"Tienes 6 sonrisas... ¿Lo sabias?
Una cuando algo te hace reír de verdad.
Otra cuando te ríes solo por cortesía.
La tercera cuando te sientes incómodo.
Otra cuando te ríes de ti mismo.
La quinta es cuando algo te sorprende.
Y la ultima es cuando hablas de ella."
Ya era tarde y regresaba de la escuela después de mi atareado día en ella. Caminaba con Cat y Melanie que habían decidido, por alguna extraña razón, venir con migo. Suponía que querían que les presentara formalmente a Mireille, pues la coacción anterior no lo había hecho. Les surgió la curiosidad después de que les hubiera contado lo que le hice al dejarla encerada en el departamento, comenzaba a sentirme mal por eso. ¿Qué pasaría si muere de hambre?, no lo creo, pero si fuera así, estaría en un gran problema. Pero de cualquier forma una persona puede sobrevivir varios días solo con agua, así que Mireille estaría bien, eso espero.
Llegamos al departamento después de media hora de caminar. Pero antes de abrir me detuve y mire a Cat y Mel muy seria, trague grueso y hable.
-Chicas- las llame y estas me miraron serias y atentamente. Continúe- Mireille de seguro intentara matarme, así que si lo hace... Traten de golpearla en la cabeza, o de lo contrario será su culpa si tiene éxito.
Cat y Mel intercambiaron una mirada, y ya como buenas y grandes amigas mías, me miraron serias.
-¡Sí!- hablando al mismo tiempo Cat y Mel apoyándome.
Adoraba a estas chicas, no pensé que me siguieran el juego.
Abrí lentamente la puerta después de introducir la llave, esta rechino. Al entrar no parecía estar nadie en realidad. Di unos pasos al frente, Cat y Mel me seguían gusto detrás. Creo que no aguanto estar ahí, pues parecía que se había marchado.
-Lo siento chicas- dije yo un poco mas relajada- creo que no está, no podre presentarlas
-Que mal- dijo Cat desanimándose por completo
-¿A eso veníamos?- pregunto Melanie bromeando.
Las hice pasar bien y les pedí que se centraran en la sala en lo que buscaba algo de comer. Estas lo hicieron y fueron a la sala a descansar un poco. Para mi "gran suerte", recordé que no tenía comida, decidí ir a comprar algo, aunque fuera tres paletas para que se entretuvieran con algo.
-Esperen un minuto- dije y salí corriendo del departamento.
Regrese después de un intervalo de 5 minutos. Pero subiendo las escaleras, me encontré con Melanie ocultándose de algo o alguien en la vuelta del pasillo donde vivía Susan y Marcos, camine despacio y me acerque por su espalda escondiéndome al igual que ella.
-¿A quién espiamos?- pregunte en voz baja para que solo Mel me escuchara
-A Cat y a Shane- dijo esta en señal para que me asomara lentamente.
Me acerque más a Melanie y como esta se encontraba hincada, me subí sobre su espalda, para seguir oculta, pero a la vez poder ver con claridad lo que ella veía.
-No creo que sea correcto que las espiemos ¿No crees?- dije aun en voz baja y mirando lo que hacían Cat y Shane
-No sé si lo que estamos haciendo sea espiar- dijo Melanie justificadamente- espiar es una palabra tan fea
-Tienes razón, no espiamos... Cuidamos- dije yo para hacerme sentir mejor por lo que hacía.
Shane y Cat se encontraban frente a la puerta del departamento de Shane hablando muy "cómodamente" y Shane se miraba muy insinuadora hacia Cat. Me dio un escalofrió.
-¿Qué paso?- me entro la curiosidad
-Cat y yo íbamos a ir a buscarte, para acompañarte, pero cuando salimos Shane iba llegando y llamo a Cat. No quería ser mal tercio así que le dije a Cat que yo iría a buscarte... Pero también quería saber para que la quisiera- relato Mel
-Ho...- me limite a expresar.
Estaba muy atenta a las dos chicas que observábamos. No sé cuándo tiempo llevábamos hay, ni tampoco me di cuenta de que alguien más acababa de llegar. Esta persona se nos acerco lentamente a Melanie y a mí por la espalda y cuando estuvo lo suficientemente cerca de nosotras hablo.
-¿Que están haciendo?- dijo en un susurro la voz, pero aunque fuera un susurro nos espantó, haciendo que Mel y yo retrocediéramos y nos pegáramos a la pared.
-Por que llegas tan de repente Susan- dije tocándome el corazón, de verdad me asusto.
-¿A quien espi...?- hablo Susan en voz un poco alta. Yo me apresure y me lance sobre ella para tapar su boca
-No espiamos, vigilamos- aclare y después solté a Susan y me subí en la espalda de Mel nuevamente, que ya se encontraba mirando otra vez.
Susan me imito y se subí sobre mi espada para poder ver también.
-Digan lo que digan, ESTO es espionaje- dijo Susan
-oigan si pesan ¿Saben?- dijo Mel aunque fue completamente ignorada
-No es verdad, espiar es algo muy diferente- concluí yo
-De verdad chicas están... - trataba de hablar Mel
-Entonces si no es espiar, puedo decir que son unas mironas, acosadoras, enfermas...- decía Susan
-Está bien que sean flacas, pero, el hueso pesa chicas- decía difícilmente Mel
-Mira quien lo dice- me burlaba de Susan
-Ya no puedo más...- dijo Mel.
Sin previo aviso todas caímos al suelo, bueno solo Mel, yo caí sobre ella y Susan sobre mí.
-Mel si ibas a dejarte caer hubieras avisado- dije tratando de levantarme pero no podía, Susan me lo impedía
-Pero si...- empezaba a hablar Mel- ¡Na!, olvídenlo.
Susan se puso en pie y después me tendió la mano y después ambas levantamos a Melanie.
-No eres nada fuerte Melanie- se burló Susan de ella- Alex estaría muy decepcionada. Susan y yo reímos, pero Mel solo nos miraba enojada.
En esta mañana le había hecho a Susan una pregunta, una pregunta que antes de ser respondida, me carcomía por dentro. También esa mañana que vi a Susan saliendo de su departamento, me puse nerviosa, no sabía porque, pero en ese momento de verdad creía que jamás miraría a Susan igual que lo hubiese hecho alguna vez. Me frustraba la idea de que fuera así, de que de verdad las cosas cambiaran a eso. Pero esa mañana en el autobús, Susan sin darse siquiera cuenta, me salvo de ese trágico futuro, lleno de momentos incomodos. Una simple respuesta, demasiado simple diría yo.
"Creo que es su inteligencia... Es una chica linda, es alguien que simplemente me habla diferente".
Su sentimiento, era admiración. Susan veía a Jeny como una buena amiga, tal vez por eso no quería nada formal. Simplemente estaba encaprichada y emocionada de haber encontrado a alguien que la comprendiera. Pero no podía descartar la idea de que de verdad Jeny le gustaba. Y ahora estábamos en el pasillo peleando, discutiendo y riendo como si nada, y eso me alegraba. Después de todo, nada cambio.
Este día en la escuela también, pude observar un momento en el que Susan y Jeny se abrazaban, había llegado a tal grado en el que ya no sabía distinguir si, me ponía celosa el hecho de que Susan abrazara a Jeny o que Jeny abrazara a Susan. De cualquier forma, sabía lo que pasaría al final de esto, razón por la cual, ya no ponía mucho interés tampoco.
Al final Shane y Cat nos descubrieron, y después de que paso su coraje las cosas fueron mejor. Shane invito a Comer a Cat, así que se marcharon después de un rato, de manera que me quede sola con Susan y Melanie, así que para animar el ambiente saque la bolsa de gomitas panda que había comprado.
-Gomitas ¿Es enserio?- dijo seria Mel que estaba sentada en el sillón para dos personas. Le paso la bolsa que le di de gomitas a Susan
-¿Qué tiene de malo?- dije indignada -son muy buenas.
Yo me encontraba sentada en el sillón individual
-Bueno si, pero- comenzó a decir Susan mientras sacudía la bolsa- esta cosa solo trae 15 gomitas.
Ella se encontraba acostada en el gran sillón.
-Malagradecidas que son- dije sonriente- ...nos toca entonces de a 5
-agarre 5- me dijo Mel mostrándome sus gomitas
-Ok, Susan dame cinco- dije estirando mi mano en su dirección. Susan se puso en pie y choco mi palma con la de ella y después se recostó de nuevo - ¡5 gomitas Susan! - grite molesta.
-Me las comí, me hubieras dicho antes- dijo.
Yo me moleste y le arroje un cojín. Este se estrelló en su cara de forma que la ataranto un poco. Melanie y yo reímos como nunca, acto que hizo que cuando Susan se quitó la almohada le diera risa en vez de coraje. En ese momento que hasta el estómago te duele de tanta risa.
Después de una hora Melanie se marchó en busca de Cat, dejándome a solas con Susan. No me incomodaba estar a solas con ella, y de cualquier forma, Susan se iría en cualquier momento.
-Y bien...- dije sin saber que hacer
-Bien ¿Qué?- dijo Susan sonriéndome. Aun seguía acostada
-¿Qué quieres hacer?- dije recostándome en el sillón y mirando al techo- es difícil adivinarte, no sé cómo entretenerte
-¿Entretenerme?- sonrió burlonamente Susan- bueno, si quieres entretenerme, puedes hacerme un baile sexi aquí
-Hablo en serio Susan- dije seria, pero después reí
-Bueno querías entretenerme ¿No?- dijo ella riendo aun
-Se supone que me de risa- dije y después reí solo para que se sintiera bien.
Estuvimos platicando banalmente durante un rato más, y después guardamos silencio durante un momento.
Ese momento me sirvió para pensar un poco, ¿Qué pasaría si Susan algún día se enterara que mis sentimientos están cambiando? Ok, supongamos que es así, ¿Qué le diría?, "Susan tal vez me gustas pero... Solo un poco, no te apures", no, no se escucha bien, ok mejor, tal vez podría decirle: "Supongamos que me enamoré de ti y te lo confieso... Hay posibilidades de que haya un "nosotras"? Porque si no, no te digo nada...", esa respuesta parece bien. Mis pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de una puerta, era extraño, pero esa puerta era la de mi ¿Habitación? Susan también se alertó, creo que ninguna de las dos esperábamos a alguien. Escuche pasos, espera a que la persona se acercara y terminara de llegar.
Me relaje un poco al notar que Mireille salía por el pequeño pasillo.
-Ha, eres tú- dije recostándome de nuevo
-Pues quien más- dijo riendo Mireille.
Cuando gire mi vista hacia Susan pude notar que esta aun miraba a Mireille y su rostro mostraba que apretaba la mandíbula. Me levante y pude notar que Mireille también miraba muy seria a Susan. No sabía por qué actuaban así, pero, el que estuvieran de esa forma torno el ambiente de la habitación tenso.
-Hey, chicas ¿Qué pasa?- dije sonriendo incómodamente
-No lo sé, eso pregúntaselo a ella- dijo Mireille señalando a Susan con la barbilla y con amargura en su voz
-"Ella" tiene su nombre- se puso en pie Susan.
Ho, ho algo andaba mal o era mi imaginación. ¿Qué demonios les pasaba a esas dos? o peor aún, ¿Qué le pasaba a Susan?
-Bueno y, ¿Cuál es tu nombre?- pregunto Mireille con amargura sonriendo a Susan.
Susan no respondió, solo se dedicaba a observar a Mireille con ¿Coraje?, se podrá decir. Las cosas se estaban complicando, así que decidí intervenir, no quería, pero pareciera que en cualquier momento una de las dos se lanzaría sobre la otra.
Me levante rápidamente y me coloque en medio de ambas.
-¿Quisieran dejar de actuar así?- dije yo seria. Me acerque a Susan y la senté, después fui por Mireille y la senté en el sillón individual.
-¿Quién es?- pregunto Mireille por fin separando su vista de Susan
-Una amiga- dije ya más aliviada y luego concluí- su nombre es Susan
-¿Susan?- dijo Mireille burlonamente.
La mire desconcertante, ella normalmente no actuaba así. Susan no se quedaba otra levanto una ceja al ver como Mireille respondió cuando dijo su nombre. Era raro pero que yo recuerde Susan tampoco era de las que se comportara muy así con las personas que apenas conoce.
-Y tú ¿Cómo te llamas?- articulo difícilmente Susan como cuando se tortura a una persona para que hable
-Mireille- dijo secamente esta.
Susan sonrió naturalmente y se relajo en el sillón. Al ver esto Mireille también se destenso un poco y subiendo los pies al sillón se recostó. ¿Que acababa de suceder?, me reí de mi mismas, ¿Solo lo imagine?, comencé a reír.
-Y a ti ¿Qué te pasa?- pregunto curiosa Mireille
-¿Qué me pasa a mí?- dije aun sonriente, pero después me puse seria- ¿Qué demonios les pasa a ustedes?
-A mi nada- dijo Mireille como si de verdad hubiese imaginado las escenas de hacia unas segundos. Así que mire a Susan buscando una respuesta con ella.
-No es nada- dijo esta restándole importancia con la mano- solo es que, no me agrada ella, ya te lo había dicho
-¿Hablabas enserio?- dije extrañada. Que directa, pensé
-Que prejuiciosa eres- expreso con fingida indignidad Mireille- no me conoces, ¿Qué hice para que odiaras?
-Fácil- hablo despreocupadamente Susan, la miro y sonriendo agrego-... Porque has golpeado a Brillit.
¿Qué?, fue lo único que pude pensar. Porque algo tan banal, pudo despertar el coraje de Susan hacia una persona, aunque no la conociera y eso la llevara a ser una persona prejuiciosa. Reí, me tomo por sorpresa esa respuesta, no la esperaba en verdad, no al menos de ella.
-Sera mejor que te vayas, ¿No crees?- Mireille parecía desesperada
-¿Por qué no te vas tú?- expreso Susan- tampoco es que este se tu departamento
-¡¿Quisieran calmarse las dos ya?!- hable, estas dos estaban discutiendo por razones muy tontas.
-Ok, de cualquier forma me voy- dijo Susan y se puso en pie.
Yo también me puse en pie y la seguí a la puerta. Susan la abrió y espero a que saliera yo también. Ya afuera decidí hablarle bien.
-¡¿Qué demonios te sucede?!- dije, (valla sí que le hable bien)-¿Por qué actúas así?
-No me agradan las personas que golpean a otros- comenzó a hablar Susan- ya sea por juego, porque se pierden los estribos, por cualquier excusa... Simplemente, no me agradan.
-¿Por qué?- dije, en realidad sin pensarlo
-¿A ti te agradan?- pregunto Susan sonriendo de medio lado
-No- dije sonriendo igual que ella- excelente respuesta.
-Somos rivales - Susan continuo mientras se recargaba de lado en la pared- como sea, quiero decir... Te conozco y aun que te quiera matar, no te golpearía así, no me parece correcto de ninguna forma... Ni aun que ustedes dos se lleven así.
-¿Cómo sabes que así nos llevamos?- pregunte por conversar, pero no había caído en cuenta de lo que Susan me había dicho.
-Eso dijo la otra vez- Respondió Susan ahogando una risa
-Ok- sonreí y me dispuse a entrar- gracias por preocuparte, pero, no es necesario que lo hagas tanto.
-¿Por qué no?- dijo Susan y comenzó a caminar hacia las escaleras- si te agrada que haga eso ¿No?, defenderte, que me preocupe por ti.
-¿A qué te refieres?- Pregunte un poco perdida de la conversación
-A que somos amigas ¿Verdad?- Susan me dedico otra sonrisa y después dio media vuelta para comenzar a bajar la escalera, pero antes de desaparecer por ellas finalizo- o al menos, ese es el cuento barato que me quieres vender.
Susan me guiño un ojo y después desapareció por las escaleras, quise seguirla para seguir hablando, pues lo único que me dejo claro fue: nada.
Esperen, ella no estaba cuando Mireille dijo que así no llevábamos. Si Susan escucho esa conversación, ¿Escucho acaso la otra? ¿Escucho cuando Cat dijo que ella me gustaba? Rogaría de verdad que no fuese así, pero, las pruebas señalaban a que fue así.
Me quede un rato mirando las escalera, después de un momento me gire y cerré, solo para encontrarme con Mireille parada delante de mí.
Aún estaba pensando en las palabras que Susan dijo en el pasillo, así que fue Mireille la que hablo primero.
-¿Terminaste de hablar?- Mireille me miraba curiosa.
Pero tuve que cambiar el tema, pues en ese momento no quería discutir sobre lo que sabía que ella quería discutir.
-¿Por qué actuaste de esa manera?- pregunte curiosa y con seriedad en el asunto
-Ella fue la que empezó- dije sin interés alguno- tu misma te has dado cuenta ¿No es así?
Suspire no savia en realidad a donde quería llegar con esta conversación. De cualquier forma Mireille tenía razón, ella solo se defendió al ataque de Susan, que de igual manera solo se alteró al hecho de saber que Mireille era del tipo de persona que andaba por el mundo golpeando gente por razones que le hacían perder la cabeza.
Meditaba un poco la situación. Al notar que Mireille aún me miraba, como si esperara que siguiera hablando, le dedique una mirada de intriga, para que hablara ella. Al hacerlo esta, se limitó a dar por terminada la conversación, no sin antes aclararse alguna cosa.
-¿Qué es ella para ti Brillit?- dijo curiosa Mireille alzando una ceja
-¿Por?- dije seria
-Nada más... Solo... Recuerda porque estas aquí- concluyo Mireille y después de darme una palmada en el hombro se marchó a mi habitación.
Me quede sola en la sala. Habían pasado ya las horas y la noche comenzaba a caer, me dirigí al gran sillón a paso calmado y me recosté boca arriba mirando al techo. Cerré los ojos., había sido un día algo tedioso y me encontraba muy cansada.
"Hay días en que la recuerdo y me pregunto: ¿Qué estará haciendo?
Hay noches en que la extraño y me pregunto: ¿Qué estoy haciendo?".
Abrí los ojos, pero no me moví de mi lugar.
-Maldición- susurre y me encamine a la habitación con Mireille- jamás pensé citar una frase de Mario, no al menos dedicada pensando en Susan.
Sonreí.