7- Las brujas son cuentos de hadas Primera parte
<Las notas del saxofón se deslizaban suavemente por la mente de los asistentes. La banda tocaba todos los sábados a la misma hora, se hacían llamar a ellos mismos "the reaper jazz" .
-¿Crees que hoy vendrá?- la mujer estaba inquieta, llevaba un mes acudiendo cada fin de semana a ese antro simplemente limitándose a mirar.
-Es posible. Relájate y disfruta de la música, ¿qué prisa tienes, amor?- su compañera sonreía sorbiendo el espeso líquido de una fina copa de vino.
-A mi todo me suena igual. Llevo un mes escuchando la misma canción todo el tiempo. Es una coctelera de notas.
-Deberías prestar más atención. Se que para oídos inexpertos el jazz puede resultar un montón de notas tiradas sin sentido y al azar. Pero si miras más profundo verás que cada uno es una pieza de una máquina perfecta
Prestó atención intentando ver lo que su amiga le transmitía, pero ella seguía sin encontrarle la gracia. Estuvieron esperando allí hasta que la banda terminase. Todas las noches habían perdido el tiempo de aquella manera.
-No va a venir.- Jugueteaba con la sombrilla de su última copa intentando no aburrirse demasiado.
- Tantos años y todavía no has aprendido a usar la paciencia. Elle dijo que vendría , ella nunca se equivoca.
- Bueno, pero podría haber sido un poco más exacta en sus predicciones. Vale que tu seas un vampiro y yo no pueda morir, pero la inmortalidad no es escusa para perder el tiempo de esta manera
La vampiresa le dedico una mirada de cansancio. No quería seguir escuchando quejas. Iban a esperar y punto.
Pidieron una copa más hasta que un hombre con aspecto de vagabundo entró en el establecimiento. Tenía la ropa hecha jirones, sucios trapos que colgaban de su cuerpo. Una profunda y larga barba llena de pegotones de suciedad y desprendía un terrible olor a suciedad y barro.
-Dios mio-Salomé se tapó la nariz intentando no marearse del asco- Es él- Señaló al tipo en descomposición para que su amiga pudiera reconocerle.
-¿El sucio? . ¿El es el zombie?
-Si no lo es, huele como uno- Se levantó de la silla y saco una cuerda del bolso- Recuerda que mantenerlo vivo, para que nos lleve al titiritero.
-Ya lo sé.
La gente del local comenzó a entrar en pánico cuando el no muerto empezó a intentar atacar a los clientes. La parte de atraparle fue bastante sencilla, dado que no eran bichos muy inteligentes.
-Vámonos antes de que envíen a alguien. Tenemos que llevárselo a Elle.
La misión había sido bastante sencilla, al menos esa parte.
Salieron del local con esa cosa pegando tirones. Tenían que dirigirse a una de las casas de las afueras de la ciudad. Le habían encargado capturar a esa cosas para dar con el invocador. Al parecer había una especie de hechicero loco suelto.
-Esta es- Llegaron a una especie de mini mansión de color blanco. La valla que daba a un pequeño patio estaba abierta y pudieron acceder a la puerta principal la cual golpearon tres veces.
Tardó unos segundos en abrirle un mayordomo de color y bien trajeado.
-Buenas noches señoritas y.... caballero- Se detuvo un momento para observar a tan peculiar invitado- ¿En que puedo servirlas?
-Tenemos una cita con la señorita Steel- Salomé sonreía impaciente por entrar y dejar al muerto.
-¿Puedo preguntarles sus nombres?-El hombre permanecía recto como si le hubieran metido un palo por el culo.
-Salomé, querido.
-Oh, si. Mencionó que vendríais- Abrió la puerta para invitarlas a entrar en la casa-Por favor, acompáñenme.
El mayordomo las guió hasta un salón de invitados. Había uno sillones blancos con estampados negros, una mesa de café cerca de una chimenea y unas estanterías con libros de todo tipo.
-La señorita Steel estará aquí en seguida. ¿Puedo ofrecerles algo de beber?- El hombre espero servicial la respuesta de las invitadas.
-No gracias, estamos bien- Contestó la vampiresa esperando a que el tipo se fuera de una vez.
El muerto no dejaba de tirar de su correa , y lo peor era que no podía noquearlo o cortarle algún miembro para que no pudiese moverse. No tardó mucho en aparecer una preciosísima mujer rubia. Tenía la tez pálida y unos radiantes ojos azules. Vestía una fina blusa blanca que trasparentaba el sujetador y unos pantalones de traje grises largos. A Kyra se le fue la vista un par de veces. Hasta ese momento no había conocido a Ella, solo de palabra por Salomé...Vaya tiempo perdido sin ir a las reuniones con la señorita Steel.
-Vaya, lo habéis traído- La mujer sonrió acercándose al sujeto- ¡ Marlow!- Al pronunciar ese nombre volvió a aparecer el mayordomo en la habitación.
-¿Qué desea mi señora?- Preguntó de nuevo con su tono neutral de robot.
-Lleva a nuestro nuevo huésped a mi despacho. El procedimiento habitual, por favor.
-Si, mi señora- Marlow obedeció y liberó a la vampiresa del muerto viviente.
-Ha tardado más de lo que esperaba en aparecer -Comentó Salomé intentando entablar una conversación.
-Ya sabes que mis predicciones no son muy exactas- La rubia se giró hacia Kyra y le tendió la mano con una dulce sonrisa- Creo que no nos han presentado. Soy Elle.
Kyra le devolvió la cortesía apretando su mano.
-Kyra.
-Lo sé-Elle mantenía la sonrisa mientras la miraba de arriba abajo- He soñado contigo varias veces.
-¿Qué?- Se quedó estupefacta al escuchar tales afirmaciones. No sabía a lo que se refería.
-Elle es vidente, amor – Aclaró la vampiresa viendo la cara de idiota que se le había quedado a su compañera.
-Entre otras muchas cosas- La señorita Steel terminó la frase con una risa delicada- Pero digamos que sí, mi poder principal es la adivinación.
-¿Eres una especie de bruja o algo así?- Un montón de dudas acudieron a la mente de la chica provocando otra risa en la deliciosa mujer de cabellos dorados.
-Supongo que ese es el nombre coloquial para nosotras.
-Es una maga blanca. Una de las pocas que quedan por suerte o por desgracia- Salomé no dejaba de pensar en como pedirle la recompensa y dejar esa charla banal de a un lado.
-¿De verdad existe la magia?- Preguntó con el ceño fruncido y cierta incredulidad .
-Pregunta la mujer indestructible que tiene a una vampiresa como amante- Elle respondió con otra risa. Toda esa situación le hacía mucha gracia, la gente era muy divertida.-Y soy una maga de la naturaleza, para ser más específicos.
-¿Le has contado lo de mi habilidad?- Kyra se giró a Salomé algo disgustada por que fuera soltando sus secretos sin su consentimiento.
-¿Yo? Elle lo sabe todo, querida. No puedes esconderle nada.
Steel volvió a reírse. Llevó su mano a la mejilla de la chica y la acarició con delicadeza.
-Qué mona. No me habías dicho que era tan inocente.
La vampiresa arqueó una ceja viendo el panorama.
-¿Podemos pasar a la parte en la que nos pagas? A este paso se va a hacer de día y vamos a tener que quedarnos a hacerte compañía.
-¿Y eso sería tan terrible?- Elle se mordió el labio inferior algo coqueta- Bueno, acompañadme a mi despacho. Allí tengo lo vuestro.
Ambas siguieron a la dueña de la casa , subieron unas escaleras de madera hasta llegar a una habitación llena de cosas raras. Muchos libros, plantas, tarros con líquidos, hasta un caldero que gritaba tópico por todas partes. Al final del cuarto se podía descifrar un escritorio enterrado en un montón de papeles y más libros. Su amigo el zombie estaba encadenado en una de las pareces con una mordaza.
Elle abrió el cajón principal de su escritorio y sacó una bolsa con monedas que le lanzó a la vampiresa con extrema facilidad.
-Lo pactado.
Salomé ni miró en su interior. Guardó el dinero en su bolso dándose por satisfecha.
-¿Os quedáis a ver el espectáculo?- La maga sonreía pícaramente mientras cogía uno de los miles de frascos que tenía en una estantería.
-¿Por qué no?- La vampiresa se apoyó en el cerco de la puerta para presenciar los acontecimientos.
-¿Qué vas a hacer?- Kyra tenía una enorme curiosidad por esa mujer. Nunca había visto a una maga, siempre creía que eran invenciones. A ver, había visto demonios y bichos de todo tipo... pero magia.
-Magia- Elle mantenía su sonrisa constante. Sacó un abre cartas de su escritorio y le cortó un dedo al cadáver en descomposición que tenía de rehén. Después lo metió en el frasco con el líquido de color azul que había en su interior, el cuál en segundos se tornó negro. Acto seguido le quitó la mordaza y le obligó a ingerirlo.
-Oh no, vas a hacer esa cosa asquerosa- Salomé se llevó la mano para taparse la nariz, como si ya conociera cual iba a ser el siguiente paso.
El zombie comenzó a convulsionar y se puso rígido como una tabla. De su boca salió una especie de líquido del mismo color que lo que se había bebido, pero más espeso . La porquería esa manchó la blusa de Elle y parte del escritorio y el suelo. Ella se llevó las manos a la cadena que llevaba al cuello para sacar a la luz un colgante con un cristal. Lo desabrochó rápidamente y después lo introdujo en la boca del muerto para impregnarlo bien en esa cosa repugnante que había pringado todo.
-Dios, que peste- Kyra imitó el movimiento de su amiga y se tapó la boca para amortiguar el olor a podrido que se había apoderado del ambiente.
Elle desenrolló un mapa de la ciudad sobre el suelo de su despacho y colocó su colgante encima de el. El cristal comenzó a brillar y a dar vueltas a rededor del mapa hasta pararse en un sitio. Una ves se paró el líquido azul bajó del colgante al papel para dibujar el retrato de un hombre.
-Te tengo>>
-¡No puedo pararlo!- Amelia gritaba asustada mientras Kyra la abrazaba contra su cuerpo. La energía que emanaba la estaba abrasando, podía oler la carne quemada que se auto-regeneraba casi instantáneamente.
-Intenta tranquilizarte. Así podrás controlarlo.
La chica negaba con la cabeza. No podía tranquilizarse, como iba a hacerlo. Casi se la come un hombre lobo y ahora era un cable de alta tensión descontrolado.
-No puedo, no puedo.
Kyra la agarró de la cara para que la mirase a los ojos.
-Pues descargaré en mí. Si agotas tu fuerza se irá solo.- La chica la miró temerosa, no quería hacerla daño- Hazlo, puedo soportarlo...Confía en mí.
Amelia afirmó con la cabeza, agarró sus manos y se concentró en trasmitirle toda la electricidad que contenía su cuerpo. Kyra se esforzó todo lo posible por no gritar y al final la chica dejó de traspasarle voltaje. Cayó hacia atrás desmayada.
-Joder- La líder esperó unos segundos a que su cuerpo volviera a la normalidad. Era la primera vez que la electrocutaban y no sentía nada. Una vez se había curado, agarró a la chica en brazos y se la llevó de nuevo a la casa donde estaban todos.
-Te juro que voy a esposar a esa criaja a mi brazo en cuanto la encontremos. Siempre tiene que liarla- Salomé estaba cabreada esperando a que Nat diera con la localización de Amelia a través de su teléfono móvil- ¿Ya la has encontrado?.
-No...su teléfono no da señal... ni el de Kyra... Es como si los hubiesen destrozado. Aún apagados podía dar con su localización... pero es como si no existieran.
-Vale, habrá que hacerlo a la antigua usanza, voy a salir a buscarles- Salomé estaba dispuesta a salir a ultravelocidad cuando Jessica apareció por su espalda.
-¿Pasa algo?
Salomé la miró con asco. Era justo lo que le faltaba para mejorar la noche.
-Amelia y kyra han desaparecido- Comentó Nat mientras tecleaba en su portátil-Intento dar con ellas pero sus móviles no dan señal.
Antes de que nadie más pudiera hacer nada. Kyra abrió la puerta de la casa con Amelia en brazos.
-¡¿Hay alguien?! ¡Necesito ayuda!- Grito dejando a la chica apoyada en el sofá del que se había escapado un rato antes.
Salomé tardó una milésima de segundo en aparecer a su lado.
-¿Qué ha pasado?- Tomó el pulso de la chica para comprobar que estaba viva.
-Estábamos dando un paseo y un lobo nos atacó- Kyra comenzó a contar la historia y Jess la interrumpió a la mitad.
-Llevamos persiguiendo al lobo varios meses, habéis tenido mucha suerte de salir ilesas.
La líder tragó saliva, no le apetecía nada hablar con la pelirroja. Respiró profundamente y prosiguió con su historia.
-No ha sido suerte. Amelia ha sacado a relucir sus trucos de magia.
-¿En serio? - Nat corrió a mirar el estado físico de la adolescente- ¿Qué ha hecho?.
-Era como una bola enorme de energía. A freído al lobo en un momento.
-¿Sí?- Salomé miró a Amelia con cierto grado de orgullo materno- Vaya con la criaja.
-Lo malo es que no ha podido controlarlo. Ha tenido que descargar todo su poder en mí y se ha quedado exhausta...deberíamos llevarla a un dormitorio.
-Esperad- Jess volvió a interrumpir en la conversación- ¿Me estáis diciendo que tenemos a una bruja sin control suelta en nuestra casa?. No deberíamos meterla en la cama, debería estar encerrada por si nos mata a todos.
La vampiresa se colocó enfrente suya sacando los colmillos a relucir de forma amenazante.
-Como toques un pelo de su inútil cabecita te juro que será lo último que toques en la vida. Te arrancaré os dedos y te los haré tragar uno a uno. ¿Me has comprendido?.
La pelirroja compartía el mismo afecto que sentía Salomé por ella. La dedicó una mirada de odio antes de responder.
-Solo digo que si es peligrosa hay que vigilarla. Tenemos una obligación.
-Nadie va a llevarla a ningún sitio- Dijo Kyra de forma tajante- Yo sé que necesita para controlar sus poderes.
Salomé volvió la cabeza hacía ella.
-¿Estás pensando en?
Kyra afirmó mientras el resto de los presentes en la habitación se preguntaban a que se referían.
-¿En?-Preguntó Jessica preocupada por las circunstancias. Quizás se había vuelto algo insensible en este tiempo, o que no conocía a la chica. Pero ella tenía una visión más radical de como arreglar esa situación.
-Hablan de un amuleto. ¿Verdad?- Nat decidió participar en el debate. Kyra afirmó con la cabeza a su pregunta.
-Hace tiempo conocimos a una maga blanca... como ella. Tenía una especie de colgante con un cristal. Era como un catalizador de energía. En él concentraba su poder para poder dosificarlo.
-Sería lo ideal- La informática comenzó a darle vueltas al plan en su cabeza.- Pero, ¿dónde encontramos uno de esos? Los magos blancos hace mucho que desaparecieron... Y esos talismanes suelen destruirse con la muerte del portador... va a ser casi imposible dar con uno de ellos.
-Yo se donde encontarlo- por la puerta de la cocina se asomó Manuel que había estado escuchando la conversación con cautela desde el otro cuarto.
-¿Dónde?- Kyra preguntó casi tan entusiasmada por hablar con él como con su ex.
-En el centro hay un hombre que tiene una tienda de antigüedades. La tienda es una tapadera, también vende objetos mágicos, libros de ocultismo y muchas cosas místicas.
-¿Hablas del Señor Rodríguez?-Jessica le miró preocupada, parecía que no le había mucha gracia involucrarse con ese vendedor.
-El mismo.
-No es buena idea- La pelirroja fue tajante. No quería que nadie fuera hablar con ese tipo- No es de fiar.
-Es la única oportunidad que tenemos de salvar a la muchacha. Yo conseguiré un trato justo con el hombre y traeré el talismán para que estemos a salvo-Manuel se acercó a Jess para cogerle las manos y tranquilizarla.
-Yo iré contigo- Comentó Salomé muy decidida.
Nat carraspeó la garganta rompiendo el momento heroico de la vampiresa.
-Tú no puedes ir. La luz solar no es lo tuyo...Además tú tienes otra misión que hacer más importante.
-Pero...-Salomé iba a objetar pero la informática la interrumpió.
-Deanna o Jacksón irán contigo. Para algo tenemos un equipo a nuestra disposición.
-No-Kyra se metió entre medias para poner fin a la disputa- Iré yo. Junto a Salomé soy la única que puede reconocer si el talismán es bueno.
Manuel afirmó apoyando la decisión de la líder y Nat también se vio conforme con la resolución del problema. Quien no estaba tan feliz con el nuevo equipo era Jessica. La idea de su ex yéndose con su marido le producía un nudo en el estómago.
-Voy a llevar a Amelia a un dormitorio y en cuanto abra la tienda vamos a hacerle una visita.
Kyra cogió en brazos a la chica y Salomé la acompaño a llevarla al dormitorio que Manuel les había cedido.
Nat obligó a la vampiresa a aprovechar las pocas horas de noche que quedaban mandándola a su misión secreta. Mientras tanto Kyra se quedó sentada cerca de la cama de Amelia esperando que se despertara.
-Así que una manga, ¿eh?- Se dio la vuelta para ver a Jessica apoyada en el cerco de la puerta observándolas desde la distancia.
-¿Qué quieres?- Su voz era borde y seca. Ya le había dicho todo lo que tenía que decirle y no le apetecía otra discusión inútil.
-Hablar contigo sin gritos. Si puede ser- Jess la contestó enfadada. Vale que le había sentado mal la noticia de su matrimonio. Pero ella acababa de descubrir que estaba viva y quería charlar con ella sin lanzarse puñales, aunque solo fuera un rato.
-¿Quién grita? Yo estoy muy calmada- Kyra no apartaba la vista de Amelia esperando que la pelirroja se fuera y las dejase tranquilas.
-¿Así va a ser esto entre nosotras a partir de ahora?- Jess se acercó obligándola a que la mirase.
-¿Qué te importa? Parece que te ha ido bastante bien sin mí. ¿Qué más te da como sea nuestra relación a partir de a hora?.
-Dios, eres imbécil- La pelirroja se llevó la mano a la frente intentando ser comprensible y mantener la calma para no despertar a la chica- Claro que no me da igual. Kyra, tu me importas. ¿Cómo dudas de eso?.
-Genial, te importo. Pues entonces todo aclarado. ¿No tienes que irte a cambiarle la gomina a tu Ken?- No tenía fuerzas para tener otra conversación profunda con ella.
-Esto no es justo. Manuel es un gran hombre y tú y yo hace tres años que no estamos juntas... no merece tu desprecio.
Kyra respiró profundamente pero no pudo evitar alzar la voz.
-Te juro que estoy intentando llevar esto lo más diplomáticamente posible. Pero no puedo contigo intentando hablarme todo el tiempo. ¡Déjame sola!
-¿Qué pasa aquí?- Manuel se asomó al escuchar la discusión.
-Nada- Dijo Jessica con un tono de voz parco.
-Bueno, he venido a buscar a Kyra, es hora de que vayamos- Manuel comenzaba a ver algo raro entre ellas dos .
-Eso, vamos- Comentó la pelirroja apuntándose al plan. No se fiaba nada de dejarles a los dos solos.
-¿Tú también vienes?- Preguntó la Líder no muy emocionada.
-Claro.