustedes tendría la bondad de ponernos a todos aquí al día acerca de las últimas novedades con respecto a ese asunto?---

—Yo lo haré, Jefe— Respondió de forma casi inmediata una voz femenina---Desconocemos las razones, sin embargo, todo indica que nuestro enemigo se ha obsesionado durante los últimos días con la idea de terminar la construcción de la máquina del tiempo lo más pronto posible—Afirmó con seriedad—Según nuestro informante infiltrado dentro de su equipo de trabajo, su obsesión ha llegado al punto en el que insiste en querer realizar las primeras pruebas la próxima semana—

Acto seguido, el rumor de los murmullos de todos los presentes, acompañado ocasionalmente de suspiros de exasperación, llenó la estancia.

—Como pueden ver, la situación no es nada favorable para nosotros—Declaró repentinamente el jefe, acabando con todos los murmullos en forma instantánea—Todos aquí sabemos perfectamente que hemos intentado hasta lo imposible para hacer que nuestro enemigo comprenda de una vez por todas los enormes riesgos para el mundo de la mafia en su totalidad que conlleva el hecho de que alguien como él, que no posee ni los conocimientos ni la preparación necesaria, tenga una máquina del tiempo en su poder, y detenga la construcción de esta definitivamente, pero tal parece que nuestros arduos esfuerzos han tenido el efecto radicalmente opuesto en él—Afirmó en un tono de voz en el que el cansancio y la ira se mezclaban—Aún con todo esto, no podemos permitir bajo ningún concepto que esa máquina del tiempo llegue a terminarse—Sentenció, rebosante de determinación—¿Alguien tiene alguna propuesta?—

Tras aquellas palabras, la habitación se sumió en el más absoluto de los silencios, creando una atmósfera de tensión e incomodidad lo suficientemente grande como para extenderse más allá de los límites de aquella estancia y ser percibida con total claridad por los chicos desde la habitación contigua.

—Yo tengo una propuesta—Anunció súbitamente una voz masculina que los chicos reconocieron con facilidad como la del amable hombre rubio al que habían visto en el ascensor minutos atrás, rompiendo finalmente el hielo—Creo que llegó la hora de tomar medidas más drásticas—

— ¿Qué quieres decir exactamente con eso?—Inquirió el jefe con un leve rastro de curiosidad en su voz

—Que todo esto es la prueba definitiva de que es absolutamente imposible razonar con ese viejo idiota—Declaró el rubio con seguridad—Hemos intentado debatir el tema con él civilizadamente como los adultos que somos, hemos sido demasiado benevolentes y pacientes con él, y lo único que hemos logrado con eso es que no nos tome en serio, o al menos, claro está, no lo suficiente como para acabar con esta locura de una vez por todas—Hizo una muy breve pausa para generar suspenso antes de continuar—Creo que, llegado este punto, lo único que nos queda por hacer es entrar en su casa por la fuerza, llevarnos la máquina del tiempo y deshacernos de cualquiera que se atreva a oponerse—

—Estoy de acuerdo con la gran mayoría de las cosas que mi colega acaba de decir—Afirmó despreocupadamente otra voz masculina que los chicos identificaron sin ningún problema como la del joven pelirrojo que estaba con el hombre rubio en el ascensor—Pero todo eso de entrar en la casa del enemigo por la fuerza y llevarnos la máquina del tiempo como si fuésemos una pandilla de ladrones comunes y corrientes se me hace demasiado…simple, por decirlo de alguna forma—Declaró en un juguetón tono de voz—Yo opino que, como científicos que somos, deberíamos intentar usar un poco de ciencia para esto—

— ¿Y cómo exactamente planeas hacer eso?—Preguntó el jefe

—Simple. Estaba pensando en probar el invento del que le hablé el otro día, Jefe—Respondió el chico de lentes, haciendo gala de una gran confianza en sí mismo.

—Interesante—Declaró el aludido luego de un corto periodo de silencio en un tono de voz en el que su creciente curiosidad se mezclaba con una perversa alegría—Continúa—

—Ahora mismo no recuerdo si he hablado acerca de esto con alguno de ustedes antes o no, pero si no lo he hecho, aprovecho de contárselos ahora—Afirmó despreocupadamente el pelirrojo— Desde hace ya unos cuantos meses he estado trabajando en  la creación de un arma un tanto…peculiar—Declaró con serenidad, haciendo una breve y sumamente oportuna pausa con el fin de despertar la curiosidad de su audiencia—Esta nueva arma es capaz de hacer desaparecer por completo a cualquier persona, y no sólo eso, también elimina cualquier recuerdo relacionado con la persona que desaparece de la memoria de todos aquellos que le hayan conocido, como si esa persona jamás hubiese existido—Explicó en un tono de voz desbordante de arrogancia—Preparé un pequeño informe que contiene los detalles fundamentales acerca de su funcionamiento. Si alguien tiene alguna duda, o simplemente quiere saber más sobre esta arma, con gusto responderé a todas sus preguntas después de la reunión—

Acto seguido, se dejó oír el rechinar de una silla, acompañado del firme eco de los pasos del chico de lentes mientras recorría toda la estancia entregando el informe y del característico sonido que producen las páginas de un libro al ser pasadas una tras otra. Luego de un par de minutos, el sonido de los pasos dejó de escucharse, y un nuevo rechinar de la silla anunció que el pelirrojo había regresado a su lugar.

—Tu nuevo invento se ve muy interesante, pero…—Replicó una voz masculina hasta entonces desconocida para los chicos— ¿Exactamente qué papel juega en el asunto de la máquina del tiempo?—

—Estaba esperando que alguien me preguntara eso—Se apresuró a responder el aludido, riendo por lo bajo—Verás, las escasas pruebas que he podido hacer han demostrado que la gente que ha forjado lazos emocionales especialmente fuertes con la persona que desaparece es capaz de darse cuenta instintivamente de que algo falta, no sé si me explico—Afirmó, fingiendo sentirse apenado—Lazos como los que se dan entre un padre y sus hijos…—

—…Y el viejo idiota ese tiene una hija—Dijo el rubio—Creo que ya empiezo a entender lo que quieres hacer…—

—También tiene un hijo, un mocoso que odia a su padre y escapó de su casa hace muchos años— —Declaró el pelirrojo en un burlesco tono de voz—Mi plan es hacer desaparecer a ese mocoso,  dejar que la tristeza y el remordimiento destruyan al viejo por dentro y decirle que si nos entrega la máquina del tiempo le daremos un antídoto que lo hará olvidar todo y sentirse en paz consigo mismo…—

— ¿Y ese antídoto existe?—Preguntó una voz femenina distinta a la que habló al principio de la reunión

—Por supuesto que no—Afirmó el pelirrojo, reprimiendo una carcajada—Cuando ya no nos sea útil, mataremos al viejo—

En la habitación contigua, ambos chicos sintieron como un escalofrío de terror recorría sus cuerpos de forma simultánea al tiempo que todos los sucesos que habían vivido durante los últimos días encajaban como si de engranajes se trataran.

Por otro lado, la estancia en la que la reunión había tenido lugar se llenó nuevamente con el rumor de los murmullos de todos los presentes, acompañado por el inconfundible sonido de las páginas del informe al ser pasadas. Esta situación se prolongó durante lo que pareció una eternidad sin que nadie se atreviese a intervenir. Finalmente, los murmullos comenzaron a acallar muy gradualmente como por acción de una fuerza invisible hasta que llegó un momento en el que la habitación se sumió en un absoluto silencio.

— ¿Están listos para votar?— Preguntó súbitamente el jefe con completa serenidad en su voz

— ¡Sí!— Exclamaron todos los demás al unísono

—Entonces, que levanten la mano quienes estén de acuerdo con que se lleve a cabo el plan que acabamos de discutir—

Acto seguido, hubo un breve pero extremadamente incómodo instante de silencio.

—Entonces, que así sea—Sentenció el jefe en un tono de voz desbordante de un perverso y escalofriante júbilo—Por decisión unánime, se aprueba la propuesta discutida durante esta reunión—Declaró con la más absoluta seriedad—Ahora, en vista de que sé que algunos de ustedes aún tienen actividades pendientes en el marco de nuestro Día de Difusión de la Ciencia, doy esta reunión por concluída—

Luego de aquello, el ruido de la puerta de la habitación contigua al abrirse, acompañado del rechinar de las sillas y el eco de pasos, llegó hasta los oídos de los chicos como indicadores inequívocos de que los participantes de la reunión habían comenzado a hacer abandono de la estancia donde esta había tenido lugar. Finalmente, se dejó oír el estruendo de la puerta al cerrarse, tras lo cual los únicos sonidos que los chicos fueron capaces de percibir eran el leve rumor de sus propias respiraciones y el acelerado latir de sus corazones.

Aguardaron un par de segundos hasta que finalmente Tsuna presionó el botón de apagado de la grabadora y ambos se atrevieron a alejarse de la pared que conectaba la estancia en la que se encontraban con la habitación donde la reunión se había llevado a cabo, avanzando hacia la puerta con pasos lentos y vacilantes, sin atreverse a pronunciar palabra alguna ni a intercambiar miradas, esforzándose individualmente por comprender en su totalidad el significado y los alcances de lo que acababan de escuchar.

Instantes después, se encontraron frente a la puerta de la habitación. La abrieron, apagaron las luces y, en el preciso instante en el que cruzaron el umbral, disponiéndose a abandonar finalmente aquella especie de biblioteca que les había servido como improvisado escondite, sus miradas se encontraron con la de una mujer.

Al igual que todos los miembros de la familia Scaglietti, la desconocida vestía un elegante traje negro. Su perfectamente liso y oscuro cabello caía libremente hasta aproximadamente la altura de su cintura, mientras que sus manos sostenían una carpeta y sus ojos verdes observaban fijamente a los chicos con gran desconfianza.

—Estoy casi segura que no los he visto por aquí antes—Declaró la desconocida en un tono de voz que los chicos pudieron reconocer sin mayor dificultad como el de la mujer que había hablado al principio de la reunión— ¿Quiénes son ustedes?—

—Verá, nos reclutaron hace muy poco, y…—Consiguió balbucear el castaño, completamente dominado por el miedo

—…Vinimos a devolver un libro, eso es todo—Continuó improvisadamente Gokudera, haciendo su mejor esfuerzo por ocultar su nerviosismo.

Por toda respuesta, la mujer continuó observándolos fijamente durante largos instantes, como si intentase percibir algún tipo de intención oculta en las palabras de los chicos.

—Ya veo—Dijo finalmente, riendo por lo bajo—Lo siento si los asusté, me temo que el stress me ha vuelto mucho más desconfiada de lo normal—Finalizó, visiblemente apenada

—No se preocupe, entendemos perfectamente—Afirmó el ojimiel en un tranquilizante tono de voz al tiempo que esbozaba una sonrisa—Ahora, con su permiso, tenemos que irnos…—Anunció al tiempo que se volteaba e iniciaba la marcha con pasos tímidos. El ojiverde, a su vez, imitó el gesto apenas un par de instantes después.

— ¡Esperen, chicos!—Llamó la mujer cuando apenas habían tenido oportunidad de avanzar unos pocos pasos—Se les quedó algo…—

Los aludidos detuvieron su marcha y se voltearon rápidamente. En cuanto vieron a la mujer señalar con el dedo la grabadora que yacía abandonada en el piso, sintieron como un escalofrío de pánico recorría sus cuerpos por completo al tiempo que los colores abandonaban sus rostros. Gokudera corrió con todas sus fuerzas a recoger el pequeño artefacto, sin embargo, la desconocida fue más rápida, tomando la grabadora entre sus manos segundos antes de que el peliplateado tuviese una oportunidad de hacerlo. Acto seguido, presionó el botón de reproducción, lo que causó que la voz del Jefe dando inicio a la reunión resonara con toda claridad en el pasillo.

Los chicos tuvieron la sensación de que el tiempo había disminuido su ritmo normal hasta casi detenerse mientras la mujer escuchaba con atención el principio de la grabación, manteniendo en todo momento una expresión fría y absolutamente impasible en su rostro. Querían huír, sin embargo, súbitamente sentían que la fuerza había abandonado casi por completo los músculos de sus piernas a tal punto que apenas eran capaces de mantenerse en pie.

—Ustedes no son novatos—Sentenció en un escalofriante tono de voz finalmente al tiempo que pausaba la reproducción de la grabación—Se los preguntaré de nuevo, y esta vez quiero que me respondan con la verdad, ¿Quiénes son?---

— ¡AHORA!—El ensordecedor grito de Verde a través de los audífonos los sobresaltó a ambos. Aun así, Gokudera logró comprender perfectamente y de forma casi instantánea la orden del científico, utilizando el arma que este le había proporcionado para dispararle un dardo somnífero a la enemiga sin darle a esta oportunidad alguna de reaccionar.  Inmediatamente, la mujer comenzó a perder el equilibro, y sus ahora débiles manos soltaron tanto la grabadora como la carpeta, causando que ambos objetos se estrellaran contra el suelo. Los chicos lograron atrapar a la mujer entre sus brazos antes de que cayera al piso, tras lo cual la llevaron con sumo cuidado hasta la biblioteca donde habían permanecido escondidos durante la reunión y la acomodaron sobre uno de los sillones ubicados alrededor de la mesa que se alzaba en el centro de la habitación. Una vez verificaron que la desconocida dormía plácidamente, abandonaron la estancia, asegurándose de recoger la grabadora del piso antes de continuar con su camino.

Avanzaron caminando lo más rápido que podían sin lucir sospechosos, evitando hacer contacto visual con las personas con quienes se toparon en el extenso trayecto hasta las escaleras de emergencia. Una vez se encontraron dentro de estas, esperaron hasta que las luces de las paredes se encendieran por acción de los sensores de movimiento, iluminando el largo y extenuante camino de ascenso. Subieron por las escaleras corriendo a toda velocidad, con la mente totalmente en blanco y la mirada fija en la espiral ascendente de escaleras que a veces parecía nunca terminar. Una vez llegaron al fin de estas, completamente exhaustos, empujaron la puerta que daba a la calle con todas las fuerzas que les quedaban y cruzaron en umbral de esta apresuradamente, tras lo cual la puerta se cerró automáticamente tras ellos. Jadeantes, apoyaron sus espaldas contra la pared del callejón para descansar. Una suave brisa golpeó sus rostros a modo de bienvenida.

— ¿Qué haremos ahora?—Consiguió preguntar finalmente el peliplateado

—Eso es obvio—Declaró Verde en un sarcástico tono de voz—Lo primero que deben hacer es volver a su hotel y cambiarse de ropa. Después, deberás ir inmediatamente a la casa de tu padre y contarle todo lo que acabas de ver y escuchar, Gokudera. Por supuesto, el Décimo Vongola te acompañará —Sentenció el científico en un tono de voz que dejaba absolutamente en claro que no admitía discusiones— Y más vale que se apresuren, porque esto oficialmente se ha convertido en una carrera contra el tiempo—

Notas finales:

...Okay, mucho me temo que el largo hiatus tuvo sus efectos en mi inexistente talento para escribir (????? so, debo decir que por lo mismo este capítulo no me quedó tan bien como me hubiese gustado, pero al menos, al escribirlo, recuperé toda mi motivación para seguir con el fic y, por lo mismo, espero que los capítulos que siguen, que son cruciales, queden mejor uwu 

/mahiko runs


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).