Domingo, por fin domingo. Desperté, me encontraba recostada boca arriba en mi cama, aun lado, como en los últimos días, se encontraba Susan. Esta vez fui yo la que despertó primero, extraño, pues de alguna forma Susan siempre se las arreglaba para despertarse, aunque fuera solo un segundo, más pronto que yo.
Me senté sobre la cama, inclinándome hacia delante dejando que mi cabello cubriera mi rostro.
A lo largo del tiempo que he estado aquí he hecho cosas de las que no me enorgullecía tanto, y ahora, haría aún más cosas que iban en contra de mí. Supongo que en algún momento de mi pasado jamás imagine que llegaría a tales extremos, y solo por una chica.
Me levante cuidadosamente de la cama, Susan en todo el tiempo que se quedó, me molestaba de alguna forma, pero yo como buena persona me abstuve de devolverle todos sus ataques. Pues bien, Susan no se podía marchar de mi departamento sin una buena despedida. Me dirigí a la cocina y busque entre todas las cosas alguna bolsa de plástico. Después de un momento encontré una que era grande, aunque no exageradamente grande. Me dirigí al baño y llene mi bolsa con agua de la regadera, me moje yo misma tras varios intento en los cuales la bolsa se doblaba y el agua me caía a mí, pero, no importaba valía la pena el mojarme un poco con tal de gastarle una broma a Susan.
Ahora que mi bolsa se encontraba llena, me dirigí a mi habitación donde yacía dormida Susan aun. Me subí sobre la cama del lado donde hacía unos momentos dormía yo. La mire dormir, se veía tan pacifica, relajada. Suspire, debía dejar de verla o de lo contrario me arrepentiría de lo que estaba por hacer.
Derrame toda el agua, solo sobre su rostro.
Susan reparo tratando de cubrirse el líquido que ella sentía caer sobre su cara. Intento cubrirse con la cobijas, pero no le funciono mucho. Finalmente cayó al suelo, pero era demasiado tarde, ya le había echado toda el agua encima. Reí tanto que inclusive el estómago me dolió.
-Brillit- hablo Susan de forma siniestra mientras salía de debajo de todas sus cobijas mojadas
-Bueno yo paso a retirarme- dije antes de que Susan pudiera hacer nada y salí huyendo.
Sin embargo Susan salió tras de mí. Necesitaba llegar a la otra habitación en donde se encontraban los libros. Corrí de verdad todo lo que podía, más para mi desgracia no fue suficiente.
Susan me atrapo a tan solo unos centímetros de la otra puerta, tomándome de la cintura, me abrazo y me metió al baño que estaba cerca.
-¡Espera! ¡Perdón!- hablaba desespera tratando de librarme del agarre de Susan, pero era imposible. Se dirigía a la regadera- era una simple broma ¿Qué no tienes humor?
La regadera se encontraba en una pequeña cabina, con una puerta corrediza.
Susan me metió de un empujón dentro de esta y abrió la llave. Para después salir del pequeño espacio y cerrar la puerta corrediza impidiendo que saliera de esta.
-Hey, basta ¡Déjame salir!- hable a Susan tratando de abrir la puerta.
Después de unos segundos de estar atrapada, para mi sorpresa Susan si abrió la puerta, mas sin embargo, no para dejarme salir, si no, para ella entrar.
Tomando mis muñecas, y dándome la vuelta, me abrazo por la espalda evitando que me moviera.
-¿Querías jugar no?- dijo esta burlonamente
-No- hable riendo también- solo me quería vengar
Estuvimos un rato riendo y jugando en la regadera, sonaba raro eso fuera de contexto, pero así era.
Sin embargo nuestra "pelea" fue detenida por el sonido de la puerta del departamento. Pero Susan no soltó mi agarre.
-¿Qué acaso no escuchas que tocan?- dije tratando de sonar seria, pero no podía, pues el abrazo de Susan me provocaba cosquillas- basta ¡Susan!
-Yo no escucho nada- dijo esta, ajustando su abrazo recargándose más en mi espalda
-Hablo en serio... Susan, ¡Basta!- me era imposible hablar sin que de mi boca saliera más risa, que palabras- nos resbalaremos
-Que importa- dijo esta continuando con su tortura hacia mi
-Si nos caemos y nos golpeamos la cabeza… será tu culpa- le aclare tratando de controlarme y controlarla
-Bueno de un golpe a la cabeza, no te mueres- se burló. Creo que esa frase me seguiría el resto de mi vida
-Vamos, por favor- suplique esta vez
-Ok, ya- dijo esta por fin y soltó su abrazo de mi cintura- ve a abrir
-No, ahora ve tú- dije y me salí dispuesta a ir a mi habitación.
Ya cruzando la sala, aun escuchaba que tocaban, pero no abriría yo, ahora le tocaba a Susan tomarse esa molestia. Sin embargo Susan pasó corriendo por un lado mío y me bloqueo el paso del pasillo a mi habitación.
-¿De quién es el departamento?- dijo está fingiendo seriedad
-Que inmadura eres- le anuncie riendo aun con ella
-Abre- me ordeno burlonamente. Me gire para abrir la puerta a quien tocaba.
Al abrir, mi sonrisa se desvaneció, por ver a la persona que se encontraba hay parada. Susan no podía ver quien era, pues la puerta se abría de tal forma que le impedía mirar a la persona de afuera. Trague grueso.
Susan al notar mi cambio de expresión se puso seria también.
-¿Quién es Brillit?- pregunto Susan curiosa, pero sin atreverse a mover de su lugar.
Di unos pasos atrás, pues la persona que se encontraba fuera comenzó a entrar, lentamente, al departamento. Se detuvo antes de atravesar completamente la puerta, después tomo la perilla y cerro, quedando al descubierto a los ojos de Susan. Que pasaron de intriga a furia.
-¡Tú!- vocifero Susan abalanzándose hacia Mireille. Tomándola del cuello de su ropa, y azotándola contra la pared, impidió que esta se moviera.
Sin embargo Mireille tomo las manos de Susan y la empujo haciendo que Susan tropezara unos pasos atrás.
Yo que aún no reaccionaba, desperté de lo que sucedía. Tome a Susan del hombro y la jale hacia atrás de mí y me interpuse entre ella y Mireille. Susan sin embargo, camino nuevamente y se pegó a mí por la espalda.
Mireille entorno los ojos altanera, al ver esta acción.
-¿Qué haces aquí Mireille?- pregunte calmadamente, tratando de contener a Susan
-Lo siento Brillit- dijo Mireille calmadamente, aunque su expresión mostraba fastidio- sabía que seguías viva, es por eso que te he venido a buscar
-¿Para qué?- pregunto con molestia Susan anunciándose tras de mi- ¿Para rematar lo que has hecho?
-Disculpa ¿Hablo con tigo?- dijo ya molesta Mireille a Susan y después se dirigió a mi- investigue un poco más lo que paso con mi hermano... Y al parecer creo que hice mal en culparte a ti y en agredirte
-Si has hecho mal- expreso Susan
-Susan, por favor- dije tratando de calmarla
-Por favor ¿Qué Brillit?- dijo Susan tomando mis hombros y girándome para que pudiera verla- ¿Cómo es que siquiera aun puedas mirarla a los ojos después de lo que te ha hecho?
-Podrías tranquilizarte- hable en un intento de calmarla- siquiera ¿En qué te afecta esto a ti?
Susan quedo en silencio. Valla le gane, pensé sorprendida.
Susan suspiro para calmarse, y creo para aclarar su mente también. Después hablo en dirección a Mireille.
-¿Y a que has venido finalmente?- pregunto un poco más calmada- ¿Solo a disculparte?
-No- dijo seria Mireille- venía a quedarme a vivir con Brillit, ya no quiero dejarla sola. Porque solo nos tenemos la una a la otra ahora
-Pero que emotivas palabras- hablo Susan fingiendo estar conmovida- sabes, porque no las escribes en una carta y luego se la mandas.
Suspire. No era posible que Susan se comportara. Mireille sin embargo solo rio a lo que Susan le decía y la ignoro.
Tome a Susan de la mano.
-Mireille espera en la sala, regresamos- comencé a caminar jalando a Susan tras de mí.
Entramos a la habitación, y fue hasta entonces que solté la mano de Susan.
-Se puede saber- comencé a hablar yo primero- ¿Por qué no puedes tranquilizarte?
-Disculpa- hablo Susan sorprendida de que fuera a ella a la que le reclamara- ¿Cómo te puedes enfadar con migo?
-No estoy enfadada con tigo- hable. Cubrí mi cara en un intento de querer relajarme
-¿Entonces?- pregunto Susan. Yo me mantuve callada. De momento, Susan pareció caer en cuenta de algo- solo dime Brillit... ¿La perdonaras?
No dije palabra alguna. Mi única reacción fue agachar la mirada. ¿De verdad podía perdonar a Mireille? Simplemente era el hecho de que en realidad, en ningún momento, la culpe u odie por algo.
Susan solo espero un momento a que contestara, se mostraba el enfado y desilusión en su rostro. Al ver que no contestaba continúo.
-Bien, si así lo quieres- dijo y se encamino a la puerta. Termino de hablar- al final es tu problema.
Acto seguido Susan se marchó. Escuche después el golpe de la puerta principal. No la seguí, y aunque lo hiciera ¿Qué le diría entonces? Después de unos momentos Mireille entro a la habitación. Me miraba curiosa.
-Bien, ¿Y ahora?- dijo esta con una voz sin expresión alguna
-Pues, ¿Y ahora?- dije yo pensativa y después abrace a Mireille.
Todo el día de ayer, domingo, paso rápido. Ese día nadie fue a visitarme, pues les había hablado pidiéndoles que no lo hicieran y que mejor las vería hoy, lunes. Pues creí que era mas fácil darles la noticia de que Mireille regreso, en la escuela, a dejar que se encontraran con ella y surgiera alguna pelea.
Rumbo a la universidad, no me encontré con nadie de los que me topaba siempre, ni con Marcos, ni con Shane y mucho menos, con Susan.
Cuando llegue a la escuela, no me dirigí directamente a mi salón, sino que me encamine por los pasillos en busca de alguna de las chicas.
Para mi suerte logre visualizar al menos a una de las susodichas que buscaba.
-Melanie- la llame desde su espalda, así que esta se giró para encontrarse con migo
-Si has venido- dijo esta con un poco de sorpresa en su voz
-Claro, ¿A caso lo dudabas?- dije yo indignándome por las palabras de Melanie
-Solo digo- dijo está sonriendo de medio lado, y después miro a mi cabeza- ¿te has quitado ya el vendaje?, no crees que fue muy pronto
-No, sano rápido, no te preocupes- dije yo moviendo la mano para réstale importancia al asunto- ¿Y Cat?
-No lo sé- dijo Mel mirando a todas partes- De vez en cuando, esa niña se me escapa
-No estará con Shane- pregunte riendo un poco
-Debe ser- dijo Melanie también riendo. Pero después cambio el tema- y... ¿Por qué no quisiste que te visitáramos ayer?
-Mireille regreso- dije temerosa de que comenzara con reclamos al igual que Susan.
Pero, en cambio Melanie, solo se limitó a suspirar pesadamente. Cielos que esta chica era muy relajada.
-Solo hablaba en broma ¿Sabes?- dijo Mel sonriendo nuevamente
-Pues yo todo lo tomo serio- dije imitando determinación en mis expresiones
-Ya veo que si... Vamos- dijo esta y comenzamos a caminar.
En realidad no sabía a donde nos dirigíamos, pero la seguí. Caminamos unos cuantos pasillos y al notar que Melanie miraba en todas direcciones, supuse que estábamos buscando a Cat.
La encontramos después de explorar varios lugares de la escuela. Catherine se encontraba con Alex y Shane, lo cual no me sorprendió. Antes de llegar a ella Melanie me hablo.
-¿Les dirás lo de Mireille?- pregunto Mel
-¿Quieres que se los oculte?- pregunte, dándole a entender, que si por mi fuera no se los diría, mas era una forma de evitar problemas futuros- a la larga sería malo
-Supongo- dijo Melanie sonriendo.
Llegamos a donde se encontraban las chicas. Comenzamos a hablar de cosas casuales, pero al igual que Melanie hacia unos momentos me pregunto la razón de porque no quise visitas el día anterior, las demás también lo hicieron. Comencé a hablar sobre eso, seria ante cual podría ser la reacción de ellas, mas sin embargo, tenía que decirlo a como fuera, por razón, me puse un poco más firme y decidida.
-Es Mireille- comencé a relatar- ha vuelto... No quise que fueran a visitarme, por temor a que surgiera alguna pelea.
Todas quedaron en silencio, suponía que, ninguna de las tres sabía muy bien que decir, mas pasado unos segundos después, Alex rompió el silencio.
-¿Y regreso por...?- hablo está dejando las palabras en el aire, indicándome que hablara
-Se disculpó- dije y antes de que alguna pudiera decir más aclare- ya no me culpa de la muerte de su hermano... Se dio cuenta de que había sido un malentendido
-Entonces, ¿Crees que ya no te hará daño?- dijo esta vez Cat, con preocupación en su pregunta
-No- la trate de tranquilizar- de la misma forma que note, cuando llego, que estaba molesta. Ahora puedo notar que no tiene malas intenciones, hable con ella anoche sobre eso
-¿Cómo puedes confiar tanto en ella?- continúo Cat con intriga- ¿Cómo puedes perdonarla?
-No lo sé- dije, de verdad Cat quería hacerme pensar, y lo estaba logrando. Así que decidí distraer el tema y lo volví un poco más relajado
-Pero Melanie me ha ayudado en eso- dije lanzándome hacia Mel y abrazándola por la nuca
-¿Qué?- hablo Mel al notar que la metía en la conversación
-Cielos Melanie- dijo Alex abrazándola de igual manera que yo, por su otro lado- no sabía que le hicieras de consejera... ¿Necesito algunos consejos, sabes?
Todas reímos ante las palabras de Alex, porque provocaron que Melanie se molestara bajando el rostro. Y de esta forma pude librarme del tema, al final en realidad salió mejor de lo que esperaba. Les dije lo de Mireille y sin embargo no tuve problemas. Me había salvado, claro, por el momento.
Mire de reojo a Shane, esta aunque ahora reía por los comentarios que le hacía Alex a Mel. Hacia unos momentos mientras la conversación aún era seria. Se dedicó simplemente a observarme. Podía verlo en su mirada, no hablo, solo escucho, y cualquier comentario que pudo decir, lo guardo para ella misma. Era curioso, pero sentía que con Shane, tenía que caminar aún más cuidadosamente, o amenos con ella, mejor mantener todo en la sombra.
Tuve que separarme de las chicas, pues mi clase estaba a punto de iniciar.
Cuando llegue al salón, salude a varios de mis compañeros, pues todo se extrañaron de mi ausencia. Después de eso me encontré con Marcos, que claro, se encontraba con Susan.
-Hola- llegue saludando en genera, para que no se viera que pudiera estar ignorando a alguien.
-Hola- saludo solamente Marcos.
Marcos me miro mientras tomaba asiento ante de hacer cualquier pregunta.
-Hey, Irlanda- dijo este llamándome una vez que me encontré sentada
-¿Qué pasa?- pregunte como si no tuviera interés alguno en la conversación
-Susan llego muy enojada ayer, porque supongo, ¿Mireille ha vuelto? ¿No?- comenzó a relatarme Marcos. Yo levante una ceja al escuchar la parte en la que menciono que Susan se molestó.
Sonriendo de medio lado, busque a Susan con la mirada, hecho que provoco que Susan escondiera su rostro entre sus manos recostándose en la butaca.
-Sí, Mireille regreso- dije despreocupada, ante la mirada alertan de Marcos
-Y después de lo que te ha hecho- hablo con total asombro- ¿La dejaras dormir aún bajo tu techo?
-Quiero demasiado a Mireille- dije elevando un poco mi voz para que Marcos no fuese el único que me escuchara- Claro que la perdono... Y vivirá con migo
En el rostro de Susan, aunque algo oculto, se notaba crecientemente como su enfado se acumulaba. No sé qué tan lejos podía llegar, antes de que los límites de molestia de Susan se alcanzaran
-Bueno Brillit, solo... - Marcos suspiro nervioso, por las palabras que me decía- solo, ten cuidado ¿Si?
-Claro- dije y coloque una de mis manos en su hombro, dándole a entender que agradecía que me apoyara y confiara en mí.
La clase comenzó a trascurrir, y durante ella, de vez en cuando sentía la mirada de Susan. ¿Por qué me miraba tanto? ¿Esperaba alguna palabra de mí? La ignore, quise distraerme de ella y sus miradas, concentrando toda mi atención en la clase.
No me sentía cómoda tratando de vengarme de esta manera de Susan, hiriéndola. Después de todo, creo que ninguna de las dos lo disfrutábamos mucho. Pero no podía echarme atrás, no era una cobarde, no me rendiría ahora que estaba a punto de llegar un poco más lejos.
Las horas de clase pasaron, y todos comenzaron a marcharse.
Marcos me miro serio por unos segundos, y después sonrió tiernamente.
-Me adelantare- dijo este sin más y emprendió su marcha hacia algún lugar, que yo suponía seria la cafetería.
Susan ya se había marchado. Suspire, tenía que alcanzarla.
Salí del salón y me encamine por el pasillo principal de salida, ella tuvo que haber tomado ese rumbo, estaba segura. No camine mucho, pues apostaba a que Susan no se encontraba tan lejos. Por suerte acerté en esa cuestión, más para mi sorpresa, fracase a la hora de pensar que se encontraría sola.
Antes de dar vuelta en unos pasillos. Más al fondo de este, se encontraba Susan... Con Jeny.
Más que molestarme esto me entristeció, al notar que incluso, se estaban besando. Entonces le dijo que si, pensé. Ahora ya eran pareja. Y ahora ¿Qué se suponía que tenía que hacer? Como lo pensaba, de alguna forma Susan lograba superarme u herirme, siempre, un paso enfrente.
Deseaba hablar con ella, pero no podía moverme. Creo que no deseaba interrumpir.
Regrese sobre mis pasos nuevamente. Esta era la segunda vez que lo hacía, retroceder, dudar. Pasaron segundos, minutos y mi cuerpo aún se encontraba paralizado.
-valla, valla- escuche de repente una voz- gusto con la persona que menos me quería encontrar.
Levante mi mirada, que hacía unos momentos mantenía baja y pensativa. (Es verdad Jeny tenía una clase en seguida).
-¿Que pasa Susan?- dije con voz seria, aunque trataba de que sonara burlona- aun tienes ánimos de pelear
-Mejor peléate con Mireille- dijo Susan seria, pero con notorio enfado en sus palabras- que después de todo "así es como ustedes se llevan", ¿No?
-¿Por qué es que estas tan enojada con migo?- pronuncie fastidiada, sin embargo mi vos no podía pasar de sonar seria
-Porque muchas de tus decisiones son estúpidas- dijo raspando las palabras- y eso es molesto
-No te tienes que tomar tan apecho esto he- dije yo conteniendo mis emociones que se acumulaban dentro y aprisionaban mi garganta queriendo salir- esto era un juego... ¿Lo sabias? ¿No?... Y lo has ganado.
Esas últimas palabras fueron casi un susurro que provocaron que Susan quedara en silencio. Al ver que esta se mantenía callada, decidí continuar hablando yo.
-Termino el juego... Jeny ya es tu novia...
-Entonces...- comenzó ha hablar Susan, mas guardo de nuevo silencio por unos minutos. Pensando bien en lo que diría, hablo nuevamente- supongo que ya no tendremos que lidiar la una con la otra.
Esta vez la voz de Susan sonó más lejana. Parecía que hablaba más para ella misma.
-Sí, así es- comente yo para finalizar la conversación.
Nos quedamos en silencio nuevamente, creo que ninguna de las dos tenía nada más que decir. Pensaba en marcharme y dejar las cosas hasta hay por hoy, más creo que Susan no compartía esa idea con migo. Note que mientras Susan se quedaba perdida en sus pensamientos, inconscientemente, con la cabeza, comenzó a negar.
-No- pronuncio por fin- será el fin de este juego. Pero no el fin de... Brillit.
Quede sorprendida con las palabras de Susan. ¿Ella tampoco quería hacerse a la idea de todo había terminado?. Continuo.
-... No dejare que estés con...
Susan quedo en silencio. Pensé que continuaría después, pero no lo hizo. En sus expresiones solo podía mirar molestia, confusión. Parecía que en sus pensamientos Susan se encontraba teniendo varios pensamientos que la frustraban. La quise animar para que hablara, pero no pude. Ella solo dio media vuelta y se marchó sin decir más.
Sonreí de medio lado. El juego había terminado, pero de alguna forma, ya se habían formado más. Y aunque no termino sus palabras, sabía bien lo que ella quiso decir. Suspire, y comencé a caminar, en la misma dirección por donde hacia un momento Susan se había marchado.