La cabeza de Luhan daba vueltas mientras repetía las palabras de Sehun en su cabeza. El solo hecho de que Sehun hubiera admitido sentir una atracción por él parecía una fantasía hecha realidad. Luhan tuvo que contener las ganas de pellizcarse para asegurarse de que había sucedido realmente y que no era de otro de sus sueños húmedos.
—No estas diciendo eso solamente para meterme en el saco, ¿verdad? —Preguntó con astucia.
No añadió que no tomaría mucho esfuerzo porque en cualquier momento podría de caer de rodillas ante Sehun sin un segundo de vacilación. No tiene sentido parecer una puta… al menos no todavía.
—Es la pura verdad. Sé que probablemente me hace parecer necesitado o desesperado, pero no puedo evitarlo. —Respondió Sehun.
Su voz era tan ronca que le recordó a Luhan un licor de menta en un día frío. Sehun miró hacia otro lado de la carretera. Sus ojos eran oscuros, con una pasión tan cruda que no había manera de que pudiera ser real.
Luhan contuvo un gemido.
—No pareces necesitado en absoluto. Solo malditamente sexy.
A pesar de que sentía un calor por sus mejillas, Luhan no quería repetir las palabras de nuevo. Después de suspirar nueve años por Sehun, finalmente estaba a solas con el. Más que eso, estaban solos y en sintonía.
Luhan no se había perdido la erección en los pantalones de Sehun.
El pene de Luhan también estaba duro, casi al punto de dolor. Bajó la mirada hacia la mano de Sehun y se preguntó que pasaría si él la moviera un poco más arriba. Un sonido extraño se oyó en el coche. Avergonzado, Luhan se dio cuenta de que el ruido procedía de él. Agachó la cabeza.
—Lo siento.
—No lo estés, es jodidamente caliente. —Le aseguró Sehun.
Sehun se preguntó como el hombre logró mantener el control del auto con todo esto. De haber echo otra cosa podrían haberse estrellado. Eso podría haber sido peligroso para los que los rodeaban, pero habría resultado divertido de explicar a la policía. Como si leyera su mente, la boca de Sehun se acurrucó en una sonrisa traviesa, Luhan se perdió y casi se vino.
—Será mejor que te controles, porque ya casi llegamos.
Luhan miró consternado la entrada de Guido. Maldita sea por estar ahí tan pronto.
Estaba seguro de que con cinco minutos más, habría tenido la mano de Sehun exactamente donde quería.
—Supongo que no puedes conducir alrededor de una manzana un par de veces más. —Bromeó Luhan.
—Si hacemos eso tengo el presentimiento de que nunca cenaremos—Sehun acarició ligeramente el muslo de Luhan mientras apagaba el coche.
Luhan inmediatamente que perdió el contacto tuvo que contenerse para no agarrar la mano de Sehun y ponerla de vuelta. Su pene parecía estar gritando en protesta y trató de pensar en la última vez que tuvo relaciones.
Mierda, tenía que haber pasado cerca de un año y medio y esa vez había sido con uno de sus amigos de la universidad.
—Supongo que tenemos que comer —replicó Luhan.
Sus miradas se encontraron. Sehun puso una mano el cuello de Luhan pasó su pulgar por la mejilla de él, acariciándola lentamente.
—Estoy muy contento de que nos hayamos encontrado otra vez.
Luhan sonrió.
—Yo también.
—Entremos. Quiero saber todo de ti y tenemos mucho tiempo para ponernos al día.
Luhan se sentía un poco mareado por lo rápido que se movían.
Si alguien le hubiera dicho, incluso esta mañana, que estaría teniendo una cena íntima con Oh Sehun, se habría reído. Ahora que realmente estaba pasando, Luhan se encontró con una nerviosa anticipación, una como nunca había sentido.
Salieron del coche y entraron. Luhan reconoció vagamente a la jefa del comedor, una morena preciosa quien parecía conocer a Sehun, porque le paso la mano por el hombro cuando se alejó.
—¿Ella fue a nuestra escuela? —Luhan frunció el ceño cuando trató de recordar quien era.
—Así es, su nombre es Kim Hyorin —Sehun recogió el menú y comenzó a estudiarlo. Por su parte, Luhan no necesitaba mirarlo. Guido había estado abierto por tanto tiempo en el barrio que todos los lugareños se conocían el menú.
—Estaba en el club de animadoras, ¿no es así? —Luhan se acordó de repente. A pesar de que ella había sido una de las chicas más populares de la escuela, ni una sola vez había sido desagradable o una zorra como las demás.
—Si, solíamos salir hace mucho. Ella aun sale conmigo, y Kai, Chen, Tao, Kyungsoo, Baekhyun.
—Oh —Luhan respondió débilmente mientras se preguntaba como de unidos estaban Sehun y Hyorin…
—No es lo que estas pensando. Solo somos buenos amigos.
Luhan sonrió con alivio.
—Ya veo. No puedo creer que aun estes tan unido con los chicos. No puedo recordar la última vez que hablé con mis viejos amigos.
—Si, bueno, primero era solo un grupo en secundaria pero cuando nos dimos cuenta éramos un grupo de chicos gays. Desde entonces, hemos estados unidos.
Y con eso se fue el alivio, Luhan comenzó a juguetear con el menú, se dijo a si mismo que no tenía derecho de sentir celos por Sehun. Ni siquiera habían salido en una verdadera cita antes.
Sehun se inclinó sobre la mesa y puso una mano sobre los dedos de Luhan.
—Ellos también solo son buenos amigos.
Humillado, Luhan se dio cuenta de que sus pensamientos debieron de haberse transmitido por su expresión.
—Lo siento, no soy muy bueno en este tipo de cosas.
Sehun arqueó una ceja.
—¿En que? ¿En salir a cenar?
Luhan se permitió una breve sonrisa.
—No, todo esto de la pequeña charla y pasar el rato.
—¿No lo estas pasando bien?
—Por supuesto que lo estoy pasando bien… Es solo que estoy preocupado de que decir o de no hacer algo estúpido.
—Lo estas haciendo bien, confía en mi —Sehun casi ronroneó mientras pasaba su pulgar por los nudillos de Luhan. Este contuvo el aliento, con la excitación sobre su cuerpo.
Con un solo toque, Sehun había conseguido que se pusiera caliente y listo otra vez.
La camarera se acercó para recibir su orden, interrumpiendo el momento. Después de un pequeño debate, se decidieron por unos vegetales para el medio y un par de refrescos.
—Así que, ¿cómo es trabajar con tu hermana? —Preguntó Sehun una vez que estuvieron solos.
—Esta bien, creo. Es solo que no es realmente lo que me gustaría estar haciendo. No me malinterpretes, aprecio mucho su ayuda y todo, especialmente ya que no estamos muy unidos que digamos —Luhan trató de no poner una mala cara. En verdad, trabajar para Jimin había sido un infierno. Por alguna razón, amaba usar el poder que tenía sobre otras personas y no le importaba si uno de ellos era de su propia sangre.
Sehun asintió con la cabeza comprensivamente
—¿Estas unido a alguien de tu familia?
Luhan luchó por dar una buena respuesta para eso. Nunca había tenido una buena relación con su padre. Además, él y Kris, no parecían tener nada en común con él, y cuando pasaban tiempo juntos, solo consistía en silencios incómodos. Al final, decidió ir por la respuesta positiva.
—Mi madre realmente me apoya. Incluso va a la Asociación de Familiares y amigos de Lesbianas, Gais, Bisexuales y Transexuales a las reuniones y todo eso.
—Mi madre también va. Ella siempre trata de ligarme con chicos que conoce allí.
—A mi también —dijo riendo Luhan—. Apenas la semana pasada, me decía que el hijo de su amiga era un abogado súper sexy. —Sus palabras cayeron como un ladrillo en la mesa mientras él y Sehun se miraron sorprendidos.
—Tu no crees que…—dijo Luhan, con un nudo en su estómago.
—No lo creo, yo lo sé —respondió Sehun, con una hermosa sonrisa en su rostro—. Tengo una pregunta, ¿sabe tu madre que vas a esa gasolinera todos los días después del trabajo?
—Si, ella siempre me regaña porque como mal —Luhan no podía recordar un momento en el que había estado tan avergonzado. Dios, Sehun probablemente pensaba que Luhan era un gran perdedor porque no podía mantener un trabajo y de que su madre estaba tratando de dirigir su vida.
Genial, estaba a un paso de ser como los idiotas que vivían en el sótano de sus padres y pasaban su día en el centro comercial.
—Mi madre llamó y preguntó si podría pasar a comprar una tarjeta de regalo —Sehun sacudió su cabeza— maldición, debí sospechar algo cuando ella insistió tanto en ir a la gasolinera Speedway. Incluso me dijo que tenía que llegar allí antes de cierta hora. Además, dijo que no podía recoger a Jisung hoy y ella nunca había hecho eso.
—Oh, Dios —Luhan pasó su mano libre por su cabello—. Nuestras madres son cómplices.
Los labios de Sehun se estremecieron un par de veces antes de romper en una risa tan fuerte que varios clientes se volvieron a mirarlos.
Luhan dejo caer el brazo mientras sonreía con ganas de reírse con Sehun.
—¿Cómo puedes pensar que esto es divertido?
—¿Qué? ¿El hecho de que estés usando las palabras de Eugene como cómplices o el hecho de que nuestras madres tienen mucho tiempo libre?
Un retortijón inesperado burbujeó en el pecho de Luhan antes de comenzar a reírse también.
—Debería estar enojado con mi madre.
—¿Pero no lo estas? —Preguntó Sehun, aun riéndose.
—Funcionó, ¿no es así? Salimos juntos, eso es algo que he estado esperando que pase por tanto tiempo —Luhan bajó la mirada, sabiendo que el rubor de sus mejillas lo condenaría una vez más.
—¿De verdad?
—Solo digamos que puede ser que me haya enamorado de ti en la secundaria —Luhan se sorprendió por su propia confesión.
—Luhan, mírame —demandó Sehun. Cuando el muchacho obedeció, Sehun continúo—. No fuiste el único enamorado. Como te dije antes, pasé todo mi ultimo año esperando por ti. No podía dejar de mirarte y buscarte.
Luhan no podía estar mas en shock. Respiró varias veces detenidamente ante la declaración de Sehun que le pegó fuertemente.
—¿Por qué nunca hiciste nada?
—Por qué no sabía si estabas listo.
—¿Listo para qué? Ya te dije que me gustabas.
—Me di cuenta de que aún estabas tratando de averiguar quien eras realmente y yo no quería interferír con eso. No solo eso, también estaba preocupado de que pasaría cuando dejaras la escuela. Fue lo suficientemente duro para mí ser un adolescente gay y tener que apoyar a mis amigos. La última cosa que quería era forzarte a decidir equivocadamente porque estuvieras conmigo.
Enojado y un poco más que herido, Luhan se sentó más recto.
—No me habría importado lo demás. No si eso significaba poder estar contigo.
—Eso es fácil para ti decirlo ahora, pero en aquel entonces solo eras un niño tímido y yo sabía que los comentarios de los demás y la difamación e habrían comido por dentro. No hubiera podido vivir conmigo mismo si tu sufrías, mientras que yo no podría estar ahí para protegerte —dijo Sehun
con firmeza.
—Yo no quería tu protección, yo necesitaba… —Luhan se quedo sin palabras, no estaba seguro de que era lo había necesitado.
Volvió a pensar en la forma confusa y pérdida en la que se encontraba cuando se dio cuenta de que no tenía sentimientos hacia las niñas como su hermano y sus amigos si tenían. Que solo se había sentido. Se le habrían helado los huesos si todos se hubieran enterado de que era diferente. ¿Habría sido más fácil si Sehun hubiera estado allí para acompañarlo por ese camino?
Sehun debió de sentir su angustia, porque se levantó, rodeó la mesa y se deslizó en el asiento junto a Luhan y puso su mano en la mejilla del muchacho y dijo:
—Nunca quise hacerte daño, bebé. Lo siento mucho.
El corazón de Luhan se aceleró. El calor del cuerpo de Sehun presionando contra él, el hecho de que estaba siendo tan cariñoso en medio de un restaurante lleno de gente, como lo había llamado bebé, todo eso había abrumado a Luhan. Se acercó y puso su mano en el centro del pecho de Sehun, no para alejarlo, sino para profundizar el contacto.
—Esta bien, ahora estas aquí.
Sehun bajó su cabeza. Un pequeño choque eléctrico paso por Luhan cuando se dio cuenta de que Sehun estaba apunto de darle un beso mientras tenían un restaurante lleno de testigos. Sabía que debía echarse un poco para atrás y esperar hasta que estuvieran en un lugar más privado. En su
lugar, Luhan dejo la cabeza tal como estaba, y esperó.
—Nueve años —gruñó Sehun— he esperado nueve años por este momento.
Antes de que Luhan pudiera responder, Sehun tomó su boca en un tierno beso. En un primer momento Luhan se puso tenso, preocupado de que si se movía Sehun rompería el contacto. Entonces sintió el calor de la lengua de Sehun pidiendo la entrada, y Luhan, finalmente se dejo llevar por este momento que realmente estaba sucediendo.
Fusionado contra el cuerpo de Sehun, Luhan separó su boca un poco.
Sehun se quejó con desaprobación antes de tomar la cara de Luhan y hundir su lengua nuevamente. En el instante que Luhan probó el sabor cálido, pero dulce de Sehun, se olvidó de todo lo demás. Deslizó sus manos sobre los hombros de Sehun.
Sintió un gemido vibrar en el pecho de Sehun. Eso hizo que Luhan quisiera más de él. Comenzó a pasar su lengua por la boca de Sehun, para poder hacerse una idea mejor del hombre.
Demasiado pronto, el mayor se retiró. A pesar de que el beso fue breve, los dos quedaron sin aliento. Sehun bajó un poco la mirada, la expresión de asombro en su rostro reflejaba la misma emoción que Luhan estaba experimentando.
—Wow —respiró Luhan. Su cuerpo entero zumbó con entusiasmo.
Dio una oración en silencio de que gracias a Dios que estaban sentados o de lo contrario no sabía que hubiera pasado porque sus rodillas temblaban.
—Me alegro de que te gustara, porque planeo hacerlo mucho más esta noche —declaró Sehun en voz baja mientras recorría la mandíbula de Luhan con sus dedos.
Luhan no se estremeció por el toque, solo cerró los ojos.
—No sólo besos espero.
—Me dije a mi mismo que no quería apresurar esto.
Decepcionado, Luhan frunció un poco el ceño.
—Oh.
—Pero ahora se que no hay manera de que me pueda resistir a ti. Se siente demasiado bien tocarte. —Como para probar su punto, Sehun acarició la mejilla de Luhan.
Puesto que ya había llegado tan lejos y lo hizo sin avergonzarse de si mismo, Luhan volvió su cara a Sehun y pasó su mano un poco por su pecho.
—Maldita sea, bebé, sigue así y lo vamos a terminar haciendo sobre la cena.
Luhan sonrío.
—¿Qué tan rápido crees que podemos comer?