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A Traves de la Red por lenkautatane27

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Notas del capitulo:

Assdasd *-* estuve esperando tanto tiempo para terminar de escribir esto, y acá esta!!

Mikuo tiro rápidamente todo su cuerpo al suelo de madera, resbalando un poco; estiro su brazo y por un pelo logró levantar la pelota que por poco tocaba su cancha- ¡Cubreme Kaito-sempai!- el chico trataba de levantarse y volvió a su lugar, esperando el próximo movimiento de ambos equipos.

-¡Yuma!- Kaito se preparó para recibir el balón entre sus manos y levantarla para el atacante. Como si todo pasara lento, apunto exactamente en el lugar preferido en donde su amigo le gustaba rematar; alto y algo alejado de la red. Con punteria perfecta, sus manos levantaron en un santiamén la pelota, dando la oportunidad al pelirosa de golpearla con fuerza y furia contenida, derribando el gran muro de manos que presentaba el otro equipo al bloquear su ataque; el equipo contrario al no poder recibir tan rápida acción, Kaito, Yuma y Mikuo salieron victoriosos anotando el último punto faltante para ganar el partido, y por lo tanto el segundo y último set.

-¡Gracias por jugar!- se inclinaron ambos bandos se inclinaron y el equipo visitante se despidió de ellos, saliendo del lugar con la derrota marcadas en su frente.

 

-¡Fuu! ¡Este partido sí que me hizo cansar!- Kaito cayó rendido en el suelo del gimnasio, sumamente agitado. Agarró una botella de agua y la abrió para verterla sobre su rostro en un intento de refrescarse.

-El agua esa es para tomar- dijo serio Yuma y apoyó su espalda sobre uno de los postes que sostenía la alta red de voleibol. Tomó entre sus manos una de las botellas de agua y se los bebió todo en unos segundos.

-¡Otro más!- exclamó Mikuo con entusiasmo parado en la silla en donde iría el árbitro de cancha- ¡Quiero jugar otro más!-

-Estamos cansados- dijeron al unísono Yuma y Kaito con sombras en sus ojos.

Mikuo suspiro desanimado y se bajó de la silla- Ne ne, ¿en donde están Dell-kun, Bruno-san, Luki-sempai, Akaito-san y Kiyoteru-san?- pregunto con curiosidad el menor.

Yuma suspiro- Veamos. Dell esta en el hospital cuidando a su hermana y no podrá venir hasta que se recupere. A Bruno lo suspendieron por un mes de las actividades del club gracias a su "Roller Coaster"- río al recordar como el castaño rompió unas vigas de madera al intentar rematar lo más fuerte posible, y el director lo descubrió- Luki no vendrá por ahora, tiene la pierna quebrada. Akaito vendrá en unos días por temas confidenciales que yo no pude saber y Kiyoteru tuvo que ir a control médico hoy- explicó Yuma seriamente.

Mikuo sonrió- Kiyo-san da miedo- tembló un poco al recordar la mirada intimidante y seria que transmitía a través de sus lentes al jugar en cualquier partido.

Kaito suspiro- Son todos unos maniáticos...- dijo y los tres chicos rieron.

 

-¡Whe! ¡Este gimnasio es muy grande!- una vocecilla chillona y maravillada se hizo presente.

-¡Es realmente grande!- otra voz la acompañó, seguido de un flash de cámara.

-Shh, no hagan tanto ru... ¡Tienen las pelotas que salieron al mercado hace poco!- primeramente era calmada y silenciosa para después volverse una entusiasmada.

Los tres miembros del club voltearon y vieron a unos chiquillos de primaria que miraban maravillados el gimnasio como si fuera oro puro- Este... ¿Qué hacen aquí?- pregunto Kaito con algo de enojo, intentando ser intimidante.

Un niño de cabello rubio corto y suelto con lindos ojos celestes se les acercó con una sonrisa. Fácilmente podía hacerse pasar por una niña- ¿Vos sos el capitán?- preguntó dirigiéndose a Kaito.

Kaito se sonrojo ante esa mirada llena de inocencia y señaló a Yuma- e-el, el es el capitán de aquí- tartamudeo bajando su rostro colorado.

-¡Piko!- llamó el chico rubio a su amigo de cabello plata que tenía en su cabeza un gorro que decía "I Love Japón" y todo tipo de muñequeras.

-¿Que te pica Len?- preguntó Piko corriendo a una velocidad increíble al lado de Len mientras en sus manos sostenía una cámara digital. Los tres integrantes del club se sorprendieron por la rapidez.

-Sacame una foto con el capitán de acá- le dijo y tomó al pelirosa del cuello y lo jalo de un tirón hasta su altura, obligándolo a agacharse para no romperse la espalda. Debía admitirlo, ese niño rubio tenía fuerza- ¡Wisky!-

El flash apareció en un segundo y desapareció en otro- ¡Ya esta!- Piko les mostró la foto; Len salió sonriente y feliz haciendo el signo de la paz y Yuma estaba un poco sonrojado y había salido con los ojos cerrados.

-Bu~ yo nomas sali bien...- se quejó el rubio con egoísmo y  largo una sonora carcajada- Chiste, chiste, los dos salimos graciosos-

Yuma levantó una ceja mientras se sobaba el cuello- Aja, tu solo. El flash casi me deja ciego- se quejó y con su otra mano se frotó un ojo.

Len codeo suavemente a su amigo- Te dije que le saques el flash estúpido- le reprocho en un mohín.

-Excuse me, bitch. Esta es mi cámara y yo hago con ella lo que yo quiera- dijo y le sacó la lengua infantilmente.

-¡Eu ¡Vengan a ver estas pelotas!- otro rubio con una venda en uno de sus ojos sostenía una de las pelotas en sus manos, elevándolas hacia arriba.

-¡Esperen!- Mikuo los detuvo a medio camino con enfado- ¿Cómo entraron al gimnasio? ¡Se ve que no son estudiantes de aquí!-

-Somos turistas provenientes de Argentina. El director nos dejó pasar, dijo que "a los chicos de voleibol no les molestaría una visita"- repitió el chico con vendas caminando tranquilamente hacia ellos.

"Ese viejo. Todavía está resentido porque le tire la peluca" pensó Mikuo en un gruñido- Tch, si quieren seguir aquí tocando y molestandonos tendrán que jugar contra nosotros en un partido- les reto con una sonrisa triunfante.

"¡Ja! Esos nenitos no podrán soportar ni un minuto en la cancha. De seguro no saben ni pasar la pelo..." se quedó sin habla al ver como Piko sacaba con salto, y muy perfectamente. Ellos todavía no podían, ni siquiera Yuma, que el era el mejor del equipo.

"Mierda" pensaron los tres al mismo tiempo.

-¡Aceptamos!- dijo Len con una sonrisa- Pero tendrán que aceptar una condición nuestra. Si ganan, nosotros tenemos que hacer lo que ustedes quieran y después nos vamos a la mierda. Si ganamos, tienen que hacer lo que nosotros queramos ¿aceptas?- le extendió su mano a Mikuo, que aceptó gustosamente.

-Bien... ¡Oliver! ¡ vas de armador!- grito Piko caminando hacia la cancha tranquilamente.

-Dale- le contestó Oliver poniéndose contra la red en posición -Tres contra tres, ¿que no?- preguntó Oliver a Yuma algo serio.

- Si...- le contestó algo dudoso. No podía creer que ese niño con vendas pueda jugar de armador. Se dirigió hacia Len y palmeo su hombro- Hey, ¿seguro que el puede jugar? Es que parece algo grave...- preguntó señalando a Oliver con su cabeza.

Len le sonrió maliciosamente- no lo subestimes...- le contesto y se alejó de la red en posición de ataque.

-Va a ser de solo un ser ¿De acuerdo?- pregunto Mikuo a Piko, que asintio decidido.

 

-Bien, primeramente no jueguen con todo, tal vez los podríamos lastimar, son niños de primaria...- Dijo Yuma en un susurro a Kaito y Mikuo que asintieron levemente y se prepararon para jugar.

-¿Sacamos nosotros?- preguntó con voz seria Oliver que miraba fulminante a los otros.

Mikuo asintió con algo de miedo, esa mirada era igual de intimidante que la de Kiyoteru.

Oliver le pasó la pelota a Len- Saque rubiecita- sonrió de manera torcida, como un psicópata.

Len sonrió de la misma manera y mientras se alejaba de la cancha con pelota en una de sus axilas tomó una liga de su bolsillo y amarró su cabello en una coleta corta.

Kaito se sonrojo- ¡Concéntrate!- le reprocho Yuma con las rodillas flexionadas y sus brazos algo estirados, preparado para el ataque.

 

Len se paró afuera de la cancha, al medio justamente. En el equipo contrario, Yuma y Kaito estaban preparados para recibir un saque.

El rubio levantó la pelota con una mano, apuntando a Kaito mientras sonreía maliciosamente. Kaito se inquietó mucho, pero trató de serenarse.

-Piko no es el único que puede sacar saltando-

El oji celeste se paró más atrás. Sonrió con confianza y lanzó el balón al aire, más adelante de su cuerpo y alta. Dio un paso hacia adelante, otro más y en el último flexiono sus piernas y saltó con las manos en el aire, pegando la pelota que salió fuertemente impulsada hacia Kaito. La pelota venía muy dispareja, se movía hacia todos lados imposibilitando el recibimiento de esta.

"Un saque flotante..." pensó Yuma con asombro mientras veía la pelota venir hacia su amigo, que logró hacer una recepción algo baja, pero lo suficiente para no perder el punto.

-¡Mikuo!- grito Kaito saliendo del lugar, dando espacio al menor para que lograra colocarla en una posición cómoda y alta a Yuma.

-¡Yuma-sempai!- el pelirosa hizo lo mismos pasión que Len, solo que mas cortos, logrando pegarle con fuerza a la pelota... Que rebotó en su cancha.

"No puede ser..." Oliver bajaba como en cámara lenta del aire aun con las manos en alto. El bloqueo que había hecho resultó efectivo, nada nuevo para el.

Yuma cayó al suelo parado, abatido al ser bloqueado por el rubio. Levantó su mirada y se encontró con la fría mirada que le mandaba Oliver, intimidándolo.

 

-¡Ne! ¡Ho... ¿Que sucede aquí?- Akaito llegó con el resto del equipo tras de él- excepto Bruno-, ellos contemplaban arriba del hombro de Akaito el curioso panorama de la cancha.

-Visitantes- respondió Mikuo con una sonrisa nerviosa.

-¡Hola!- les saludaron los argentinos animada mente, excepto Oliver.

Todos se sonrojaron; menos Kiyoteru, el no se sonroja ni aunque le muestres porno, yaoi o alguna otra cosa que haga morir de un colapso a alguien mas.

-¿Cuantos puntos van?- pregunto Luki tomando intentando tomar asiento en el suelo de madera. Aunque la quebradura no era nada grave, se le recomendó no hacer deporte por si acaso.

- Uno a cero- contesto Oliver en tono seco, mirando a sus amigos con detenimiento. Todos estaban calmados, pero Piko y Len estaban como eufóricos y a la vez se mantenían serenos.

-¡Hey! ¡Yo sigo sacando!- dijo Len rebotando la pelota en el piso.

-¿Quien anoto el primer punto?, yo seré el arbitro- Dell estiro sus brazos y bostezo.

-¡Nosotros!- respondió Piko con una sonrisa encantadora.

-Esta bien...- Dell puso el marcador en su posición y dio la señal para reanudar el partido.

 

-voy a ser humilde con ustedes, solo ahora- Len poso un pie enfrente y el otro lo mantuvo en su lugar, su mano con la pelota bajo y su brazo contrario quedo mas arriba, como un péndulo. Lanzo el balón al aire arriba suyo y le pego con la otra mano, elevando la pelota y pasando hacia la otra cancha.

Venia hacia Yuma; que rápidamente enderezó su posicion y la recibió perfecta, dando lugar a Mikuo para posicionarla a su gusto.

-¡Kaito!- hizo su cintura y cuerpo para atrás, golpeando la pelota con sus dedos arriba.

El peliazul dio los pasos necesarios y salto, apuntando hacia la punta de la cancha contraria.

Oliver salto, pero no pudo bloquearla muy bien, dando lugar a que pase.

 

"¡Es la jugada de Kaito!" pensó Luki fascinado, siempre había admirado a su amigo, jugaba muy bien.

-¡Anotara!- animo Akaito con una sonrisa.

Kiyouteru acomodo sus lentes con sólo un dedo- No lo creo...- dijo arrastrando las palabras, viendo como se desarrollaba el partido.

-¿Que? ¡Nadie puede alcanzar una de esas jugadas!- Luki se mostraba confundido, para el era imposible que salvaran semejante ofensiva.

-Observen al de blanco- les señalo a Piko.

 

El peliplata gruñó levemente y tiro todo su cuerpo al suelo junto con su brazo extendido, salvandola de caer en su cancha "Por un pelo..."- ¡Vamos Oliver!- le animo posándose en el lado derecho de la cancha.

-¡Si!- El chiquillo se movió un poco y vio todo en cámara lenta; por un lado, tenia a Len, y por el otro, tenia a Piko. "¿Acaso esta..." movió su orbe dorado hacia Piko, y lanzo la pelota hacia Len. Mikuo se había equivocado de lado al creer que con la mirada de Oliver se aseguraba de que la pasaría a Piko, pero solo fue un señuelo.

 

"Es inteligente" pensó Akaito arrugando el puente de su nariz al ver a Oliver, se asombró ya que nunca había visto esa táctica.

-No parecía seguro de sí mismo, pero es todo un calculador- opino Dell en un susurro, apretando su mandíbula.

-Este equipo va a ser difícil de vencer...-

 

Len salto y trató de apuntar en el medio de la cancha, pero su táctica falló, haciendo que Kaito la recibiera apenas con una mano. Mikuo fue a su rescate y la lanzó hacia Yuma, pero se había desconcentrado con Oliver y la hizo quedar medio chueca. Por suerte, salió hacia afuera, muy cerca de la línea y Len la tocó, así que fue punto para Kaito y su equipo.

-¡Tonto!- le dijo Yuma en modo de reproche al peliaqua dándole un pequeño zape en la cabeza. Para Mikuo, eso ya era habitual- Concéntrate y deja de mirar al de vendas- dicho eso, se retiró a su lugar, dejando a Mikuo un tomate; Oliver lo había oído y ahora lo miraba fijamente, comiéndolo lentamente con su mirada. "¡Estupido! ¡Imbecil! ¡Lo dijiste muy fuerte y él lo escuchó!" pensó, queriendo que la tierra -o la madera- lo tragase en ese mismo momento.

-¡Whoah! ¡Este piso es más suave que el que hay allá!- comentó Piko con asombro mientras que con sus manos tocaba el suelo de madera.

-¿Más suave? ¿Como es eso?- preguntó Dell confundido por su actitud.

-Nosotros entrenamos en el piso de hormigón, osea, cemento- explicó Oliver con su mirada dura.

-¿¡Eh!? No les creo- Akaito se cruzó de brazos, haciendo un tierno mohín.

-¿Ustedes creen que Oliver iba a mentir?- reclamo Len endureciendo su mirada.

Kaito bajo su mirada hacia las piernas de los argentinos; tenían raspaduras a lo largo de ellas, pero muy pocas en la parte de las rodillas "De seguro usan rodilleras..."

 

Todos los miraban impactados; ellos nunca entrenaron en cemento, sería malo para su salud.

"Me imagino que sufrimiento debió ser para ellos..." pensó Luki mientras se acariciaba su barbilla.

-¡Sigamos jugando!- dijo Piko con algo de molestia en su voz, pasándole la pelota a Yuma para sacar, que la recibió accidentalmente con la cabeza- Perdón...-

-¡Hooolaaa!- una voz algo grave se presentó en el lugar, y al minuto una puerta cerrarse con demasiado ruido- ¡Llegue yo!- Bruno sonrió haciendo el signo de la paz, y a los segundos noto la atmósfera de silencio que reinaba en la cancha- Este... ¿Que paso?-

-¿Eres Español?- preguntó Oliver directamente, con su voz seca, clavándole su gélida mirada miel.

A Bruno le dio un escalofrío- Si, ¿Como lo supiste?-

-Tu rostro es más... Diferente que al de todos- Len y Piko luchaban por aguantarse la risa, sus hombros se movían a gran velocidad por las arcadas. Oliver se sonrojo un poco y bajo la mirada apenado- Y tenes un acento distinto que al de ellos...-

-¡Oy...- Mikuo estaba a punto de protestar, pero Kaito le tapó la boca de un manotazo.

Bruno sonrió- eres inteligente pequeño- opino mientras caminaba y se sentaba al lado de sus amigos- ¿Que están haciendo? ¿Un partido de practica quizá?-

-Sí- dijo Piko con una sonrisa encantadora- Me llamo Piko, el rubio de ojos celestes es Len y el maleducado es Oliver-

-¡Yo no soy maleducado!- protesto Oliver- Soy... ¿Sincero? ¿Directo?- dijo no muy convencido, rascándose tras la nuca con vergüenza.

-Aja, si, como digas Oliver. Volvamos al juego- dijo Len poniendose en posicion de defensa.

Mikuo se dirigió hacia afuera de su cancha "¡Ja! ¡Bruno es diferente a nosotros! ¡Como si todos fuéramos iguales!" con ira contenida, su mano golpeo al balón, volando indecisamente por los aires hasta llegar a Len.

-¡No tenes que pegar la pelota con calentura, te va a salir mal el saque!- le gritó el rubio y soltó una carcajada, tocando el suelo con una de sus manos.

 

La pelota finalmente llegó a Oliver "Este tipo, el de ojos celestes verdosos, es rápido al bloquear. No va a dudar en bloquear si les tiro a Piko o Len, así que me queda una sola cosa por hacer..." el rubio de ojos miel salto levemente y anotó el balón en la otra cancha usando solamente una de sus manos, anotando otro punto.

"¡No lo había visto venir!" Mikuo gruño ante su incompetencia y volvio a su posición inicial con los puños cerrados.

-Hey Mikuo, calma- le dio ánimos Kaito con una sonrisa.

Mikuo suspiro y recargo energías, sonriéndole a su amigo.



24-13

 

"¡No puede ser que ellos solo vayan trece puntos! ¡No pueden perder contra esos niñatos!" Luki se mordía las uñas de la ansiedad, el equipo de Len iba a ganar.

 

Ambos equipos estaban bañados en sudor por el esfuerzo hecho en la cancha.

-Oh~ un puntito más y ganamos- festejo Len sacándoles la lengua a el bando contrario, haciéndolos enojar.

-Tch...- Yuma se rasgaba la piel de su mano al apretar sus dedos con furia.

"¡No nos pueden ganar!" Kaito miro el marcador con decepción "A la mierda, estamos acabados..."

-¡Va!- Piko hizo su famoso saque con salto por cuarta vez; los anteriores tres puntos los había ganado solamente con su saque de salto.

La pelota casi venía envuelta en llamas, pero Yuma la recibió con un pie antes de que tocara su cancha.

-¡Voy!- Mikuo se posó abajo de la pelota y la lanzó hacia el peliazul que esperaba expectante ese pase. Kaito saltó con furia y le pego con toda la fuerza que tenía; traspasando el bloqueo de Oliver.

Len la recibió y el rubio de ojos miel la levantó, saliendo alta y perfecta para un remate. Piko hizo los pasos necesarios y sonrió con complicidad... Anotando el último punto para ganar.

-¡Yey! ¡Ganamos!- Festejo Len saltando a los brazos de Oliver y Piko.

Oliver no pudo evitar dejar escapar una sonrisita divertida, muy tierna a la vista de todos.

 

-Ahora... Nuestro premio- reclamo Piko con una sonrisa psicópata, al igual que Len; Oliver solo los miraba con perversidad, sin ninguna emoción presente en su rostro.

Los derrotados dieron un paso al frente, temblando con fuerza como un teléfono en modo vibrador.

Len se le acercó a Kaito y aun frente a todos; tomo sus mejillas y le dio un tierno beso en los labios, sorprendiendo a todos los presentes, menos a los argentinos, ya lo esperaban del rubio.

-Bien, dejemos a la parejita ahí y es mi turno- Piko dio un paso adelante, sin prestarle atención a su amigo que besaba con fiereza- y era correspondido- al peliazul. Su rostro mostraba una mezcla entre algo dulce y a la vez, loco.

Yuma dio un paso hacia atrás, intentando escapar de las garras de aquel peliplata con mirada lujuriosa. Estaba a punto de salir corriendo, pero Piko lo abrazó del cuello y apego su cuerpo a él, hundiendo su cabeza en la nuca del pelirosa; causándole un escalofrío.

-Tu pelo huele rico- le susurro Piko en el oído y hundió su nariz en el cuello del mayor... Dejando un chupón notablemente visible.

Lo dejó libre y río sonoramente, enrojeciendo a Yuma hasta el pecho que ni el cabello de Akaito se le comparaba. El pelirosa volteo, encontrándose a Piko cara a cara con el. El peliplata sonrió y beso su nariz con dulzura.

-Me toca- anuncio Oliver parándose frente a Mikuo.

"Si esos argentinos le hicieron eso a ellos... El rubio este me violara salvaje mente..."

-Cargame- dijo Oliver con su típico tono de voz seco.

-¿Disculpa?- Mikuo subió su mirada, encontrándose con la mirada de acero del rubio.

-¿Vos crees que yo iba a mentir? Cargame- le ordeno nuevamente.

"¿Sera eso nomas? Digo, no estaría nada mal un beso..." -¿Eso solo?- pregunto con duda Mikuo, cargándolo como una princesa con facilidad- ¿No me besaras como ellos?- volvió a preguntar acercándose con inocencia al rostro del rubio.

Oliver rodó su ojo y se colgó del cuello del peliaqua- Si eso queres... Te aviso, no soy suave- advirtió y unió bruscamente sus bocas. Mikuo se impresionó pero correspondió el beso introduciendo su lengua en la cavidad bucal del pequeño, recorriéndola con furor.

Antes de separarse, Oliver le mordió el labio, haciendo que al otro le saliera una pequeña herida que sangraba.

El rubio le sonrió con inocencia, sus mejillas estaban teñidas de un lindo carmin- me cargadas hasta que yo te ordene que me bajes-

 

La puerta del gimnasio se abrió con brusquedad, como si la estuvieran pateando -¡Piko!- una voz enojada buscaba al peliplata, que rápidamente se protegió tras Kiyoteru y Luki, los mas altos de ahí.

-¡Salvense quien pueda!- Piko se cubrio la cabeza con cascaditas en los ojos.

-¡Wha!- Len se refugio en los brazos de Kaito, intentando esconderse en los mismos.

 

La puerta fue abierta finalmente- Solo tenes que bajar la manija y ya esta, no hace falta tanto drama Rinto- otra voz la acompaño, mas calmada que la anterior.

Rinto corrió hacia Kiyoteru y lo aparto de un manotazo, sin importarle nada. Se encontró con un Piko hecho bolita en posición fetal tirado en el suelo- ¡Te encontré demonio!-

Piko se arrodillo y junto sus manos- ¡Rinto! ¡No me pegues porfavor! ¡Perdoname por arrastrar a Len y Oliver conmigo! ¡Ten piedad de mi pobre alma!- pidió piedad casi a gritos.

A Rinto le brillaron los ojos y levanto su puño con una sonrisa malvada pintada en su rostro, pero fue arrastrado hacia atrás por un pelinegro que lo tomaba desde las axilas- Calmate estupido- le dijo dándole un zape en medio de la cabeza.

-Ok...- susurro mirando con molestia al pelinegro de ojos miel, parecidos a los de Oliver.

-¡Al fin los encontramos!- una voz poco chillona se acerco al rubio, era un chico de la altura de Kaito, poseía un cabello verde y ojos del mismo color.

Len río y se rasco tras la nuca- Fue culpa de Piko, ya sabes, lo de siempre...- se lamento con pena y miro a su amigo siendo abrazado amorosamente por Rinto, y del rubio tiraba Rei y del peliplata tiraba Yuma.

-¿Esta todo el equipo acá?- preguntó Oliver a otro rubio de ojos almendras, aun en brazos de Mikuo.

-Todos, hasta los suplentes- le contesto Lui sonriendo.

-Bajame- le pidió a Mikuo y este hizo caso.

Oliver se dirigió hacia los mayores- ¿Podran un seis contra seis?- pregunto amablemente.

Todos asintieron emocionados- Yo seré el arbitro, total no puedo jugar- dijo Luki sonriente.

-Entonces...-

 

-¡Que comience el juego!-


Fin...

 

Notas finales:

Espero sus dulces amenazas de muerte owo

 

Sayo!


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