Pasaron aproximadamente 3 semanas desde lo ocurrido en aquel dichoso supermercado; no supe nada de él, no lo vi, ni siquiera por casualidad en la calle o algo así, y yo seguía con la misma actitud de siempre. Nada cambió.
Hoy era mi primer día de la escuela y como es común en los años anteriores, los primero días no se hace absolutamente nada. Yo me encontraba haciendo lo usual: escuchando música. Veo como Jimin mueve los labios pero no alcanzo a entender del todo.
Tae, ¿Me estás escuchando?- Esta vez le entendí, ya que de forma abrupta me quitó los audífonos.-
Hem…lo siento, estaba pensando en otra cosa.- “En la sonrisa de aquel chico”, quise decir yo.-
Tú y tu mundo alienígeno.- Ríe.- Te pregunté si tú y tu hermano ¿me acompañarían al cine el sábado? YoonGi me invitó y dijo que llevaría a sus dos amigos.- Un leve sonrojo apareció en sus mejillas al pronunciar el nombre de su amor.-
Sí, claro. Así me entretengo un rato.- Traté de que mi voz sonara con ánimo aunque por dentro solo quería pasar todos los días encerrado en mi cuarto.- ¿Cómo se llaman los amigos de tu noviecito?
Creo que uno se llama a Jin, que al parecer es el mayor y el otro se llama Hoseok.- Hoseok…por alguna razón algo tenía ese nombre que retumbaba en mi mente, pero con lo despistado que estaba, al llegar a casa se me olvidaría.-
Solo espero que ninguno de esos pervertidos le haga ojitos a mi Kookie.- Como siempre Jimin se rió ante mi forma sobreprotectora hacia mi hermano menor.-
Tú siempre tan sobreprotector.- Dijo aún con la sonrisa impregnada en sus labios.-
En eso sonó la campana y tuvimos que regresar a esas aburridas clases, en donde se basaba en preguntarte sobre el verano, tus vacaciones, y no hacer nada constructivo. Para “empeorarlo” hoy me quedaba hasta tarde, ni siquiera por ser el primer día nos dejaban la tarde libre.
Luego de 4 horas completamente aburridas, fui en busca de mi hermano a su escuela, y así los 3 iniciar el camino hacia nuestras casas, para que el recorrido fuera más corto entre bromas, risas y una que otras cosas tontas que se nos van ocurriendo.
Al llegar a casa ésta estaba completamente vacía, nuestros padres aún no llegaban y por lo que suponía tampoco estarían a la hora de la cena.
Subí a mi cuarto donde me cambié de ropa y me senté al frente de mi computadora. La primera página que abro es FACEBOOK. Sorpresa me llevo al ver que tengo una solicitud de amistad, digamos que por lo general no soy una persona tan sociable como para recibir solicitudes muy a menudo.
¿Ho…seok?- Vi el nombre de la persona que me agregó y por alguna razón se me hacía familiar, ¿acaso será uno de esos amigos del novio de Jimin? No, creo que no, parece que tenían otros nombre, bueno no era novedad que me olvidara de sus nombres.
Decidí “sicopatear” su perfil, más específicamente sus fotos para asegurarme de que no era algún viejo pervertido roba adolecentes, sin embargo casi me caigo de la silla al ver que ese era…EL CHICO DEL SUPERMERCADO, aquel niño de la sonrisa esperanzadora me había agregado. Sin pensarlo siquiera dos veces apreté el botón de aceptar.
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Dos horas pasaron más o menos yo seguía con la mirada en el computador, atento si se conectaba, de seguro esos minutos parecía algo desesperado pero es que había algo en mí que me pedía que le hablara, se me ocurrió mandarle un mensaje pero la idea la deseche rápido, no me gustaría que pensara que soy alguna clase de psicópata así que mejor decidí aguantarme aunque me aburriera bastante.
V…llamo mi padre…- ¿Llamar? ¿En qué momento sonó el teléfono que no lo escuche?- Dijeron que tuvieron que hacer unos viajes por negocios y llegaran el otro fin de semana, nos dejaron dinero suficiente para que sobrevivamos.- Soltó una pequeña risa.- Así que ¿cocinamos o pediremos comida?- Ambos reímos al instante al imaginarnos a los dos tratando de cocinar algo, con suerte nos salía el agua hervida.-
Es como obvio que pediremos comida, no quiero quedarme sin casa.-
Taehyunie...- Oh no, utilizó el tono más tierno que puede hacer y eso lo hace cuando quiere pedir algo.- podría comprarle a tu lindo hermanito menor MUCHAS GALLETAS DE LA FORTUNA, ¡POR FAVOR!- Estas son las situaciones en que quiero matar a mi hermano por ser tan jodidamente adorable con su voz, rostro y esos pucheros que son su carta fuerte para que NADIE le diga que no y así conseguir lo que él quisiera.-
Está bien, después no te quejes si te cuesta dormir.- Como obvio que termine aceptando logrando la excesiva emoción del otro, llegando abrazarme muy fuerte.-
En micro-segundos vi como Kookie bajaba a la sala para ordenar la comida y sus bocados que tanto ama. Bajé y encendí la televisión, también instale el PS3 y jugar un rato hasta la llegada de nuestro alimento.
Pasada los 45 minutos, que ciertamente se hicieron una eternidad, llego la comida y nos dispusimos a comer de ella como si no hubiera un mañana. Después con las pocas ganas subí hasta mi cuarto a reposar un rato, y por reposar me refiero a estar al frente de mi computador.
Volví a iniciar la sesión de Facebook, ya que antes de bajar la había cerrado, encontrándome con 2 mensajes: uno de Jimin y el otro de Hoseok…espera ¿Hoseok? ¿De él? ¿Estaba soñando?
Ignore el mensaje de mi amigo y abrí rápidamente el de Hoseok, menos mal que aún seguía conectado.
Quedé asombrado al leerlo, no sabía si reír o algo por el estilo. Acaso podría significar alguna señal para que nos conociéramos…