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Buscándote, encontré más por DanyNeko

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Notas del capitulo:

Yugi-oh! Y sus personajes no me pertenecen. Si fuera así Yami no se hubiera ido y terminaría estando con Yugi, igual que Ryou con Bakura y Malik con Marik.
Además Tea se iría al tártaro por p*rr* xD.
Denle like a mi página de face, se los agradecería un montón, allí se entraran sobre los fics que subo y cuando actualizo, también subo imágenes de Yugioh =3
https://www.facebook.com/pages/DanyNeko/786629491430778?ref=hl

 “¿Quién diría que hace una pequeña buena obra me llevaría a tanto?” ─pensé mientras miraba de reojo al tierno ángel que estaba hablando con el viejo médico de mi vecino.

Oh, es cierto, me llamó Bakura, Bakura Thief, tengo 18 años…  bueno, los cumpliré dentro de poco, así que prácticamente los tengo y ya.

¿Qué de que estoy hablando? Pues del precioso ángel de nombre Ryou que conocí hace tan solo unos minutos y… ¿qué? ¡Ahhh! querían saber lo de una ‘una pequeña buena obra’ ¡Pues a la próxima avisen, carajo!

Bien etto… déjenme recordar ese día… mmm, a ver, recuerdo que estaba en casa jugando al Call of Duty en mi Xbox 360, tumbado plácidamente entre los cojines y con una fría coca-cola al lado, un día tranquilo como cualquier otro cuando alcancé a oír algo parecido a cuando se disparan muchos fuegos artificiales y enseguida un alboroto. Mi hermano, que estaba en su habitación, haciendo sabrá Ra que -tampoco es que me importe-, salió como a los 5 minutos algo serio y tomó el control de la tele para cambiar la pantalla al noticiero sin siquiera preguntarme… el muy descarado.

Como sea, estaban pasando una noticia de último minuto sobre un atentado terrorista que había sacudido el zoológico, si no mal recuerdo este quedaba como a 25 minutos en autobús desde mi casa, me sorprendí pues la explosión tuvo que haber sido muy grande como para haberse notado hasta acá, pensé que era una pena, el zoo lo habían remodelado no hace mucho, sonreí con malicia imaginando el alboroto que se habría formado.

Miré hacia mi hermano quien tenía una expresión parecida ─ ¿quieres ir? ─me preguntó. No le respondí, apagué la consola y tomé mi gabardina negra favorita, salimos.

Debo decir que el lugar estaba mucho peor de lo que llegué a imaginarme, irregulares huecos en el suelo y paredes hablaban de un estallido de grandes proporciones, por suerte las jaulas de los animales más grandes como elefantes y osos o de los carnívoros como leones y tigres no había sido lo suficientemente afectadas como para soltarlos, apenas se había fugado unas cuantas aves, monos y roedores, nada difícil de controlar.

Akefia y yo… ¡oh, que torpe! Olvidé hablarles de mi hermano, él es Akefia Thief, mi hermano mayor de 21 años, guardábamos tanta similitud como diferencia, él era moreno, un notorio tono bronceado que contrastaba llamativamente con su cabello alborotado de color gris-plateado, era más corto que el mío, un poco más debajo de los hombros y si creen que mi pelo es alborotado el suyo es como un nido de pájaros. Sus ojos son lila opaco, el más alto que yo y su cuerpo es más fornido… y como no, el condenado se hace cargo de un gran gimnasio.

Como sea, estuvimos dando algunas vueltas por el lugar hasta que de pronto me fije por casualidad entre unos matorrales llenos de escombro, me pareció ver por el rabillo del ojo algo extraño, por lo que me acerque con Akefia tras de mí, grande fue nuestra sorpresa al ver a un chico desmayado en ese lugar, no habían ambulancias ni rescatistas cerca pues todo concentraban cerca de la entrada y en interior del zoo donde habían ocurrido las mayores explosiones.

El chico me pareció curioso, no sé qué era pero algo en el me llamó la atención, el inútil de mi hermano me molesta diciéndome que me gusto y que ‘le hice de príncipe azul’ para gustarle… ¿qué? ¿Por qué esa cara? ¡Ahhh! ¿No se los he dicho? Soy gay ¡¿Algún problema con eso?! Pues vete a llorar con tu mami, me importa un pepino agrio lo que creas, yo soy yo y mientras esté bien con los míos el resto se puede ir al diablo.

Como sea, ¿Qué iba diciendo?... ¡Ah sí! Sobre como lo encontré, pues eso, estaba desmayado entre los escombros y la maleza, me acerqué a él y lo sacudí un poco a ver si reaccionaba, nada 0 respuestas, trate otra vez con más fuerza probando también a jalarle una mejilla y darle unas lleves palmadas al rostro, cuando noté que sus parpados empezaban a temblar lo incline un poco para apoyarlo en mi pecho.

Finalmente abrió sus ojos con mucho esfuerzo, eran de un claro color lavanda brillante, tenían cierto parecido con los de mi hermano, de inmediato se llevó una mano a la cabeza quejándose por lo bajo de que le dolía todo el cuerpo, le ayudé a sentarse apoyando la espalda en la pared y me acuclillé mejor frente a él.

Cuando me pareció que estuvo de vuelta en sus cinco sentidos -más o menos- le hablé. El chico, me pareció algo menor que yo, no mucho y parecía tener mi misma estatura. Le pregunté si estaba bien y toda esa cortesía pero él solo me escuchaba con la mirada confundida y asentía a lo que podía.

─Oye ¿cómo te llamas? ─le pregunté y lo vi ladear la cabeza unos segundos como dudando, me pareció raro pero se lo atribuí a su desorientación luego de aquella vivencia.

─Malik ─me respondió pausadamente con un notorio tono de desconcierto ─Malik Ishtar ─completó, aunque más bien parecía estar confirmándoselo a sí mismo.

─Oye ¿estabas solo aquí? ¿Viniste con tus amigos o familia? ─preguntó esta ves Akefia

Malik se miró de nuevo pensativo y dubitativo ─N-n-no lo sé ─respondió con duda y precaución.

Akefia y yo nos miramos confundidos por esas palabras ¿qué no lo sabía? ¿Cómo estaba eso?

─ ¿Qué no lo sabes? ─repetí extrañado.

─A-a decir verdad… estoy algo desorientado, n-n-no tengo mucha idea de lo que pasa ¿me podrían decir por favor que ocurre? ─nos pidió con algo de timidez aunque su tono de voz no me cuadraba mucho con su apariencia, a simple vista me parecía un chico bastante extrovertido y animado, podría decir que hasta alegre pero no podía afirmar nada, aunque me enorgullecía de decir que sabía juzgar muy bien a las personas.

Le explicamos superficialmente lo del atentado, parecía entender cada palabra por lo que me extrañaba que no recordara nada más, Malik se notó acongojado y sumamente preocupado, propuse que lo llevásemos al hospital y luego con las autoridades a ver si podíamos encontrar a sus familiares o alguien que se hiciera cargo de él, pero Malik se encogió en su lugar juntando las piernas y apoyando el mentón sobre las rodillas poniendo sus manos en la cabeza con una mirada perdida y temblando levemente, algo en él hizo que me temblara el corazón, lo cual, debo admitir que es algo raro pues soy muy rezagado en cuanto a mis sentimientos… a nivel de que mi hermano tiene suerte si nos llevamos bien y me da por regalarle algo bonito en su cumpleaños.

Ya abran notado que se me da por desvariar ¿no? Jeje. Bueno, después de eso discutí un poco con mi hermano sobre qué hacer con el chico, resolvimos llevarlo con el viejete de la casa de al lado que había sido un gran médico y ya luego veríamos que hacer con este muchachito.

Malik se mostró algo reticente -me alegra que el chico al menos conservara su sentido común- a venir con nosotros pero lo convencimos, durante el camino a casa entablé conversación tranquila y amena, debo decir que el chico me agradó bastante, recuerda que tiene 16 y que vivé aquí en Ciudad Domino desde siempre pero no le son familiares las calles por las que pasamos, tampoco recuerda nombres ni de sus familiares ni de amigos, ni siquiera si los tiene, le conté un poco sobre mí y Akefia, de que voy a ultimo de preparatoria, de que era reconocido como el mejor de mi clase en cuanto a los deportes se trata y todos me guardaban respeto pues era de los más imponentes y rebeldes del cole.

Debo decir que Malik me cayó bien, lo llevamos a casa y le pedimos al viejo doctor Shimon que lo revisara, le curó los pequeños rasguños y raspones que tenía, le dio una crema para los golpes y luego nos llamó a Akefia y a mí a una habitación aparte para darnos ‘el diagnostico’

─Amnesia temporal ─determinó ─lo mejor en estos casos es que este rodeado de lugares y personas que le fueran familiares pero si este chico no quiere ir con las autoridades no deberíais forzarlo a nada, dejen que se acostumbre pero intente preguntarle constantemente sobre su infancia, si recuerda algo o cosas por el estilo ─nos dijo el anciano, que creo que es lo que le está diciendo a Ryou ahora mismo.

Cuando regresé a mi habitación mientras Akefia despedía al viejo me encontré con Malik tiernamente acurrucando en mi cama, durmiendo como un bebe. No me quedó más que suspirar resignado y pedirle a mi hermano que me dejara dormir con él -ni de coña iba a dormir en el sofá-

Akefia se extrañó de que no le despertara y reclamara mi cuarto, y fue allí cuando comenzó a decirme que si me gustaba Malik y no sé qué otro cuento, no le hice ni caso a eso y me dedique a fastidiarle un poco la noche, ya saben patearlo en la cama, darle codazos ‘inintencionadamente’ y hacerme el dormido cuando quisiera reclamarme algo, pero al final me quede tranquilo acurrucándome bien a su lado, realmente me sorprendió lo agradable que fue descansar con mi hermano, no dormía con él desde hace ya varios años, desde que era un niño.

Luego de eso Akefia y yo nos acostumbramos bastante a la presencia de Malik en la casa, cuando tomó confianza el chico mostro esa personalidad alegre y jovial que ya le había supuesto, eso hizo de nuestro hogar mucho más agradable, a decir verdad a Akefia le encanto Malik, lo trataba como si fuera su hermanito ¡Creo que incluso lo trataba mejor que a mí! Era indignante, pero a decir verdad hasta yo empezaba a apreciar a Malik como un hermanito ¡¿Qué demonios?! Era como el hermano menor que nunca tuve, es decir ¡Hasta a Kisara le agrada el chico!... ¿Eh? ¿Qué quien es ella? Solo es la novia de mi hermano… ay que decir que mi cuñada es un encanto.

Como sea, intenté llevar a Malik varias veces con la policía a ver si algún conocido suyo se había presentado pero Malik era muy terco y necio en cuanto al asunto, creo que le daba miedo el cambio, sin embargo Malik no parecía recordar nada y eso, a pesar de todo me preocupaba, seguramente su familia estaría muy preocupada por él ¿Quién sabe si tubería pareja? Seguro que su novia debía extrañarlo.

Se lo planteé un día, pero me respondió tranquilamente ─no lo creo, estoy seguro de que no tengo novia, soy gay ─admitió como si nada, supongo que ente sus recuerdos no está la preocupación de que había personas que juzgaran aquello.

Me vi en la penosa tarea de explicárselo, aunque por ahí se me escapó decirle que yo también lo era y desde entonces nos volvimos más cercanos… no, no de ese modo, aunque debo admitir que Malik era lindo pero él no me producía ningún sentimiento más allá de, como ya he dicho, el cariño de un hermanito menor.

Hace un par de días en la escuela nos habían dado la propaganda de ese dichoso festival y en un descuido Malik la había encontrado entre mis cosas, entonces se empecinó en ir hasta que me convenció, invitamos también a Akefia y a Kisara pero ninguno de los dos pudo acompañarnos.

Una vez allí Malik me arrastraba a cada lugar que le llamara la atención, parecía que le gustaban este tipo de lugares desde antes por lo que pensé que quizás le ayudara a recordar algo. Intenté preguntarle sobre eso varias veces pero estaba demasiado distraído para conseguir algo bien pensado.

Cuando decidimos irnos -más que nada porque yo ya estaba cansado- me pareció escuchar una voz que lo llamaba, era dulce y agradable, pero aprecia angustiada, giré mi vista hacia todos lados pero con el bullicio del festival no alcancé a identificar nada. Decidí dejarlo a cosa de mi mente y nos fuimos de allí directo a casa.

Justo estábamos por entrar y yo tenía en mente tirarme a la cama para dormir sin parar hasta mañana cuando escuche de nuevo esa dulce voz en un angustioso grito que venía desde la entrada al lugar, giré mi vista hacia allí y entonces pude ver al más precioso ángel que mis ojos hayan observado.

¡Y no! No estoy exagerando ¡es que si lo hubieran visto! Su sedoso cabello blanco, esponjoso como una nube, sus ojos marrones como tazas del chocolate más delicioso, su piel era tan blanca como la leche y sus labios eran de un precioso tono rosa como los petalos de sakura, además tenía un delicado cuerpo perfecto que sería envidiable para cualquiera, literalmente su cuerpo me llamaba a envolverlo entre mis brazos. Sentí un estremecimiento que me recorrió el cuerpo y mis ojos no dejaban de recorrer su encantadora figura.

─ ¿Se te hace conocido? ─alcancé a preguntarle a Malik en un murmullo pero él respondió negativamente.

El precioso ángel se acercó a nosotros con una mirada esperanzada y sentí como Malik se ocultaba a mi espalda, el chico parecía conocerlo y bastante, pero Malik era otra historia.

─Malik ─el mencionado retrocedió─ ¿Malik que pasa? ¿No me reconoces? Soy yo, Ryou ─Ryou, que precioso nombre, perfecto para ese bello ángel, él estiro los brazos pero con el rabillo del ojo alcancé a ver que Malik ladeo la cabeza y retrocedió más ─ ¿Malik?

El llamado Ryou se acercó otro poco pero Malik se metió a la casa con una mirada asustada y lindo chico intentó ir tras él

─ ¡Hey, hey, hey! Cálmate ─me planteé en medio y lo contuve contra mi pecho, lo sentí tibio y vulnerable entre mis brazos y su delicado aroma a helado de vainilla.

─ ¿Quién eres tú? ¡Suéltame! ¿Por qué Malik está contigo? ─los lleve hasta las sillas del jardín de la casa para que se calmara.

─Cálmate un poco ¿sí?... Me llamó Bakura ¿Quién eres tú? ─me presente tratando de que se relajara un poco.

─Ishtar, Ryou Ishtar ─me respondió, su voz era tan agradable… espera ¿Ishtar?

─ ¿Eres algo de Malik?

─Por supuesto ¡soy su hermano! ─ ¿su hermano? Torcí levemente el gesto, eso había dolido un poquito ─lo eh estado buscando desde hace dos meses ¡¿Qué rayos hace mi hermanito contigo?!

─Respira, cálmate que así no llegaremos a nada ─no quería terminar gritándome con esa lindura y como me conozco a mí y a mi falta de paciencia intente tranquilizarlo ─tengo mucho que contarte chico…

─Lo-lo-lo lamento mucho ─me dijo entre sollozos ─ no tengo… como agradecerles por… lo que han hecho por mi hermano de verdad muchísimas gracias ─me tocaba un poco su llanto, él hizo una profunda reverencia frente a mí, por lo que lo tome de los hombros y lo levante para abrazarlo contra mi pecho, algo me impulsaba a consolarlo.

─No tienes de que… no me imagino el sufrimiento que debiste haber pasado todo este tiempo ─lo abracé más fuerte mientras el pequeño ángel lloraba en mi pecho, sus cálidas lagrimas eran dolorosas para mi ─te juro que quise llevar a Malik con la policía algunas veces pero él se negaba y el doctor dijo que no debíamos forzarlo.

─Está bien… han hecho demasiado… no puedo reprocharos nada ─cuando se tranquilizó un poco tome un pañuelo y le secó las mejillas, entonces se lo pase, él se terminó de limpiar los ojos y me brindo la sonrisa más dulce que había visto hasta ahora, incluso me apenó un poco.

Hundió su rostro en el pañuelo y mi brazo se movió solo rodeándole los hombros, él me volteó a ver sorprendido cuando volví a abrazarlo.

─ ¿Por qué eres tan amable conmigo? ─pregunta en voz baja, y la verdad… me hizo cuestionarme a mí también ¿de cuándo a acá ya era tan dejado a llevarme por sentimientos repentinos?

─No lo, es solo… no lo sé hay algo en ti que me impulsa a hacer estas cosas… sé que no te conozco de nada pero, hay un no sé qué en mi pecho que me dice… que eres alguien especial ─declaré al fin ladeando el rostro para no verlo… Demonios ¡¿qué carajos me está pasando?!

Me siento como un torpe sentimental pero valió la pena al ver sus mejillas ruborizarse y más cuando me vuelve a sonreír tan dulcemente ─gracias, realmente me has hecho sentir mejor ─lo sentí acurrucarse más en mis brazos ─yo también siento algo curioso sobre ti ─murmuró con su tierna vocecita.

Admitiré que oír eso fue muy agradable, nos mantuvimos así otro poco hasta que él se separó de mí para sacar su móvil, lo estaban llamando. Se apartó unos pasos pero aun así alcancé a ver su rostro y gestos, sonrió un poco e hizo un gesto de ternura ¿con quién estaría hablando? él negó, me miró de reojo un par de veces mientras hablaba, finalmente colgó y regresó.

─ ¿Qué pasó? ¿Tu novia está preocupada por ti? ─ pregunte con cierta rudeza, aunque quise molestarlo pero el pensamiento se me hacía desagradable.

─ ¿novia? ─pregunto extrañado ─emmm no, era un amigo… yo no tengo pareja ─aunque no lo quisiera esas palabras me provocaron un gran alivio.

─Ya veo ─suspiré y le invite a volverse a sentar a mi lado él lo hizo ─supongo que querrás ir a hablar con Malik ¿no?

Ryou asintió pero primero quiso hablar con el viejo médico, por eso estamos aquí ahora.

Observó cómo Mana, la nieta de Shimon entra en la habitación con una bandeja en manos, nos ofreció algo de tomar a mí y Ryou, noté perfectamente que sus ojos verde oscuro recorrían a Ryou mientras una ligera sombra rosa coloreaba sus mejillas morenas, se mes escapó un gruñido pero Ryou ni caso que le hizo, más allá de agradecerle cortésmente por el juego.

Luego de que el anciano le diera le explicara a Ryou toda la situación sobre Malik decidí salir de allí enseguida, la insistente mirada de Mana no me agradaba para nada. Nos despedimos y saqué a Ryou de allí por la muñeca con el ceño fruncido, evadiendo totalmente su mirada curiosa, él se decidió por no preguntar nada al respecto, por suerte.

Entramos a la casa, no había rastro de Malik ni en la sala ni en el comedor, seguramente estaba en su habitación. Habíamos sacado un motón de cosas que Akefia tenía en la ‘habitación de invitados’ para dársela a Malik.

Le dije que se sentara en el sofá mientras yo fui un momento a mi habitación a dejar mis cosas, cuando regresé miraba todo a su alrededor con ojos curiosos, me pareció como un niño pequeño que entra a un nuevo colegio, rápidamente me senté a su lado.

─ ¿Y bien?

─ ¿Eh? ─se sobresaltó.

─ ¿Qué piensas hacer con Malik?  No lo digo por ser grosero pero es obvio que él no te reconoce y va a ser muy difícil que quiera irse contigo así nada más.

─Sobre eso… quería hablar usted.

Torcí el gesto ante su excesiva formalidad ─Háblame de tu, es más llámame por mi nombre, nada de formalidades Ryou… ¿puedo llamarle por tu  nombre?

Asintió con la cabeza y una bella sonrisita ─bien, entonces, Bakura ─remarcó, mi nombre se escuchó TAN bien de sus labios ─sé muy bien que Malik no querrá irse conmigo si no me recuerda ─apretó los puños ─siempre fue muy reservado con las persona nuevas, por eso… por eso quería pedir si Malik podía quedarse unos días más aquí ─me sorprendió su petición ─lo que quiero es poder verlo todos los días, hablarle, recuperar su confianza y que recuerde: nuestra vida, que somos hermano, con que se acuerde de mi me basta. Hasta que podamos regresar a casa como antes ─me explicó con notorio dolor en su voz, puse una de mis manos sobre la de él que estaba empuñada fuertemente, tanto que temblaba ─por eso quisiera que me permitieran venir aquí diario para estar con mi hermano hasta que me recuerde. Sé que ya les he causado muchas molestias por eso ─se inclinó de nuevo contra mí.

Yo lo levanté ─basta de eso, no es problema, yo se lo diré a mi hermano, creo que le molestará más el hecho de que Malik eventualmente se ira, en realidad le hemos tomado mucho cariño, tampoco hay ningún problema en que vengas aquí… de hecho a mi… me-me gustaría volver a verte.

Él se sonrojo y mordió sus labios ante mis palabras, se veía realmente precioso, que incluso mis mejillas ardieron un poco.

─Amm mu-muchas gracias ─me respondió con timidez.

─No hay de que ─me quedé hipnotizado en el movimiento de sus labios, que habían tomado más color después de que se los mordiera levemente, estaban brillantes por su saliva y sentía arder los míos con el deseo de probarlos, de ser yo quien los muerda y provocarles ese colorado tono. Sin saber bien que hacía empecé a inclinarme lentamente hacia él, mis ojos se desviaron a los suyos y estaban brillantes, algo asombrados pero no había temor o rechazo en ellos, por el contario empezaron a cerrase y ladeó un poco su cabeza lo que me dio vía libre para llegar hasta su boca, baje más, solo unos milímetros nos distanciaban, ya podía sentir su perfumado aliente acariciar mis labios, hasta que finalmente alcancé a rozarlos levemente, se sentían tan suaves y delicados, justo cuando iba a presionarlos más…

─ ¡Estoy en casa! ─se anunció mi hermano abriendo la puerta y entrando tranquilamente.

Por el susto Ryou y yo nos sobresaltamos y nos separamos un poco, ambos con la cara totalmente colorada, mi corazón latía fuertemente y apreté los puños ¡¿Puede ser el maldito de Akefia más inoportuno?!

─Maldito seas ─murmure por lo bajo, Ryou me miró de reojo sumamente apenado.

─ ¿Bakura? ─me llamó extrañado antes de reparar en mi precioso ángel… ¡¿Eh dicho mío?!  ¡¿Qué carajos me está pasando?! ¡Basta ya de sentimentalismo y cursilerías! Juro que quise darme de cabezazos contra la pared allí mismo. Los ojos de mi hermano se pasearon por la figura de Ryou como los míos lo hicieran momentos antes, lo cual, honestamente me molestó, pero lo que más me irritó fue que la mirada de Ryou también se centró intensamente en mi hermano, sus mejillas se colorearon aún más fuerte ─ ¿Qué está pasando? ¿Quién…?

Ryou se levantó apenado y se presentó con mi hermano haciendo una respetuosa inclinación, entre ambos le explicamos la situación, Akefia se lo tomó con una seriedad que casi nunca le veía.

─Ya veo ─se acercó a nosotros y se sentó al otro lado de Ryou ─te entiendo, debieron ser muy angustiantes estos meses para ti ─dijo conciliador.

Ryou le sonrió agradecido ─así es, de nuevo muchas gracias por cuidar de mi hermanito.

─No te preocupes por eso, como sabes soy el hermano mayor de este bobo ─me señaló ─comprendo perfectamente lo que debes sentir, precisamente yo me hago cargo de Bakura ─me cruce de brazos, ni que yo fuera un niño pequeño ─ ¿Qué hay de su familia? ¿Sus padres?

Ryou bajó la cabeza, visiblemente afectado ─Nuestro padre está en Egipto, ni siquiera está enterado de la situación.

Me sorprendí─ ¿Por qué no se lo has dicho? ─preguntó mi hermano.

─No le importamos para nada, lo único que le interesa es su trabajo y que no arruinemos su ‘buena reputación’ como uno de los mejores arqueólogos ─dijo con despreció, le puse una mano en la espalda, él se sobresaltó un poco pero se relajó enseguida, lo que me hizo sonreír levemente.

─ ¿Y su madre está con él?

─Nuestra mamá y hermanas han fallecido ya hace varios años.

Entendí perfectamente los sentimientos que Ryou expresó con esas palabras, Malik y él solo se tenían a sí mismos, igual que Akefia y yo.

─Lo lamento ─dijimos al unísono, mi hermano se disculpaba por preguntar mientras yo lo hacía también por lo que él había sufrido.

En respuesta, ese pequeño ángel sonrió levemente ─no importa, pero gracias ─me volteó a ver a mí.

─Bien, como sea, eres bienvenido a venir aquí cada vez que quieras ─dijo mi hermano levantándose ─espero que eso le ayude a Malik a recordar… además parece que a Baku le has caído muy bien ─resaltó el ‘muy’ con voz picara lo cual hizo que nos mirásemos antes de desviar la mirada ruborizados.

─Tu cállate, no molestes ─dije cruzado de brazos.

─Hay, que sensible ─se burló de mí poniéndome una mano en la cabeza para revolverme el pelo, sentí a Ryou ahogar unas risas, yo gruñí por lo bajo apartando su mano de un manotazo.

Akefia rio y se metió a su habitación.

─Parece que ustedes dos se quieres mucho ─dijo rio ente ahogada risillas.

─Keh! Es un insoportable… pero sigue siendo mi hermano ─contesté volviendo a cruzarme de brazos mientras me acomodaba  más en el sofá, acercándome a él inconscientemente.

Ryou me sonrió tiernamente y la frustración de aquel beso interrumpido me llego de golpe, de nuevo ¡Maldito sea el inoportuno de Akefia!

─ ¿Quieres ir a hablar con Malik? ─le pregunté, sorprendentemente él negó con la cabeza.

─Creo haberlo incordiado ya mucho por hoy, además debo irme, hay alguien que espera noticias nuestras ─dijo mientras se levantaba para ir hacia la puerta ─ regresaré mañana… etto ¿a qué hora podría…?

─Estaremos aquí todo el día, puedes venir a la hora que gustes ─ofrecí ─puedes quedarte a almorzar u a cenar si quieres ─dije mirando al piso, escuchándole abrir la puerta.

─Eres muy amable, mmm vendré como a las dos ¿está bien? ─yo asentí, ambos salimos y entrecerré la puerta para evitar miradas curiosas de mi hermano ─muchas gracias por todo Bakura ─me miró con ojos brillantes.

─Ryou ─alcancé a llamarle cuando vi que se daba media vuelta, sin darme cuenta lo sujeté de una mano ─si hay algo que pueda hace para ayudarte a que Malik te recuerde… no dudes en decírmelo.

─Oh Bakura ─dijo enternecido acercándose a mi ─gracias.

Se puso de puntillas dándome un beso en la mejilla, sus tibios labios contra mi rostro se sintieron muy bien, pero mi boca aun ardía por ese beso inconcluso. Se separó apenas un poco de mí, mirándome  a los ojos. Con la mano libre le tomé el mentón ─es una promesa ─susurré antes de sellar su boca con la mía cuando la entreabrió para decir algo.

Fue maravilloso, probar la mismísima gloria de sus labios, eran tan suaves y dulces, tiernos y deliciosos. Moví mi boca contra la suya y él me pasó los brazos por el cuello de manera floja mientras correspondía mi beso con timidez, llevé la mano que antes sujetara la suya hasta su cintura y lo apegué más a mi cuerpo, Ryou respondió rozándose leve, casi imperceptiblemente contra mí, su tibio cuerpecito era sumamente atrayente, sentí que podría estar así horas, simplemente deleitándome con sus besos. Pero finalmente el aire se nos acabó y debimos sepáranos, antes de dejarlo ir pasé mi lengua por sus labios y los apreté levemente con un suave mordisco como tanto quise hacerlo, Ryou ahogó un pequeño jadeo que me fascinó.

Abrió lentamente sus bellos ojos chocolates para mirarme apenado pero con un precioso brillo en sus orbes que me observaban con lo que esperaba fuera cariño. Ruborizado y con la respiración sumamente agitada, Ryou se alzó de nuevo para darme un corto besos en los labios antes de quitarme los brazos del cuello para disolver también el abrazo.

─Te veré mañana Bakura ─silabeo mi nombre con un suave tono seductor que me encantó. Finalmente se fue, antes de perdérseme de vista se giró para despedirse con la mano ofreciéndome una bella sonrisa, yo levanté mi mano en respuesta y él se fue definitivamente.

Regresé al interior de la casa, cerré la puerta pegando mi espalda contra ella, dejando salir un hondo suspiro de felicidad con los ojos cerrados y una sonrisa de idiota que no podía con ella.

¿Finalmente había encontrado a la persona correcta?

─Vaya! Y yo que pensé que ibas a terminar enamorándote de Malik ─fueron las bromistas palabras de mi hermano mayor.

Abrí los ojos para verlo de pie frente a mí, me miraba cruzado de brazos con una sonrisa pícara y los ojos afilados de diversión mientras apoyaba su peso casualmente en un solo pie.

─ ¿En serio? Menuda tontería ─le respondí con sorna ─ desde el principio no lo vi como nada más que un hermanito.

─ ¿Sí? Pues su verdadero hermano a aparecido y parece que sí que te gusta el chico.

Gruñí por lo bajo ¿nos habría visto?  

─ ¡Keh! ¿Qué más te da?

Akefia cambio su expresión a una más relajada y se acercó a mí.

─Es muy lindo y se nota que tiene un gran corazón, gran elección ─me dijo volviendo a alborotarme el pelo con una mano, mirándome con aprobación ─no seas idiota y no lo dejes ir Baku ─me aconsejó en un susurro antes de marcharse a, lo que me pareció, fue la cocina.

Me quede un poco lelo por las palabras de mi hermano ¿desde cuándo acá se metía tanto en su papel de ‘hermano mayor responsable’?

Sin embargo analizando sus palabras me saltó un poco el corazón, la elección estaba hecha, mis sentimientos se habían concretado y decidido sin apenas darme cuenta. Una sensación como si un agujero se abriera en mi corazón, creo que hay algo en él que mi corazón desea, necesita, anhela ¿qué se yo? La verdad me ha costado aceptar que mi corazón lo escogió a él, pero así es… y Ryou será mío                        

Notas finales:

Holis mundo! Eh aquí el segundo cap de este AU ¿Qué les pareció? Sé que no manejo muy bien la personalidad de nuestro querido Bakura pero… creo haberlo hecho mejor que en el episodio pasado ¿no? ¿Qué opinan al respecto?

Para el próximo tendremos la opinión de Ryou sobre toda esa situación, la aparición de Marik a escena y quizás la visita de Ryou a la casa de los ‘Thief’… supongo que no hay necesidad de explicar el porqué de ese apellido ¿cierto? xD

Por cierto! Acabo de salir de vacaciones! ¿y ustedes? 

R: =///=

B: *-* ¡Genial! Un beso de mi yadonushi ¡dos, de hecho! Ryou, eres tan tierno y violable

R: ¡Bakura! *le grita apenado*

YM: ¡Y para cuando yo ¿eh?!

DN: ¡Cálmate! ya te dije que para el siguiente cap, no seas impaciente.

YM: que injusticia *murmura yéndose* 

¿Qué les vas pareciendo la idea? ¿Quieren lanzarme rosas o tomates? ¿Consejos o criticas (constructivas por favor)?
Saludos a Orvii Kii por ser mi primer review y por siempre estar al pendiente de mis locas creaciones ¡You are the best, nii-chan! ¡I <3 U!

 

Gracias a todos los que leyeron y le dieron una oportunidad a esta historia, nos leemos en la próxima. Ja ne! =3

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