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La Mejor Jugada por Sputnik_Mi_Amor

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"[...] Le tocaba hablar a Itobad. Contesto que un hombre como el no entendia nada de enigmas y que era suficiente con haber vencido a golpe de lanza. Unos dijeron que la solución del enigma era la fortuna, otros la tierra, otros la luz. Zadig considero que era el tiempo [...]" 

 

El silencio que inundaba el lugar era bastante escalofriante, a pesar de saber lo que eso significaba, me sentía totalmente congelada. 

Escuchar esas palabras, ver esa imagen, conocer ese sentimiento. Era extraño, como era posible que su cuerpo fuese tibio, que su pecho se moviera al ritmo de una respiración, que su sangre aun fluyera, pero que aún y con eso, el doctor asegurara que ella había muerto. Eso era imposible, eso era ridículo... Eso era mentira. 

Baje la mirada un poco y la lleve más allá de mis pensamientos, hasta que mi mente quedo completamente en blanco. 

-Quisiera verla...- tras el silencio escalofriante, que se extendió durante unos minutos, fue Mireille quien hablo por fin 

-Claro- dijo el Doctor, y añadiendo una breve aceptación con la cabeza, se hecho a un lado para que Mireille pudiera pasa. 

Intente moverme para ir tras de Mireille, pero mi mente no lograba conectarse con mis pies para poder hacer algún movimiento. 

-¿Quieres verla?- fue Marcos quien me intento sacar de mi pequeño estado de trance. 

Solo lo mire, intentaba decirle que sí, que de verdad deseaba verla, pero que de igual forma tenía miedo. 

Marcos se acerco a mi lentamente y me tomo de la mano, yo solo lo mire por un momento, mirada que él me devolvió. Me gire a ver el pasillo por donde Mireille y el Doctor habían desaparecido. Insegura y con paso poco firme, Marcos y yo comenzamos a caminar. 

Atravesamos la puerta, y en seguida caminamos un poco mas allá de algunas tres puertas que se encontraban muy separadas entre sí. El pasillo estaba tan silencioso y con un ambiente seco, moribundo se notaba entre sus paredes, algo que era normal en un hospital, pero que por una gran razón, esta vez era aún más notoria esa sensación. 

Llegamos por fin a una puerta cerrada, que sabíamos era la correcta, pues del otro lado de la pequeña ventanilla se podía visualizar la cabellera de Mireille. Di un pequeño suspiro y fue Marcos quien tomo la perilla de la puerta y la abrió con gran cuidado, entro y tras de él, aun tomando su mano, camine hacia dentro del cuarto. 

He allí, era sin duda ella. Tras todos y cada uno de los vendajes que llevaba, esta su piel clara. Sin duda era ella, se miraba tan tranquila, como cuando duerme. 

Solté la mano de Marcos y me encamine hacia donde se encontraba ella. 

-Me retiro- la voz del Doctor resonó en alguna parte de mi cabeza, pero no me gire a verlo 

-Gracias por todo- fue esta vez la voz de Marcos quien inundo el silencio del lugar. 

Después de escuchar la puerta indicando que el doctor había salido me gire y mire a Mireille, la cual se encontraba con la vista perdida en alguna parte baja de la habitación, y tomando la mano tibia de Brillit, me gire a verla. 

-¿Por qué no la miras?- Mi voz sonaba incluso aún más fría de lo que me podía haber imaginado- ... ¿Por qué ahora? ¿Por qué ahora no puedes ni verla un momento?... ¿Por qué eres tan cobarde de agachar ahora la mirada? 

Como pensé, ninguna palabra salió de Mireille, ni un solo movimiento. 

-Está ahora donde tú querías... Ya no hay forma de que ella te moleste más- continúe- entonces ¿Por qué no estas riendo? 

-Esto no era así- respondió por fin Mireille- esto no tenía que ser así... 

-No... Claro que no- sonreí con amargura a su respuesta, sin embargo, mi sonrisa en seguida se desvaneció- ustedes jamás esperan nada, jamás midieron nada y mucho menos pensaron algo... Solo actuaron, solo hicieron. 

Por fin Mireille levanto la mirada, mirando solo y exclusivamente a Brillit, solo por unos momentos, para después dar media vuelta y salir del lugar. 

Suponía que haría eso, pues ahora no tenía forma de justificar lo que había hecho. 

Gire mi cabeza y mire nuevamente hacia Brillit, de verdad solo parecía que dormía, y con ello imaginaba que en cualquier momento se pondría en pie, que en cualquier momento diría algo extraño e idiota, que en cualquier momento abriría sus ojos. 

Escuche como Marcos se acerco hacia donde nos encontrábamos Brillit y yo, pero él se encamino hacia el otro lado de la camilla. 

-Mírala... Tan tranquila, pareciera que duerme por ella misma, y no por que la mantengan dormida- Marcos alargo su mano y acaricio delicadamente su mejilla algo rasguñada- mi linda hermana ¿Cómo es que te lastimaron tanto? ... Sin poder ayudarte. 

Sonreí con poco ánimo al escuchar las palabras de Marcos. Me acerque un poco más a la camilla y subiendo a esta con cuidado, me recosté a un lado de Brillit, recargando mi frente sobre su cabeza y con mi mano acaricie las pequeñas cortadas y rasguños que cubrían su delicado cuello. 

Marcos me imito y con cuidado se recostó del lado contraria a la camilla de Brillit, y así ambos nos quedamos en silencio junto con el silencio de ella. 

 

Camine por las calles del jardín, arrastrando mis pies con algo de cansancio y fastidio. 

-Es como regresar al pasado- escuche una voz calmada tras de mí, así que me gire a ver a quien me hablaba- así como antes ya no recordaba cuando eras seria, ahora es extraño verte regresar a eso 

-¿Tratas de consolarme?- intente preguntar con ánimo, pero me era difícil- creo que tus burlas serán más efectivas 

-Supongo que se me terminaron las ideas para burlarme- Shane camino un poco más allá de mí y después se detuvo a espérame- ... La echo de menos 

-Igual... ¿Dónde nos esperaban las demás?- pregunte, tratando de tranquilizar el tema 

-En el jardín- respondió con seriedad nuevamente 

Sin decir nada más en especial, Shane y yo caminamos rumbo al gran jardín, para encontrarnos con las demás, con las cuales habíamos quedado de vernos ya que desde la semana pasada, después del entierro de Brillit, deseábamos salir a pasar el rato, siendo un sábado algo cansado y aburrido. 

Como ya era esperado, a lo lejos no solo podía visualizar a Alex, ahora junto a ella se encontraban Melanie y Catherine, lo cual ya no me parecía extraño como en un principio. Deje de notar en que momento me acostumbre a ver a esas dos chicas con nosotras, de verdad que ya no recordaba ni como éramos Shane, Alex y yo antes de ellas. 

-De verdad que son muy impuntuales- Catherine prácticamente grito en cuando nos vio venir a Shane y a mí 

-Aun no sabes controlarla- hable por lo bajo hacia Shane 

-¡Te escuche!- Catherine exclamo, mientras me señalaba con un dedo. 

Cuando gire mi vista hacia Melanie y Alex, pude notar que a un lado de Alex se encontraban algunos libros apilados. 

-¿Qué es eso?- pregunte señalando con la cabeza hacia los libros. 

Todas giraron y miraron hacia donde se encontraban los antes mencionados objetos. 

-Me los entrego Jeny- contesto Alex- son los que alguna vez... Creo que son de Brillit. 

Observe esos libros por un momento, antes de hablar nuevamente 

-No la he visto en toda estas dos semanas que han pasado- Hablo esta vez Melanie con algo de molestia y seriedad- bueno, aunque tampoco he visto a Mireille 

-Ni la veras- contesto Alex rápidamente 

-Mireille aún está encerrada en el departamento, a veces la escucho salir, pero solo durante las noches- conteste sin mucho interés en tratar de recordarla- Pero de Jeny... Tampoco se nada desde el hospital, no la he visto 

-Yo no he visto a ninguna de las dos- Catherine agrego con una gran tristeza, pero estaba segura que no era por no haber visto a Jeny y Mireille 

-¿Qué te ha dicho?- pregunto Shane en dirección a Alex, mientras abrazaba tiernamente a Catherine 

-Nada, solo no paro de disculparse... Me los entrego y después se intentó ir- explicó Alex 

-¿Intento?- levante una ceja con intriga ante esa explicación 

-No se había dejado ver... Así que aproveche para interrogarla- contesto Alex con despreocupación 

-¿Y...?- Shane se molestó por el poco interés que ponía Alex en la conversación 

-Le conto a sus padres lo que hizo... No todo lo que ha hecho- comenzó a relatar Alex- según me dijo, les conto que había tenido un accidente con dos amigas y que una de ellas murió en el accidente, que se sentía mal y los logro convencer de mudarse a otro lugar 

-Su padre trabaja en casa, así que es probable que sea verdad- Catherine hablo aun entre sus desánimos- al menos eso es lo que me ha dicho mi padre 

-Así que al final si lo ha hecho- murmure para mí misma con alivio 

-¿Por qué lo dices?- aunque todas me escucharon, fue Melanie quien me pregunto 

-Marcos fue quien se cruzó con ella en el hospital... Yo no la vi- agrega- él fue quien se encargó de decirle que lo mejor era que ella se marchara y que sería mejor para que no cargara con el peso de lo que había hecho 

-¿Qué les paso a las dos?- Catherine continúe con sus preguntas, suponía que antes no había preguntado, pues todas estábamos muy ocupadas lamentando y consolando 

-Cuando la vi, Mireille solo se había rompido un brazo y tenía algunos raspones, y Marcos me dijo que a Jeny solo se le miraban algunos golpes- finalice mi explicación 

-El auto se volcó- agrego Melanie algo que ya había dicho hace tiempo, pero que le aclaraba a Catherine- Mireille y Jeny tenían los cinturones... Brillit estaba amarrada de manos y pies, no había forma de que detuviera los golpes 

-Bueno... Va una, al menos Jeny ya no será un problema- hablo Shane- pero basta de hablar de esto ¿Qué desean hacer hoy? 

 

El día como últimamente pasaba, fue largo y agotado. Regresaba a mi departamento ahora que el tiempo que pase con las demás había terminado, solo esperaba que Marcos ya estuviera en casa, pues si no tendría que esperar por él para comer algo.  

Subía a paso lento por las escaleras, pues no era algo que me agradara mucho y recordaba que en varias ocasiones le reclame a Marcos por negarse a mudarnos de este lugar, cosa que hasta hace barios días dejo de importarme, exactamente, el día en que Brillit se había mudado a este lugar. 

Llegando casi a la entrada de mi departamento, me encontré con quien a pesar de todo, sabía que me buscaría una vez más.  

Termine de subir las escaleras aun y con ella esperándome al final de estas, y ya que me impedía pasar, me obligué a detenerme para saber que deseaba ahora. 

-¿Qué es lo que quieres?- pregunte apenas me detuve en el pasillo 

-Solo quería hablar sobre una cosa mas- respondió con un todo de voz que jamás había escuchado en ella 

-¿Y qué pasa si yo no deseo hablar?- respondí con la misma seriedad con la que me había dirigido a ella, aquella vez en el hospital 

-Entonces ni tú, ni yo estaremos en paz- respondió y camino un poco hacia mi dirección 

-Intentas justificar tu culpa y limpiar tu conciencia solo hablando- reí con un poco de amargura- ya es tarde para algo así, porque si deseabas hacer eso, lo hubieras hecho con Brillit, cuando ella estaba viva 

-No podría- contesto- porque ni siquiera puedo decir que lamente algo de lo que he hecho hasta hoy. 

Una gran molestia creció en mi al saber que no sentía culpa por lo que había pasado, y de ser así. 

Mireille se acercó un poco más hacia mí, y pasándome de lado, se recargo sobre la pared, para después dejarse caer al suelo para sentarse sobre el último escalón de ese pasillo. 

-Podrías por un momento bajar la guardia- agrego una vez se encontró sentada- solo quiero hablar. 

No dije nada, no tenía deseo de estar aquí y hablar, y mucho menos con ella, pero si quería arreglar esto lo mejor era que por el momento la siguiera en sus intenciones. 

-Es extraño para mí saber que Brillit no este, aunque creo poder acostumbrarme a ya no verla- tan solo comenzó a hablar unas cuantas palabras y ya me había molestado su forma de hablar 

-¿De qué forma piensas que esta conversación me va a agradar?- pregunte una vez se quedó en silencio 

-Porque es un momento para recordar a Brillit- continuo- no me siento feliz de que ella falleciera... 

-De que la mataras- agrega con frustración 

-De como sea... Pero no me afecta en nada la culpa, es extraño de explicar- una sonrisa burlona se escapó de ella, pero enseguida la oculto 

-No puedo entenderte... Por más que lo he querido todo este tiempo- trate de ignorar todo lo que había dicho ella hasta ahora- pero por más que lo intento, no logro entender tu forma de pensar 

-Algo que se aprende con el tiempo- Mireille continuo con seriedad- en el mundo hay personas buenas y malas, entiende que todo es finito... Y las cosas van así, para que un final feliz se haga realidad, otros dos o más finales tienen que ser trágicos y dolorosos 

-¿A dónde quieres llegar?- no había caso de que perdiera la paciencia con ella 

-Creo que es algo que te debo- Mireille se giró a verme- arruine una parte de tu historia, y no me arrepiento por eso, porque yo no soy así... Alguna idea para que estemos en paz 

-Solo una cosa... No soportaría verte a cada rato o saber que estas cerca de mi- aclare- esta es la última idea que puedo ofrecerte... Solo así te perdonaría, vuelve por dónde has venido, yo continuare con mi historia y tú con la tuya, olvidaremos que alguna vez esto paso y simplemente nuestros caminos regresaran a estar en paz 

-Jamás estarán en paz- ella se puso en pie- pero está bien... En realidad ya nada me importa aquí y si así deseas que termine esto, al menos en eso seré fiel. 

No respondí ni me despedí, ahora que había aceptado esa propuesta no tenía nada más que hablar con ella. Me puse en pie y entre nuevamente a mi departamento 

 

Un mes y medio después... 

 

Me encontraba en el cementerio, sentada sobre un frio suelo y aunque con bastante pasto, podía sentirse como este se encontraba muy congelado.

De pies cruzados y con un dedo acariciando las pequeñas letras de la lápida que escribían la leyenda en esta. Brillit se podía leer en todo ese pedazo de marfil, solo eso, Brillit un lindo y cálido nombre. 

-¿Cómo es posible que le seas más fiel a un pedazo, frio y materialista rebanado de marfil?- escuche decir a alguien tras mi espalda- ... Sabes, me dan miedo los cementerios, no es correcto que me hagas venir a este lugar 

-Esperaba un te amo- reí de medio lado, aunque la persona que se encontraba tras de mí, no lo podía notar 

-¿Un te amo?- escuche una pequeña risa 

-Sí, ya sabes... Con eso de que solo sabes decir cosas raras- por mi comentario, escuche que su risa era aún más fuerte  

-En ese caso... Déjame contarte que hay después de la muerte. 

Me gire sobre mi lugar, solo para poder verla nuevamente, después de lo que para mí fue una larga espera.  

-Cuéntame como fue todo... Me escape de Shane, esperaba que tú me contaras como es que fueron las cosas ¿Salió todo bien? ¿No?- mire como ella camino hasta donde yo me encontraba y se sentaba a mi lado- ... ¡Valla! Es extraño mirar tu propia tumba… escalofriante

-Teníamos que enterrar a alguien o no sería convincente- no espere a que ella hablara más y con gran fuerza la atraje a mí para abrazarla. 

Notas finales:

Gracias por leer hasta el final y nos leemos en el siguiente y último capítulo... 


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